Luces y sombras en la lucha contra el terrorismo yihadista salafista

por Carlos Echeverría Jesús, 21 de junio de 2010

Si mayo comenzaba con el intento de atentado contra la siempre concurrida plaza neoyorquina de Times Square terminaba con el asalto por la Marina israelí contra la autodenominada “Flotilla de la Paz” fletada por, entre otros actores pero principalmente, islamistas turcos, y que conducía hacia la emblemática franja de Gaza a una compleja mezcla de pacifistas, activistas islamistas y personajes varios. Siendo este último acontecimiento, que buscaba ante todo romper el embargo a la franja dominada por el Movimiento de Resistencia Islámico palestino (más conocido por su acrónimo de Hamas), un nuevo alimentador propagandístico en términos de victimización universal, otros sucesos ocurridos en gran medida a lo largo del susodicho mes de mayo en diversos escenarios del mundo – y que incluyen el ya anunciado retraso “sine die” de la esperada ofensiva aliada en Kandahar, en Afganistán – nos permiten dibujar un escenario de luces, algunas, y de sombras, demasiadas, en lo que a la necesaria lucha contra el terrorismo yihadista salafista respecta.

 
1. Los entresijos del atentado fallido de Times Square y la situación en “Afg/Pak”.
 
El atentado frustrado de Times Square, el 4 de mayo, iba a ser cometido con un dispositivo muy rudimentario pero que podría haber provocado muchas víctimas. El principal sospechoso de este atentado, Faisal Shalzad, paquistaní de origen que había obtenido la nacionalidad de los EEUU tras casarse con una paquistaní-estadounidense, era detenido cuando intentaba abandonar el país en un vuelo con destino a Pakistán vía Dubai. Lo que en un principio parecía ser el caso típico de un “lobo solitario” que aunque entrenado en Pakistán actuaba por libre se ha ido haciendo más complejo y ello es así si atendemos a las declaraciones posteriores de los responsables de la investigación. Según afirmaba en concreto el 9 de mayo el Fiscal General de los EEUU, Eric Holder, Shalzad habría actuado dirigido por el grupo paquistaní Terik-i-Taliban.[1] En ese sentido las detenciones se han venido sucediendo en las semanas posteriores al intento de atentado, tanto en los EEUU como en Pakistán.[2] El perfil de Shalzad, con su pasaporte estadounidense en regla, es lo más ansiado para Al Qaida en los últimos tiempos y su “amateurismo” a la hora de confeccionar la bomba y de colocarla sería – según los más optimistas – un indicador de que la constante presión sobre Al Qaida y sus tentáculos impide a esta formar a sus miembros con la precisión con la que antaño los preparaba.
 
El 31 de mayo Al Qaida hacía pública en diversos foros yihadistas la muerte del generalmente considerado “número tres” de la red, el egipcio Mustafá Abu Al-Yazid, quien habría fallecido en Pakistán junto con varios de sus familiares más cercanos supuestamente en un ataque realizado por fuerzas estadounidenses con un avión no tripulado “Predator”. Con Al-Yazid, de 55 años de edad, desaparece un histórico de Al Qaida, quien como el “número dos” Ayman Al Zawahiri procede del terrorismo egipcio que asesinó en 1981 al Presidente Anuar El Sadat y que había cumplido prisión en su país por ello, y deja paso a algún representante de las nuevas generaciones yihadistas que aún no ha sido identificado.[3] El problema es que más allá de éxitos puntuales como la citada eliminación de Al-Yazid la ofensiva selectiva e intermitente del Estado paquistaní contra los Talibán, centrada más en los suyos propios que en las bases y círculos dirigentes de los Talibán afganos, no acaba de adecuarse a lo que los EEUU y otras potencias occidentales querrían y que incluiría una mayor concentración del esfuerzo militar en Waziristán del Norte. La explicación del porqué no se extiende la ofensiva militar paquistaní a esta provincia es el mejor indicador de las contradicciones internas de Pakistán y, derivada en parte de ella, de una de las debilidades congénitas de la lucha antiterrorista en términos globales: Waziristán del Norte es la zona de operaciones de los grupos afganos de Gulbuddin Hekmatyar y de Jalaluddin Haqani, enemigos ambos para nosotros por serlo de la normalización de Afganistán y por tener lazos estrechos con Al Qaida, pero próximos a los servicios secretos paquistaníes en su propia dinámica interna y regional.[4]
 
