Kirchner vuelve a Argentina con dinero en el bolsillo

por Pedro Buendía, 18 de julio de 2006

Después de su visita a España, el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, ha regresado a Buenos Aires con el compromiso por parte de Repsol-YPF de invertir 6.000 millones de dólares entre 2007 y 2009. Con el impulso de Rodríguez Zapatero, se espera que otras grandes empresas españolas ya presentes en el país sigan a la petrolera y hagan otros desembolsos que ayuden a Kirchner a mantener la economía en marcha y ganar las elecciones presidenciales de 2007. Sin embargo, el político peronista no parece dispuesto a conceder a Telefónica, Gas Natural, Endesa y otras suministradoras de servicios públicos la subida de tarifas que éstas reclaman desde hace años.
 
Entre el 20 y el 23 de junio, Kirchner cursó una nueva visita oficial a España con el objetivo de convencer a las empresas españolas que vuelvan a invertir en su país. Sabemos que Repsol ha comprometido un descomunal plan de crecimiento, que ya estaba en preparación desde hace unos meses, pero no sabemos qué más ha ocurrido. Tampoco si Argentina va a pagar la deuda que mantiene con España desde 2001 íntegra o con quita. Eso sí, Kirchner y Rodríguez Zapatero vieron juntos el partido del Mundial Argentina-Holanda y desearon una final entre España y Argentina. Ambos gobernantes, fanáticos del fútbol, se regalaron sendas camisetas de sus selecciones nacionales; Kirchner entregó la suya a Rodríguez en la conferencia de prensa conjunta; inmediatamente, el personal de La Moncloa compró otra de la selección española para que Rodríguez pudiera dársela a su huésped en la cena. La rapidez, o la incompetencia, fue tal que ni la sacaron de la bolsa de El Corte Inglés[i]. Tuvieron tiempo para firmar un acuerdo de Asociación Estratégica, que España sólo mantenía hasta entonces con Brasil, Chile, China y México.
 
Repsol está atada a Kirchner
 
En marzo, el GEES me publicó una colaboración titulada “¿Patrocina Repsol la Alianza de Civilizaciones?”[ii], en la que me preguntaba si la contumacia de la petrolera en mantener sus inversiones en Bolivia y Venezuela, mientras otras empresas del sector se marchaban o anunciaban demandas internacionales, se debía a presiones o pactos políticos con el paladín de la Alianza de Civilizaciones, como el respaldo socialista a la opa de Gas Natural/La Caixa sobre Endesa.
 
Estos días, Antoni Brufau, presidente de Repsol, persiste en aumentar las inversiones, o sea el riesgo, en los países más inestables de Sudamérica. Durante la visita de Kirchner, Brufau anunció[iii] en los jardines de La Moncloa que Repsol-YPF invertirá 6.000 millones de dólares entre 2007 y 2009 en Argentina; de esta cifra, 4.600 millones -más del 75%- se destinarán a la exploración y producción de hidrocarburos en el país y el resto a refino, química y márketing. Semejante desembolso generará unos 3.500 empleos adicionales directos y 3.300 de manera indirecta.
 
Como decíamos en nuestra anterior colaboración, el 80% del negocio de Repsol-YPF se reparte entre España (consumo y refino) y Argentina (consumo y extracción). La dependencia de los pozos y las concesiones argentinas es vital para la petrolera; éste podría ser el único argumento ante unos ojos profanos. Sin embargo, Repsol se enfrenta a un gravísimo problema que compromete su rentabilidad y su cotización, junto con la obtención de inversores institucionales, de préstamos y de valoraciones o ratings por los bancos y analistas financieros: las reservas declaradas de hidrocarburos.
 
El 26 de enero pasado, Brufau comunicó a los organismos reguladores de la Bolsas de Nueva York y Madrid que rebajaba en un 25% el nivel de sus reservas probadas de gas natural y crudo. Luego, la expropiación por el Gobierno socialista de Bolivia de sus concesiones de gas natural también ha perjudicado el balance y las expectativas de la petrolera. La dirección de Repsol-YPF encargó una revisión independiente sobre sus reservas y las causas de su disminución[iv]. La finalidad de las prospecciones en Argentina, que se desarrollarán sobre todo en alta mar, en colaboración con la empresa pública ENARSA, es el aumento de las reservas contabilizadas. Con el altísimo precio del petróleo y el agotamiento en todo el mundo de los campos más fáciles de explotar técnicamente, a Repsol se le pone difícil la compra de concesiones en otros lugares; por ello, debe volcarse en Argentina. Como resume el diario bonaerense La Nación, “Para Repsol cobró mayor importancia la Argentina a partir de la crisis por la nacionalización de hidrocarburos en Bolivia. ‘Si quieren, digan que tuvimos suerte’, ironizó un ministro de Kirchner. Esa medida del presidente Evo Morales influyó notablemente en la relación Argentina-España”[v].
 
