Sudán del Sur, ¿nuevo Estado en África?

por Pedro Fernández Barbadillo, 21 de enero de 2011

 

En unos pocos días, puede nacer, al menos sobre el papel, un nuevo Estado independiente en África. Acaba de terminar el referéndum iniciado el 9 de enero para la autodeterminación en el sur del Sudán, un territorio con una extensión superior a la España y Portugal juntos. Sea cual sea el resultado, las posibilidades de reanudación de la guerra civil son altas, sobre todo si la ONU no se impone al general Omar Hasan Ahmad al-Bashir, gobernante en Jartum, y a sus aliados internacionales.
 
Sudán es el país más grande de África, con 2,5 millones de kilómetros cuadrados, y también el que tiene frontera con más Estados: nueve en total. Se halla en el punto de encuentro entre el África arabizada y musulmana y el África negra y, en parte, cristiana. Desde la independencia, el Gobierno –y por tanto el Ejército- ha estado en poder de los árabes musulmanes.
 
Como ha escrito Vicki Huddleston, del Departamento de Estado de Estados Unidos para África, “Sudán puede llegar a convertirse en la emergencia más compleja del continente. Este Estado, el de mayor tamaño de África, ha sido incapaz de ofrecer a sus ciudadanos una paz y una seguridad duraderas”[1].
 
1. La presión de Egipto
 
Un elemento de importancia en la política interna sudanesa es la presión de Egipto. El Nilo transcurre por el territorio de Sudán y de él partieron en el pasado numerosas invasiones. El proyecto de Mehmet Alí, el gobernador de Egipto que en la década de 1830 consiguió la independencia del sultán otomano, era unificar todo el valle del Nilo bajo un solo poder. Una vez que los británicos se asentaron en Egipto y derrotaron al cabecilla sudanés Mohamed Ahmed el Mahdi, en 1899 se constituyó el condominio anglo-egipcio sobre Sudán. Al margen de los acuerdos, era Londres el que controlaba el Sudán, y una de sus decisiones fue la división del país en dos partes: el norte y el sur. El rey Faruk (1936-1952) se hacía tratar como Rey de Egipto y de Sudán y Soberano de Nubia, Kordofan y Darfur. Ante el acceso al poder de Gamal Abdel Nasser y el Comité de Oficiales Libres en 1952, que abolieron la monarquía y querían la retirada completa del Reino Unido, así como la nacionalización del canal de Suez, Londres concedió la independencia a Sudán en 1956. Como muestra de los vínculos entre Sudán y Egipto basta señalar la presencia de Nasser como oficial destinado en Sudán. Los etíopes describían esa relación de dependencia de la siguiente manera: Sudán había dado a Egipto tierras para sus colonos, soldados para su ejército y seguridad para su agua.
 
 Al respecto de esta última, el presidente Anuar El Sadat advirtió en 1979 que el suministro del Nilo, vital para los ochenta millones de egipcios, podía ser motivo de guerra para su país. En la primavera de 2010, varios países de la cabecera del Nilo firmaron un acuerdo[2] para modificar el reparto del agua, pactado entre el Imperio británico y Egipto en 1929. Tanto El Cairo como Jartum han rechazado esta nueva propuesta, que puede complicarse con la incorporación de un nuevo Estado.  
 
Desde ese año de 1956, en que también se produjo la invasión conjunta de la zona del canal de Suez y de la península del Sinaí por tropas de Francia Gran Bretaña e Israel y el frenazo a esa campaña por acuerdo de las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, los sudaneses han vivido más años en guerra y bajo dictaduras que en paz y democracia. Los regímenes que se han sucedido en Jartum, la ciudad que fue designada como capital, han tenido como punto común estar dirigidos por el sector árabe y musulmán del país. El sur del país está poblado por tribus negras que tienen como lengua común el inglés (fruto de la colonización británica) y practican el cristianismo o las religiones animistas. El número de cristianos se cifra en casi cinco millones, un 16% de la población.
 
