Autor: Óscar Elía Mañú

Si el rearme consiste en endeudar más a los españoles, en gastar el dinero con criterio industrial y laboral, y con el objetivo de alcanzar un 2% "como sea", el pretendido rearme no será rearme, sino desarme. O será el rearme del desarme, esto es, un ahondamiento en la debilidad

La lógica para los europeos es sentirse cada vez más cómodos con el fin cuanto antes del conflicto: simplemente les permite centrarse en sus problemas a medio y largo plazo.

Los europeos creen que el alejamiento norteamericano les hace más débiles: yo creo que es al revés, que es su debilidad lo que ha provocado el alejamiento norteamericano

Lo que los países europeos necesitan es la madurez económica, estratégica e institucional que ellos no son capaces de encontrar por sí mismos. Por eso lo mejor es una presidencia norteamericana que les obligue a ser responsables, por duro que se les haga.

Salgan como salgan las alianzas y las aritméticas parlamentarias, una cosa está clara: a partir de hoy ni un sólo metro cuadrado de territorio francés será recuperado para la legalidad de la V República.

Para evitar otro horror dentro de cinco, diez o quience años hay que, primero, terminar definitivamente con Hamás, y eso pasa, segundo, por perseguir a todos aquellos que desde el exterior proporcionan oxígeno a la criminal organización

Hay un desplome de aquellas virtudes cívicas que explican la supervivencia de un país rodeado de enemigos y soportan una civilización: patriotismo, religión, cultura, familia. Las viejas naciones europeas aún pueden permitirse durante un tiempo esta degradación de su propia civilización, pero para Israel implica su destrucción.

Los ejemplos húngaro y polaco muestran precisamente la capacidad de las nuevas democracias del Este de ejercer de contrapeso real y efectivo a la degradación de la Vieja Europa que tanto desprecia Putin, y que tanto nos preocupa a nosotros

Hoy Estados Unidos es el país de la censura de conferencias, charlas y cursos; de tijeretazos a películas, series y novelas; de la defensa de la desigualdad entre razas, sexos o religiones; del rechazo a la ley, a las fuerzas del orden y a la Constitución.

Capítulo aparte merece el fracaso de la inteligencia española en la región. Cuanto más se conocen los detalles de lo ocurrido el pasado día 16 más se evidencian fallos inadmisibles: ¿cómo pasa desapercibida una movilización de 10.000 personas durante varios días, con decenas de autobuses y agitadores recorriendo las calles?