Jihad y más jihad: las órdenes de bin Laden en Irak y Somalia

por Walid Phares, 14 de agosto de 2006

En una grabación difundida en 'la página de producción' de al-Qaeda, As Sahab, el líder de Al Qaida, Usama Bin Laden, decreta sus esperadas 'directrices e instrucciones' a los jihadistas de la región y de todo el mundo con respecto a Irak y Somalia, así como otros temas relativos al principio del jihadismo. 'Esperadas' porque como anuncié previamente, Bin Laden es la autoridad superior en la guerra mundial contra las democracias, los infieles, y los musulmanes apóstatas, tal como los define. De ahí que, cuando tienen lugar sucesos importantes 'en los campos de batalla' el principal líder tenga que proporcionar 'las políticas y estrategias a adoptar'.
 
Como es usual, Bin Laden empieza con un llamamiento a la umma islámica, cimentando su dirección y recitando un buen número de versos del Corán. Solamente eso, como argumenté, le proporciona un escudo religioso para desarrollar su postura política en defensa de sus planes del terror. Las referencias a los versos, aunque sin comprobar en gran medida y con amplia respuesta por parte de clérigos religiosos de todo el mundo, le permiten colocarse en una postura firme. Además, en su última grabación, el número uno del terror dice a sus seguidores que 'al derrotar a tu enemigo, te beneficiarás de los tesoros del mundo', una fracción de los enormes beneficios petroleros en los que Bin Laden tiene puestas las miras para el futuro.
 
En una larga diatriba sobre temas iraquíes, Bin Laden rechaza el apelativo de 'terroristas' para los 'luchadores de la libertad'. Acusa a los lideres de los chi'íes de planear 'un genocidio contra el desarmado', como se refiere a los sunníes.
 
Afirma que 'los luchadores de la libertad y los muyaidines' respondieron a lo que llama una campaña proveniente del Sur (chi'íes) en dirección a Baakuba, Mosul, y otras áreas (sunníes). Afirma que 'los desarmados entre los musulmanes están siendo objeto de un genocidio a manos de las bandas de chi'íes'. Cita a dos clérigos sunníes de la Asociación de Ulemas Musulmanes, el jeque Bashar al Faidi y Abdel Salam al Qubseisi, que advirtieron de estas masacres. Tal cita directa plantea dudas sobre los motivos, dado especialmente que muchos iraquíes vincularán ahora a la asociación religiosa con al-Qaeda a esos efectos. Bin Laden afirma que más de 40.000 (sunníes) fueron asesinados a manos de los chi'íes.
 
A continuación, Bin Laden pasa a culpar a los gobiernos iraquíes de Allawi, Jaafari y Maliki de los asesinatos, llamándoles 'apóstatas', Murtaddin. Profundizando en la traición de los líderes y políticos iraquíes, pide el castigo a los tres Primeros Ministros y sus seguidores. 'No hay tregua para los Cruzados, los infieles y los apóstatas', dice. Solamente jihad y jihad. Después ataca a los sunníes que participaron en 'el proceso político', léase las últimas elecciones. Llamándolos Ahmaq, o 'idiotas' por confiar en el gobierno.
 
Después declara que 'sobre la decisión y la solicitud de los muyaidines de Irak, bendigo el nombramiento de Abú Hamza al Muhajir como sucesor de Abú Mus'aab al Zarqawi'.
 
Dirigiéndose a 'nuestro pueblo en Somalia', explica que el país había optado por el Islam antes de que el anterior Presidente Siyad Barri intentase introducirlo en el Comunismo. Pero Bin Laden ve un éxito en devolver el país al Islam, como dice, a las manos de los tribunales islámicos. Como proyectábamos en los análisis previos, y a pesar del rechazo por parte de otros analistas y comentaristas incluyendo al Jazeera y algunas cadenas occidentales, aquí está Bin Laden en persona declarando que a los Mahakem (tribunales islámicos) grupos que buscan el establecimiento de un estado islámico.
 
Después ataca duramente al Presidente somalí, el general Abdaláh Yussuf, y pide castigarle a él y a los legisladores que pidieron una intervención internacional 'infiel' en Somalia. 'Incluso si se pide desplegar soldados musulmanes, esto es una invasión cruzada infiel'. Acusa a los líderes musulmanes de ser también kuffars (infieles) pidiendo a sus seguidores que traten a Yussuf y a todos los infieles 'exclusivamente con la espada'. Bin Laden advertía a Estados Unidos y sus aliados de violentas respuestas en Somalia si deciden desplegarse en el futuro próximo, y amenaza con responder en sus propias tierras (América) en el lugar y el momento que elijan los jihadistas.
 
Después reitera su llamamiento a la jihad, a reanudarse con total fuerza en Irak, Afganistán, Cachemira, Palestina, Chechenia, y en todos los campos de batalla.
 
En pocas palabras, la última grabación de Bin Laden viene a certificar lo que ya se sabía y se acordaba entre los jihadistas salafíes de todo el mundo con respecto a 'los campos de batalla' de Irak y Somalia. En Irak, Bin Laden dice a los políticos chi'íes que no se involucren en acciones militares en las áreas sunníes en general y salafíes en particular. Ofrece claramente zonas de influencia: 'no vengáis a nuestras zonas y no os atacaremos'. Parece afirmar querer atacar exclusivamente a las fuerzas americanas y de la coalición, pero los chi'íes deben permanecer al margen. Una postura en línea con 'la guerra contra los chi'íes' de Zarqawi por una parte y la prescripción de Zawahiri de 'abstenerse de atacar a los chi'íes'. Bin Laden sugiere un camino intermedio: atacarles solamente si se es atacado por ellos.
 
Sobre Somalia, la postura de Bin Laden es más que esperada, es casi predicha. Que los Mahakem (tribunales islámicos) quieren establecer un estado islámico de corte Talibán es seguro. Pero Bin Laden sigue adelante y advierte a cualquiera que obstruya su camino al poder con el castigo de la espada: el Presidente y el Parlamento de Somalia; el Presidente yemení Alí Abdaláh Saleh, por mediar en la crisis, y Estados Unidos y los demás países por 'pensar' en intervenir.
 
Definitivamente Somalia es un futuro 'hogar' para el jihadismo en la mente de Bin Laden.
 
 
El Dr. Walid Phares es profesor de Estudios de Oriente Medio y experto en el islam político y la jihad, graduándose en Derecho y Ciencias Políticas por las Universidades Jesuita y Libanesa y doctorándose en Relaciones Internacionales y Estudios Estratégicos por la Universidad de Miami. Enseñó en la Saint Joseph University en los 80 y ejerció en Derecho en Beirut hasta 1990. Más tarde fue editor del Sawt el-Mashreq y Mashrek International, emigrando posteriormente a Estados Unidos, donde ha dado clases en la Florida International University y la Florida Atlantic University. Ha publicado centenares de artículos y escrito siete libros acerca del fundamentalismo islámico, y ha sido consultado por el Congreso americano en 3 ocasiones.