Los árabes de Jartum han tratado de unificar el inmenso país en torno a un programa de arabización e islamización. El régimen ha tenido como lema «Una cultura, una lengua, un país» y en los años 60 expulsó a todo el clero cristiano, aunque fuese nativo. Muchos negros no olvidan que los mayores traficantes de esclavos han sido los árabes. A medida que los gobernantes sustituían las buenas palabras por la violencia, la convivencia se agriaba hasta volverse imposible. No ha habido década sin guerra en este desdichado país. Entre 1955 y 1972 se libró la primera guerra civil, entre norte y sur, en la que se calcula que murieron 500.000 personas. Ésta concluyó mediante los Acuerdos de Addis Abeba, que establecían un grado de autonomía para el sur, con un Gobierno propio, así como garantías constitucionales para los grupos minoritarios. Los rebeldes estaban encuadrados en el Movimiento de Liberación Popular de Sudán (SPLM), cuyo brazo armado era el Ejército de Liberación Popular de Sudán (SPLA).
 
2. De general golpista a presidente
 
El general Gaafar Muhammad Nimeri, que había accedido al poder mediante un golpe de Estado en 1969 y se había educado en las ideas panarabistas y socialistas de Nasser, se hizo elegir presidente en elecciones amañadas y en septiembre de 1983 implantó la sharía en el país. El incumplimiento de las promesas contenidas en el Acuerdo de Addis Abeba, más la sharía volvió a levantar al sur. Al año siguiente, Nimeri proclamó el estado de emergencia. El dictador fue derrocado en 1985. Después de unos breves años de aparente multipartidismo en el norte y de negociaciones entre Jartum y los rebeldes del sur, el 30 de junio de 1989 tuvo lugar otro golpe de Estado, encabezado por el general Omar Hassan Ahmad al-Bashir. Su régimen, inspirado por el Frente Islámico Nacional, era más cruel y más partidario de la islamización forzosa que el de Nimeri.
 
En febrero de 1991, el Gobierno sudanés promulgó una ley por la que se establecía un nuevo sistema federal. El país se dividió en nueve estados, cada uno con su propio gobernador y consejo de ministros, que asumían competencias para la administración local y la recolección de algunos impuestos. El Gobierno central mantenía el control de los asuntos exteriores, militares, económicos y otros de las principales áreas administrativas. En marzo de ese mismo año, entró en vigor un nuevo código penal basado en la ley islámica (castigos corporales, mutilaciones). Aunque se excluyó al sur de su jurisdicción, el SPLM se opuso debido a los cientos de miles de no musulmanes que residían en el norte, en especial debido a las migraciones causadas por la guerra.
 
En esos años, Sudán se convirtió en una base y un refugio para todo tipo de terroristas antioccidentales, en activo o retirados. En 1994, el terrorista venezolano Vladimir Ilich Ramírez Sánchez fue capturado por una unidad francesa en las afueras de la capital[3]. El 31 de enero de 1996, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas instó[4] a la dictadura de Sudán a extraditar a Etiopía a los sospechosos de un intento de asesinato del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, cuando éste visitaba Addis Abeba. Como Jartum no cumplió esa resolución, el 31 de abril siguiente[5], el Consejo de Seguridad le impuso diversas sanciones. En 1997, el presidente de EEUU Bill Clinton estableció sanciones comerciales a Sudán, que han renovado George Bush y Barack Obama[6]. Aún en 2010 el Departamento de Estado mantiene a Sudán entre los países patrocinadores del terrorismo, junto con Siria, Irán y Cuba[7].
 
Osama bin Laden vivió en Sudán varios años a principios de la década de los 90, la del presidente Estiano, aunque fuese nativo, a propuesta, que puede complicarse con la participación cuando fue expulsado de Arabia Saudí[8], el Gobierno sudanés asegura que se dedicó a la construcción como actividad profesional, pero Estados Unidos afirma que había montado redes terroristas y campos de entrenamiento. Después de los atentados islamistas en agosto de 1998 contra las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania, que causaron más de 200 muertos, el presidente Clinton ordenó el bombardeo desde el mar Rojo de una fábrica de medicinas en la que sus servicios de información afirmaban que se producían armas químicas.
 
