Que viene el Holocausto

por Mark Steyn, 2 de marzo de 2007

(Publicado en Chicago Sun Time, 11 de febrero de 2007)

Nuestra Idea de la Semana viene de Ellen Goodman, del Boston Globe: 'Me gustaría decir que estamos en un punto en el que el calentamiento global es imposible de negar. Digamos solamente que los revisionistas del calentamiento global están ahora a la altura de los revisionistas del Holocausto, aunque unos revisan el pasado y los otros niegan el presente y el futuro'.
 
Eso sería verdaderamente único: el revisionista del holocausto climático. La semana pasada escribí acerca del 'calentamiento global', o 'enfriamiento global', o 'cambio climático', o (el término más reciente) 'disrupción climática' -- para aquellas partes del mundo donde el clima no está cambiando realmente, pero tienes un fenómeno ocasional: un día cálido en invierno, o un aluvión de nieve a finales de abril, o (para los lectores británicos) un día de verano donde llega a los 26 y está nublado en lugar de estar en los 22 y estar chispeando. Como resultado de mi revisionismo del holocausto climático, recibí una tonelada de cartas en la línea de esta:
 
'Su artículo hizo reír a carcajadas a la mayor parte de mis estudiantes, la mayoría de los cuales son conservadores. La palabra de un periodista contra seis años de investigación exhaustiva llevada a cabo por autoridades mundiales en la materia.
 
'Pero como dice uno de mis estudiante's [sic]: 'El artículo de Steyn podría demostrar ser valioso: aquí se nos acaba con frecuencia el papel higiénico'.
 
'Cómo es que se puede usted ganar la vida escribiendo es un misterio. Pero es que lo vulgar quiere ser engañado, después de todo.
 
'Steve Pierson,
Profesor de inglés'.
 
Presumiblemente, el profesor Pierson firma como 'profesor de inglés' para establecer sus credenciales para opinar sobre cómo puedo ganarme la vida escribiendo. Siendo honesto, me encanta saber que se habla de mi en el Onondaga Community College de Syracuse, N.Y.: ¿Desplacé a Shakespeare? ¿O a Maya Angelou? ¿O a la clase donde aprendes a no poner un apóstrofe en los nombres plurales? ¿El juicio del profesor Pierson de mis escritos también ha sido revisado exhaustivamente por autoridades mundiales?
 
No todos nosotros estamos tan ciegos con los títulos. Pero, si usted lo está, puede que quiera leer el número de diciembre del Journal Of Atmospheric And Solar-Terrestrial Physics en el que Cornelis de Jager, del Real Instituto de Investigación Marina de Holanda, y Ilya Usoskin, del Observatorio Geofísico Sodankyla de Finlandia, ponen a prueba la validez de las dos hipótesis actuales sobre la dependencia de la energía solar por parte del calentamiento climático -- siendo la primera que las variaciones en la temperatura troposférica están provocadas directamente por los cambios en la radiación solar (totales o espectrales), y la otra que las fluctuaciones en los rayos cósmicos provocados por la modulación solar / heliosférica afectan al clima a través de la formación de nubes. El holandés y el finlandés procedentes de instituciones de primera línea con los nombres entre algodones escribiendo en el exhaustivo diario concluyen que es más probable lo segundo -- que es más probable que la temperatura troposférica sea afectada por las variaciones en el flujo de la radiación ultravioleta, en lugar de las del flujo de radiación cósmica.
 
¿Piensa usted que tal vez sea hora de pasar la página al desplegable a doble cara de 'Una vida en imágenes' sobre Anna Nicole Smith? Bien, ésa es mi idea: la mayor parte de nosotros no leemos ciencia, ni siquiera el resumen de un libro científico. Simplemente leemos un hilo constante procedente de la ciencia sobre que 'la ciencia está segura', y por tanto no necesitamos pensar sobre ello más: han pensado por nosotros. El 'informe' del Panel Intergubernamental de la ONU de la semana pasada, por ejemplo, no es el informe, sino un resumen político del mismo. Como escribía David Warren en el Ottawa Citizen:
 
'Observe que las conclusiones del informe del Panel fueron difundidas primero, y la investigación que las apoya es prometida ahora para adentro de varios meses. ¿Qué le dice eso?'
 
Sin duda. Sin embargo, cuando sí lees ciencia real, rápidamente aprecias que no está 'segura' en ningún sentido -- que existen todo tipo de variables. Por citar a las grandes estrellas franco-finlandesas:
 
'Existe un acuerdo general en que las variaciones en la temperatura troposférica global (o hemisférica) se deben, en parte al menos, a las de la actividad solar (ver Bond et al., 2001; Solanki y Krikova, 2003; Usoskin et al., 2005; Kilcik, 2005).'
 
