Un peronista para echar a una peronista

por GEES, 29 de octubre de 2013

 Se acabó… o no. Que incluso muertos hay peronistas que ganan elecciones, como Néstor Kirchner.

Los resultados de las legislativas parciales (renovación de la mitad de la Cámara de Diputados y de un tercio del Senado) celebradas el domingo en Argentina revelan la caída del Frente para la Victoria, la coalición peronista de los Kirchner.
 
Hace sólo dos años Cristina Fernández ganaba en todo el país con un 54% de los votos. Hoy, las listas del Frente han sumado 32 puntos. ¡Una pérdida superior a los 20! Además, los candidatos K han perdido en los cinco principales distritos del país (Buenos Aires ciudad y provincia, Córdoba, Mendoza y Santa Fe).
 
En la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa, peronista enfrentado a la K que ha armado un Frente Renovador, pero que fue su jefe de gabinete (especie de primer ministro) por un año, ha superado en 11 puntos al candidato de la Casa Rosada, Martín Insaurralde. Y en la ciudad de Buenos Aires los candidatos del PRO de Mauricio Macri han sacado más de 10 puntos a los de Cristina Fernández.
 
El Frente para la Victoria y sus aliados no han quedado en minoría en el Congreso Nacional, pero han perdido tanto la iniciativa política como la legitimidad social para proseguir con sus proyectos, como la reforma constitucional para hacer Cristina eterna. Desde ahora todo el mundo político se vuelca en el sucesor de la presidenta, que sigue convaleciente.
El principal obstáculo que puede encontrar la oposición es su fragmentación. Ya hay un candidato presentado, Macri; otro está a la puerta, el peronista Massa. ¿Se atreverá a presentarse por cuarta vez la izquierdista Elisa Carrió? ¿Habrá más peronistas disidentes?¿Quizás el hijo de Raúl Alfonsín?
 
Sólo con el Frente para la Victoria fragmentado (por la prepotencia de los K y sus chicos de La Cámpora; por la crisis económica; por el ataque a todos los disidentes) es posible la derrota de la Viuda.Cosas de Argentina: para echar a un peronista es imprescindible contar con otro peronista.