El pueblo de Irán está preparado para el cambio

por Behruz Behbudi y Walid Phares, 16 de enero de 2007

(Publicado en The Washington Post, 1 de enero de 2007)

En esta quinta carta al Pueblo Americano, queremos compartir con los lectores de todo el mundo lo que estamos seguros es la disposición del Pueblo Iraní a un cambio verdadero concerniente al futuro de su país, la región y la comunidad internacional. Es un hecho que desde la imposición de un régimen de base jihadista en 1979, a manos de la elite del ayatolá Ruhala Jomeini, la mejora genuina de las condiciones de vida de los iraníes no ha tenido lugar aún. Por el contrario, el país está retrocediendo a todos los niveles de la vida pública y particular. Entre 1979 y el 2007, la libertad, la democracia, el orden social, la economía, el medio ambiente y las esperanzas han colapsado de manera irreversible en Irán;
 
La clase media se ha venido abajo; los trabajadores han perdido sus prestaciones sociales, las mujeres han sido privadas de los derechos mínimos, la educación ha caído en picado, los estándares médicos han sido rebajados, los estudiantes marginados, los artistas encarcelados, los intelectuales detenidos y las minorías aplastadas. Los dividendos de Irán procedentes de sus recursos nacionales y naturales fueron desperdiciados por la elite en el poder durante décadas en sus propios placeres, en su agenda jihadista expansionista, y en incrementar la maquinaria opresora dentro del país. Apenas un puñado de partidarios del régimen se beneficia inmensamente de los beneficios del crudo y de las demás rentas. En lugar de una democracia vibrante y avanzada hacia el 2007, en competición con Japón y Alemania, Irán aparece entre los estados fallidos del mundo, cuyo pueblo está deprimido y es infeliz, al igual que los pueblos de Cuba y Corea del Norte e igual que estaba la sociedad civil de Afganistán bajo los Talibanes.
 
A pesar de las muchas promesas de mejora realizadas por los dictadores durante décadas, después de cada presunto cambio procedente de arriba solamente llegó amargura. Los iraníes pensaban que la muerte de Jomeini abriría el lento camino hacia la recuperación del baño de sangre y las guerras de los años ochenta. En su lugar, una directiva igualmente retrógrada ascendió al poder para extender el régimen Jomeinista, encabezada por el ayatolá Jamenei. Llenos de incesantes esperanzas, los iraníes pensaban después que la Presidencia de Irán podría jugar el papel de Gorbachov en la URSS. Pero el Presidente Rafsanjani resultó no ser mucho mejor que los mulás fundamentalistas, mientras actuaba en su propio beneficio por perpetuar el régimen de la Edad Media. El pueblo esperaba que un presunto Presidente 'reformista', Mohammed Jatami, le salvase. La mayoría de Irán le votó. Pero no cambió nada en la dictadura de estado que es Teherán. A continuación se dijo al público que el presunto 'hombre modesto', Mahmoud Ahmedinijad, haría caer a la élite. En su lugar ascendió al poder definitivo un loco de las milicias, aplastando aún más las libertades, amenazando la paz mundial con su bomba nuclear, y la estabilidad de la región con sus socios del terror como Hezbolá.
En suma, el cambio a Irán no ha llegado desde arriba aún, y el país ha caído en manos peligrosas. Pero las señales que salen de sus ciudades y pueblos son claras: la gente está preparada para el cambio, un cambio real. Los estudiantes han plantado cara valientemente a Ahmedinijad y le han dicho: 'basta'. Sus fotografías ya no pueden ser ignoradas. Los trabajadores vienen gritando a los dictadores de Teherán: 'ya vale de guerras y bombas, queremos empleos'. Los iraníes, incluyendo a seculares y clérigos moderados, están dispuestos a confrontar a los mulás jihadistas y la triste realidad de Irán.
 
Los iraníes están preparados para presionar a su régimen con el fin de que suspenda todo apoyo al terrorismo, eliminando el sustento financiero y militar a Hezbolá en el Líbano y a Hamas y la Jihad Islámica en Palestina y Siria. En su lugar, Teherán debe encauzar esta ayuda exterior generada a partir de los beneficios del petróleo a ayudar al pobre de Afganistán, el Líbano, Egipto, y con mayor urgencia a Darfur. Los iraníes están dispuestos a dotar de poder a sus mujeres con políticas de igualdad laboral y libres del chador. Las mujeres del país están preparadas para ocupar puestos de responsabilidad.
 
Los iraníes están preparados para dotar de poder a estudiantes y jóvenes y dedicar los beneficios del petróleo a sus escuelas, su formación, programas de intercambio en el extranjero, conexiones a Internet, y por encima de todo, futuro profesional. Los iraníes están preparados para dotar de poder a los trabajadores con salarios más elevados, mejores entornos de trabajo, seguridad social eficaz, seguro médico y cada vez más derechos.
 
Los iraníes están preparados para dotar de poder al talento en el arte, el cine, la televisión, el teatro, y todos los sectores creativos de la sociedad, en lugar de la pobre y oscura ideología del jihadismo. Los iraníes están preparados para recibir a sus hermanos y hermanas del exilio y las inversiones de la diáspora, en lugar de despachar a asesinos en pos de siniestros planes contra la oposición en todo el mundo. Los iraníes están preparados para una postura radicalmente nueva encabezada por Naciones Unidas para ayudar al país a liberarse de la trampa del fascismo, no para un disfraz de la ONU para el régimen. Los iraníes están preparados para una nueva política norteamericana que defendiera al Pueblo y no vendiera su futuro a la dictadura jomeinista. América tiene que prepararse de cara a la disposición del pueblo de Irán hacia el cambio a mejor, no a peor.
 
Pedimos por tanto a los americanos y las democracias de todo el mundo que extiendan su apoyo al Pueblo Iraní en su búsqueda de cambio, verdadero cambio, de modo que ingresen en la comunidad mundial de sociedades libres y disfruten de la vida en libertad y progreso.


 

 
 
El Dr. Walid Phares es un experto en terrorismo, fundamentalismo islámico y movimientos yihadistas. Es miembro decano de la Fundación de la Defensa de las Democracias y escribe en publicaciones especializadas como Global Affairs, Middle East Quarterly, and Journal of South Asian and Middle East Studies además de para diversos periódicos de renombre mundial y de opinar para medios como CNN, MSNBC, NBC, CBS, ABC, PBS y BBC.
 
Dr. Behrooz Behbudi es el presidente de Global Unity Partnership