El enfrentamiento de las milicias kurdas contra el yihadismo en Siria

 Introducción

 
Desde el comienzo del conflicto sirio, Al Assad planteó una estrategia a largo plazo basada en la percepción de que el discurrir del tiempo terminaría por debilitar la cohesión interna de sus enemigos, cuyo espectro ideológico incluye grupos cuyos idearios llegan a ser incluso contrapuestos. Tras cumplirse tres años de conflicto bélico que ha ido sumiendo en el caos al país, esta estrategia ha ido dando muestras de estar basada en suposiciones acertadas. Una de las más llamativas es el enfrentamiento al que, en los últimos meses, se han visto arrastrados los elementos rebeldes más directamente vinculados con el yihadismo contra las milicias kurdas en Siria[i].
 
La principal organización yihadista surgida en Siria es Jabhat Al Nusra[ii]. Por su parte, el Estado Islámico de Irak (ISI), la organización que aglutina a buena parte de los combatientes yihadistas en Irak, trató de extender su influencia en el escenario sirio cuando, a comienzos de abril de 2013, su líder, Abu Bakr Al Baghdadi[iii], anunciaba que su organización extendía sus operaciones a la vecina Siria, reformando para ello su nombre, que pasaba a ser Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS o ISIL). Esta declaración provocó una reacción inmediata del emir de Jabhat Al Nusra, Abu Mohammed Al Golani[iv], que rechazó la extensión del ISIL a Siria y que esto supusiera cualquier lazo de dependencia de Al Nusra respecto al ISIL. El líder de Al Qaeda, el egipcio Ayman Al Zawahiri intentó mediar entre ambos líderes yihadistas, solicitándoles que colaboraran entre sí y que cesaran la discusión[v]. Al Golani ratificó su subordinación directa a Al Zawahiri[vi], lo que configuró a Al Nusra como auténtica facción de la red Al Qaeda en Siria. El devenir de este enfrentamiento acabó con la escisión del ISIL de la organización Al Qaeda[vii], lo que no ha impedido que el ISIL haya aumentado su actividad terrorista en Irak, haciendo que en enero y febrero de 2014, el número de civiles que han perdido la vida en atentados o enfrentamientos ocurridos en Irak se ha multiplicado por tres respecto a los mismos meses de 2013[viii].
 
Los kurdos y la guerra en Siria
 
En Siria hay unos dos millones de kurdos, que conforman alrededor de un 10% de la población y son la principal minoría étnica del país. Durante años han sido marginados por el régimen de Bachar Al Assad, y antes por el de su padre Hafez, que no les reconocía los mismos derechos que a la población árabe. Asentados en el noroeste de Siria, en provincias como Hasakah, una región especialmente sensible, tanto en lo geoestratégico (por confluir las fronteras de Siria con Turquía, Irán e Irak) como en lo económico, por ser territorios con importantes reservas de petróleo y gas[ix]. El mosaico cultural y religioso de las provincias de mayoría kurda también es complejo, ya que, junto a los kurdos, se asientan grupos de cristianos asirios, yaziríes y grupos tribales árabes, cuyos lazos de parentesco entre clanes con frecuencia desbordan las fronteras políticas.
 
En el marco de la guerra civil siria, los kurdos sirios eligieron un Gobierno para uno de los tres cantones en los que está  dividida la región que ocupan mayoritariamente en el noreste del país. Reunidos en asamblea, los kurdos declararon la autonomía y nombraron el primer Gobierno del cantón en el extremo noreste de la región mayoritariamente kurda y dentro de la provincia siria de Hassaka[x].
 
El agravamiento del enfrentamiento entre yihadistas y kurdos se fraguó con la ocupación en febrero de 2013 de la ciudad de Ras Al Ain, en la provincia de Hasakah, por las fuerzas rebeldes opositoras a Al Assad[xi]. El control de la ciudad quedó repartido entre las milicias kurdas del YPG, cuyas siglas corresponden a la traducción de Comités de Protección del Pueblo, y las fuerzas del Ejército Libre Sirio, la principal coalición contra Al Assad, que incluía a los yihadistas de la organización Jabhat Al Nusra y del ISIL. El YPG, una confederación de milicias kurdas que se define como no sectaria[xii] y que, se estima, puede llegar a movilizar 30.000 combatientes en el norte de Siria, es una fuerza militar de primer orden en su contexto regional, probablemente el actor principal, por encima de las organizaciones yihadistas, el Ejército Libre Sirio o el propio ejército del régimen, que se ha replegado de la región para poder defender con garantías las principales ciudades del país: Damasco, Aleppo y Homs[xiii].
 