En la actualidad, el régimen de Sudán trata de acercarse a EEUU colaborando en la persecución del terrorismo internacional, pero Washington, como hemos visto, considera sus esfuerzos insuficientes, a no ser que permita el desarrollo del referéndum y no ponga trabas a una posible independencia del sur. Entonces, le retiraría de su lista de países que cooperan con terroristas.
 
3. El petróleo que compra China
 
Para complicar el futuro de Sudán, en 1999, con la guerra reanudada, empezó a exportar petróleo. Ya se ha convertido en el quinto exportador africano (le superan Nigeria, Angola, Argelia y Libia)[9], con unas reservas que se han cifrado, por ahora, en 6.700 millones de barriles. La venta de esta materia prima aporta hasta el 90% de sus ingresos al Estado. El petróleo ha permitido a Sudán esquivar las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos[10]. Ha traído más corrupción, pero también dinero fácil, enriquecimiento a los habitantes de las ciudades y aliados diplomáticos, aunque destaquen por sus violaciones de los derechos humanos, como China y Arabia Saudí.
 
El 80% de los yacimientos se encuentra en el sur. Si esta zona se independizase, Jartum perdería la mayor parte de sus ingresos legales. Como medio para controlar el petróleo y pieza para mantener la unidad del país, Jartum construyó las refinerías, los oleoductos y los puertos en el norte. Por ello, el Gobierno sureño quiere instalar un oleoducto propio y una línea ferroviaria que le una con Uganda y cuya construcción se ha suspendido.
 
 
Las cifras sobre la producción de petróleo son oscuras, tal como se ha quejado el Gobierno de Sudán del Sur, que acusa al de Jartum de manipular los datos para así pagar menos al sur[11]. Las ventas se dirigen de manera casi completa a Asia. China, que necesita energía para mantener su crecimiento y su industria, acaparó el 65% de las exportaciones en 2009.
 
4. El compromiso del referéndum
 
Entre 1983 y 2005, se libró una horrorosa guerra civil entre el norte y el sur, en la que se cometieron toda clase de atrocidades. Las causas principales eran la artificialidad del país más los planes expansionistas del norte. El descubrimiento de petróleo hizo, literalmente, de combustible del fuego. Una asociación de derechos humanos, European Coalition on Oil in Sudan[12], publicó en 2009 un informe[13] en el que atribuía a la explotación de un yacimiento en una estado del sur por un consorcio de empresas suecas, austriacas y malasias el carácter de detonante de una operación militar que dejó más de 12.000 muertos y 200.000 desplazados.
 
En esta guerra, los militares de Jartum arrasaron pueblos, violaron a mujeres, vendieron como esclavos a los prisioneros (15 dólares costaba una niña), mutilaban… Llegaron a producirse crucifixiones de prisioneros. En 2003, estalló otro conflicto en la región de Darfur, al oeste del país y limítrofe con el Chad. El motivo era una disputa entre ganaderos y agricultores. Una de las consecuencias fue la emigración de civiles de esas regiones a Jartum, donde esperaban sentirse a salvo de la guerra y donde existían algunas infraestructuras básicas, a diferencia del resto del país.
Los Acuerdos de 2005[14] firmados entre Jartum y el SPLM pusieron fin por ahora a la guerra abierta, cuyas consecuencias se calculan en dos millones de muertos y casi cinco millones de desplazados. Se restauró el Estado federal y en el sur se erigió un gobierno autónomo en Juba, a 20 kilómetros de la frontera con Uganda, que preside Salva Kiir. Sin embargo, esta Administración está fracasando en proporcionar desarrollo y seguridad a su pueblo: las fuerzas policiales se han formado con soldados y guerrilleros, propensos a usar la fuerza o a dejarse sobornar[15]. En los Acuerdos también se fijó un mecanismo de distribución de los ingresos por el petróleo, que se exporta por Port Sudan, en el norte, y el compromiso de que, después de seis años de autogobierno, los habitantes del sur votarían sobre su estatus: dentro de Sudán o independencia. Posteriormente, una ley aprobada por el Parlamento de Jartum en diciembre de 2009 decidió que para la validez del resultado a favor de la independencia se necesitaría una participación superior al 60% del censo y un voto mínimo del 50% más uno; en caso de no alcanzarse esa participación, se repetiría el referéndum 60 días después de conocidos los resultados oficiales[16]. A los tres días de ser abiertas las urnas, se había superado el requisito del 60% de participación[17] y por lo que anticipan los corresponsales españoles en Juba, el resultado será favorable a la independencia.
 
