¿"Pivotando" hacia África?
por GEES, 30 de enero de 2013
¿Una nueva base norteamericana en África? Es lo que aseguran algunos medios en Estados Unidos. Barajan el nombre de Níger, país limítrofe con Mali, con el que Washington acaba de firmar un acuerdo para dar protección legal al personal militar norteamericano en el país. Un acuerdo fruto de unas negociaciones que se iniciaron el año pasado y que todo indica que se han acelerado desde que Francia lanzó la misión militar en Mali el 11 de enero.
Al mismo tiempo, París y Washington pueden estar moviendo los hilos para crear un centro de inteligencia también en Níger, y que podría incluir una base, cerca de la frontera maliense, para albergar los drones norteamericanos. Una base desde la cual se pudieran lanzar los aviones no tripulados para vigilar los movimientos de Al-Qaeda en la zona, pero que en ningún caso incluiría ataques.
Aunque la prioridad geoestratégica de Estados Unidos es Asia-Pacifico, la realidad dice que esfuerzo antiterrorista debe centrarse hoy en día en África. Y hasta ahora la presencia militar en el continente ha sido limitada, con una única base en Djibouti, a casi 5.000 kilómetros de Mali. Sin duda sería un paso interesante para el Africom, el mando norteamericano en el continente, que con un cuartel general con sede en Stuttgart, Alemania, no siempre ha sido capaz de tomar el pulso a la realidad africana. Y a lo largo de los últimos dos años ha sido puesto más de una vez en evidencia. Incluso en los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que el actual jefe del Africom, el general Carter Ham, fuera destituido por su actuación y respuesta tras Bengasi.
Sin embargo, aún no hay nada en firme. Las negociaciones sobre la instalación de una base norteamericana en África Occidental están muy al principio y no se descartan otros países aparte de Níger, como por ejemplo Burkina Faso. Por lo tanto también es muy pronto para hablar de número de personal o el papel que van a jugar, aunque si la campaña francesa en Mali va para largo, se podría esperar un posible apoyo.
Tampoco hay que olvidar las reticencias del Departamento de Estado a que los drones operen en la región porque temen que se les acuse de tratar de militarizar la tierra africana. Y John Kerry, próximo secretario de Estado, parece estar más preocupado por la presencia de China en África que por la amenaza que supone la presencia de grupos extremistas vinculados de una manera u otra con Al-Qaeda. Al menos es lo que se pudo deducir de su reciente comparecencia en el Senado para la confirmación de su cargo.
Está claro que la respuesta norteamericana a los retos que surgen en África – y en concreto África Occidental - está siendo tardía y no del todo adecuada. Hace falta algo más para que la región se estabilice, por ejemplo un plan. Desde aquí ya lo hemos dicho más de una vez: con los drones no se gana una guerra.