Lo malo de Afganistán

por Rafael L. Bardají, 20 de junio de 2011

(Publicado en La Gaceta, 19 de junio de 2011)
 
Lo malo de la guerra de Afganistán no es que se produzcan bajas. En todas las guerras las hay. Lo malo es que estamos en una guerra que ya nadie cree que se pueda ganar. De lo que se trata ahora no es ya de lograr los objetivos de una cierta gobernabilidad desde Kabul, un régimen viable en lo económico y tolerante en lo social y religioso. Ni siquiera se pretende ya mantener a raya a los talibanes. A lo que se aspira es a salir de allí cuanto antes aunque sin dar una descarnada imagen de desbandada y derrota.
 
Obama, acosado políticamente por meter a EE UU en la guerra de Libia por la puerta de atrás y sin la preceptiva autorización del Congreso, anunciará en los próximos días su plan para Afganistán. Las tropas que aumento allí lo hicieron por un año que se cumple en breve. Es más que dudoso que autorice que se queden más tiempo. Lo que se espera es que anuncie la retirada progresiva de las mismas con el horizonte de una salida total de las tropas de combate antes de 2014.
 
El surge que copió de Bush en Irak se quedó corto respecto a lo que le pedían sus militares y al llevar fecha de caducidad poco ha cambiado de las lealtades sobre el terreno. Además, Obama siempre ha creído que el objetivo a batir era Al Qaeda no los talibanes y esos yihadistas están en Pakistán básicamente.
 
ZP dobló nuestras tropas en Afganistán para compensar su espantada de Irak y amigarse con los americanos, especialmente con Obama. Nunca ha ofrecido una explicación lógica de la presencia española en tierras afganas. Pero la obligación del Gobierno español, cuando manda a matar y, por desgracia, a morir, a nuestros jóvenes en uniforme es hacerlo sabiendo muy bien por qué lo hace. Y debe explicarlo con claridad. Ya no le queda tiempo para redimirse, pero ahora que toca a retirada, convendría que se tomara más en serio el destino al que lleva a los militares españoles. No es que estos se lo merezcan, es que el Gobierno, ZP y Chacón se lo deben.