A fin de ganar respetabilidad y de hacer atractiva la opción por la unidad, en abril de 2010 se celebraron elecciones presidenciales en todo el país, después de haber sido aplazadas en varias ocasiones. Las ganó el general Omar al-Bashir[18], prácticamente candidato único después de la retirada de Yassir Arman (SPLM). Para algunos observadores, el hecho de que se produjeran sin excesivos incidentes y que Arman y su partido las aceptasen ya se puede calificar de triunfo[19]. Meses antes del referéndum, Jartum lanzó una campaña de publicidad con el eslogan «Un Nilo, un país», que por lo que vemos no ha tenido mucho éxito.
 
Sin embargo, la victoria del presidente-general no puede hacer olvidar que es el único jefe de Estado del mundo con dos órdenes de busca y captura dictadas por el Tribunal Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y genocidio. Los dirigentes tanto de la Liga Árabe como de la Unión Africana se han negado a colaborar con el Tribunal, de modo que Bashir sigue viajando impunemente por la región.
 
Recientemente, entre los cables del Departamento de Estado filtrados por Wikileaks ha aparecido uno que contiene unas declaraciones del fiscal del Tribunal Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, que atribuye a Bashir una fortuna de 9.000 millones de dólares guardada en bancos británicos[20].
 
5. Vísperas del referéndum
 
Por fin ha llegado el plazo y se celebró el referéndum. Ante el 9 de enero de 2011 aumentó la tensión. Jartum no cejó en sus planes de aterrorizar a los habitantes del sur mediante ataques directos o mediante mercenarios. Los funcionarios de la misión de la ONU en Sudán (UNMIS[21]), que se establecieron primero en el sur y luego, también, en Darfur, confirmaron las denuncias del Gobierno de Juba, de que las fuerzas armadas de Jartum habían bombardeado su territorio[22]. Además, el temible Ejército de Resistencia del Señor cruzó la frontera atacando pueblos en el sur[23], tal como han confirmado, entre otras instituciones, la ONU. En el sur de Sudán se afirma que estos ataques estaban promovidos por Jartum a fin de aterrorizar a los posibles votantes y así no alcanzarse el 60% de participación. La ONU calculó que en 2009 hubo 369.000 personas desplazadas en la región por causa de la violencia.
 
Los problemas han sido enormes: el censo es poco fiable, ya que en torno a un millón y medio de personas se ha trasladado del norte al sur, donde, aunque sea entre la miseria, tienen libertad y dignidad. Miembros de Ayuda a la Iglesia Necesitada han denunciado que los funcionarios del Gobierno estatal sudanés han dicho a refugiados que malviven en torno a Jartum que en caso de ganar el sí a la independencia se les despojaría de la nacionalidad. En el referéndum se definirá no sólo el reparto del petróleo, sino, también, el estatus de la provincia a Abyei, en el centro del país, entre el norte y el sur, y las fronteras definitivas.
 
Después de tantos años de guerra y de muertes, Bashir intuye que el referéndum será seguramente contrario a la unidad y ha comenzado a prepararse para la derrota. Por un lado, el general ha reconocido que aceptará la independencia si los sureños la quieren. Por otro lado, se ha comprometido a implantar un régimen islámico en el resto de Sudán. En un discurso emitido por televisión en diciembre, Bashir prometió que reformaría la Constitución para suprimir las menciones a la diversidad étnica y cultural e introduciría la sharía y el islam como las principales normas del país, así como el árabe como única lengua oficial[24]. Según varios expertos, se trata de un movimiento para reforzar su base popular y contentar a los sectores islamistas que le apoyan.
 
