Libia y el aparente declive del terrorismo yihadista salafista en el Magreb

por Carlos Echeverría Jesús, 21 de octubre de 2009

En paralelo a las declaraciones del Secretario de Estado Adjunto estadounidense, Philip J. Crowley, quien afirmaba el 29 de septiembre en Washington DC que el terrorismo yihadista activo en el Magreb y el Sahel es una amenaza “real” no sólo para los países de la zona sino para el mundo entero,[1] un complejo documento de renuncia de un colectivo de cuadros del Grupo Islámico Combatiente Libio (GICL) elaborado desde prisión parecía desmentir tal aseveración. Bueno será profundizar en qué puede haber de cierto en lo segundo, aún cuando lo primero nos parece más plausible no sólo por venir el supuesto apaciguamiento de quien viene, es decir, de terroristas yihadistas salafistas cuya credibilidad hay que poner siempre en duda pues entre sus tácticas siempre ha estado la ‘taqiya’  entendida como ocultación pero que alude a una pura y simple mentira, sino, también, porque como españoles que tan cerca tenemos la amenaza y la hemos sufrido en directo bajar la guardia podría ser fatal para nuestra seguridad.
 
El análisis de Philip J. Crowley en su contexto
 
Precisamente para el brazo derecho de la Secretaria de Estado Hillary R. Clinton lo determinante en este caso, es decir lo que hace aún más preocupante la amenaza terrorista en el Magreb y en el Sahel, es la fidelización de los grupos argelino y libio a Al Qaida, realizadas ambas en 2007, la del primero en enero y la del segundo en noviembre, esta última recogida en vídeo con el entonces líder del GICL Abu Laith Al Libi sentado al lado del número dos de la red, Ayman Al Zawahiri, en tan importante ceremonia.[2] Crowley, un Coronel de la US Air Force que participó en la Segunda Guerra del Golfo (1991), considera que esta amenaza real debería llevar a los Estados magrebíes a superar de una vez sus diferencias y a aproximarse para hacer frente a este peligro compartido, una clara expresión de buenos deseos repetida hasta la saciedad y desde mucho tiempo antes en nuestra orilla del Atlántico.
 
Es significativo que tanto las declaraciones de Crowley como el documento que vamos a desmenuzar en el siguiente epígrafe se contextualicen en momentos en los que en Argelia sigue el goteo diario tanto de terroristas muertos en operaciones del Ejército y/o de los distintos cuerpos de seguridad como de soldados, policías o guardias comunales asesinados en emboscadas y escaramuzas, - y ello tras la emboscada contra una columna del Ejército en la región de Tipaza que costó la vida a catorce soldados el 29 de julio[3] -, o en Francia eran detenidos dos ciudadanos franceses de origen argelino, uno de ellos adscrito a un centro de investigación nuclear radicado en Ginebra, acusados de tener vínculos con Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI), red en cuyo beneficio podría estar realizando el científico sus investigaciones.[4] Si bien es cierto que AQMI tiene ahora menos visibilidad que hace unos meses, este verano ha mantenido su especial fijación por Mauritania - asesinó a un ciudadano estadounidense en junio y trató de atentar con un suicida contra la Embajada de Francia en agosto hiriendo a tres personas, acciones ambas cometidas en Nuakchott[5] -, ha mantenido en tensión a las autoridades marroquíes,[6] y sigue alimentándose ideológicamente de inputs como los que le procura desde Yemen el siniestro jeque Abdul Majeed Al Zindani, guía espiritual de Osama Bin Laden y predicador obsesionado con la recuperación de las tierras otrora fertilizadas por el Islam, con especial atención a España. Al Zindani, quien afirma que “Al Andalus fue en el pasado una de las piezas fundamentales de nuestra historia y por ello debemos recuperarla, sea como sea, de los infieles”, dirige espiritualmente el principal centro islámico yemení, la “Universidad Al Imam”, en Saná, donde estudian 6.000 alumnos procedentes de una cincuentena de países, pero en los años ochenta era catedrático de la “Universidad del Rey Abdul Aziz” en la ciudad saudí de Yeddah cuando estudiaba en ella Bin Laden.
 
