La jihad legal está ya en curso

por Phyllis Chesler, 6 de septiembre de 2007

(Publicado en Front Page Magazine, 14 de agosto de 2007)

¿Cuándo despertará Occidente? Por supuesto no estoy hablando del ciudadano o del soldado común, sino de las voces cantantes y los demás charlatanes custodios que simplemente rehúsan 'captarlo'.
 
Cambridge University Press no solamente ha retirado, sino que ha prometido triturar un libro que contiene documentos de peso prueba de la financiación al terror de un multimillonario saudí; muchos escritores anti-jihad y todos nuestros principales medios han presentado disculpas en privado al multimillonario por lo mismo. Solamente Rachel Ehrenfeld ha rehusado 'disculparse' por contar la verdad y le ha contra-demandado en un tribunal americano basándose en su derecho por la Primera Enmienda a contar la verdad (fue inicialmente demandada en Londres, donde perdió por ausencia; eligió no comparecer).
 
En una reciente conferencia en Los Ángeles patrocinada por la American Freedom Alliance, Daniel Pipes anunciaba su intención de iniciar un fondo de defensa legal para aquellos que son demandados por los islamistas y sus defensores occidentales a causa de contar la verdad. El momento no podría ser más oportuno -- aunque lamentablemente quizá, demasiado tarde para Ehrenfeld. Y el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR) ha abierto un proceso de intimidación legal contra mi estimado colega Robert Spencer. En consecuencia, David Horowitz ha iniciado un fondo de defensa legal para Spencer. He comprometido dinero para esto y aconsejo a todos hacer lo mismo.
 
Antes de que esta guerra haya terminado cada uno nos encontraremos necesitando fondos de defensa legal. Y eso si tenemos suerte. Aquellos en el Oriente islámico necesitan guardaespaldas y transporte aéreo hasta la seguridad en Occidente. Pero existe un patrón que está emergiendo en Occidente y que ignoramos a nuestra propia costa.
 
Por ejemplo, un importante editor norteamericano de temas legales y contraterrorismo cancelaba el libro de la Dra. Nancy Kobrin acerca del terrorismo islámico suicida. Yo escribí la introducción y junto con la Dra. Kobrin 'lo dimos a conocer'. Un buen número de editores más se presentó -- pero rápidamente se esfumaron.
 
He estado intentando encontrar un editor para un libro que se titula La islamización de América, y ¿sabe qué? Ningún candidato hasta ahora. Estoy dispuesta a publicarlo por mi cuenta.
 
Estamos ante un tipo de Gulag muy concreto. Internet nos proporciona la plataforma más sofisticada y universal para los “samizdats” del siglo XXI.
 
Aquellos que escribimos en América tenemos suerte hasta ahora. Somos intimidados legalmente. Somos censurados en los campus debido a las ideologías 'políticamente correctas' que gobiernan allí. Cierto, el American Jewish Committee pagaba recientemente un anuncio a página completa en el New York Times firmado por los rectores universitarios americanos que se oponen al boicot británico concebido a perpetuidad a los académicos israelíes, y sugiriendo valientemente que los británicos sean los boicoteados. Bien por ellos.
 
¿Pero adivina quién no lo firma? Harvard, Yale, Vassar , Berkeley, Los Ángeles, UCLA, San Francisco State, y por supuesto, el alma mater de Norman Finkelstein, De Paul en Chicago. (Quizá me equivoque, tal vez firmaron con la tinta invisible de Harry Potter).
 
Pero esto no es nada en comparación con lo que los intelectuales musulmanes (y las mujeres y los seres humanos musulmanes) tienen que soportar hoy en el mundo islámico. Si tienen suerte, vivirán para exiliarse u ocultarse y escribir bajo seudónimo. Un puñado escribe abiertamente y viaja con guardaespaldas.
 
Me acabo de enterar por ejemplo de que Taslima Nasrin, una vez más, ha sido atacada por un centenar de fanáticos musulmanes furiosos mientras celebraba una conferencia de prensa en Hyderabad, la India, para promocionar su nuevo libro. Nasrin, médico y feminista nacida en Bangladesh, fue previamente casi linchada por un nutrido tumulto allí.
Huyó del país y vivió en el exilio en Suecia y oculta. Ahora reside en la India donde docenas de manifestantes musulmanes, encabezados por tres legisladores, la atacan físicamente a ella y a sus contertulios. Exigen que la India la extradite a Bangladesh (supongo que para el tipo de justicia que Bangladesh ha administrado a ese otro héroe, el parlamentario Chadhury, que fue encarcelado y torturado por desear visitar Israel).
 
Sus trabajos han sido prohibidos en Bangladesh. Es acusada de ser 'anti islámica'.
Los islamistas avanzan en nuestra contra en Occidente con mucho cuidado y por medios legalistas. En el abiertamente reverenciado 'Tercer Mundo' hablan con violencia, su discurso ES la violencia.
 
Espero que Taslima Nasrin siga de una pieza y en la India. Y que el gigante dormido se despierte antes de que todos seamos demandados y censurados.


 

 
 
La Dr. Phyllis Chesler es profesor emérito de Psicología y Estudios de la Mujer y psicoterapeuta. Ha dado conferencias y organizado campañas de derechos humanos, política, religiosas y legales en Estados Unidos, Canadá, Europa, Oriente Medio y Extremo Oriente. Es co-fundadora de la Association for Women in Psychology (1969), la Red de Saludo de la The National Women (1974) y es miembro del Women's Forum (197 -74). Ha escrito literalmente miles de artículos y escrito trece libros entre los que destacan La muerte del feminismo, Madres a juicio, Acerca de los hombres y El nuevo antisemitismo.