El acuerdo, conocido comúnmente como "entente frugale" en contraposición al "entente cordiale" que ambos países firmaron en 1904, se puso a prueba mucho antes de lo que nadie imaginaba. Con la intervención militar en Libia, París y Londres tuvieron que demostrar su capacidad para cooperar según lo establecido tan sólo unos meses antes. En general el ejercicio fue bueno pero, sobre todo, prometedor. Es decir, que aún queda mucho por hacer y aprender de sus respectivos modus operandi. Tuvieron dificultades e incompatibilidades en el tema de las comunicaciones, discrepancias en los conceptos operativos, diferencias en los sistemas tácticos, limitaciones en la interoperabilidad entre plataformas ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) y gaps en el intercambio de inteligencia.
Hasta aquí todo normal y bastante predecible. El 2 de diciembre estaba prevista una nueva cumbre entre ambos países para ver los progresos hechos en el primer año de andadura de los acuerdos y seguir trabajando, pero se pospuso. Los asuntos económicos de Europa y la salvación del euro pudieron más. Y de ahí se pasó a un duro intercambio de palabras entre Londres y París como consecuencia del rechazo de Cameron a los planes franco-alemanes de revisar el tratado de la Unión Europea para centralizar el control fiscal. La revitalización de la animosidad entre franceses y británicos hizo que algunos vieran peligrar laentente frugale.
Tuvo que ser Alain Juppé, ministro de Exteriores francés, quien quitara hierro al asunto y afirmara que la cooperación en defensa es demasiado importante como para que sea desbaratada por unos cuantos malentendidos. Se aprestó a confirmar que la reunión postpuesta se celebrará en febrero del año entrante. Ahí presumiblemente se lanzará el programa de un sistema aéreo no tripulado, una de las futuras insignias de la cooperación franco-alemana. BAE Systems y Dassault Aviation se han unido para trabajar conjuntamente en un Medium- Altitude Long-Endurance (MALE) UAV.
El acuerdo no peligra aunque no quita que mantenga sus detractores, sobre todo en Europa, y en especial en el ámbito de las industrias, que no quieren quedarse al margen de los proyectos de los dos pesos pesados. EADS y Alenia han aprovechando las últimas tiranteces franco-británicas y el retraso en el lanzamiento del MALE para anunciar su cooperación para el desarrollo de un avión no tripulado.
En cualquier caso, la entente frugale no se ve amenazada. Es más, es posible que en algunos ámbitos la cooperación se expanda a otros países.