Años después, en 2000, una “fatua” (decreto religioso) suya sirvió para animar y justificar el ataque suicida contra el destructor estadounidense “USS Cole” en del puerto de Adén, un atentado que, cometido en octubre de ese año, mató a 17 de sus tripulantes humillando de nuevo a los EEUU, de una forma equiparable a como lo hicieran otros yihadistas siete años antes en la capital somalí al derribar un helicóptero Black Hawk, asesinar a sus tripulantes y arrastrar sus restos mortales por las calles en un execrable acto televisado a todo el mundo. Palabras como las susodichas sobre España no son meros ejercicios teórico-religiosos que obviamente nos indignan; lo peor de todo es que son verdaderas órdenes para que la avanzadilla yihadista más próxima  a nuestro país - los que están en tierras vecinas o los que ya están dentro y esperando inspiración - puedan actuar, cuando estén preparados para ello, contra los cristianos ocupantes.[7]
 
El input libio
 
Antes de entrar en el análisis del documento sobre el GICL es importante destacar que el mismo se inscribe en una larga lista de análisis recientes que abundan en el declive generalizado del terrorismo yihadista salafista de Al Qaida.[8] Uno de los más visibles e impactantes inventariados hasta ahora fue el aparecido en 2007 y en el que el Dr. Fadl, antiguo miembro de la Yihad Islámica egipcia de Al Zawahiri, grupo terrorista que cuenta entre otras cosas en su haber con el asesinato del Presidente Anuar El Sadat en 1981, vertía agrias críticas contra el número dos de Al Qaida y hasta entonces estrecho camarada suyo. Frente a simplificaciones pueriles como las habituales del jeque saudí Muhammad Al-Munajid, quien sigue llamando a los musulmanes a realizar ataques suicidas contra sus enemigos estimulándoles con la descripción de la vida de placeres que les espera en el Paraíso[9], una serie de pensadores musulmanes próximos al yihadismo salafista llevan de un tiempo a esta parte haciendo públicas sus reflexiones y debates contribuyendo, según los más optimistas, a erosionar eficazmente el hasta ahora sólido edificio ideológico de este terrorismo.
 
Tras otras refutaciones importantes la “Fundación Quilliam” hacía pública el pasado 2 de octubre la traducción del árabe de una nueva escrita por varios antiguos miembros del GICL que aún permanecen en prisión en el país magrebí.[10] El primer punto de interés aquí es que estos autores ya habían sido considerados como desviados por Al Zawahiri antes de que se hiciera público este documento, pues no hay que olvidar que el pasado 9 de julio el GICL había hecho público un comunicado renunciando a su fidelización a Al Qaida de 2007 criticando las matanzas de civiles y las bombas indiscriminadas de la red.[11] El egipcio y número dos de Al Qaida es precisamente el cuadro de la red que aparecía como testigo privilegiado en el vídeo que en el otoño de 2007 contenía la fidelización del GICL a la red de Bin Laden pocos meses después de que Abdelmalek Drukdel hubiera hecho lo mismo en nombre del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) argelino. Por otro lado, el hecho de que haya sido elaborado en las cárceles libias no deja de quitarle cierta credibilidad al documento, habida cuenta de lo que ello conlleva en términos de coacción asegurada por parte de las autoridades.[12]
 
Este documento está escrito por verdaderos salafistas - emuladores de las tres primeras generaciones de musulmanes que sucedieron en términos cronológicos al Profeta Mahoma en el siglo VII y que, estando considerados como los mejores creyentes, aparecen siempre como ejemplo a seguir (los compañeros, los sucesores y los sucesores de los sucesores) - que a lo largo de 400 páginas llegan a la conclusión que para algunos es determinante, y que seguramente es casi lo único que han leído del texto, en la que rechazan “el uso de la violencia para cambiar situaciones políticas”.[13] Parece ser incluso que este documento y lo que aparentemente representa es el resultado de dos largos años de discusiones y negociaciones entre estos cuadros encarcelados, seis de los más importantes según se vierte en el texto, y la “Fundación Internacional Gaddafi para la Caridad y el Desarrollo”, ejercicio pues este de utilidad doble pues no sólo parece despejar los temores sobre la existencia de una oposición islamista radical fuerte en Libia sino que abona a la vez y aún más el terreno al hijo del Líder, Seif Al Islam, de cara a la sucesión de su padre al frente del país.[14]
 
