Atentado en el restaurante El Descanso: la primera señal del terrorismo islamista en España

 

Ese día sobre las 22:30 horas, la explosión producida por una bomba de entre 5 y 15 kilos de explosivos colocada en una bolsa de deporte bajo la barra del local, provocó 18 muertos y 85 heridos[1].

 

Estos días se celebra el aniversario de esta matanza, quedando todavía ciertos claroscuros entorno a la autoría de la misma.

 

 

La primera organización terrorista que acudió a la mente de los medios de comunicación fue ETA, sobre todo, porque en esos años 80, ésta se mostraba sumamente activa en lo que acciones terroristas se refiere. También algunas fuentes periodísticas apuntaban a otros grupos de extrema izquierda como Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO). Incluso el entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, sostuvo que el atentando había sido obra de ETA “en colaboración con grupos euro terroristas”. Incluso estas dos organizaciones terroristas reivindicaron dicho atentado.

 

Pero las investigaciones de la Policía Nacional iban en otra dirección. Dieron credibilidad a otras dos reivindicaciones: una hecha por un grupo denominado Waad (la Promesa), distribuida por la agencia de prensa Kuwait News Agency en Beirut y Adén. Waad era una sigla que utilizaba el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comandos Especiales (FPLP-CE), una escisión de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), para reivindicar sus atentados. La credibilidad de la participación del grupo terrorista Waad consistió en que en la nota de reivindicación se incluyó el anagrama, fotocopiado, de los sobres de azúcar que utilizaba el restaurante El Descanso. Si las sospechas sobre Waad fueran ciertas y si resultaran ciertos los informes de policías como la alemana o la austríaca, el atentado de El Descanso tendría una clara vía de investigación. En este supuesto, un hombre, Monzer Al Kassar, traficante de armas sirio presuntamente conectado con los servicios secretos de medio mundo, podría tener pistas clave del atentado.

 

El que en el aquel momento era juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón creía esta vía investigativa. El 22 de mayo de 1992 tomó declaración a Ahmed Boumershed, alias Abu Ziad, sobre la posible implicación de Al Kassar en el atentado. El interrogatorio del colaborador de Al Kassar, que denunció al traficante por su participación en el secuestro del Achille Lauro y posteriormente se desdijo, no dio ningún resultado positivo. El abogado de Al Kassar, José Luis Sanz Arribas, destaca que Boumershed contestó negativamente a lo relacionado con El Descanso a pesar de que el, interrogatorio “fue insistente”[2].

 

Al Kassar ha negado siempre sus relaciones con el terrorismo palestino. En la opinión de este siniestro personaje, todas las acusaciones que se vierten sobre su persona, son un montaje de resentidos y competidores. Actualmente cumple una larga condena (sentenciado en 2009 a 30 años) en EE.UU. por vender armamento a las FARC.

 

La otra reivindicación fue de la Yihad Islámica^[3], atribuyéndose la acción. Sin embargo, mencionar la Yihad Islámica (una supuesta organización chií) era aludir en aquel momento a una especie de conglomerado que acogía bajo sus siglas a grupos terroristas variados.

 

En nuestro país, la Yihad había actuado, presuntamente, en tres ocasiones en el año 1984. Dos en Marbella y una en Madrid, pero nunca contra ciudadanos españoles. En Marbella, atentó contra el propietario del diario kuwaití Al Anbas, Jalid Al Marzook, que no resultó herido, y contra el saudí Nasser Abdul Aziz, que sí murió en el ataque. En Madrid, se le relacionó con el intento de asesinato del libanés Elías Jousset Assad Awad, un supuesto confidente de la agencia de inteligencia israelí, el Mossad.

 

Con el avance de la investigación, fue la hipótesis de la Yihad Islámica la que ganó peso. La carta publicada dos semanas después del atentado decía: “El Islam está preparado. España e Italia son los primeros objetivos. El atentado en Madrid ha sido el inicio de la guerra santa islámica. Muerte a Estados Unidos. Los apóstoles de la muerte están preparados para reemprender la Guerra Santa”[4].

 

La Comisaría General de Información encuadra el atentado de El Descanso en la campaña de terror emprendida en 1985 por grupos palestinos: atentados en el aeropuerto y las galerías Lafayette de París, en la ciudad alemana de Frankfurt, secuestro de dos aviones, entre otros incidentes. Todos ellos relacionados con la invasión israelí del Líbano, entre 1982 y 1985.

 

La investigación sobre el atentado en El Descanso se archivó de manera provisional el 9 de marzo de 1987 por falta de autor conocido, ya que en el sumario, solamente figuraba la reivindicación hecha en su día por la organización Yihad Islámica[5].

 

La más reciente vía de investigación que expertos en terrorismo han seguido es la que vincula a Hizbollah[6] como la organización que estaría detrás de la propia Yihad Islámica, a la cual utilizó para no reconocer la autoría del atentado[7].

 

 

La situación del restaurante, próximo a la base aérea estadounidense de Torrejón de Ardoz en Madrid, daba pie a pensar que súbditos norteamericanos eran el objetivo claro de esta masacre. Esta teoría parece en principio la más verosímil, incluso argumentada por expertos en la materia[8].

 

Si bien, analizando ciertos factores, esta teoría no está tan clara. Por un lado tenemos las víctimas del atentado: 18, todas ellas de nacionalidad española, sin víctimas estadounidenses, solamente 11 heridos. Bien es sabido que dentro de los hábitos de cena anglosajones, las 22:30 horas (hora del atentado), es una hora ciertamente intempestiva para la misma. La cuestión es que si los que cometieron el atentado lo prepararon para causar el mayor daño a ciudadanos de EE.UU., no siendo esa hora la más adecuada.

