Una opinión minoritaria. El desprecio constitucional del Congreso

por Walter Williams, 6 de noviembre de 2007

He aquí el juramento de toma de posesión prestado por los miembros de la Cámara y el Senado: 'Juro (o afirmo) solemnemente que respetaré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos contra todos los enemigos, nacionales o extranjeros; que ostento fe y lealtad sinceras a la misma; que asumo esta obligación libremente, sin ninguna reserva mental o propósito de evasión; que descargaré fiel y honorablemente los deberes del cargo que estoy a punto de asumir. Así que Señor ayúdame'. Un juramento similar es prestado por el Presidente y los jueces federales.
 
En cada nuevo Congreso desde 1995, el Representante John Shadegg, R-Ariz., ha presentado la Ley de Poderes Enumerados. La propuesta de ley, que todavía está por convertirse en ley, reza: 'Cada propuesta de ley del Congreso contendrá una declaración concisa y sucinta de la autoridad constitucional de la que depende para la confirmación de cada sección de la propuesta de ley. El fallo a la hora de incluir esta sección dará lugar a un punto del orden en la Cámara o en el Congreso. La disposición de este punto del orden no afecta a ninguna otra provisión sometida a votación”.
 
Dicho simplemente, si es confirmada, la Ley de Poderes Enumerados exigirá que el Congreso especifique la base de la autoridad en la Constitución de los Estados Unidos para la promulgación de leyes y demás acciones del Congreso. La HR 1359 tiene 28 co-patrocinadores en la Cámara de Representantes.
 
Cuando Shadegg introdujo la Ley de Poderes Enumerados, explicaba que la Constitución da al gobierno Federal poderes enormes, pero limitados. Enmarca los poderes, específicos más que generales, concedidos al Congreso en calidad de mecanismo central para la protección de la libertad. La Constitución da al Congreso 18 poderes específicos, descritos en su mayor parte en el Artículo 1, Sección 8. Los marcos refuerzan esa enumeración por parte de la Décima Enmienda, que reza: 'Los poderes no delegados en los Estados Unidos por la Constitución, no prohibidos por los Estados, quedan reservados para los Estados respectivamente o para el pueblo”.
 
Apenas unos cuantos de los numerosos comentarios de nuestros fundadores manifiestan que su visión y la visión de la Ley de Poderes Enumerados de Shadegg son las mismas. James Madison, al explicar la Constitución en el Documento Federalista 45, decía, 'Los poderes delegados por la Constitución propuesta en el gobierno federal son contados y definidos. Aquellos que han de quedar en los gobiernos estatales son numerosos e indefinidos. Los primeros se ejercerán principalmente en materias externas, como la guerra, la paz, la negociación o el comercio exterior”.
 
Con respecto a la cláusula de 'bienestar general' utilizada con tanta frecuencia como justificación para un gobierno mayor, Thomas Jefferson decía, 'El Congreso no tiene poderes ilimitados para proporcionar ayuda social general, sino solamente los específicamente enumerados'. James Madison decía, 'Si el Congreso puede hacer lo que sea que a instancias suyas pueda hacerse por dinero, y promueve la ayuda social general, el gobierno ya no es un limitado poseedor de poderes contados, sino uno indefinido sujeto a excepciones particulares”.
 
Los congresistas, rehusando abiertamente cumplir su juramento del cargo, exhiben su profundo desprecio a nuestra Constitución. La pregunta que no he sido capaz de responder satisfactoriamente es si ese desprecio simplemente refleja un desprecio similar mostrado por la mayor parte del pueblo americano o no. Estoy seguro de que si fundadores tales como James Madison, John Adams o Thomas Jefferson estuvieran haciendo campaña para las elecciones presidenciales del 2008 expresando su visión del papel del gobierno federal, los americanos de hoy los expulsarían a patadas. ¿Refleja esa hostilidad la ignorancia constitucional en donde el americano medio piensa que la Constitución autoriza al Congreso a hacer cualquier cosa sobre la que pueda lograr un voto mayoritario o cualquier cosa que sea una buena idea? ¿O son despreciativos los americanos hacia las limitaciones constitucionales dispuestas sobre el gobierno federal?
Saludo el valor del Representante Shadegg y los 28 copatrocinadores de la Ley de Poderes Enumerados. Tienen una lucha monumental. El Congreso no es el único en su desprecio constitucional, sino que se le une la Casa Blanca y particularmente el constitucionalmente descuidado Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

 
 
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