Los choques esporádicos entre kurdos y yihadistas en Ras Al Ain se convirtieron en guerra total el 16 de julio de 2013, cuando los yihadistas atacaron un convoy kurdo escoltado por una unidad de mujeres del YPG, acción a la que la milicia kurda respondió con una ofensiva total contra las posiciones de Jabhat Al Nusra y el ISIL en la zona, a fin de liberar a varias de sus combatientes, capturadas por los islamistas, objetivo que fue logrado por las fuerzas kurdas. Además, los milicianos del YPG tomaron el control de Ras Al Ain, incluyendo los cuarteles del antiguo servicio de seguridad sirio, que Al Nusra usaba como centro de mando local. En esta acción, el YPG se incautó de un elevado número de pasaportes de miembros de Al Nusra, que usaron para sostener con pruebas su acusación de que la mayor parte de los milicianos yihadistas no son sirios, sino que proceden de Túnez, Egipto e Irak, principalmente[xiv].
 
La espiral de violencia en la zona continuó, cuando varias organizaciones yihadistas (Jabhat Al Nusra, ISIL, Harakat Ahrar al-Sham al-Islamiya[xv] y Liwa al-Tawhid, la milicia más importante del Ejército Libre Sirio en la zona de Aleppo[xvi]) atacaron la ciudad de Rumeylan, controlada por los kurdos. Las represalias se extendieron: el día 18, el YPG kurdo atacó posiciones yihadistas en el distrito de al-Sweidiya, mientras que Al Nusra secuestraba a diecinueve universitarios kurdos en la carretera Tal Tamer-al-Hasakah. El 19 de julio, un terrorista suicida hizo detonar una bomba en la sede central del Partido de la Unidad Democrática (PYD), la más importante fuerza política kurda en Siria, a la cual está vinculada la YPG, en la ciudad de al-Jwadiya, mientras que otro atentado suicida en Asayish daba muerte a uno de los líderes del PYD, Walid Abu Hanzalah. Nuevamente, la respuesta kurda no se hizo esperar: el emir de Al Nusra en Tel Abyad fue capturado por el YPG, y liberado dos días más tarde, el 21 de julio, en un intercambio en el que los yihadistas dejaron en libertad a más de 400 rehenes kurdos que habían capturado en los días anteriores.
 
La hostilidad abierta entre las comunidades kurdas y el yihadismo tuvo su “oficialización” en octubre de 2013, con el comunicado del ISIL en el que se acusaba tanto al Partido Democrático del Kurdistán como al PYD de haberse convertido en enemigos del Islam. En el video, a través del cual se transmitió el comunicado, un representante enmascarado del ISIL, que utilizaba el nombre de Abu-Haris Al-Kurdi, anunciaba que se retomaban las operaciones en el Kurdistán contra miembros de ambos partidos y de las fuerzas de seguridad kurdas. El vídeo era rematado por imágenes de un atentado suicida yihadista en las inmediaciones de un cuartel del YPG. En el vídeo, además, el ISIL reclamaba la autoría del ataque del 29 de septiembre en Erbil, donde murieron seis personas y más de setenta resultaron heridas[xvii]. El ISIL se está convirtiendo en una fuente de problemas para más de un actor en la zona. Además de combatir a las fuerzas leales al régimen sirio, sus militantes también se están enfrentando a los rebeldes agrupados en el Ejército Libre Sirio (que no puede considerarse una organización centralizada, sino una bandera compartida por grupos muy distintos)[xviii].
 
