Más que Obama, menos que Bush

por Rafael L. Bardají, 26 de mayo de 2013

(Publicado en La Gaceta, 27 de mayo de 2013)

 El presidente Obama dio ayer un relevante discurso sobre su política de seguridad y contraterrorista. Una vuelta de tuerca más de la llamada ¨doctrina Obama¨. Como es habitual, su retórica, esencialmente anti-Bush, poco tiene que ver con su política real. Igualmente, sigue creyendo que sus palabras son suficientes para cambiar el mundo a pesar de que es patente que no es así. Años después de su apertura al mundo árabe, la imagen de Estados Unidos en Oriente Medio es bastante peor que la de los años de Bush. Su condena ayer, de nuevo, del término ¨guerra global contra el terror¨ no pasa de ser una mera argucia porque lo que Obama dijo que defiende es ni más ni menos que “los esfuerzos persistentes y selectivos para desmantelar redes específicas del extremismo que amenaza a América¨. Si alguien puede encontrar la diferencia, que lo haga por favor.

 
Obama, de hecho, presentó ayer su cara más brutal. Defendió con el cuchillo entre los dientes la necesidad y la legalidad de matar con drones a todos aquellos que representan un peligro claro. Los cerca de 400 ataques desde aviones no tripulados en Yemen y Pakistán que ha autorizado prueban su sinceridad en este punto. Pero mientras que Bush daba sentido a su intervencionismo por su defensa de la democracia y la libertad en el mundo, Obama sólo justifica el uso de la fuerza en la defensa estricta de América. Nada de agenda de la libertad. Más egoísta, más descarnado pero consistente con su visión de unos Estados Unidos que “lideran desde el asiento de atrás”. En ese sentido, con el discurso de ayer Obama es más que el Obama izquierdista de su retórica, pero menos que Bush en su visión global. América para los americanos. Los problemas del mundo para los demás.