La síntesis
 
En nueve capítulos los seis jeques del GICL se han preocupado, según el traductor, durante los dos años que han tardado en redactar el texto, de argumentar lo más posible sus afirmaciones aprendiendo de la experiencia previa del egipcio Dr. Fadl, quien fuera duramente contestado por Al Zawahiri utilizando para ello múltiples referencias a la forma y al fondo de su argumentación. Ello nos permite adentrarnos en un texto aparentemente sólido tanto en términos teológicos como estratégicos. De partida este documento es un duro golpe para el compañero de Bin Laden pues entre quienes lo firman están Abu Al Mundher Al Saidi, alguien a quien Al Zawahiri cita mucho, la última vez en un mensaje hecho público el pasado agosto, y Abdel Wahab Al Qayed, el hermano mayor del cuadro de AQMI y de la propia Al Qaida central Abu Yahya Al Libi, el alias de Muhammad Hasan Al Qayed. .Este último sucedió a Abu Laith Al Libi como líder del GICL al morir este en un bombardeo estadounidense a posiciones terroristas en la frontera afgano-paquistaní el 29 de enero de 2008. Abu Yahya Al Libi ha sido prolífico desde el principio a través de la red lanzando arengas y emitiendo análisis estratégicos sobre la situación de la guerra global contra sus enemigos: a título de ejemplo, el pasado 22 de enero aparecía en un vídeo llamando a todos los yihadistas del mundo a atacar las capitales europeas como represalia por la operación israelí “Plomo Fundido” en la franja de Gaza, y el 30 de abril invitaba a los paquistaníes a levantarse contra el Gobierno de Islamabad “que ayuda a los cruzados en el vecino Afganistán”.[15]
 
Pero estos líderes que ahora parecen haberse arrepentido son quienes animaron, o ellos mismos protagonizaron, las frecuentes acciones armadas que podemos inventariar en suelo libio a lo largo de los años noventa, incluyendo entre ellas intentos de asesinato de Muammar El Gaddafi, siendo la más sonada de ellas la que tuvo lugar en 1996. Ya antes, el 10 de marzo de 1994, está fechado el asesinato en las cercanías de Syrte de dos ciudadanos alemanes en el que habría participado el propio Bin Laden junto a otros dos terroristas y que justifica que Libia fuera el primer país en emitir una orden internacional de busca y captura a través de Interpol contra el líder de Al Qaida.[16] Meses después, en junio de 1995, importantes incidentes estallaban en la ciudad oriental libia de Bengasi provocados por islamistas radicales y se repetían tres meses después, en septiembre, y su represión permitía al régimen lanzar un discurso conciliador al mundo - Libia estaba sometida a un embargo parcial decretado por el Consejo de Seguridad de la ONU desde 1992 acusada de implicación en los atentados aéreos de Lockerbie (1988) y Níger (1989) - afirmando ser la última trinchera contra el islamismo radical en el norte de África.[17]
 
Una de las aseveraciones más importantes que recoge el texto es la imposibilidad de emitir “fatuas” para todos aquellos que no reúnan las condiciones para ello, destacándose entre ellas el ser un jurista de acuerdo con lo que venerables Ulemas (doctores de la ley) han definido como tal.[18] Lo mismo se hace al analizar el concepto de Da’wa, la llamada o la predicación del Islam (Capítulo 3), o el tan manido concepto de Yihad, del que se insiste en el Capítulo 4 que hay hasta trece grados o niveles del mismo. Se estipula por ejemplo que no se puede ir al Yihad, al guerrero se supone, sin la autorización de los padres o la de aquel a quien se debe dinero, y se prohíbe insultar a quienes no lo abrazan, algo que sí hacen Al Qaida y sus emuladores cuando hablan de la obligación de todo musulmán que se precie de abrazar el Yihad. Añade además una enumeración de aquellos a quienes no se puede matar en el Yihad guerrero - mujeres, niños, ancianos, monjes, embajadores y otros diplomáticos, comerciantes, etc. -, que bien parece una lista de víctimas de los sanguinarios Grupos Islámicos Armados (GIA) que sembraron el terror en Argelia en los noventa y parte de la década actual o también de las producidas más recientemente por yihadistas salafistas en escenarios como Irak, Afganistán o Pakistán, entre otros.[19] En cualquier caso esta referencia es vaga pues habría que preguntarse si dicha prohibición de matar monjes se extiende a los de todas las religiones y en toda circunstancia, si los embajadores y otros diplomáticos no pueden ser asesinados en ninguna circunstancia, si se deja de considerar de forma firme y definitiva apóstatas a las esposas e hijos de policías y militares sirviendo a regímenes árabo-musulmanes, o si los comerciantes se salvan siempre aún cuando puedan colaborar con las autoridades, etc. Los flecos son tantos que podríamos seguir encontrándonos con situaciones abominables como aquellas en las que asesinos con el arma en la mano telefoneaban a Abu Qatada para preguntarle si podían degollar bebés o mujeres embarazadas en Argelia: recuérdese que, tras recibir la autorización “religiosa”, lo hacían sin remordimientos.
El texto nos parece más un intento de transmitir lo que algunos poco exigentes llevan tiempo esperando oír y leer, para poder con ello argumentar que hay un cisma entre los extremistas y que el debate interno acabará resolviendo el problema, y un ejercicio de legitimación interna libia destinado a reforzar el poder del clan de los Gaddarfa y la sucesión del Líder. También se quiere subrayar el papel de Libia como amable componedor y mostrarlo como un país estable que habría resuelto su problema interno de terrorismo. No hay que pasar por alto que el poder libio trata de despejar también con este texto los riesgos que se le plantean hoy y en un futuro próximo en términos de mantenimiento de la estabilidad interna, así como de garantizar una sucesión ordenada en un régimen que no siendo una monarquía se comporta como tal al vislumbrarse como futuro Presidente/Líder de la Jamahiriya (Estado de las Masas) uno de los hijos del Coronel Gaddafi.[20]
 
