'Soluciones' políticas

por Thomas Sowell, 14 de noviembre de 2007

Es asombroso ver cuántas 'soluciones políticas' están abordando los problemas creados por previas 'soluciones' políticas. Tres ejemplos de ello que vienen inmediatamente a la mente son la crisis del mercado inmobiliario, los incendios forestales en el sur de California y el desabastecimiento de agua en el oeste de Estados Unidos.
 
Actualmente, el Congreso y la administración Bush están compitiendo el uno contra el otro para encontrar una solución a la crisis inmobiliaria, debida a la extensa morosidad hipotecaria - especialmente por la morosidad de los que contrataron riesgosas hipotecas 'subprime'.
 
¿Por qué los solicitantes de préstamo contrataron préstamos tan riesgosos en primer lugar? ¿Y por qué los prestamistas estaban deseosos de prestar a los riesgosos solicitantes? En ambos casos, el gobierno fue factor fundamental en los préstamos subprime.
 
Mucha gente contrató riesgosos préstamos hipotecarios para comprar una casa porque el precio de la vivienda era tan alto que ésta era la única manera en la que podían ser propietarios de una casa. La mayoría contrató riesgosos préstamos en zonas donde los precios eran más caros.
 
En el área de la bahía de San Francisco, donde el precio de la vivienda es el más alto de la nación, los riesgosos préstamos de sólo amortización de los intereses pasaron de ser el 11% de las nuevas hipotecas en 2002 a ser el 66% de todas las nuevas hipotecas en 2005.
 
Estudio tras estudio se ha demostrado que el precio de la vivienda es el más alto allí donde las restricciones gubernamentales sobre la construcción son más severas. Ése es el feo resultado de palabras bonitas como 'espacio abierto.'
 
¿Por qué los prestamistas prestaban a la gente cuyas perspectivas para devolver sus préstamos estaban por debajo del promedio - es decir, subpreferencial, el 'subprime'?
 
Las leyes y la política gubernamentales, especialmente la Ley de Reinversión en la Comunidad (Community Reinvestment Act), presionaron a los prestamistas a invertir en gente y lugares en los que de otra manera no invertirían. El gobierno también creó los temporalmente muy bajos tipos de interés que hicieron que las hipotecas pareciesen asequibles por el momento.
 
Ahora que los políticos han creado este lío, están listos para jugar a héroes al rescate.
 
Con respecto al fuego que barría el sur de California, pese a lo trágico que es eso, ha sucedido repetidamente con anterioridad - en los mismos lugares, en la misma época del año, justamente como los huracanes.
 
¿Por qué se arriesgaría la gente a construir casas de millones de dólares en trayectos conocidos de incendios forestales? Por la misma razón que la gente elige vivir en el trayecto conocido de los huracanes. Porque al gobierno -- es decir, a los contribuyentes - se les endilgará la mayor parte de los costes para hacerle frente a esos peligros y de los costes de reconstrucción.
 
¿Por qué hay una cantidad tan enorme de vegetación inflamable sobre un área tan amplia que los incendios pueden alcanzar proporciones imparables para el momento en que se consiga llegar a los lugares donde vive la gente? Porque el 'espacio abierto' se ha convertido en una vaca sagrada política que va más allá de la discusión racional.
 
Las mismas severas restricciones gubernamentales en la construcción que encarecen el precio de la vivienda hasta por las nubes también conducen a que haya extensas áreas con nada más que árboles y arbustos. Donde no llueve durante meses, eso es peligroso.
 
No importa cuánto espacio abierto haya, nunca es suficiente para los extremistas medioambientales, que causarán problemas políticos si se le permite a cualquier persona romper con edificios esos kilómetros y kilómetros de vegetación sólida, aunque el pavimento y la mampostería no arden.
 
En otras palabras, el gobierno conserva todas las condiciones para que se den los incendios forestales y subvenciona a la gente que vive en su trayecto.
 
En cuanto al desabastecimiento de agua, es algo tan endémico en California como los incendios forestales. Pero cuando un economista escucha que hay un desabastecimiento de agua que persiste por años, la primera pregunta que le viene a la mente es: ¿Por qué no sube el precio hasta que la oferta y la demanda sean iguales?
 
Si usted contestó 'el gobierno,' es usted un alumno aventajado.
Los proyectos de agua del gobierno federal suministran mucha del agua usada en California permitiendo que la agricultura prospere donde de otra forma habría un desierto.
 
El gobierno vende el agua a los agricultores en precios artificialmente más bajos que el coste de suministro - y a una minúscula fracción de lo que paga la gente por el agua en Los Ángeles o San Francisco.
¿Es acaso noticia a estas alturas que la gente malgasta las cosas que consigue por poco dinero? Ha estado sucediendo durante siglos.
 
Pero ninguna de las 'soluciones políticas' para el racionamiento drástico del agua tocará los precios baratos del agua que lleva a que los agricultores se dediquen a cultivos que requieren enormes cantidades de agua en un desierto.

 
 
Thomas Sowell  es un prolífico escritor de gran variedad de temas desde economía clásica a derechos civiles, autor de una docena de libros y cientos de artículos, la mayor parte de sus escritos son considerados pioneros entre los académicos.  Ganador del prestigioso premio Francis Boyer presentado por el American Enterprise Institute, actualmente es especialista decano del Instituto Hoover y de la Fundación Rose and Milton Friedman
 
 
©2007 Creators Syndicate, Inc.
©2007 Traducido por Miryam Lindberg