Repsol-YPF está atada a Kichner. Y el peronista lo sabe: en la cumbre de mayo entre la Unión Europea y Latinoamérica dijo que era necesario “un mayor esfuerzo” de Repsol en Argentina debido a la caída de sus reservas. Brufau, delante de Rodríguez Zapatero, se comprometió entonces a elaborar un plan de inversiones. El anuncio se comunicó en las circunstancias más favorables para el presidente argentino: durante su visita oficial y a fin de impresionar a otras empresas españolas.
 
Como cuenta el enviado especial La Nación, “Antonio Brufau, presidente de la compañía, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, improvisaron (sic) un anuncio oficial en los jardines de La Moncloa. Salieron unos minutos de la comida que compartían con los presidentes Néstor Kirchner y José Luis Rodríguez Zapatero en un salón del Palacio de Gobierno”[vi]. Y añade: “Ante una pregunta, [Brufau] negó que la inversión fuera a requerir un aumento inminente en los precios de los combustibles (entre los más bajos de la región): ‘En algún momento se regularizarán las cosas, pero esto es una apuesta a futuro. No estamos hablando de aumentos’”. Entonces, ¿de dónde va a sacar Repsol los fondos?, ¿del dividendo de los accionistas?, ¿de otros planes de inversión?, ¿de las subidas salariales de sus empleados?, ¿de sobreprecios en España?
 
El periodista de La Nación escribe: “(...) el gobierno de Kirchner quiso completar la visita a España con un anuncio de magnitud, algo opacado por la inusual sucesión de gestiones y actividades de la comitiva presidencial durante los últimos dos días. El primero en ver el borrador del plan de inversión fue De Vido, en una reunión preparatoria con el director de Repsol YPF para la región, Enrique Locutura. Eso fue el martes, no bien aterrizó en Madrid. De inmediato, se lo llevó a Kirchner. Ya anteayer, en la recepción de honor en el palacio real, el Presidente le dedicó un gesto de aprobación a Brufau cuando le tocó saludarlo delante de las cámaras, como marca el protocolo”.
 
Intervencionismo estatal
 
Néstor Kirchner se acerca a la economía con la misma ignorancia y falta de escrúpulos que José Luis Rodríguez; se trata de dos políticos profesionales, conectados al presupuesto desde su juventud y que ya tienen aseguradas unas pensiones de jubilación máximas[vii]. La economía y las empresas están al servicio de sus objetivos políticos.
 
Kirchner llegó al poder en 2003, en los coletazos de la crisis llamada corralito, cuando se rompió la paridad de un peso por un dólar, y no ha vacilado en someter la economía y las empresas, al igual que las inversiones y los empleos, a sus necesidades en las encuestas. Cuando en marzo de 2005, la petrolera Shell anunció un aumento de los precios de venta de sus combustibles debido al encarecimiento del petróleo, el presidente llamó a un boicot de las gasolineras[viii]. En un mismo día, éstas fueron sus declaraciones: “A Shell no le tenemos que comprar nada, ni una lata de aceite. (...) No hay mejor acción que, entre comillas, este boicot nacional que le está haciendo el pueblo a quien se está abusando del pueblo. (...) Les pido a los argentinos que hagamos valer el poder del pueblo y nadie le compre nafta [a Shell] porque las otras empresas no han aumentado, que hagamos un boicot llamando a la conciencia nacional. (...) Mi deber es defender al pueblo argentino y ponerme al frente del pueblo”. Algunas gasolineras fueron atacadas por bandas de piqueteros después de las declaraciones del presidente.
 
Justo un año después, Kirchner tomó una de las medidas más irresponsables de su mandato: ante el aumento del precio de la carne y su efecto en el índice de inflación[ix], prohibió las exportaciones por un período mínimo de 180 días.  De esta manera, las piezas destinadas al mercado ruso o al chileno, se desviarían al interno y bajarían los precios de venta.
 
Aparte de la intromisión que la medida supone para el funcionamiento de unas empresas privadas que pagan sus impuestos, los perjuicios para el sector están siendo notables. Los sindicatos calculan que la suspensión o la pérdida de empleo afectó en las primeras semanas de la prohibición a entre 2.600 y 2.800 trabajadores, de los 10.000 que ocupa de manera directa. La solución del Gobierno de Kirchner es el abono de un subsidio a los trabajadores suspendidos de unos 1.000 pesos (320 dólares) mensuales; es decir, más gasto público y más gente dependiendo del capricho gubernamental.
 
