Plebiscito en Colombia

por Pedro Fernández Barbadillo, 25 de junio de 2010

 

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales ha supuesto un plebiscito no sólo a favor de Juan Manuel Santos, sino, además, a favor de su mentor, el ya presidente en funciones Álvaro Uribe. A Colombia no ha llegado la que Eduardo Mackenzie ha llamado “la hora de la ingratitud y del cinismo”[1].
 
 
La introducción en la Constitución de 1994 del requisito de que el presidente obtuviera la mayoría absoluta de votos emitidos, fuera en primera vuelta o en segunda, ha contribuido desde entonces a aumentar la legitimidad de los elegidos. Antes, se podía acceder a la Casa de Nariño con menos de dos millones de votos. La cifra obtenida por el derrotado Antanas Mockus, 3.588.819 papeletas, ha superado a las de todos los presidentes anteriores a 1994 salvo Virgilio Barco, en 1986. Un factor de legitimación imprescindible en un área tan inestable y en unas circunstancias nacionales agitadas.
 
 
 
VOTACIONES PRESIDENCIALES EN COLOMBIA
 
CANDIDATO GANADOR
AÑO
VOTOS
Carlos Lleras (Frente Nacional)
1966
1.881.502
Misael Pastrana (Frente Nacional)
1970
1.625.025 
Alfonso López Michelsen (liberal)
1974
2.929.719
Julio César Turbay Ayala (liberal)
1978
2.503.681
Belisario Betancurt (conservador)
1982
3.189.587
Virgilio Barco Vargas (liberal)
1986
4.214.510
César Gaviria (liberal)
1990
2.891.808
Ernesto Samper (liberal)
1994
primera vuelta
2.623.210
Ernesto Samper (liberal)
1994
segunda vuelta
3.733.366
Andrés Pastrana (conservador)
1998
primera vuelta
3.613.278
Andrés Pastrana (conservador)
1998
segunda vuelta
6.114.752
Álvaro Uribe (Partido de la U)
2002
5.862.655
Álvaro Uribe (Partido de la U)
2006
7.397.835
Juan Manuel Santos (Partido de la U)
2010
primera vuelta
6.758.539
Juan Manuel Santos (Partido de la U)
2010
segunda vuelta
9.004.221
 
Más votos que Chávez
 
Santos incluso ha recibido más votos que el dictador populista de Venezuela. En su última reelección, en diciembre de 2006, Hugo Chávez obtuvo 7.161.637 votos, el 62,89% de los emitidos. Los nueve millones de votos de Santos representan además el 69% de los registrados en la segunda vuelta. Está claro quién es más popular entre sus compatriotas.
 
Como ocurrió en la primera vuelta, Santos ha vencido en todos los departamentos, salvo uno: Putumayo, donde la diferencia entre ambos rivales ha sido de 10.000 votos a favor de Mockus. En Bogotá, de cuya capital fue alcalde seis años el candidato del Partido Verde, Santos ha obtenido 1.447.232 (61,47%) y Mockus 825.210 (35,05%), menos de ocho puntos porcentuales por encima de su media nacional.
 
La votación ha sido menor en esta segunda vuelta: 13.038.370 (papeletas para las dos candidaturas y en blanco), frente a 14.573.593. Este millón y medio menos se explica por dos motivos: la tradicional apatía electoral de los colombianos y por la ausencia de incertidumbre en el resultado. Los votos en blanco casi se doblaron, de 224.000 a 445.000 (3,41%). Mientras Santos ha atraído 2,2 millones de nuevos votantes, Mockus, el candidato sorpresa, el candidato cercano, el candidato nuevo, sólo pudo atraer a 450.000.
 
En España, también disminuyó el número de votantes en los consulados, aunque se modificó el resultado. En la primera vuelta sufragaron 8.648 personas; de las que el 45% optó por Mockus y el 41% por Santos. En cambio, en la segunda vuelta votaron 7.614 colombianos, de los que 4.237 eligieron a Santos (55,96%) y 3.169 (41,85%) a Mockus. Los colombianos residentes en España, como la gran mayoría de sus compatriotas en su país, se inclinaron por el ex ministro de Uribe. En las elecciones presidenciales de 2006, Uribe obtuvo entre la colonia establecida en España un 77% de las papeletas, quince puntos por encima de la media nacional. La inmigración estable hispanoamericana asentada en España suele preferir a los candidatos liberales y conservadores en perjuicio de los populistas[3].
 
A la vista de estos resultados cabe sacar dos conclusiones:
 
  1. Los colombianos han premiado a Uribe, que no podía presentarse a un tercer mandato, votando a Santos, que es su sucesor y una garantía del mantenimiento de los dos grandes éxitos del Gobierno uribista: la seguridad pública y el desarrollo económico.
  2. El candidato preferido de los encuestadores, los periodistas de información política y la casta intelectual[4] ha sido rechazado por los ciudadanos. Otra muestra de la división en las sociedades europeas y americanas entre las élites que monopolizan los medios de creación de opinión pública y los ciudadanos.
 
Santos ya ha empezado a preparar su nuevo Gobierno y a acordar con Uribe el traspaso de poderes, que se producirá el 7 de agosto. En los ocho años transcurridos entre 2002 y 2010, los secuestros han bajado en un 85% y los homicidios en un 45% menos. Caracas (Venezuela) y Ciudad Juárez (México) han sustituido a Bogotá, Medellín y Cali como epítomes de ciudades sin ley. Aunque Colombia sigue siendo el segundo país más pobre de Sudamérica, por delante sólo de Bolivia, en ese período se han creado tres millones de empleos y las exportaciones en productos no tradicionales (café y petróleo) han pasado de 5.330 millones de euros a 12.100 millones[5].
 