La ONU solicitó el aumento de su personal, sin duda porque teme que se repitan sucesos como los denunciados por su secretario general Ban Ki-moon en Darfur, en los que se acusaba al gobierno de Bashir de limitar los movimientos de los cascos azules[25]. Este diplomático reconoció en noviembre que estaba analizando con los Gobiernos de Jartum y Juba el incremento de cascos azules. Por último, las ONG que se encuentran en Sudán comenzaron una campaña para llamar la atención sobre un acontecimiento que había desaparecido de los medios de comunicación occidentales. En este sentido, los obispos católicos de Sudán (hay nueve diócesis) visitaron la sede las Naciones Unidas, Londres y Washington para plantear que se respete el resultado, sea el que sea. Y en diciembre, se supo que la UNMIS estaba buscando 63 millones de dólares para la compra de una reserva alimenticia en caso de que se estallasen disturbios[26].
 
Ante una probable victoria de la opción independentista, desde los Acuerdos de 2005 varias naciones de todos los continentes han abierto consulados en Juba, la capital de Sudán del Sur: Estados Unidos, Brasil, Irán China, India, Libia, Egipto, Noruega, Reino Unido, Etiopía, Kenia, Uganda, Sudáfrica… España, por ahora, no tiene intención de instalar un consulado. Varias aerolíneas, como Kenya Airways, EgyptAir, Ethiopian Airlines y Eagle Air (Uganda), han establecido rutas que unen Juba con los países circundantes. Juba se está convirtiendo en una ciudad surgida de la nada y carísima[27].
 
Quienes conocen el país creen muy posible el recomienzo de la guerra, con independencia del resultado del referéndum. El norte no aceptará perder el sur y el sur no aceptará seguir bajo el gobierno de Jartum cuando la independencia parece al alcance de la mano. Ambos bandos disponen de armas y de una historia de ambiciones y atrocidades para justificar sus actos.
 
Por lo menos, numerosos Estados se están moviendo a favor de la paz. A mediados de diciembre, el presidente Obama envió cartas a diversos gobernantes de la región pidiéndoles que respaldasen un referéndum pacífico[28] y el egipcio Mubarak y el libio Gadaffi viajaron a Jartum para reunirse con Bashir[29].
 
6. Conclusiones
 
En Sudán confluyen varios conflictos: un proyecto de arabización e islamización de la sociedad; la pugna por petróleo; la presión de Egipto; la división de los habitantes en religiones; los enfrentamientos entre agricultores y ganaderos; la colaboración de los regímenes de Jartum con el terrorismo islámico; el analfabetismo y la pobreza de la población; y el control del Nilo.
 
Los riesgos de una nueva guerra son innegables. Aunque Jartum contaría con los respaldos que ya ha tenido, en esta ocasión las poblaciones del sur han dispuesto de unos años para rearmarse y formar unos cuadros dirigentes. Sólo la presión internacional puede hacer respetar los Acuerdos de 2005 y el resultado del referéndum.
 
Pero el referéndum de autodeterminación en Sudán del sur tiene unos efectos geopolíticos que pueden conmover toda África. Hasta ahora, a medida que las potencias europeas (Reino Unido, Francia, Bélgica, Portugal, España) concedían la autodeterminación a sus colonias, se había impuesto entre los dirigentes africanos el principio del respeto a las fronteras de cada país (art. 4.1 del Acta de la Unión Africana). Éste es uno de los argumentos a los que recurre Marruecos para oponerse a la autodeterminación del Sáhara Occidental, todavía pendiente de ella, según la ONU. Rabat asegura que la independencia del Sáhara abriría un proceso de balcanización en el continente. La de Sudán del Sur no sería la primera independencia que rompiese las fronteras heredadas del colonialismo, ya que en 1993 se produjo la secesión de Eritrea respecto a Etiopía y que costó una larga guerra de décadas, comenzada cuando el emperador Haile Selassie disolvió en 1962 la federación entre los dos países. En la actualidad, Eritrea forma parte de la Unión Africana y de las Naciones Unidas. También es independiente de facto en la misma región del cuerno de África la antigua Somalia británica, desgajada de la Somalia italiana bajo el nombre de Somaliland[30], un país que no ha sido reconocido por ningún otro Estado, pero que tiene su bandera, su moneda y su administración.
 