El 29 de septiembre, el ISIL hizo estallar un vehículo cargado de explosivos en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, en el exterior del cuartel general de los Asayish, las unidades antiterroristas de la policía del gobierno autónomo kurdo. Tras la detonación, seis activistas trataron de abrirse camino por la fuerza hasta el interior del edificio, pero la violenta resistencia de los policías kurdos que se ocupaban de la vigilancia perimetral del edificio logró impedirlo. El resultado final de la acción fue la muerte de los seis yihadistas y de seis policías kurdos. El atentado de Erbil llevaba la marca clásica de las organizaciones yihadistas, ya que repetía un método de ataque característico de ellas, combinando la detonación de un vehículos cargado de explosivos con el ataque con armas automáticas y granadas por parte de los activistas yihadistas[xix]
 
Las acciones de guerra no cesaron en suelo sirio. A finales de octubre, las milicias kurdas lograron expulsar al ISIL y a Al Nusra de los cruces fronterizos entre Irak y Siria en la zona de Yaaroubiye, que se encontraban en manos yihadistas desde marzo de 2013[xx]. Todo ello, ha hecho que, desde julio de 2013, se haya producido una oleada de alrededor de 30.000 refugiados que, procedentes del noroeste de Siria, se han asentado en el Kurdistán iraquí, con lo que la cifra total de refugiados en dicha región se ha elevado hasta los 55.000, hacinados en un campo originariamente levantado para acoger a no más de 15.000 personas[xxi]. El flujo de refugiados no parece que vaya a cesar de forma inmediata, ya que las milicias kurdas continúan su particular lucha en el noroeste sirio, habiendo conseguido arrebatar al ISIL la ciudad de Tal Brak, a finales de este pasado febrero[xxii].
 
Consideraciones en el conflicto entre kurdos y yihadistas
 
La guerra abierta entre yihadistas y milicias kurdas en Siria ha arrojado serias dudas sobre el papel de Turquía en el conflicto. Según la mayor parte de los informes, Turquía es la principal base de retaguardia de muchos de los grupos que combaten al régimen sirio, en especial de los agrupados en el Ejército Libre Sirio. Hay pocas dudas sobre el apoyo directo o indirecto de Turquía a estas organizaciones, pese al acuerdo firmado entre Ankara y el gobierno de Al Assad en 2009. Pese a su apoyo a la oposición siria, el gobierno de Ankara siempre se ha desvinculado, en el marco de su cooperación con los rebeldes, de haber ayudado a los grupos yihadistas, en especial a los vinculados con Al Qaeda, como Jabhat Al Nusra. Sin embargo, la consideración de los kurdos como enemigo común tanto de Turquía como de los yihadistas ha dado lugar algunas noticias en las que se afirma que aquella está prestando apoyo a estos en su lucha contra las milicias kurdas en suelo sirio. Así lo afirmaba, por ejemplo, un artículo de Youssef Sheiko, publicado el pasado 23 de septiembre de 2013[xxiii]. Según sus informaciones, ambulancias turcas habrían evacuado a los heridos yihadistas a hospitales turcos tras combates con milicias kurdas en las inmediaciones de Ceylanpinar, y en días posteriores habrían ayudado a cruzar la frontera con Siria a combatientes islamistas[xxiv].
 
Ante lo que parece ser inferioridad militar convencional de los yihadistas frente a las fuerzas kurdas, aquellos están recurriendo a operaciones terroristas. Las organizaciones afines a Al Qaeda perpetraron, en los meses agosto y septiembre de 2013, seis ataques suicidas contra puestos de control de las milicias kurdas, solo en la provincia de Hasakah, dando en ellas muerte a quince milicianos y dos civiles[xxv]. Estas acciones, si bien no parecen haber revertido el predominio militar kurdo, contribuyen a minar su control sobre la zona, asentado sobre una base tremendamente movediza.
 
En ese sentido, toman relevancia las cuestiones tribales, que afectan sobre todo a la provincia de Hasakah, pues comunidades árabes asentadas en la región a partir de la década de 1970, siguiendo la política del gobierno sirio de dar tierras a los árabes en la provincia, desplazando para ello a los propietarios originales kurdos, han creado sus propias milicias, que determinan sus alianzas por cuestiones que tienen que ver más con los lazos de sangre que con la política y la religión. Así, una de las milicias tribales árabes en la zona, Free Jazira Brigade, vinculada al clan árabe Shammar, ha apoyado a las unidades yihadistas contra los kurdos en el marco de una estrategia basada no en la religión, sino en el componente étnico.
 
