Peligroso Yemen

por Manuel Coma, 12 de enero de 2010

 

(Publicado en La Razón, 11 de enero de 2010)
 
Mala cosa cuando un rincón perdido del mundo salta al primer plano. Eso es lo que ha ocurrido con Yemen, a propósito del intento de reventar un avión sobre Detroit el 25 de diciembre. El eco en España ha sido escaso pero en Estados Unidos, atronador. Está claro que todavía tienen el 11-S a flor de piel. El joven nigeriano Abdulmutallab fue a Yemen a graduarse en yihadismo con los mejores maestros de Al Qaida. Allí le proporcionaron una misión suicida y una bomba de diseño muy imaginativo y avanzado, que sólo su incompetencia y el coraje de quienes iban a ser sus víctimas impidieron la explosión. Entre sus principales maestros se cuenta el notorio imam Al-Awlaki, de origen yemení pero nacido y educado en América. Mentor espiritual, también, del comandante médico (psiquiatra) Hasan, que mató a 7 de sus colegas en Fort Hood, en pleno Texas, un mes antes.
 
Verdaderamente, el terror islamista no conoce fronteras. Ese arrebato sagrado encuentra en Yemen un lugar de excepción en el que anidar. Donde a los nativos les va mal, Al Qaida prospera. En el ángulo meridional de la península arábiga, con costa al Mar Rojo y al Índico, al otro lado del cuerno de África, es el más pobre de los países árabes. Puramente tribal, todo un índice de atraso, está en plena explosión demográfica, cuando el poco petróleo que tiene, que representa el 75% del presupuesto del débil estado, se acaba al tiempo que se vacían los acuíferos. El Gobierno, corrupto como es de suponer, ha llevado a sus fuerzas militares a la extenuación contra rebeldes chiitas en el norte, ayudados por Irán, y un movimiento separatista en el sur. Y Al Qaida. Un país que no nos dejará que lo olvidemos.