Siempre se ha reprochado a las potencias europeas haber procedido en el siglo XIX a un reparto de África que no respetó las divisiones tribales ni los accidentes geográficos. La independencia mantuvo en casi todos los casos las fronteras trazadas con tiralíneas en las mesas de las cancillerías europeas. El deseo de impedir que países artificiales en los que convivían enemigos seculares se rompiesen fue una de las razones que llevó a numerosos dictadores al poder. Quizás la disolución más o menos pacífica de un inviable gran Sudán introduzca el realismo en los líderes africanos y sea un ejemplo para otras áreas del continente.



 

Notas


[1] http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/!ut/p/c4/04_SB8K8xLLM9MSSzPy8xBz9CP0os3jjYB8fnxBnR19TE2e_kEAjV28jAwjQL8h2VAQA-zDz3A!!/?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/wps/wcm/connect/elcano/Elcano_es/Zonas_es/00042
[2] http://www.mirayafm.org/index.php?option=com_content&view=article&id=2883:4-nile-basin-countries-sign-nile-water-agreement-regardless-of-egypt-and-sudan-boycott-&catid=85:85&Itemid=278.
[3] http://www.elmundo.es/elmundo/2006/06/27/internacional/1151413540.html.
[4] http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N96/021/75/PDF/N9602175.pdf?OpenElement.
[5] http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N96/107/89/PDF/N9610789.pdf?OpenElement.
[6] http://www.mxnoticias.com/33_internacional/902359_obama-prorroga-un-ano-mas-las-sanciones-economicas-contra-sudan.html.
[7] http://www.elmundo.es/america/2010/08/05/estados_unidos/1281032313.html.
[8] http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/1559624.stm.
[9] http://www.eia.doe.gov/cabs/Sudan/Oil.html.
[10] http://www.elpais.com/articulo/internacional/Jartum/vive/mayor/auge/historia/elpepuint/20071105elpepiint_3/Tes.
[11] http://www.africafundacion.org/spip.php?article4414.
[12] http://www.ecosonline.org/
[13] http://www.afrol.com/articles/36293.
[14] http://unmis.unmissions.org/Default.aspx?tabid=515.
[15] Informe conjunto elaborado por varias ONG y difundido en enero de 2010. http://www.intermonoxfam.org/UnidadesInformacion/anexos/11409/100125_pazsudan.pdf.
[16] http://www.sudantribune.com/Sudan-referendum-law-endorsed-in,33451
[17] http://www.rtve.es/noticias/20110112/participacion-referendum-sudan-supera-ya-60-necesario-para-su-validez/394532.shtml.
[18] http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/26/internacional/1272284936.html.
[19] http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_eng/Content?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/Elcano_in/Zonas_in/ARI167-2010.
[20] http://www.elpais.com/articulo/internacional/presidente/Sudan/guarda/6800/millones/bancos/Reino/Unido/elpepuint/20101218elpepuint_20/Tes.
[21] http://www.un.org/spanish/Depts/dpko/unmis/facts.html.
[22] http://www.europapress.es/internacional/noticia-onu-confirma-bombardeos-aereos-jartum-sur-sudan-20101213224920.html.
[23] http://www.bbc.co.uk/news/world-africa-11058671.
[24] http://www.nytimes.com/2010/12/20/world/africa/20sudan.html?_r=1
[25] http://www.ntn24.com/content/ban-ki-moon-acuso-a-sudan-violar-acuerdo-suscrito-darfur.
[26] http://www.afrol.com/articles/37038.
[27] http://economia.terra.com/noticias/noticia.aspx?idNoticia=200910131430_AFP_78462842&idtel=.
[28] http://www.afrik-news.com/article18603.html
[29] http://allafrica.com/stories/201012200904.html
[30] http://www.somalilandgov.com/