El propio arraigo de los planteamientos yihadistas es otro de los factores a tener en cuenta a la hora de tratar de analizar la posible evolución de la situación. Los kurdos son, mayoritariamente, suníes, al igual que los principales grupos yihadistas. Sin embargo, tradicionalmente, las corrientes más radicales del Islam no han tenido un arraigo demasiado extendido en las comunidades kurdas. En ello ha jugado un papel determinante la sempiterna lucha de los kurdos por lograr un Estado independiente propio o, al menos, alcanzar elevadas cuotas de autonomía dentro de los Estados ya existentes. Su lucha nacional ha hecho de los kurdos un pueblo fuertemente politizado, donde la aspiración individual al paraíso que caracteriza a los radicalismos religiosos ha sido sustituida por la aspiración nacionalista colectiva de alcanzar una patria propia, incluyendo el hecho de que los planteamientos marxistas y socialistas, alejados del fenómeno religioso, han tenido y tienen fuerza e influencia entre los kurdos, como lo demuestran las décadas de actividad política, militar y terrorista del marxista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Todo ello no quiere decir que el extremismo yihadista no haya conseguido también su cuota de influencia entre los kurdos[xxvi], como en el caso de organizaciones como Ansar Al Islam, o de los recientemente constituidos Batallones Kurdos de Al Qaeda (AQKB), declarados organización terrorista por el Departamento de Estados de Estados Unidos el 5 de enero de 2012.
 
En líneas generales, los kurdos ven el yihadismo como una amenaza tanto a su cultura tradicional como a su lucha por la autodeterminación, y consideran que Occidente no presta suficiente atención ni ayuda a la participación kurda en la llamada “Guerra Global contra el Terror”:
 
Kurds in Syria complain that their fight against al-Qaeda is going unnoticed and unsupported, while international attention remains focused on rebels fighting the regime of President Bashar Assad. "We are fighting America's war on terror right here on the ground," Dijwar Osman, a Kurdish fighter, recently told US based Foreign Policy magazine. "Our enemies are those al-Qaeda fighters who want to destroy our 4,000-year-old Kurdish culture[xxvii].
 
Una de las mayores preocupaciones que la creciente implicación kurda en la guerra siria lo constituye la cuestión de en qué medida ello puede tener efectos en otras regiones y Estados implicados en la cuestión kurda, pues no cabe olvidar que existen casi treinta millones de kurdos en países como Turquía, Irán, Siria e Irak. Los kurdos, por diversos avatares históricos, no han logrado crear una Estado nacional propio, lo cual ha provocado décadas de conflictos con los gobiernos de los Estados en cuyos territorios se encuentran asentados:
 
Tras la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Sèvres de 1921, que en la práctica suponía la fragmentación del antiguo imperio Otomano, reconocía el derecho a la autodeterminación del pueblo kurdo. Sin embargo, la victoria militar de Kemal Ataturk, padre de la Turquía moderna, y la consecuente firma del Tratado de Lausana en 1923 que invalidaba el de Sèvres, dieron al traste con aquella posibilidad. Desde entonces los kurdos no han dejado de reclamar la independencia política, lo que ha constituido una constante fuente de fricción con los países que ostentan la soberanía territorial del llamado Kurdistán, muy en particular con Turquía. Sólo en las tres últimas décadas, este conflicto ha provocado más de 40 mil muertos y un número ingente de desplazados[xxviii].
 
Con esta posible influencia en otros países, en el conflicto kurdo juegan todos los actores en la región. En 2011, el régimen de Al Assad concedió la nacionalidad siria a alrededor de 100.000 kurdos, y su gobierno ha ido efectuando diversas concesiones a los kurdos, en parte motivados por las necesidades de la guerra; así, algunos analistas consideran que la toma de control por los milicianos kurdos de ciudades del noroeste han respondido más a una cesión de control por parte del gobierno que a la expulsión de las tropas gubernamentales. Esta colaboración, aunque extraoficial, entre el régimen sirio y los kurdos bien puede ser también una forma de presionar al gobierno de Turquía, uno de los principales valedores de los opositores sirios[xxix]. De lo que no cabe duda es de que, desde el estallido del conflicto sirio, se ha recrudecido la actividad guerrillera y terrorista del PKK en suelo turco: 711 víctimas mortales (más de la mitad, militantes del propio PKK abatidos por las fuerzas de seguridad y el ejército turco) en el periodo comprendido entre junio de 2011 y agosto de 2012, una cantidad que cuadriplica las cifras de años anteriores; esta situación hizo que Erdogan llegara a insinuar la posibilidad de una intervención directa turca sobre territorio del noroeste sirio, algo que parece poco probable, entre otras razones, por el escaso apoyo político que tal acción recibiría tanto en el interior de Turquía como en la comunidad internacional.
 
