Vamos avanzando: Claro progreso en Irak
por Peter Brookes, 15 de diciembre de 2005
Esa gente que quiere que dejemos todo tirado y salgamos pitando está demostrando ser la peor clase de pesimista sobre Irak, se niega a ver la evidencia significativa de que las cosas están empezando a salirnos bien militarmente.
No, nadie debe dar saltos de alegría aún sobre la seguridad y estabilidad en Irak, todavía hay mucho por hacer. Pero hay varias novedades favorables a las que los 'pájaros de mal agüero' deberían prestar atención.
*El ejército americano está teniendo un éxito importante en el asunto de la seguridad de la frontera siria, antes era un colador por el que se escurrían insurgentes/terroristas iraquíes y extranjeros hacia Irak. El resultado es que ahora es más difícil para los insurgentes suníes con sede en Siria poder organizar o apoyar ataques en Irak. Los atentados suicidas han bajado un 30% desde el referéndum de Octubre.
*La presión internacional sobre el gobierno sirio -- incluyendo la posibilidad de sanciones económicas punitivas de la ONU por el asesinato del ex Primer ministro libanés Rafik Hariri -- puede servir para 'alentar' a Damasco a que disminuya su apoyo a la insurgencia iraquí.
*Parece que el elenco de asesinos de Al Qaeda liderado por Abu Musab al Zarqaui está patas arriba y su situación empeora cada día más. Informes de inteligencia recientes sugieren que hay casi un motín en las filas de al Qaeda, principalmente debido a que las fuerzas americanas están capturando/matando a gran cantidad de estos operativos, a la escasez de fondos y a una afluencia de reclutas novatos.
La nueva estrategia de los militares americanos de 'Despejar, retener y construir' simplemente está metiendo presión a al Qaeda. Es una mejora con respecto a la estrategia 'Dale un mazazo cuando aparezca' (o sea buscar y destruir al azar) ya que establece la presencia permanente de agentes de seguridad iraquí lo cual hace más difícil que los insurgentes vuelvan una vez que han sido desalojados.
Sin embargo, algunos iraquíes siguen apuntándose para ser terroristas suicidas, siendo ésta todavía la forma de ataque más letal en Irak. Mientras que la gente local puede diferenciar rápidamente entre terroristas/luchadores extranjeros, es mucho más difícil desbaratar los ataques de iraquíes nativos.
*Algunos suníes -- insurgentes, partidarios e intermediarios -- están viniendo a la mesa de negociaciones para hablar con el gobierno iraquí y las fuerzas americanas acerca de la manera para acabar el conflicto. No es ninguna sorpresa que uno de los temas más importantes sea una retirada americana que, por supuesto, es algo que sucederá en algún momento apropiado en el futuro.
Negociar una retirada paulatina -- no inmediata -- de las fuerzas de la Coalición que se base en el cese de hostilidades de los insurgentes zuñes sería una situación en la que todos saldrían ganando. En el mejor de los casos, después de llegar a un acuerdo, las fuerzas iraquíes y de la Coalición podrían concentrarse en destruir lo que quedase de al Qaeda en el país.
Hasta es concebible que la movilización de fuerzas iraquíes y de la Coalición contra los terroristas extranjeros lograse que Irak fuese el último feudo de al Qaeda. Una derrota tan notoria para Zarqaui significaría un durísimo golpe como movimiento para el prestigio de al Qaeda en materia de operaciones de bloqueo, recaudación de fondos y en lo más importante, el reclutamiento.
* Zalmay Khalizad, el muy competente embajador americano en Irak, está hablando de empezar discretas negociaciones con los vecinos iraníes que han estado causando enormes problemas en Irak. Lograr que Teherán deje de apoyar a los insurgentes -- lo cual incluye armas, entrenamiento y financiación -- contribuiría en gran medida a terminar con la muerte y la destrucción.
* El entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes (por ejemplo de la Policía, los militares y los servicios secretos) es cada día más efectiva y (¡por fin!) está mostrando sus progresos. Esto es importante, no sólo para tratar con los terroristas a corto plazo, sino también para suministrar a Irak una defensa nacional a largo plazo contra países como Irán o Siria.
Tal como lo dijo el Presidente Bush la semana pasada, más de 30 batallones del ejército iraquí controlan sus propias zonas de operaciones, incluyendo algunas de las calles más difíciles de Bagdad. El Pentágono afirma que más de una docena de bases militares han sido transferidas a control iraquí, entre ellas hay un ex palacio de Sadam Hussein.
Si el progreso político/económico persiste y la tendencia de seguridad sigue paralela a este baremo, es muy probable que el nivel de tropas americanas en Irak pueda disminuir entre 50.000 - 70.000 unidades para el próximo verano. (Será necesario mantener más tropas en los aledaños para tener una 'capacidad de aumento repentino' de tropas americanas en caso de necesidad.)
Las históricas elecciones de la semana próxima darán más alas al nuevo estado iraquí.
Estados Unidos e Irak aún tienen que navegar por peligrosos bajíos insurgentes y maniobrar para mantener el rumbo en unas aguas plagadas de complicadas boyas políticas, económicas y sociales aún durante un tiempo. Pero estamos confabulados en una victoria total para Irak y a pesar de lo duro que sea para los maricomplejines de siempre, lo más importante es que la seguridad en Irak se muestra prometedora. Parafraseando a Spiro Agnew, los incordiantes medios de comunicación, tan amantes del cotilleo negativo, no deberían tener miedo de reconocerlo.
Peter Brookes ha sido Vicesecretario Adjunto de la Secretaría de Defensa de Estados Unidos y actualmente es investigador decano de la Fundación Heritage, Analista Senior de la Fundación Heritage, columnista del New York Post y Director del Centro de Estudios Asiáticos.
©2005 The Heritage Foundation
©2005 Traducido por Miryam Lindberg
GEES agradece a la Fundación Heritage y al Sr. Brookes el permiso para publicar este artículo.