Yihad en Europa

La Primavera Húngara de 2016 no se dirige contra el totalitarismo duro, sino contra un totalitarismo blando: el de la corrección política

La principal amenaza existencial es la evaporación de la Pax Americana. Esta tiene un responsable. Obama. Quiera Dios que el tiempo que tarde alguien en sustituir su acumulación de banalidades buenistas sea menor que el que nos haga dejar de existir, individual o colectivamente.

El futuro del Jihadismo no estará en peligro cuando se elimine por fin al Estado Islámico o cuando se acabe con todos los cabecillas de Al Qaeda. La Jihad persistirá y eso es algo que debemos aprender bien rápido.

A Europa se le viene encima una juventud emigrante de segunda o tercera generación, con pasaportes europeos, que ha encontrado las vías de radicalizarse. Primero se radicalizaron con Internet, luego a través de las hábiles redes de captación que utilizan la confianza de algún familiar y, finalmente, por las manos de un captador y la posibilidad de viajar a campos de batalla

Historia de la yihad es una obra que, precisamente por versar sobre un tema tan trascendental y actual, debe leer todo hombre firme en el propósito de llevar adelante la maltrecha empresa occidental

España está en los últimos puestos en el esfuerzo militar contra el yihadismo, pero entre los primeros en pagar a los terroristas

Los líderes políticos y de opinión occidentales tienen temor en saber lo que los mismos musulmanes eruditos del Islam declaran acerca de ello. La Historia nos habla permanentemente, pero ¿no sabemos o no queremos escuchar?

La institución familiar, base de una sociedad sana, entra así en un círculo diabólico: en un entorno dominado por la ley de imanes radicales en un caso, indiferentes o despreocupados en otros

Lo primero que deben hacer los europeos es colocarse a la ofensiva y robarles a los jihadistas el sentido de victoria en el que están instalados.

Quizá los europeos no quieran librar esta guerra, con estos instrumentos y de esta manera. Desgraciadamente, no tienen opción. La otra alternativa es perderla

Informe del Grupo de Estudios Estratégicos sobre la adecuada respuesta de Europa y España ante la ofensiva del ISIS en París.

Estamos inmersos en la Tercera Guerra Mundial. El yihadismo combate simétricamente con armamento pesado y soldados en campo de batalla en Siria, Irak, Afganistán, y de una manera asimétrica en el resto del mundo.

Sus dirigentes han invertido gran parte de sus energías en construir el Califato. No como una mera declaración, sino como un auténtico aparato administrativo y militar que ejerce su poder sobre una población y un territorio. Si el Estado Islámico sigue hoy donde está es porque reina por el terror, cierto, pero porque también ofrece algo que muchos de entre sus ciudadanos valoran: seguridad frente al caos.

El problema es que negar la auténtica naturaleza del Estado Islámico lleva a adoptar políticas erróneas para eliminarlo. Al conceder que solo es un grupo terrorista, al final todo se reduce a dos cosas: prevención vía inteligencia y actuación policial.

Aunque no queramos tener nada que ver con la sangre y la pólvora, ni con la muerte y la destrucción, sí queremos ignorar que un enemigo está dispuesto a destruir todo por lo que nuestros padres y abuelos lucharon

El olvido, la pereza, la debilidad y la falta de convicción ayudadas por la desinformación y la propaganda interesada seguirán haciendo lo que ya han hecho: considerar asesinos a quienes procuraron ganar esta guerra, declarada el 11 de septiembre de 2001, mientras disculpan a los culpables y alaban a los responsables.

Los seguidores del Estado Islámico han sido mucho más rápidos que ellos: “Cruzados, vamos a por vosotros con rifles y bombas. Esperadnos”,

El Estado Islámico, en su vocación expansiva y universal, ya hace tiempo que había proclamado a voz en grito su voluntad de llegar a Europa

El yihadismo está en condiciones de ejecutar operaciones complejas, coordinadas y simultáneas en el corazón de nuestras ciudades.