Al frente del Partido Social de la Unidad Nacional, tanto Uribe como Santos, han desmontado el agobiante bipartidismo entre conservadores y liberales que ha dominado la política colombiana desde finales del siglo XIX. No sólo la presidencia, sino, también, el legislativo, están controlados por el nuevo partido. Merced a la victoria obtenida en las elecciones parlamentarias de marzo por el Partido de la U y a posteriores acuerdos con partidos como el Conservador, el Liberal y Cambio Radical, Santos cuenta con el respaldo del 86% de los parlamentarios: 232 de los 268 diputados y senadores del Congreso. La oposición sólo tendrá los ocho senadores y cinco diputados del izquierdista Polo Democrático, más los cinco senadores y un diputado del Partido Verde[6]. La coalición a favor de Santos en el Congreso será mayor que la que respaldó a Uribe. Por tanto, no es de esperar que haya problemas para aprobar las nuevas medidas que presente el Gobierno de Santos, cuyo principal objetivo es la economía.
 
¿Qué hará el eje bolivariano?
 
Aunque el presidente de Ecuador telefoneó a Santos para felicitarle y el Gobierno venezolano emitió una declaración en el mismo sentido[7], no puede, hay que tener muy presente que Santos, como ministro de Defensa, negoció el acuerdo militar con Estados Unidos para la autorización de uso de varias bases militares colombianas, que ha irritado a Chávez y sus subalternos: Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega. Un juez ecuatoriano ha abierto proceso a Santos por haber ordenado el bombardeo del campamento de las FARC en territorio de Ecuador en el que murieron varios terroristas y algunos invitados suyos. En mayo, pocos días antes de la primera vuelta de las elecciones, este juez le envió una notificación[8]. Menuda casualidad, ¿verdad?
 
En marzo pasado, el diario El Tiempo, que fue propiedad de la familia Santos, publicó en portada El plan chavista frente a las elecciones. Se trata de “un documento de cinco páginas, el Gobierno Bolivariano de Venezuela plasmó hace menos de dos semanas su análisis sobre las próximas elecciones presidenciales en Colombia y las estrategias que usaría frente a los diferentes candidatos. (…) que circuló en la Dirección de Inteligencia Militar en Caracas”[9].
 
Del entonces candidato con más posibilidades para ser electo presidente, la Hoja de Ruta 2010. Relaciones bilaterales Colombia-Venezuela, que tal es su título, decía lo siguiente:
 
“Si resulta electo Juan Manuel Santos se pueden augurar mayores tensiones en las relaciones bilaterales. Álvaro Uribe es al menos un político; Santos en el poder representaría la derecha ultramontana y supremacista (sic), ultraliberal y proestadounidense.”
 
Puesto que Hugo Chávez lleva a cabo desde hace diez años una política exterior basada en el palo y la zanahoria, en el piropo y el insulto, cabe esperar que, pasado un tiempo, Caracas reanude acciones de desestabilización, como el bloqueo a las importaciones colombianas ordenado en 2009[10]. Sin embargo, Santos puede contestar a Chávez: “Yo tengo más votos que tú”. Y si quiere puede añadir: “Y los he conseguido sin bandas de matones ni repartos de bolsas de comida”.
 
El único punto negro de estos días es el futuro que le espera a Álvaro Uribe después del 7 de agosto. La izquierda chavista le considera “un agente del Imperio”[11]. Una vez perdida su inmunidad como jefe de Estado, los jueces y abogados izquierdistas de las dos orillas del Atlántico pueden lanzarse sobre él y tratar de que un tribunal colombiano o extranjero le procese.


 

 
 
Notas
[1] http://www.gees.org/articulos/con_determinacion_hacia_el_20_de_junio_7873.
[2] http://www.colombia.com/especiales/elecciones_2010/resultados/.
[3] http://www.gees.org/articulos/los_inmigrantes_hispanos_votan_contra_el_populismo_de_izquierda_2669
[4] Veintitrés intelectuales europeos y americanos elaboraron un manifiesto a favor de Mockus para influir en el voto de los colombianos. http://www.eltiempo.com/elecciones2010/antanasmockus/ARTICULO-WEB-PLANTILLA_NOTA_INTERIOR-7724989.html y http://www.elpais.cr/articulos.php?id=24998&usg=AFQjCNH6LF_rUYsu2NvVCvqCmACbP5QtJg.
[5] http://www.abc.es/20100621/internacional/declaracion-guerrilla-201006210314.html y http://www.elpais.com/articulo/internacional/Envidiando/Colombia/elpepuint/20100620elpepiint_12/Tes
[6] http://www.semana.com/noticias-elecciones-2010/coalicion-santista-fuerte-uribista/140088.aspx.
[7] http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/73986-NN/juan-manuel-santos-celebra-llamada-de-ecuador-y-felicitacion-de-venezuela/.
[8] http://www.laprensasa.com/2.0/3/32/689831/America/Juez-ecuatoriano-dispone-notificacion-a-Santos-por-proceso-de-Angostura.html.
[9] http://www.gees.org/articulos/el_papel_de_chavez_en_las_elecciones_de_colombia_7671#_ednref17.
[10] http://www.abc.com.py/abc/nota/115069-Ch%C3%A1vez-amenaza-a-Colombia-con-cortar-comercio/.
[11] http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/144785/evo-morales-acusa-a-uribe-de-ser-un-agente-del-imperio-y-de-tratar-de-hacer-fracasar-la-cumbre/.