Por otro lado, Pakistán era también puesto en evidencia con la condena a muerte dictada el 3 de mayo en India contra su ciudadano Mohamad Kasab: el tribunal indio que le juzgó encontró a este individuo, el único de los terroristas con vida de los que atacaron Mumbai en noviembre de 2008 asesinando a 166 personas, culpable de 86 cargos, entre ellos los de asesinato y acto de guerra.[5] En coherencia con su obsesión por atacar a los musulmanes “desviados” – léase sobre todo shiíes pero también ahmadis– Al Qaida sigue alimentando en suelo paquistaní la versión más sangrienta del cisma que desde antiguo divide a los musulmanes: los ataques del 28 de mayo, en Lahore y contra dos mezquitas de musulmanes ahmadis, siguen a otros muchos producidos en el pasado, y a buen seguro los yihadistas tratarán de repetirlos en escenario tan propicio como es un Pakistán donde conviven las tres comunidades musulmanas.[6]
 
Mientras todo esto ocurre en Pakistán, donde además los Talibán destruían el 9 de junio en las afueras de Islamabad un convoy de cincuenta camiones que marchaba rumbo a Afganistán con suministros para la ISAF en uno de sus más osados ataques en el que también mataban a siete de sus conductores,[7] en el vecino escenario afgano los acontecimientos no acaban de producirse según lo previsto. Tras la ofensiva aliada lanzada contra la localidad de Marjah, en la provincia de Helmand, uno de los principales centros de transformación del opio en heroína, estaba previsto continuar el esfuerzo militar en la vecina Kandahar, anunciado para junio pero que finalmente se aplaza “sine die” en una incomprensible muestra de debilidad frente al enemigo. Tanto Helmand como Kandahar siguen siendo en estos mismos momentos escenarios de emboscadas y atentados varios por parte de los Talibán afganos: sin ir más lejos, un helicóptero militar estadounidense era derribado en Helmand el 9 de junio pereciendo sus cuatro ocupantes mientras que en Kandahar, el mismo día, una cuarentena de personas eran asesinadas por la explosión de una bomba en la celebración de una boda en uno de los atentados terroristas más sangrientos producidos en los últimos meses. Tras la celebración al fin de la llamada “Loya Jirga de la Paz”, en Kabul entre el 2 y el 4 de junio y reuniendo a 1.600 participantes, en la que el Presidente Hamid Karzai ha logrado que se apruebe su a todas luces entreguista propuesta de negociación con los Talibán o, en una expresión mucho más correcta, con todos aquellos Talibán que acepten tal fórmula, tanto su Ministro del Interior como su responsable de Inteligencia han presentado sus dimisiones en un buen ejemplo de coherencia. Por otro lado, la reunión organizada en Madrid por la Presidencia española de la UE el 7 de junio, con los representantes de los más de treinta países que conforman el “Grupo Internacional de Apoyo a Afganistán y Pakistán”, confirmaba de nuevo tal aproximación: el inefable Richard Hoolbroke, Representante Especial de los EEUU para ambos países, no desperdiciaba ocasión para pontificar en la capital española sobre una reconciliación “que ha de hacerse a la manera afgana” y en la que las “líneas rojas” que se ponen son aceptar la Constitución de Afganistán y desvincularse de Al Qaida. Como se ve poco importan los crímenes cometidos por o el nivel de radicalización de los Talibán que se plieguen a esta peligrosa oferta, y sólo bastará con declararse comprometido con ambas cosas que es lo mismo que decir que a los Talibán les bastará para ser rehabilitados – e insertados previsiblemente en la sociedad y en el Gobierno - con mentir dos veces.[8] El llamamiento de la Directora General de la ONG “Intermón Exfam”, Ariane Arpa, para que los derechos de los afganos no sean sacrificados en el marco de tan generosa, y en apariencia casi incondicional, propuesta de paz, puede ser perfectamente entendido en términos de advertencia contra la impunidad.[9]
 