Argentina es el tercer exportador de carne del mundo; las ventas aportaron el año pasado en torno a 1.400 millones de dólares. Además, los ganaderos y exportadores corren el riesgo de perder algunos de los mercados ganados en los últimos años, como el ruso, en el que la carne argentina penetró debido a la fiebre aftosa de la cabaña brasileña; en 2005, Rusia importó 324.000 toneladas de carne por valor de 420 millones de dólares y en 2006, de haberse mantenido la situación, el ingreso habría subido a 500 millones de dólares.
 
Visto el éxito de la prohibición en las encuestas y los titulares de los telediarios, Kirchner ha amenazado con restringir las exportaciones de trigo para reducir el precio del pan, del que los argentinos consumen más kilos que de carne. Y la única razón es el control del IPC. “En la pelea del Gobierno por controlar los índices inflacionarios la carne vacuna picó en punta y con razón, ya que el INDEC considera que el alimento pondera con 4,513% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Pero hay un rubro que comenzó a darle batalla en el ranking de preocupaciones oficiales: los productos panificados. Y es que los alimentos derivados del trigo también pesan fuerte en la estadística, el 4,545%. Entre ellos, el pan fresco se corta solo, con 1,6% de ponderación. Este dato explica por qué el Ministerio de Economía reaccionó tan vehementemente cuando detectó que los exportadores de granos estaban a punto de superar el saldo exportable previsto para este año, de 7 millones de toneladas”[x].
 
La entrada de divisas, la contratación de más mano de obra, la apertura de nuevos mercados para los productos argentinos y la propiedad privada quedan supeditadas a la satisfacción de los consumidores populares, la base electoral que Kirchner mima.
 
En otro gesto absurdo, decidió el pago completo de la deuda de 9.800 millones de dólares que mantenía Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pese a que éste no se lo exigía. La decisión la tomó Kirchner horas después de que el Gobierno brasileño anunciase que haría otro tanto. La única razón era ganar prestigio en los mercados internacionales de capitales, aunque Argentina pretende aplicar quitas a sus demás deudores, reunidos en el Club de París, incluida España, que en noviembre de 2000, concedió a Buenos Aires un préstamo por importe de 1.000 millones de dólares. ¿Y cómo está recuperando Kirchner las reservas de divisas? Mediante la Venezuela chavista. Con la última operación de compra de bonos argentinos por el Ministerio de Finanzas venezolano, anunciada el 22 de junio, Chávez habrá transferido 2.800 millones de dólares a Kirchner[xi].
 
Pero a la economía argentina no le bastan los dólares que le envía Venezuela, ¿y qué mejor lugar que España, con cuyo Gobierno, además, Kircher mantiene una excelente relación para pedir más dinero, tecnología y prestigio?
 
Ambigüedad sobre las tarifas
 
Los empresarios españoles, sobre todo de pymes, que asistieron al almuerzo organizado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio recibieron una bronca, como cuenta La Nación: “Allí Kirchner optó, de manera imprevista, por contestarle al discurso de bienvenida del propio Gómez-Navarro [presidente del Consejo] que tras elogiar al Presidente y su gestión, destacó que en el ‘gran esfuerzo inversor’ de su país ‘han surgido algunos problemas relativos a la actualización de los servicios públicos y sus costes’. Tras esas palabras, el mandatario argentino pidió el micrófono y le reclamó a los ejecutivos un ejercicio de ‘autocrítica’. Los cuestionó en dureza por haber invertido en los años 90 cuando la ‘imprevisibilidad’ era mucho mayor que ahora, según evaluó. (...) ‘España invirtió en los años 90 grandes sumas de capital. No existe mayor imprevisibilidad que en ese momento [por la década pasada]. Ustedes sabían que había un gran déficit fiscal y que la paridad se mantenía por el endeudamiento. Mi primera pregunta es ¿Cómo hoy se habla de seguridad de inversión en Argentina cuando el contexto macro y el funcionamiento interno es altamente previsible?’, les advirtió el Presidente”[xii].
 
Éste es el estilo K: reñir a quienes se les pide que paguen la cuenta. Al menos, este comportamiento no es frecuente en Rodríguez. Fue peor en julio de 2003, cuando el presidente de la CEOE, José María Cuevas, comentó a la salida de una reunión con Kirchner: “Nos puso a parir”[xiii].
 
