Autor: Victor Davis Hanson

Escribir sobre la decadencia de Occidente - y especialmente de Estados Unidos - ha sido juego de salón desde el tiempo de los fatalistas Oswald Spengler y Arnold Toynbee hasta el pesimismo de Paul Kennedy sobre los años 80. Ahora la más reciente serie de epitafios se centra en la experiencia anglo-americana en Irak que pronto acabará, según se vaticina, en derrota y será una pérdida global de prestigio americano en detrimento de Occidente en general.

Lo que sí está cambiando no es la influencia y el poder de Estados Unidos sino la percepción provocada por la propia insatisfacción de Estados Unidos debido a su incapacidad de establecer una democracia de forma rápida en el corazón del antiguo califato después de una victoria en 3 semanas sobre Saddam Hussein.

It is easy to damn the 1930s appeas-ers of Hitler — such as Stanley Baldwin and Neville Chamberlain in England and Edouard Daladier in France — given what the Nazis ultimately did when unleashed. But history demands not merely recog-nizing the truth post facto, but also trying to reconstruct the rationale of something that now in hindsight seems inexplicable.

La ventaja partidista explica una gran parte del actual posicionamiento contra un presidente en oposición. Pero en su mayoría, el creciente furor Demócrata llega como el reflejo de la rabia del público por el precio de la guerra -- y la sensación de que no estamos ganando.

En el pasado, Kerry ha dicho que nuestros soldados estaban 'aterrorizando' a los civiles iraquíes en sus hogares. También ha advertido que en los americanos sin educación 'están abocados a Irak' -- una broma torpe presuntamente. Ahora, garantiza a la audiencia del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, que Estados Unidos es 'una especie de parias internacional'.

America has an obligation to remain in Iraq until it has helped establish a peaceful, stable democracy there. The rest of the civilized world, espe-cially the Muslim world, has a vital interest in supporting this endeavor. The wise consideration of the US military presence in Iraq can only take place on the basis of these two facts. Such a consideration reveals the extreme dangers that will result from a premature withdrawal of American forces from Iraq and from the establishment of any artificial time-line for such a withdrawal.

Al cerrar las fronteras, Estados Unidos dejará de subsidiar el fracaso mexicano. En el presente, los trabajadores no vienen a América solamente por los salarios más elevados.

Nos encontramos en un impasse. Ahora, tras cinco años de lucha, los americanos tienen dos elecciones completamente distintas en la guerra contra los terroristas.

Después de Pearl Harbor, los americanos creían que no tenían ningún margen de error en una guerra básica por la supervivencia. Hoy, parece que estamos convencidos de que podemos ceder terreno, sea en Afganistán o Irak, y seguir adelante sin perder ni la guerra ni nuestra civilización.

El aspecto más aterrador de la guerra actual es la facilidad con la que nuestros enemigos pre-modernos de Oriente Medio han devuelto a un estupefacto mundo posmoderno de vuelta a la Edad Media.