La respuesta de los Talibán, de los de verdad, a estas propuestas y maquinaciones entreguistas son esclarecedoras, y se han intensificado ante los preparativos y en el marco de la propia celebración de la susodicha “Loya Jirga de la Paz”. El 18 de mayo un suicida provocaba en Kabul 18 muertos, seis de ellos soldados de la ISAF, y al día siguiente un osado ataque a la emblemática base de Bagram durante ocho horas mostraba de nuevo de forma tácita la respuesta a las propuestas de diálogo del Gobierno bendecidas por la Comunidad Internacional. Por otro lado, el 2 de junio los Talibán actuaban de nuevo en Kabul atacando sin éxito la inauguración de la “Loya Jirga” pero mostrando de nuevo su voluntad de seguir combatiendo a apóstatas y a infieles.[10]
 
2. Coletazos del terrorismo yihadista en Irak.
 
Cuando el Portavoz del Plan de Seguridad de Bagdad, el General Qasim Atta, anunciaba en mayo la detención de dos altos responsables de “Al Qaida en Irak”, siendo uno de ellos argelino, se seguía constatando que el país árabe sigue contando con elementos terroristas foráneos que tratan, como hicieran algunos de sus predecesores también extranjeros con el nefasto Abu Mussab Al Zarqaui en la memoria de todos, de romper el proceso de estabilización hoy plenamente dirigido por nacionales iraquíes. Pero aunque la capacidad desestabilizadora de la franquicia de Osama Bin Laden es mucho más reducida que antaño no es nada desdeñable y lo que en el título de este epígrafe calificamos de “coletazos” tiene en determinados momentos un alto contenido letal como veremos a continuación.
 
Así, tras los sangrientos atentados producidos el 23 de abril en Bagdad y Ramadi, que provocaron la muerte inmediata de 64 personas siendo los atentados más letales del año tras los que mataron a 54 personas en la capital el 6 de abril, el mes de mayo también ha sido sangriento. El 23 de abril Al Qaida se había ensañado, como suele en suelo iraquí y también en el paquistaní, con los shiíes, en particular en tres ataques producidos en la capital.[11] En mayo Al Qaida ha subido aún más su listón criminal matando a 80 personas el día 10 en varios puntos del país y con varios tipos de ataques: coches bomba y ataques suicidas en Bagdad, Hilla Sawayra y Basora, y ataques directos selectivos y coordinados de terroristas con armas con silenciador en la capital.[12] Cuatro días después dos suicidas mataban a 25 personas en Tel Afar, cerca de Mosul, en un campo de fútbol, y el 21 otro suicida mataba a 30 personas en un concurrido café de Jahs, pequeña población de la provincia septentrional de Diyala.[13] Como vemos el activismo se extiende del norte (Tel Afar y Diyala) al sur (Basora) y sigue teniendo su epicentro en un Bagdad donde se siguen centralizando los esfuerzos en términos de normalización política y de seguridad. Todo ello demuestra que es urgente pues que esta amenaza terrorista aún presente en suelo iraquí sea erradicada para avanzar en términos de normalización y abandonar definitivamente el siniestro y demasiado largo período de violencia sufrido por el pueblo iraquí.
 