Sobre el aumento de las tarifas de los servicios (telefonía, electricidad, agua, gas natural...), que era de lo que querían hablar los empresarios españoles, Kirchner no prometió nada. Dijo que las empresas están obteniendo beneficios con la mayor actividad económica y parece que eso debe ser suficiente. Un ejemplo de la doblez del peronista es la situación de Gas Natural; a esta empresa Kirchner le aprobó por decreto un aumento de las tarifas, pero se lo ha retrasado el ente regulador. En Madrid enunció un sí condicionado que cada cual puede interpretar como desee: “La situación de los contratos de las privatizadas se va a ir resolviendo en tiempo y forma, de manera paulatina. La mayoría de los aumentos ya tiene aprobación del Congreso. Pero el Gobierno debe darle equilibrio a este tipo de políticas y coordinar la relación entre el costo y el servicio [de las empresas] para avanzar con seriedad”[xiv].
 
En el otro platillo de la balanza, esa misma mañana Kirchner defendió en su discurso[xv] en el Congreso a los presidentes de Bolivia y Venezuela. Se burló de que Estados Unidos quiera convertir a Hugo Chávez en “un monstruito”, a la vez que le compra petróleo por valor de miles de millones de dólares. Y justificó las decisiones de Evo Morales: “Hay que comprender lo que pasa en Bolivia, que sufrió años de exclusión. El presidente Morales trata de integrar a Bolivia”[xvi]. Unas horas después, construyó una especie de internacional progresista, de la que formarían parte los mismos Gobiernos que Chávez incluye en los “chicos malos del Imperio”[xvii]: “Se peleó mucho en América Latina para que hubiera gobiernos progresistas. Tengamos cuidado, no sea cosa que se abandonen las convicciones cuando uno llega al gobierno”[xviii]. El último reproche se refería al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que no comparte los planes tercermundistas y antinorteamericanos de Kirchner.
 
Pero lo más destacable es la concepción económica de Kirchner: el intervensionismo estatal, y como prueba de éste tenemos la prohibición de exportar carne, la congelación de las tarifas de numerosos servicios y la reestatalización de empresas privatizadas, como Aerolíneas Argentinas, propiedad del grupo Marsans[xix].
 
El diario ABC califica de “equidistancia” la política de Kircher entre “las posiciones más o menos ortodoxas -que son las que le están dando buenos resultados para sacar al país de la crisis- y las extravagantes ideas populistas que representan el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales”[xx]. En Argentina, los medios contrarios al presidente no emplean eufemismos: “(...) en tres años de gobierno, el presidente Kirchner estatizó Aguas Argentinas, el Correo, el ferrocarril General San Martín, los yacimientos carboníferos de Río Turbio, el espacio radioeléctrico, la energética Enarsa, la satelital Arsat y la aerocomercial Lafsa, avanzando además como socio en Aerolíneas Argentinas y Aeropuertos Argentina 2000. ¿Las estatizaciones de las empresas privatizadas que realizó el Gobierno responden a un plan o consiste simplemente en lograr más puestos y cargos para acomodar a su clientela política o comprar a la oposición, independientemente de la conveniencia para el país?  En ese sentido, el debate entre el presidente de la Nación y el ex ministro de Economía Lavagna gira en torno de una pelea para determinar quién de los dos ha patrocinado mayores actos de corrupción. Lavagna ya se había ido del gobierno denunciando el pago de sobreprecios en los contratos de obras públicas que otorga el ministro De Vido”[xxi].
 
La economía, al servicio de la reelección
 
Los elementos del problema son los siguientes: Kirchner quiere contener la inflación para mejorar sus posibilidades de reelección, pero para atraer inversión española debe aumentar las tarifas de los servicios públicos que prestan muchas de las empresas españolas u ofrecerles una ampliación de sus contratos y concesiones; si hace esto último, algunos sectores sociales que le apoyan podrían dejar de hacerlo, pero si no lo hace la economía argentina no dispondrá de capital para mantener el crecimiento.
 
Toda la política de Kirchner gira en torno a su carrera y a la de su mujer, Cristina, que es senadora y podría presentarse a la presidencia dentro de unos años. El presidente peronista aspira a la reelección. Para conseguirla, es indispensable que la economía mantenga su marcha; hasta que se celebren las elecciones, en octubre de 2007, Kirchner puede prometer y firmar lo que más agrade a los empresarios españoles. Una vez cerradas las urnas y contadas las papeletas, las leyes y los contratos, como ha hecho el peronista a lo largo de su mandato, se pueden vaciar de contenido y hasta declarar nulos con la sanción del Congreso y del Tribunal Supremo[xxii]. Algunas empresas tienen comprometida inversión e infraestructuras millonarias en Argentina, por lo que no pueden abandonar el país; sin embargo, quienes no están en esa situación, ¿por qué van a arriesgarse?
 
