La segunda unificación

por Florentino Portero, 5 de octubre de 2010

 

(Publicado en ABC, 5 de octubre de 2010)
 
El presidente alemán ha pronunciado un importante discurso en el marco de las celebraciones del vigésimo aniversario de la unificación. Desde la alta magistratura que ocupa, Christian Wulff ha señalado que Alemania se enfrenta a una segunda unificación, la que plantea el reto de integrar a aquellos ciudadanos procedentes de otros países. A nadie se le escapa que estaba refiriéndose especialmente a los miembros de la comunidad musulmana. Que el tema es importante lo demuestra la bronca política desatada por la publicación del libro escrito por el político socialista Thilo Sarrazin, que se vio finalmente obligado a dimitir de su puesto en el consejo director del Banco Central. Sarrazin había denunciado tanto el fracaso de las políticas migratorias como la falta de sincera voluntad de integración de muchos emigrantes.
 
Las palabras de Wulff reflejan un sentir europeo. Quizás el primer hito político en la toma de conciencia de este «tema de nuestro tiempo» fue la exclusión del candidato socialista Jospin de la segunda vuelta de las presidenciales francesas de 2002, disputada finalmente entre Le Pen y Chirac. La izquierda había perdido el apoyo de sus bases al no escuchar sus preocupaciones y dejarse llevar por la corrección política. Desde entonces el tema ha ido aflorando desde distintas perspectivas.
 
Los europeos hemos dejado de reproducirnos al tiempo que abandonamos nuestras viejas certezas, aquellas que nos llevaron a ser vanguardia cultural y científica. Nos sentimos inseguros cuando vemos que algunos de los recién llegados no aceptan las reglas que nosotros mismos hemos deslegitimado. El problema es serio, pero no habrá solución si antes los europeos no superamos el decadente relativismo que nos lastra.