Igualmente, el modo en que la guerra en Siria afecte a los kurdos de este país tiene consecuencias directas sobre el escenario iraquí, donde los kurdos disponen de una región federal autónoma cuyas relaciones con el gobierno de mayoría chií de Bagdad distan mucho de ser fáciles[xxx]. El atentado de Erbil el 29 de septiembre responde directamente a consideraciones relacionadas con la guerra en Siria y la posibilidad de que la violencia entre yihadistas y kurdos (en forma, principalmente, de acciones terroristas contra objetivos kurdos) se extienda al Kurdistán iraquí aumenta por el hecho de que una misma organización yihadista, el ISIL, opera tanto en Siria como en Irak.
 
Sobre estos escenarios (Turquía, Siria e Irak), ejercerá una influencia decisiva la dinámica interna de las relaciones entre las propias facciones kurdas, históricamente complejas y que, con frecuencia, han degenerado en enfrentamientos e incluso en violencia. La cuestión Siria no ha sido una excepción. Massoud Barzani, presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí y presidente del Consejo Nacional Kurdo (CNK), que aspira a agrupar al conjunto de los partidos y movimientos kurdos, ha rechazado públicamente que se dé al YPG la consideración de “ejército nacional kurdo”. Las disensiones entre facciones kurdas han llegado a provocar, incluso, el cierre temporal de la frontera:
 
Massoud Barzani, the president of the Kurdistan Region of Iraq and KDP leader, trained militias inside Iraq comprised mostly of members of the Kurdistan Democratic Party of Syria (KDP-S). On May 18, 2013, PYD security forces arrested 74 trained members of the KDP-S trying to cross the Syrian border from Iraq. Afterward, out of frustration toward PYD policy, the KDP closed the border. “We will never be part of [the YPG],” said Abdulhakim Bashar in Erbil. The leader of the Barzani-backed KDP-S said, "We offered to coordinate with their army in the Kurdish areas, but not under the name of the YPG"[xxxi].
 
La divergencia política entre las distintas formaciones kurdas sobre cómo enfocar el problema sirio es significativa. Mientras que Barzani, y con él el conjunto de CNK consideran que el futuro de los kurdos en Siria es constituir una región autónoma federada dentro de un Estado sirio descentralizado, las posturas del PYD, el partido con más fuerza entre los kurdos en el Noroeste sirio, y del que las milicias del YPG constituyen una suerte de brazo armado, está más próximo al ideario independista que defendería la creación de un Estado kurdo independiente en la región, al margen de las entidades estatales ya existentes.
 
Otra muestra de estas diferencias la constituyen las informaciones sobre la actuación del Asayish, el cuerpo de policía kurda bajo cuya jurisdicción queda, entre otros delitos, el terrorismo. Mientras que el YPG actúa en las zonas rurales, donde está recibiendo un apoyo generalizado de la población, los miembros del Asayish operan en las ciudades y sus actuaciones son mucho más controvertidas, ya que, según la percepción de parte de los habitantes de las ciudades, estas unidades se ocupan tanto de arrestar a miembros de otras facciones kurdas como de combatir a los yihadistas[xxxii].
 
Hasta ahora, los kurdos, con sus milicias numerosas, motivadas, disciplinadas y con experiencia, el apoyo de las comunidades locales (incluso la mayoría de las no kurdas) y el respaldo, o al menos la disminución de las trabas que le han prestado los gobiernos sirio e iraní desde que comenzó el conflicto, han podido inclinar la balanza a su favor en lo que se refiere al contexto militar del Noroeste de Siria frente al yihadismo, que se ha visto obligado a recurrir a tácticas terroristas ante su imposibilidad de obtener triunfos militares contra el YPG.
 
Las milicias kurdas desarrollan una estrategia de lucha contra el yihadismo que ha demostrado ser la más eficaz en contextos como el de la guerra civil argelina de los años 90 o el conflicto iraquí: las propias comunidades organizan milicias armadas para protegerse, lo cual convierte cualquier ubicación en un objetivo que ha de ser sometido militarmente y niega a los yihadistas, muchos de ellos extranjeros, no solo para los kurdos sino también para los propios sirios, el apoyo de la población local.
 
