La sombra de Francia

por Juan F. Carmona y Choussat, 22 de octubre de 2012

(Publicado en La Gaceta, 22 de octubre de 2012)

 Merkel no dejará que la recapitalización bancaria se haga con cargo a fondos europeos; computará como deuda. Solo hubiera cedido de estar segura que los compromisos de reducción del déficit, esencia de la política de la UE, serán cumplidos. La sombra de Francia, contrapeso de Alemania en el equilibrio europeo, asusta demasiado para dar holgura a los demás latinos.

En efecto, para reducir el déficit hay tres escuelas. Bajar impuestos reactivando la actividad económica lo que incrementa los ingresos; subir impuestos; o combinar reducciones de gastos con aumentos tributarios. Francia no ha tenido más remedio, presionada por Alemania, que reducir su desequilibrio, pero lo hará aumentando las cargas.
 
El presupuesto francés previsto para 2013 implica decisiones graves. Las empresas contribuirán un 36,1% sobre sus beneficios y un 64,5% si transfieren sus dividendos. Se gravará cuatro veces la renta de las familias: contribución para la devolución de la deuda social que enjuga el déficit de la seguridad social, impuesto sobre la renta propiamente dicho, contribución excepcional y el famoso 75% por encima de un millón de euros. Se castiga el ahorro con tasas de 46,5% sobre dividendos y 64,5% sobre intereses. Se mantiene el impuesto sobre el patrimonio, siendo Francia y España los únicos europeos en que existe, elevando su tipo. El máximo en sucesiones alcanza el 45%. Sólo se preserva al consumo con un tipo medio del 19% frente a la media de 21,5% en la UE.
 
Resumiendo, esta imposición confiscatoria destruirá la actividad económica comprometiendo la recaudación.
 
Ante este panorama Alemania no puede tolerar que se alivie la presión sobre los países que comienzan a hacer reformas estructurales, por miedo a que caigan en la tentación de seguir el suicida ejemplo francés.