 
3. El frente yemení.
 
Yemen, cantera del principal remanente de presos de Guantánamo que aún hay que recolocar para poder cerrarlo como centro de detención, nos ha ofrecido en mayo y en los primeros días de junio diversos acontecimientos relacionados con el terrorismo yihadista y que pueden también analizarse en términos de luces y sombras. En términos de luces y de particular interés para España es la detención, anunciada por el Ministerio de Defensa yemení el 7 de junio, de Hamza Al Dhayani, cabecilla yihadista considerado el responsable tanto del atentado que en 2007 costaba la vida a siete compatriotas que hacían turismo en la provincia de Mareb y a dos guías yemeníes como del realizado ya en septiembre de 2008 contra la Embajada de los EEUU y que costaba la vida a dieciséis personas. Dhayani se había entregado al Gobernador de su provincia, Mareb, y días antes se había entregado también a las autoridades otro cabecilla de Al Qaida en Yemen, Ghalib Al Zaydi.[14]
 
Por otro lado, el 13 de mayo escapaba con vida de un intento de atentado el Viceprimer Ministro para Asuntos Internos, Sadiq Ameen Abu Ras: el escenario en el que ocurría el ataque era la provincia meridional de Shabwa, situada a 600 kilómetros al sur de la capital, Sanaa, una base de actuación de Al Qaida en la que el pasado 13 de enero había sido eliminado por las fuerzas de seguridad el cabecilla terrorista Abdullah Medar y detenidos cuatro de sus hombres.[15] Pocos días después de este intento de magnicidio, fuerzas especiales saudíes helitransportadas liberaban en la provincia yemení de Saada, cercana a la frontera con Arabia Saudí y escenario tradicional también de activismo no sólo yihadista sino también de bandidismo, a dos niñas alemanas que permanecían secuestradas desde el 12 de junio de 2009.[16]
 
4. La centralidad de África.
 
El continente africano, con especial atención al Magreb, al Sahel y al Cuerno de África, pero con el temor creciente a que las amenazas yihadistas contra el Mundial de Fútbol de Suráfrica se hagan realidad, sigue siendo uno de los escenarios privilegiados tanto para la propaganda como para las acciones directas de Al Qaida y de sus franquicias.
 
En el Magreb, la industria del secuestro perdura en el Sahel con tres occidentales – dos españoles y un francés – aún en manos de Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI), con atentados esporádicos en Argelia – el 6 de junio AQMI asesinaba a cuatro guardias comunales en Amal, a 60 kilómetros al este de Argel[17] - y con desarrollos destacables en Mauritania. En términos globales la franja del Sahel ha sido de nuevo este año el escenario, entre el 5 y el 23 de mayo, de una nueva edición – la sexta, de 2010 – de las maniobras multinacionales “Flintlock” dirigidas por el USAFRICOM, el Mando Africano de los EEUU activo desde el otoño de 2008, sobre supuestos de carácter antiterrorista. Junto a los EEUU y a varios países del Magreb y del Sahel han participado también en ellas efectivos de Alemania, España, Francia, Holanda y Reino Unido.[18] En Argelia destacan atentados como el asesinato de dos militares en una emboscada de AQMI producida el 19 de mayo en Si Mustapha, cerca de Bumerdes, y que provocaba heridas graves a otros 18, o el ya citado de cuatro guardias comunales en Amal el 6 de junio. En relación con Mauritania, el 25 de mayo el Tribunal Penal de Nuakchott dictaba tres condenas a muerte contra Sidi Ould Sidina, Maroof Ould Haiba y Ould Chebamou, los tres acusados del asesinato de una familia francesa de cuatro miembros producido en las Navidades de 2007 en Alef, a 260 kilómetros de la capital del país.[19] Este juicio debería ser ejemplar en un país en el que la influencia de Al Qaida y de su franquicia AQMI no ha dejado de crecer en los tres últimos años, extendiéndose desde áreas del desierto en el interior hasta la costa y la propia capital.[20]
 