A este sistema local de autodefensa, las milicias kurdas del YPG le añaden una estructura capaz de actuar de forma coordinada fuera de las aldeas, capaz de desarrollar operaciones militares complejas y de guerra convencional, incluyendo la ocupación y control de ciudades de cierto tamaño, por lo que la estructura militar con la que los kurdos se enfrentan a los yihadistas trasciende la mera noción de organización de autodefensa. Los objetivos kurdos parecen claros; mantener o ampliar la autonomía de la que gozan de facto, ya que sus propias instituciones han llenado el vacío causado por la guerra.
 
No obstante, estas circunstancias se cimentan sobre una base inestable y dista mucho de estar garantizada su perpetuación en el tiempo. Diversos factores podrían inclinar la balanza del lado yihadista en el futuro: el papel de Turquía, que podría intensificar su presión sobre las organizaciones kurdas o aumentar su apoyo a los yihadistas como medio de debilitar a las guerrillas peshmergas[xxxiii]; la ayuda que, en cantidades muy significativas de material y, sobre todo, dinero en metálico fluye desde los países árabes del Golfo (Arabia Saudí y Qatar en especial[xxxiv]) a determinados sectores de la oposición suní a Al Assad, y que, de prolongarse en el tiempo, terminará por mejorar las capacidades operativas de los enemigos de los kurdos; una ruptura o un deterioro del precario entramado de relaciones dentro de las mismas facciones kurdas o una pérdida de apoyo de las comunidades no kurdas. No hay que olvidar que las milicias de algunos clanes árabes en la zona, como los Shammar, ya colaboran con Al Nusra y el ISIL, y lo mismo podría ocurrir con otros clanes si la balanza comenzara a inclinarse del lado yihadista. Más difícil parece que las milicias de cristianos asirios o los habitantes de Yazira pudieran abandonar a los kurdos frente a los yihadistas. En estos casos, la visión totalitaria del yihadismo hace que otras confesiones no puedan esperar beneficios de un posible control yihadista de la zona.
 
NOTAS


[i] WEISS, Michael, “The latest Syrian Sideshow: Al Qaeda vs. The Kurds”, The Real Clear World, 25/07/2013. Disponible en: http://www.realclearworld.com/articles/2013/07/25/the_latest_syrian_sideshow_al-qaeda_vs_the_kurds_105341.html
 
[ii] Su nombre completo es Ansar al-Jabhat al-Nusra li-Ahl al-Sham. Sobre el papel de este grupo yihadista en la guerra siria, ver PÉREZ VENTURA, Óscar, “Jabhat al Nusra y el futuro de la yihad en Siria”, Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 2013. Disponible en: http://www.gees.org/articulos/jabhat_al_nusra_y_el_futuro_de_la_yihad_en_siria_9574
 
[iii] En 2011, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.
 
[iv] Para saber más sobre el líder de Jabhat Al Nusra puede consultarse, CAMPO, Susana, “El líder de Al Nusra, Abu Mohammed al-Golani se ha convertido en el enemigo número uno de Al Assad”, Te Interesa, 19/12/2013. Disponible en: http://www.teinteresa.es/mundo/Nusra-Abu-Mohammed-convertido-Assad_0_1050495514.html#sr=l&m=r&cp=(sfgfssbm)&ct=/mjuf/fyufsobm-sfejsfdu-tmc&ts=1395351309
 
[v] PÉREZ VENTURA, Óscar, “¿Cuestionado el liderazgo de Al Qaeda?”; Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 2013. Disponible en: http://www.gees.org/articulos/cuestionado_el_liderazgo_de_al_qaeda__9796
 
[vi] JOSCELY, Thomas, “Al Qaeda´s iraqi, Syrian affiliates jointly battle kurds”, The Long War Journal, 28/07/2013. Disponible en: http://www.longwarjournal.org/archives/2013/07/al_qaeda_affiliates.php
 
[vii] RENGEL, Carmen, “Al Qaeda se separa por completo del grupo yihadista ISIS en Siria”, El País, 03/02/2014. Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/03/actualidad/1391460476_371148.html
 
[ix] Hasta el 20% de las reservas de gas y petróleo iraquíes se sitúan en territorio administrado por el gobierno autónomo kurdo, que ha llegado a firmar acuerdos con multinacionales petroleras asentadas principalmente en EEUU (Chevron y Exxon Mobil) para la explotación de esos yacimientos, algo que el gobierno de Irak ha declarado ilegal en varias ocasiones (PARK, Bill, “Turkey-Kurdish regional goverment relations after the U.S. withdrawal from Iraq: Putting the kurds in the map?”, en Strategic Studies Institute, 2014, p. 7. Disponible en: http://www.strategicstudiesinstitute.army.mil/pubs/download.cfm?q=1190). Solo en los primeros días de 2014 ambas partes han conseguido llegar a un acuerdo que ha disminuido la tensión entre Bagdad y Erbil por la cuestión del petróleo.
 