Por tanto: 'Las oscilaciones de la temperatura troposférica conjunta tienen que incluir la interacción estratosférica- troposférica'. Sin embargo 'Un mecanismo claro que transmita eficazmente el calor estratosférico a la troposfera no está claro aún'.
 
Hey, Hey, vuelva. No es momento de pasar página: el extracto ilustrado en la página D27 de la Antología de Grandes Películas Lésbicas de Roger Ebert fue sustraído por el chico de reparto. El tema aquí es: existe un gran desacuerdo en que el cambio climático esté teniendo lugar realmente: en los términos del Holocausto de Ellen Goodman (y recuerde, la analogía es suya, no mía), es como si supiéramos que murió un montón de gente, pero no tuviéramos idea aún de quién o qué los mató. Por ejemplo: la creciente actividad de los monzones en la costa occidental de La India como consecuencia de los mínimos en manchas solares Sporer y Maunder. ¿Ha estado siguiendo eso?
 
El récord de expertos en este terreno -- o, según cualquier rasero, el historial de expertos absolutistas en este terreno -- no anima. Simplemente por citar a los dueños corporativos de Ellen en The New York Times Company, he aquí (del nuevo y arrollador libro de Christopher C. Horner Guía políticamente incorrecta del calentamiento global) la volátil postura del Times en la materia:
 
'MacMillan informa de señales de una nueva Edad de Hielo' (18 de septiembre de 1924).
 
'América en el periodo cálido más largo desde 1776: temperatura récord en un incremento de 25 años' (27 de marzo de 1933).
 
'Importante enfriamiento considerado inevitable ampliamente' (21 de mayo de 1975).
 
'Los períodos de calor anteriores albergan pocos motivos para relajarse en materia del calentamiento global' (27 de diciembre del 2005).
 
El 'cambio climático' no es como predecir la política italiana de coalición. Solamente existen dos opciones, de modo que, sea cual sea la que predigas, solamente tienes un 50% de probabilidades de estar en lo cierto. El planeta siempre estará o calentándose o enfriándose.
 
En este momento probablemente estará usted quejándose: Oh, vamos, Steyn, ¿qué clase de análisis sofisticado es ese? No solamente sube o baja, podría quedarse más o menos algo así como donde está.
 
Muy cierto. En el curso del siglo XX, la temperatura del planeta presuntamente se incrementó en 0,7 grados Celsius, que (para aquellos de ustedes que quieran que suene más aterrador) es un pelo por encima del grado Fahrenheit. ¿Es eso una especie de quedarse igual, o es una dramática tendencia de calentamiento?
 
¿Y una nulidad punto siete de un escalón vale convertir en escombros la economía global? Seguro, dicen John Kerry y Al Gore, excitándose con retraso de pronto por la ratificación de Kyoto. Pero, si América y Australia hubieran firmado Kyoto, y si Europa y Canadá lo hubieran cumplido en lugar de estar simplemente simulando cumplirlo, para el 2050, el tratado habría reducido del calentamiento global en 0,07 C: una cifra que sería estadísticamente indetectable dentro de la variación climática anual. Y, a cambio de este gesto insignificante, el PIB de América en el 2010 se habría reducido en 97.000.000.000 dólares, hasta los 397.000 millones -- y eso son los modelos optimistas en cierto sentido de la Oficina de Información de la Administración Energética de los Estados Unidos.
 
Y ahora Jerry Mahlman, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, dice que 'podría llevar otros 30 Kyotos' detener el calentamiento global: 30 x 397.000.000.000 dólares son... lo siento, demasiados ceros para mi calculadora.
 
De modo que, frente a un incremento de un grado en la temperatura, podríamos destruir la economía del planeta, la tecnología, las comunicaciones y la prosperidad, y arruinar las vidas de millones de personas. O podríamos hacer lo que el hombre hace mejor: adaptarse.
 
Haga las cuentas.


 

 
 
Mark Steyn es periodista canadiense, columnista y crítico literario natural de Toronto. Trabajó para la BBC presentando un programa desde Nueva York y haciendo diversos documentales. Comienza a escribir en 1992, cuando The Spectator le contrata como crítico de cine, Más tarde pasa a ser columnista de The Independent. Actualmente publica en The Daily Telegraph, The Chicago Sun-Times, The New York Sun, The Washington Times y el Orange County Register, además de The Western Standard, The Jerusalem Post o The Australian, entre otros.
 
 
© Mark Steyn, 2007