 

Por otro lado, existen ciertas variables de carácter político que hacían estar a España en ese momento en el punto de mira de grupos terroristas de inspiración islamista. Faltaba apenas un año para la celebración del referéndum de permanencia de nuestro país en la OTAN y ocho meses antes de que España se incorporara a la Comunidad Económica Europea. También estaban a punto de establecerse relaciones diplomáticas con Israel, además de estar próxima la visita a España del presidente norteamericano Ronald Reagan.

 

 

Fue a raíz del 11-M que la preocupación por este nuevo tipo de terrorismo en España, diera otra nueva visión al atentado que estamos tratando en este análisis.

 

Veinte años después del atentado, un superviviente, que el día de la masacre esperaba a que le sentasen en una mesa del restaurante, reconoció la fotografía que la prensa publicó de Mustafá Setmarian, un operativo de Al Qaeda detenido en Pakistán en noviembre de 2005.

 

En la declaración de este testigo, realizada el 9 de mayo de 1985, ya dijo: “Me llamó la atención un individuo de unos 27 años de edad, 1,72 de estatura, pelo rubio peinado hacia atrás y bigote, de aspecto atractivo”. Ese individuo era el terrorista que depositó una bolsa en el lugar donde se produjo la explosión.

 

Además, otro de los supervivientes que estaba cerca de la barra del local destruido describió el 16 de abril de 1985 a la persona que también a él le pareció sospechosa: “1,70 metros de estatura, complexión normal, frente despejada, pelo castaño claro y bigote, algo más oscuro que el pelo, espeso y bien recortado”. Un camarero del restaurante también relató de forma similar a este individuo: “Observé a una persona que estaba sola en la barra y que al poco tiempo de marcharse fue cuando se produjo la explosión. Respondía a las siguientes señas: unos 27 años, 1,70 de estatura, complexión normal, pelo castaño claro tirando a rubio, pequeño bigote, peinado para atrás y pelo más bien corto”.

 

Estos tres testigos describieron al mismo presunto terrorista y uno de ellos le identificaría dos décadas después como Mustafá Setmarian. Pero lo más sorprendente es el dibujo que figura en el sumario del atentado y que fue hecho con la descripción realizada por varios soldados norteamericanos supervivientes de la matanza que se sometieron a sesiones de hipnosis para recordar los momentos previos al atentado. Los militares y sus familias fueron hipnotizados por personal especializado de la base de Torrejón de Ardoz (los norteamericanos se hicieron cargo de las declaraciones de sus ciudadanos, la policía española no tuvo acceso a ellos) y dieron una detallada y coincidente descripción de un individuo, similar a la aportada por los testigos españoles. “Entre 1,73 y 1,76 de estatura, complexión normal, pelo castaño, bigote recortado...”, según la investigación de la Oficina Especial de Investigación de las Fuerzas Aéreas. Las descripciones sirvieron para elaborar un retrato robot que guarda un gran parecido con Setmarian, un perfecto desconocido entonces para los servicios antiterroristas[9].

 

Mustafa Setmarian Nasar alias Abu Musab Al Suri, sirio nacionalizado español y perteneciente a la rama siria de los Hermanos Musulmanes. Miembro de alto nivel de Al Qaeda Central, ha sido instructor militar en campos de entrenamiento para yihadistas y editor de la extinta revista con contenidos radicales Al Ansar, que hacía las veces de órgano de opinión del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino. Su obra más importante es un libro de 1.600 páginas titulado Llamada a la resistencia islámica global que apareció en Internet a finales de 2004. Actualmente se encuentra en paradero desconocido, según apuntan ciertas informaciones, tras ser puesto en libertad por el régimen sirio. Allí se encontraría después de haber sido trasladado desde una cárcel secreta de EEUU[10].

 

Varias informaciones sin contrastar le sitúan a día de hoy en Irán o incluso al frente de rebeldes sirios que luchan contra el régimen de Al Assad, si bien no es descabellado elucubrar que siga en prisión o haya fallecido, debido sobre todo al mutismo de este yihadista tan dado a transmitir ante la audiencia radical en el pasado[11].

 

Después de 18 años archivado, el 10 de noviembre de 2005 el Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional reabrió el sumario 65/1986, correspondiente al atentado de El Descanso. El magistrado Ismael Moreno solicitó a la Comisaría General de Información datos acerca de Setmarian. Sobre el yihadista pesa una orden de busca y captura internacional desde el 30 de septiembre de 2003, acusado de un delito de integración en organización terrorista, ya que fue el fundador de la célula española de Al Qaeda.

 

Hasta el momento, no hay más datos fidedignos sobre este peligroso yihadista, si bien su interrogatorio arrojaría notas esclarecedoras, además de este atentado, también probablemente del 11-M. Estas informaciones podrían encaminarse a la relación de estos grupos terroristas islamistas de los años 80 y Al Qaeda[12], ya que al parecer se deduce que Setmarian estaría vinculado a ambas facciones.

 

El atentado en el restaurante El Descanso ha sido el tercero más grave que ha sufrido este país, con 18 fallecidos, después del ocurrido el 11-M de 2004 en Madrid, con 192 muertos, también vinculado al terrorismo islamista, y el del Hipercor de Barcelona en junio de 1987, con 21 víctimas mortales, cuya autora fue ETA.

 

A día de hoy, este cruel atentado sigue sin resolverse, y ni siquiera hay pistas tangibles de posibles responsables directos. Debemos confiar en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en la difícil lucha que llevan a cabo contra el terrorismo yihadista, olvidando teorías de la conspiración infundadas, que solo minan la confianza de los ciudadanos en el trabajo policial.

 

No hay que olvidar que España sigue siendo un referente especial para el terrorismo yihadista, representado por la red terrorista de Al Qaeda[13].

 

 

 

NOTAS

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