En lo que al Mundial de Fútbol respecta, a las amenazas lanzadas por AQMI en abril y transmitidas a través de la Web yihadista “Mushtaqun Lel Jana” (Anhelo del Paraíso), se han unido en semanas posteriores comunicaciones al respecto procedentes de países magrebíes pero también de otros más lejanos como Pakistán o Yemen. Algunos círculos de análisis como la Fundación NEFA han llegado incluso a afirmar que yihadistas salafistas habrían sido entrenados en el norte de Mozambique con el apoyo de los terroristas somalíes de Al Shabab para atentar en Suráfrica, contribuyendo con ello a alimentar la inquietud.[21]
 
5. El discreto escenario europeo.
 
Aunque Europa no destaca últimamente ni en términos de realización de atentados ni siquiera de desarticulación visible de células terroristas no podemos pasar por alto realidades destacables en dos escenarios concretos: una en los Balcanes y la otra en el Transcáucaso ruso. La primera afecta a Kosovo, autoproclamado como Estado independiente en 2008 y que el 22 de mayo era escenario de la primera operación antiterrorista a destacar desde que tiene dicho estatuto: en una gran operación policial en la que participaron hasta 120 efectivos era desarticulada en Prizren una presunta célula yihadista conformada por albanokosovares y bosniokosovares a los que se intervinieron armas, otros efectos y planes para cometer actos criminales.[22]
 
En lo que a la Federación Rusa respecta, tres de los responsables de los dos atentados suicidas que el pasado 29 de marzo provocaban la muerte de 40 personas en el metro de Moscú, habrían sido eliminados por las fuerzas de seguridad según se hacía público el 13 de mayo. Por otro lado, el día anterior a hacerse público dicho anuncio cinco personas eran asesinadas por terroristas yihadistas en el distrito daguestano de Sergokalin.[23] La violencia yihadista en suelo ruso no es nada desdeñable pues según un informe hecho público en abril por el Fiscal General, Yuri Chaika, en 2009 murieron violentamente en el sur de Rusia 1.263 personas a manos de grupos armados, un tercio más que en 2008.
 
6. Algunas conclusiones a destacar.
 
La panorámica aquí presentada nos permite coincidir con aseveraciones como las del analista estadounidense Bruce Riedel,[24] quien afirma que los diversos grupos yihadistas actuando en escenarios lejanos entre sí piensan de forma cada vez más parecida, es decir, que cada vez interiorizan más que pertenecen a una empresa mundial, a un Yihad guerrero global, y que ello hace que el futuro pueda ser aún más inquietante que el presente. Aunque es cierto que podemos constatar una menor preparación en los terroristas que tratan de actuar en Occidente o incluso en el Magreb – mientras que los activos en escenarios como Afganistán, Pakistán o Irak siguen siendo extremadamente letales – lo más destacable es que su dispersión y su alimentación continuada por la propaganda terrorista y por la reactivación de causas/excusas como las que aportan la guerra de Afganistán o el asalto israelí a la autodenominada “Flotilla de la Paz para Gaza” permiten vislumbrar un futuro plagado de amenazas.
 
Junto al riesgo de que los terroristas yihadistas salafistas puedan atacar objetivos bien visibles como es la Suráfrica del Mundial de Fútbol o las fuerzas internacionales desplegadas en Afganistán y/o los países que las envían, es conveniente no perder de vista el goteo rutinario de atentados o de intentos de atentado en otros escenarios y, particularmente, la declarada voluntad de intensificar estos tanto en términos de escenarios como de capacidad letal. Esto último es pues lo verdaderamente importante, mucho más que sentarse a pensar como hacen irresponsablemente algunos que ante la ausencia de grandes ataques tipo 11-S, 11-M o 7-J, entre otros, Al Qaida y sus franquicias no hacen sino evaporarse tendiendo a desaparecer rápidamente y con ellas la sensación de amenaza.