[x] CALATAYUD, José Miguel, “La minoría kurda en Siria consolida su autonomía política”, El País, 23/01/2014. Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/22/actualidad/1390407485_695334.html
 
[xi] Se trata de una ciudad de gran importancia estratégica para los rebeldes, ya que se encuentra junto a la frontera turca y se ha convertido en un punto clave en la ruta de suministros de los opositores a Al Assad. (HERAS, Nicholas, “The battle for Syria´s Al Hasakah province”, Combating Terrorism Center at West Point, 2013. Disponible en: http://www.ctc.usma.edu/posts/the-battle-for-syrias-al-hasakah-province).
 
[xii] El YPG ha insistido sin cesar en que se trata de una organización defensiva que protege a todos los habitantes de la región, sin distinción religiosa o tribal alguna, e incluye en sus filas a combatientes de diferentes grupos religiosos de la región. En este sentido, se ha comprobado la colaboración del YPG con milicias de cristianos asirios entrenados por el ejército suizo, así como con comunidades árabes de los clanes al-Sharabiyya y Zubaid (HERAS, Nicholas, op. cit.).
 
[xiii] BECKHUSEN, Robert, “Kurdish rebels are beating up on Assad and Al Qaeda”, War Is Boring, 2013. Disponible en: https://medium.com/war-is-boring/9a36278efe70
 
[xiv] Aaron Y. ZELIN estima que el número de extranjeros en el conjunto de la oposición a Al Assad se encuentra entre el 5 y el 10%; este porcentaje se dispara en los grupos yihadistas (ZELIN, Aaron, op. cit.).
 
[xv] Esta organización, especialmente asentada en el Norte de Siria, ha focalizado su actividad en tareas sociales, realizando, por ejemplo, repartos de comida entre la población.
 
[xvi] Algunos analistas estiman que, con independencia de la colaboración táctica en casos concretos, entre Jabhat al Nusra y el ISIL existe una cierta tensión, ya que se trata de organizaciones que compiten entre sí por convertirse en el grupo yihadista que lidere la lucha contra Al Assad y sus aliados (ZELIN, Aaron, op. cit.)
 
[xvii] De todo ello informó la agencia oficial de noticias kurda, Kurdpress, en su página web: www.kurdpress.com/En/NSite/FullStory/?Id=5939
 
[xviii] JORDÁN, Javier, “Al Qaeda en Siria: una fuente de problemas en más de un sentido”, Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI), 2013. Disponible en: http://www.seguridadinternacional.es/?q=es/content/al-qaeda-en-siria-una-fuente-de-problemas-en-m%C3%A1s-de-un-sentido
 
[xix] Este tipo de atentados, que combinan la detonación de vehículos bomba con el asalto por parte de operativos que, por lo general, no esperan sobrevivir a la acción, son denominados DADA (Decide And Deadly Actions). Aunque las organizaciones yihadistas son quienes los han perpetrado con más asiduidad y eficacia, no se trata en modo alguno de un patrimonio exclusivo suyo. Trágicamente, la táctica operativa empleada por Anders Breivik durante sus sanguinarios ataques en Oslo y la isla de Utoya encaja en el patrón de un DADA.
 
[xx] HANLY, Ken, “Kurds win Syria-Irak border crossing from Al Qaeda-linked rebels”, Digital Journal, 28/10/2013. Disponible en: http://digitaljournal.com/article/361106
[xxi] HERAS, Nicholas, op. cit.
 