Animar a reputados líderes yihadistas salafistas del GICL y, en consecuencia, del Yihad global de Al Qaida, a rechazar el cambio de regímenes a través de la violencia acusando a sus dirigentes de apostasía no es sino despejar la amenaza que ha gravitado sobre el poder político de Gaddafi desde hace más de veinte años, y no querer ver esta prioridad absoluta es irresponsable. Los líderes encarcelados en las prisiones libias ofrecen la credibilidad de quienes han recibido presiones de todo tipo y es más que dudoso que su impacto se vaya a extender a los líderes libios del yihadismo salafista en la diáspora, desde hace años los únicos a tener verdaderamente en cuenta a la hora de hablar de yihadismo salafista en el país de Gaddafi.[21]
 
Oponerse a la maldad desde el corazón, sin violencia, dejando el papel coercitivo a las autoridades, insistir en que extremismos hay en todas las religiones, abogar por garantizar el orden y la estabilidad, rechazar la práctica tan habitual hoy de sentenciar a cualquier musulmán con el que se disiente acusándole de apostasía - recordemos que este es el peor pecado dentro del Islam - y otras cuestiones tan visibles hoy hacen del documento de las voces disonantes del GICL más un manifiesto de buenismo más superficial de lo que pretende que un instrumento eficaz de combate contra la ideología yihadista salafista que moviliza a terroristas y potenciales terroristas por doquier en el mundo. Frente a las bondades de las palabras la crudeza de los hechos, y para ilustrarlo en lo que al Magreb respecta y en clave de actualidad recordar los atentados sufridos en Argelia y Mauritania este verano, las arengas de Abu Yahia Al Libi desde Pakistán y, finalmente y por su cercanía a España, la sentencia a cadena perpetua contra Abdelkader Belliraj emitida el pasado 28 de julio junto a diversas penas contra los otros 33 miembros de su célula terrorista: planeaban atentados en Marruecos y robos en Europa, aderezado todo ello con tráfico de armas y de dinero sucio, contando Belliraj con antecedentes al haber cometido varios asesinatos en Bélgica en los años ochenta.[22] Esta es la realidad y desdice de partida lo que algunas palabras bienintencionadas puedan ofrecer.

 
 
Carlos Echeverría Jesús (Madrid, 26 de marzo de 1963) es Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y responsable de la Sección Observatorio del Islam de la revista mensual War Heat Internacional. Ha trabajado en diversas organizaciones internacionales (UEO, UE y OTAN) y entre 2003 y 2004 fue Coordinador en España del Proyecto 'Undestanding Terrorism' financiado por el Departamento de Defensa de los EEUU a través del Institute for Defense Analysis (IDA). Como Analista del Grupo asume la dirección del área de Terrorismo Yihadista Salafista.
 