 


[1] “Holder apunta a los talibán paquistaníes” El Mundo 10 mayo 2010, p. 31.
[2] En suelo estadounidense eran detenidas dos personas el 13 de mayo en Massachussets y en Pakistán cuatro más el 21 del mismo mes. Véanse “Dos nuevos detenidos por el atentado fallido de Times Square” El Mundo 14 mayo 2010, p. 34 y “Cuatro detenidos por el atentado de Times Square” El País 22 mayo 2010, p. 10.
[3] AYESTARÁN, Mikel: “Al Qaida reconoce la muerte de su “número tres” en un ataque de EEUU” ABC 2 junio 2010, p. 34.
[4] RASHID, Ahmed: “Pakistán y terrorismo en Nueva York” El Mundo 5 mayo 2010, p. 25.
[5] Véase “India. Un paquistaní culpable de los atentados de Bombay” El País 4 mayo 2010, p. 9.
[6] Los dos ataques se produjeron siguiendo la fórmula del “Yihad urbano”, cada vez más utilizada, con individuos armados con armas ligeras, granadas y cinturones explosivos, que provocaron setenta muertos. Véase DE ANDRÉS, Francisco: “Los talibanes de Pakistán perpetran una matanza en dos mezquitas “heréticas”” ABC 29 mayo 2010, pp. 30-31.
[7] “Los talibanes destruyen un convoy de 50 camiones de la OTAN en Pakistán” El País 10 junio 2010, p. 4.
[8] AYLLÓN, Luis: “EEUU acepta a los talibanes si se desvinculan de Al Qaida” ABC 8 junio 2010, p. 29.
[9] Véase su carta al director titulada “No sin los afganos” El País 7 junio 2010, p. 28.
[10] “Les talibans attaquent à l’ouverture de pourparlers de paix” Aufaitmaroc 3 junio 2010, p. 7.
[11] “Una oleada de atentados deja al menos 64 muertos y 118 heridos en Bagdad” Diario de Navarra 24 abril 2010, p. 6.
[12] ESPINOSA, Ángeles: “Al Qaeda siembra el pánico con una ola de atentados en Irak” El País 11 mayo 2010, p. 5.
[13] “Un ataque suicida en un café en Irak causa más de 30 muertos” El País 22 mayo 2010, p. 9.
[14] Véase “Detenido en Yemen el yihadista que urdió el asesinato de los españoles” ABC 8 junio 2010, p. 23.
[15] “Atentado fallido en Yemen contra el viceprimer ministro Ameen” Diario de Navarra 14 mayo 2010, p. 9.
[16] En aquella fatídica fecha Anita y Lidia habían sido secuestradas junto con su hermano pequeño Simón, sus padres, cooperantes ambos, un ingeniero británico, dos enfermeros y un profesor surcoreano. Tres días después aparecían asesinados los tres últimos. Véase SÁNCHEZ, Rosalía: “Liberadas dos niñas secuestradas en Yemen” El Mundo 19 mayo 2010, p. 36.
[17] “Argelia. Cuatro muertos en un atentado islamista contra una base militar” ABC 12 junio 2010, p. 31.
[18] Véase “El Ejército español regresa a África” El País 23 mayo 2010, p. 18.
[19] Junto a estos tres condenados a muerte se sentaban también en el banquillo otros 16 yihadistas. Véase IRUJO, José María: “Muerte para Al Qaeda” El País 6 junio 2010, p. 23.
[20] DE VEGA, Luis: “Al Qaida obliga a Mauritania a militarizar un tercio del país” ABC 12 junio 2010, pp. 30-31.
[21] MOLANO, Eduardo S.: “La posibilidad de que Al Qaida intente atentar en el Mundial es muy elevada” ABC 2 junio 2010, p. 34.
[22] “La policía kosovar detiene en una redada a cinco presuntos islamistas” Diario de Navarra 23 mayo 2010, p. 9.
[23] BONET, Pilar: “El espionaje ruso asegura haber matado a los autores del atentado del metro de Moscú” El País 14 mayo 2010, p. 4.
[24] SANGER, David E.: “Un enemigo que podría mutar” El País-The New York Times 20 mayo 2010, pp. 1 y 4.