"Nation building" en Afganistán

por Joseph Stove, 13 de enero de 2010

 

Desde finales de Agosto de 2009, cuando el General McChrystal firmó su ya famosa Valoración Inicial de la ISAF, pasaron tres meses hasta que el Presidente Obama dio la respuesta a sus peticiones de recursos para cumplir la misión en Afganistán. Para anunciarlo, el Presidente se fue hasta la Academia Militar de West Point; ni siquiera en ese momento prescindió de la parafernalia -propia de todo político-, para buscar el necesario rédito mediático. Si Obama se inspiró en la Proclama de Lincoln en Gettysburg en 1863, no parece que su discurso vaya a ocupar en la historia un lugar parecido. "Deber, honor, patria", el lema de la famosa Academia, se usó como amuleto para conjurar las posibles iras de los conservadores, mientras que con referencia a un horizonte de repliegue proporcionaba un lenitivo a la parte más "liberal" de su partido.

El discurso de West Point hay que tomarlo como lo que fue: un acto político con su carga de histrionismo y en clave mucho más interna que externa. Pero eso no implica olvidar que es el Presidente Obama quien dicta lo que hay que hacer en Afganistán, y para que hay que hacerlo. En su motivación pesan mucho las implicaciones de política interior ya que,  en sangre y tesoro, los Estados Unidos hacen la gran inversión. El Presidente americano dio la orden de enviar 30.000 soldados y ha pedido a los aliados otros miles más, que jubilosamente le han dado. Si la victoria en Afganistán se pudiera medir en cifras, algunos, con el envío del refuerzo de tropas, ya darían por resuelto el problema. Pero como actividad social, y por lo tanto humana, la guerra no es reducible a guarismos.
 
Lo que parece que más había calado en la opinión pública era la fecha del comienzo de la retirada, o al menos así lo expresaron medios afines a la Casa Blanca. Se había transmitido una sensación de alivio: el problema estará resuelto en 18 meses. Pero era algo tan burdo que los desmentidos no se hicieron esperar. La fijación de fechas de retirada a años vista es simplemente una falacia, y quien la practica lo sabe. Lo que quedó - aun esta fuera del debate público pese a que es lo verdaderamente importante-, es el problema a resolver y como se piensa hacer. En este sentido, la narrativa oficial apoya la versión de que la guerra no es americana, es de los afganos, y que de lo que se trata es negar a Al-Qaeda un santuario.
 
A la guerra de Afganistán, en la que Estados Unidos y sus aliados están inmersos, se le va a aplicar una estrategia de nation building, finalidad que necesita valorarse en todas sus dimensiones y, en primer lugar, en su adecuación. ¿La construcción de un estado es el remedio para negar un santuario a un actor de inestabilidad global como Al-Qaeda?, ¿su consecución sería el equivalente a la victoria?, en caso afirmativo, habría que ver de qué dimensión temporal se está hablando. Los esfuerzos por construir un estado viable en Afganistán comenzaron hace muchos años y ponerle ahora un término a semejante tarea es, como poco, un ejercicio de fantasía.
 
Los esfuerzos de nation building en Afganistán no son nuevos y sería positivo aprender de ellos. Durante treinta años, entre 1949 y 1976 -sin existir insurgencia que obstaculizara los esfuerzos-, los Estados Unidos llevaron a cabo un gran proyecto de ese tipo, precisamente en la provincia de Helmand. Se basaba en la construcción de una presa para la irrigación de una amplia zona que pudiera promover el desarrollo económico, incluidas educación, industria, agricultura y medicina. Contaba con una dirección única con la participación del gobierno afgano. El esfuerzo acabó en poco, porque tres años más tarde los soviéticos invadieron el país alegando que éste necesitaba su nation building. El Profesor Cullather, de la Universidad de Indiana, autor de un trabajo de investigación sobre el proyecto americano resumía el resultado: "El esfuerzo de construcción de estado no fracasó en Afganistán por falta de dinero, tiempo o imaginación. En el Valle de Helmand, la maquinaria y los sueños de modernización habían recorrido su camino, canalizando el desierto hasta que alcanzaron los límites de la física, la cultura y la historia" [1].
 
En este contexto, el incremento de tropas para llevar a cabo una campaña de contrainsurgencia (COIN) tiene como finalidad obtener el ambiente de seguridad necesario para que sean viables los esfuerzos de construcción, no de reconstrucción. En el lenguaje al uso, la "construcción de estado" hace referencia a aquellas actuaciones inducidas desde el exterior para desarrollar, sobre un estado más o menos reconocido, una identidad nacional coincidente con los sentimientos de la ciudadanía allí asentada. Son muchos los especialistas que mantienen que el hecho de tratar de convertir a Afganistán en un estado viable con un sistema representativo pseudodemocrático -lo que algunos denominarían una "democracia islamista"-, requeriría un ejercicio de arquitectura social de proporciones gigantescas.   
 
En Afganistán no sólo existe un problema de seguridad. El establecimiento de un Ejército y de Fuerzas de Seguridad afganas de muchas decenas de miles de personas, adiestradas y armadas, tendrá su mayor incidencia en el hecho de que muchas familias vivirán de ello. El problema está en que cuando la ISAF abandone las estribaciones meridionales del Indo Kush, se pueda mantener la lealtad de esas tropas al estado afgano. Hamed Rashid nos recomienda que se construya un estado que él denomina "minimalista": que respete su estructura tribal y que proporciones los servicios básicos [2].
 
Hay prisa en Occidente para salir de Afganistán, como si lo que allí pudiese reducirse a las cosmovisiones de aquí, como si el tiempo discurriese a la velocidad que lo hace en Nueva York, como si los afganos se convencerán que matar a soldados de la ISAF está mal visto y como si estuviesen dispuestos a cambiar sus vidas para siempre. Nation building es tarea difícil y costosa, en algunos lugares casi imposible. Bizancio y sus aliados deben prepararse para montar guardia en las colosales ruinas afganas de Qala Bist por mucho tiempo.
 
 
 

Notas
[1] Cullather, Nick, "From New Deal to New Frontier in Afghanistan: Modernization in a Buffer State", http://www.nyu.edu/gsas/dept/icas/Cullather.pdf                                                                                         [2] Por ejemplo, RashidAhmed "In Afghanistan, Let's Keep It Simple", Washington Post, 6 de septiembre de 2009, en http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/09/04/AR2009090402277.html .