 
Notas
[1]OUALI, Hacen: “Philip J. Crowley, Secretaire d’état adjoint au département d’état: “Le terrorisme au Maghreb est un menace pour le monde entier” El Watan (Argelia) 1 octubre 2009, en <www.elwatan.com>.
[2]Sobre ambas fidelizaciones véase ECHEVERRÍA JESÚS, C.: “Los recursos humanos y materiales de Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI) y su ubicuidad geográfica: garantías para su continuidad” Athena Intelligence Journal Vol. 3, nº 4, octubre-diciembre 2008, p. 106.
[3]Véanse “Un atentado terrorista mata a 14 militares en Argelia” El País 30 julio 2009, p. 8, y sobre la matanza un mes antes, el 18 de junio, de 24 gendarmes que escoltaban a trabajadores chinos en la provincia de Bordj Buarreridj, a 150 kilómetros al este de Argel, “Argel. Mueren 24 gendarmes durante una emboscada” YDiario de Navarra 19 junio 2009, p. 7.
[4]De los dos hermanos detenidos uno de ellos colaboraba como investigador con el Centre des Études et des Recherches Nucléaires (CERN) desde 2003. Véase CEMBRERO, Ignacio: “París detiene a un físico nuclear argelino vinculado a Al Qaeda” El País 10 octubre 2009, p. 9.
[5]Véanse “Mauritanie. Les deux islamistes arrêtés sont les assassins de l’américain” Liberté (Argelia) 19 julio 2009, p. 32; sobre el asesinato de Christophe Languet, CEMBRERO, I.: “Asesinado en Mauritania un cooperante estadounidense” El País 24 junio 2009, p. 9; y un análisis sobre la situación general “La Mauritanie entre les griffes d’Al Qaïda” El Watan (Argelia) 26 julio 2009, pp. 1 y 3.
[6]La redada de la Policía marroquí del pasado mes de junio permitía detener, gracias en buena medida a datos facilitados por la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), a cinco individuos que conformaban una célula implantada tanto en el norte de Marruecos, en el entorno de la ciudad española de Ceuta, como en España, y que tenía firme intención de atentar. La comparecencia de los cinco ante el Juez Antiterrorista en Casablanca, el 26 de junio, y el interrogatorio de estos individuos y de algunos de sus cómplices a principios de septiembre muestra la vigencia de la amenaza; sobre la importancia de esta célula habrá que esperar a los resultados judiciales. Véanse LÁZARO, Fernando: “Desmantelada una célula islamista que operaba en Marruecos y España” El Mundo 27 junio 2009, p. 5 y “Cerco en Marruecos a una red terrorista” Veinte Minutos 2 septiembre 2009, p. 8.
[7]Véase MOLANO, Eduardo S.: “En ocasiones el asesinato es una causa justa; es nuestro deber seguir a Bin Laden” ABC 11 octubre 2009, pp. 28-29.
[8]SANE, Scott: “Hay señales de que Al Qaeda está perdiendo atractivo” El País-The New York Times 8 octubre 2009, pp. 1 y 4.
[9]Véase su delirante descripción de las vírgenes que esperan a los guerreros en el Paraíso así como la profusión de otros placeres que junto a los sexuales serán ya el centro de su vida por toda toda la eternidad en “Saudi Sheikh Muhammad Al-Munajid Describes the Virgins of Paradise, Says That In Paradise, A Man Has the Strenght of 100 in Eating, Drinking and Sex” hecha pública el pasado 25 de julio en la televisión Al-Majd, en <www.memritv.org/en/2237.htm>. Al Munajid será tristemente recordado por muchos por su macabra afirmación, en diciembre de 2004, relacionando el tsunami que asoló buena parte de Asia con el justificado castigo por el turismo sexual del Año Nuevo y las borracheras de la Navidad.
[10]Véase el documento A Selected Translation of the Libyan Islamic Fighting Group (LIFG) Recantation Document , un texto de 29 páginas extraídas de un documento más amplio y profundo titulado Corrective Studies y traducidas por Mohammed Ali Musawi en <www.quilliamfoundation.org/images/a_selected_translation_of_the_lifg_pdf>. Este resumen viene enriquecido por múltiples notas a pie de página que no vamos a reproducir aquí, remitiendo al lector a las mismas para que amplíe substancialmente sus conocimientos sobre yihadismo salafista en general y sobre las discusiones dentro de dicha ideología en particular.