[xxii] “Milicias kurdas arrebatan a los islamistas Tal Brak, en el noreste de Siria”, Europa Press, 22/02/2014. Disponible en: http://www.europapress.es/internacional/noticia-milicias-kurdas-arrebatan-islamistas-tal-brak-noreste-siria-20140222212225.html
 
[xxiii] SHEIKHO, Youssef, “Turkey Stands With al-Qaeda Against the Kurds”, Alakhbar English, 23/09/2013. Disponible en: http://english.al-akhbar.com/node/17111
 
[xxiv] El 11 de mayo de 2013, dos coches bomba estallaron en la localidad turca de Reyhanli, matando a cincuenta y una personas (otras fuentes hablan de 177 muertos, habiéndose limitado las informaciones públicas a la cifra de cincuenta siguiendo instrucciones del gobierno), en lo que es la más sangrienta acción terrorista perpetrada nunca en suelo turco. El gobierno turco atribuye el ataque a los servicios secretos sirios, en represalia por la ayuda turca a la oposición de este país, lo que deja a las claras como el conflicto sirio y la participación, directa o indirecta, de Turquía, puede complicar el panorama político y estratégico en Ankara (PARK, Bill, “Turkey-Kurdish regional goverment relations after the U.S. withdrawal from Iraq: Putting the kurds in the map?”, en Strategic Studies Institute, 2014, p. 37. Disponible en: http://www.strategicstudiesinstitute.army.mil/pubs/download.cfm?q=1190).
 
[xxv] SHEIKHO, Youssef, op. cit.
 
[xxvi] Este fenómeno no es exclusivo de los kurdos. El mismo caso puede observarse en el movimiento palestino, originariamente integrado por partidos y grupos esencialmente políticos (y, en muchos casos, de inspiración marxista o socialista) donde el deseo nacionalista de alcanzar una patria propia desempeñaba un papel muy superior a cualquier consideración religiosa. Tan solo a mediados de la década de los ochenta comienzan a cobrar fuerza las organizaciones palestinas en las que el componente religioso prima sobre el político nacionalista o socialista. Algo similar ha ocurrido con los movimientos políticos y armados tuareg en países como Níger o Malí: movimientos regidos por un ideario esencialmente político en el que, tras décadas de fracasos, derrotas y resistencia en muchos casos sin esperanza de triunfo, los idearios yihadistas han comenzado a hacerse un hueco, con la aparición de grupos como Ansar Dine, liderado por el tuareg Iyad Ag Ghali.
 
[xxvii] HEWRAMI, Zuber, “Syrian Kurds Complain Their Fight against Al-Qaeda Going Unnoticed”, Rudaw, 06/11/2013. Disponible en: http://rudaw.net/english/middleeast/syria/061120131
 
[xxviii] LABORIE, Mario, “Los kurdos y el conflicto sirio”, Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Documento de Análisis 52/2012. Disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2012/DIEEEA52-2012_KurdosyConflictoSirio_MLI.pdf
 
[xxix] En la misma línea, existen informes de que el gobierno iraní también podría haber relajado la presión sobre las infraestructuras del PKK en su territorio, también como respuesta al apoyo turco a los rebeldes sirios, cuando el régimen de Teherán colabora con Al Assad (LABORIE, Mario, op. cit., p. 4).
 
[xxx] Como señala Mario LABORIE, la paradójica situación de los kurdos iraquíes es que gozan del apoyo de Turquía, tanto por cuestiones geoestratégicas (un Irak con conflictos internos limita las posibilidades de este Estado de convertirse en un actor relevante en la región) como económicas, ya que Turquía importa alrededor de 40.000 barriles de crudo al día directamente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, pese a que el gobierno de Bagdad, “puenteado” en este acuerdo comercial, reclama que se trata de una operación ilegal (LABORIE, Mario, op. cit. p. 5).
 
[xxxi] VAN WILGENBURG, Wladimir, “Syrian Kurds Win Support in Battle With Al-Qaeda Forces”, Al Monitor, 25/10/2013. Disponible en: http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2013/10/al-qaeda-fight-prompts-kurds-support-pkk.html
 
[xxxii] VAN WILGENBURG, Wladimir, op. cit.
 
[xxxiii] Es el término usado por los kurdos para referirse a los combatientes kurdos armados. Literalmente significa "aquellos que enfrentan la muerte".
 
[xxxiv] PÉREZ VENTURA, Óscar, “Jabhat al Nusra y el futuro de la yihad en Siria”, Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), 2013. Disponible en: http://www.gees.org/articulos/jabhat_al_nusra_y_el_futuro_de_la_yihad_en_siria_9574