Las últimas grandes operaciones expansivas de las multinacionales españolas se han realizado en Europa y Norteamérica: la compra por Telefónica de la operadora de telefonía móvil británica O2 (26.094 millones); la adquisición por el BBVA de dos bancos en Texas (2.092 millones); la compra por Ferrovial de la empresa gestora de aeropuertos británicos ABB (15.000 millones); la absorción del banco Abbey por el BSCH (13.000 millones) y la entrada de Abertis en el capital de una red de autopistas francesas (4.030 millones). La única excepción a estas inversiones descomunales en el área del Atlántico Norte es Repsol, y ya sabemos por qué.

 
 
Pedro Fernández Barbadillo es profesor del Instituto de Humanidades Ángel Ayala-CEU de la Universidad San Pablo CEU.
 
Notas:


[i] http://www.losandes.com.ar/2006/0623/politica/nota323233_1.htm.
[ii] http://www.gees.org/articulo/2249/.
[iii]  El País, El Mundo y ABC, de 23 de junio de 2006. La nota de la petrolera se puede ver en: http://www.repsolypf.es/esp/todosobrerepsolypf/saladeprensa/noticias/ultimasnoticias/noticias.asp?PaginaID=130222&Nivel=00
[iv] Nota de prensa de la empresa distribuida el 16-6-2006. http://www.repsolypf.es/esp/todosobrerepsolypf/saladeprensa/noticias/ultimasnoticias/noticias.asp?PaginaID=129893&Nivel=00,%2000
[v] La Nación, 24-6-2006. http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/politica/nota.asp?nota_id=817567.
[vi] La Nación, 23-6-2006. http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=817205&origen=relacionadas.
[vii] Kirchner acaba de doblarse el sueldo; también ha subido los correspondientes a los altos cargos de su Gobierno; la excusa es que así “son más transparentes” sus retribuciones. Los parlamentarios ya se habían aumentado sus salarios unos días antes. http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=817693 y http://www.elpais.es/articulo/internacional/Kirchner/aumenta/salario/doble/mediante/decreto/elpporint/20060624elpepuint_4/Tes.
[viii] http://www.clarin.com/diario/2005/03/11/elpais/p-00301.htm.
[ix] El IPC fue del 12,3% en 2005 y para este año se calculaba un aumento superior al 10%.
[x] http://www.clarin.com/diario/2006/05/29/elpais/p-01215.htm.
[xi] http://economia.eluniversal.com/2006/06/23/eco_art_23208A.shtml y http://www.nuevodigital.com/2005/12/23/entrevista-privada-de-la-ministra-de-eco.
[xii] La Nación, 22-6-2006. http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=816937&origen=rss.
[xiii] http://www.clarin.com/diario/2004/01/28/p-00301.htm.
[xiv] http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=817008&origen=relacionadas.
[xv] El senador del PNV Iñaki Anasagasti reconoce que le gustó el discurso de Kirchner. En cambio, le molestó el regalo del presidente del Congreso, Manuel Marín: “(...) con visión española le regaló la Constitución de 1812 en la que estuvieron representantes argentinos. La España profunda recordando que fue Imperio. Éstos siguen sin olvidar ni aprender nada”. http://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2006/06/me_gust_la_inte.html#more.
[xvi] http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=817164&origen=relacionadas.
[xvii] http://www.libertaddigital.com:83/php3/noticia.php3?fecha_edi_on=2006-05-13&num_edi_on=1453&cpn=1276279102&seccion=MUN_D
[xviii] http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=817504&origen=ranking.
[xix] http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=816982&origen=relacionadas.
[xx] Editorial de ABC, 23-6-2006. http://www.abc.es/20060623/opinion-editorial/kirchner-tentacion-populista_200606230749.html
[xxi] http://www.seprin.com/portal2/notas/kirchner_espania.htm.
[xxii] La sumisión de los diputados y los jueces argentinos a la voluntad del presidente de turno es indescriptible. Varios parlamentarios que en 1987 aprobaron las leyes de obediencia debida y punto final, quince años más tarde se pronunciaron por su nulidad, con lo que admitían que habían cometido un acto viciado. Un juez del Tribunal Supremo, el doctor Petracchi, votó en 1987 a favor de la constitucionalidad de las leyes y en 2005, como presidente de la corte, votó por la declaración de nulidad.