[11]En este comunicado se afirmaba que la fidelización se había decidido sin contar con el acuerdo de la mayoría del consejo del Grupo. Véase “Recent Highlights in Terrorist Activity” Combating Terrorism Center at West Point CTC Sentinel Vol. 2, nº 8, agosto 2009, p. 25.
[12]Sin ir más lejos el pasado 10 de mayo la cadena estadounidense CNN se hacía eco de una noticia publicada en la prensa libia según la cual Ibn Al-Shaykh Al-Libi, cuadro de Al Qaida, se había suicidado en una prisión de su país. Véase “Recent Highlights in Terrorist Activity” CTC Sentinel Vol. 2, nº 6, junio 2009, p. 21.
[13]Un desbordado optimismo sobre lo que el diálogo entre las autoridades libias y sus islamistas radicales podía significar y previo a la aparición de este texto aquí analizado es la reflexión “Libia: Revisiones ideológicas de la oposición islamista y diálogo con el régimen” publicado por Atalaya Sociopolítica de Casa Árabe nº 3, octubre-noviembre 2008.
[14]Véase “Terrorismo. ¿Sobornó Gaddafi a Londres?” Informe Semanal de Política Exterior nº 663, 7 septiembre 2009, p. 5.
[15]Véanse “Recent Highlights in Terrorist Activity” CTC Sentinel en Vol. 2, nº 2, febrero 2009, p. 23 y Vol. 2, nº 5, mayo 2009, p. 28.
[16]La orden libia fue cursada el 16 de marzo de 1998, dos años antes de la expedida por los EEUU el 4 de abril de 2000 por la implicación del terrorista en el atentado contra el World Trade Center de Nueva York de 1993. Los asesinados alemanes fueron Silvian Becker, responsable de la Oficina de Protección de la Constitución de Alemania, y su esposa: habían cruzado la frontera de Túnez el 8 de marzo, fueron asesinados el 10 y Libia sólo informó a la Embajada en Trípoli el día 15. Véanse, sobre el asesinato, Informe Estratégico Global (IEG) nº 1, 15 mayo 1994, p. 17; sobre la orden con distintivo rojo de Interpol, RODRÍGUEZ, Jorge A.: “Libia reclama a Bin Laden por el asesinato de dos alemanes en 1994” El País 17 septiembre 2001, p. 14; y sobre los intentos de Bin Laden de desestabilizar Libia justo antes de marchar a Afganistán BRISARD, Jean-Charles y DASQUIÉ, Guillaume: Ben Laden. La vérité interdite Saint-Amand, Denöel, 2002, pp. 59-60.
[17]Véanse CORNU, Francis: “Les calculs du colonel Mouamar Kadhafi face au danger de l’islamisme” Le Monde 6 octubre 1995, y sobre el incremento de la violencia armada en 1996 que obligaba a las autoridades a imponer el estado de sitio en la escarpada región de Darnah, donde los terroristas encontraban apoyos BUCCIANTI, Alexandre: “La crise économique en Libye favorise la montée de l’islamisme et du banditisme” Le Monde 12-13 mayo 1996.
[18]Véase A Selected Translation op cit p. 16.
[19]Ibidem p. 18.
[20]Así se insiste en la necesidad de evitar caer en la “Fitna” entendida como división, como desorden o como caos, y que puede venir provocada por las luchas tribales, de sectas y de clanes. Recuérdese que Libia es una sociedad tribal y que Gaddafi ha mantenido su poder durante cuatro décadas, desde su golpe de Estado de 1 de septiembre de 1969, gracias a su consolidación dentro de la relativamente pequeña tribu de los Gaddarfa y, sobre todo, gracias a los equilibrios que ha mantenido entre unas y otras posibilitados en buena medida por los jugosos petrodólares, si bien tampoco hay que despreciar sus habilidades como líder político.
[21]Junto a los cuadros libios de Al Qaida central caídos y a sus sucesores convendría recordar los muchos libios que han marchado a Irak en años recientes para combatir a las fuerzas de la Coalición y al Gobierno shií iraquí. Entre las famosas 700 fichas intervenidas por el Ejército estadounidense a Al Qaida en septiembre de 2007 en Sinjar, una población situada en suelo iraquí a unos 10 kilómetros de la frontera siria, los libios (137) constituían el principal contingente de entre los magrebíes, procediendo curiosamente la mayoría de ellos de la susodicha región de Darnah.  Véase ECHEVERRÍA JESÚS, C.: “Radiografía de los yihadistas salafistas extranjeros en Irak” Análisis del GEES nº 260, 5 febrero 2008 , en <www.gees.org/autor/251> y su traducción al inglés en <www.eng.gees.org/autor/251>.
[22]“Recent Highlights in Terrorist Activity” CTC Sentinel Vol. 2, nº 8, agosto 2009, p. 28.