La ONU demuestra porqué es irreformable
por Mark Steyn, 9 de octubre de 2006
(Publicado en Chicago Sun Time, 24 de septiembre de 2006)
La última intervención en temas públicos que hizo Ted Turner fue alrededor de un mes o dos atrás, cuando rememoraba las apacibles vacaciones de las que había disfrutado en la Corea del Norte de Kim Jong Il (yo le envié una postal que rezaba 'Ojalá estuvieses aún allí'). Ahora se lo está pensando con los ayatolás, y la idea es bastante directa: ¿por qué no debe tener Irán armas nucleares?
'Son un estado soberano', dijo. 'Nosotros tenemos 28.000. ¿Por qué no pueden tener ellos 10? No decimos nada sobre Israel -- tiene 100 aproximadamente -- ni de la India ni de Pakistán ni de Rusia. Y realmente nadie debería tenerlas. No son utilizables por ninguna persona cuerda'.
Pase a la imagen del discurso del Presidente Ahmadinejad ante Naciones Unidas. Su discurso fue sobre todo un montón de estereotipos de pirado medio -- la ONU es un títere del Gran Satán (qué más quisiera), América empezó la guerra Israel-Hezbolá
cualquier cosa -- pero coronó el numerito usual con una oración por el retorno del Duodécimo Imán, el llamado 'Imán Oculto' -- o en palabras del presidente iraní: 'el ser humano perfecto y valiente, y verdadero salvador que ha sido prometido a todos los pueblos y que establecerá la justicia, la paz y la hermandad sobre el planeta'.
Esto no es solamente una salida de tono espontánea sin valor. El año pasado, Ahmadinejad contaba al Ministro de Exteriores de la India que en cuestión de dos años, todo iría como la seda, lo que el ministro entendió que era cuando los misiles de Irán estarían preparados para despegar. Pero, como continuó explicando el presidente, aparentemente es la hora de llegada del Duodécimo Imán.
El New York Times y la mayor parte de los restantes medios no mencionaron el gran final del Duodécimo Imán de Ahmadinejad. América hubiera estado enormemente falta de interés en la llegada en el 2007 del 'ser humano valiente y perfecto'. Si aparece según lo programado, la actitud de la mayor parte de los americanos parece ser que esa noche, tendrán que lavarse la cabeza. Pero de vuelta a la observación de Ted Turner sobre las armas nucleares: 'No son utilizables por ninguna persona cuerda'. Los anales de la historia de la humanidad están trufados de sectarios del Apocalipsis, en un sentido u otro, pero la nuestra es la primera era en la que ellos tienen la capacidad de estar a la altura de sus trasnochadas predicciones. El presidente Armageddónya es un apocalíptico con un sistema de logística: 'El final es inminente' es un antiguo lema. Ahora los medios son inminentes.
¿Qué hacer? Alan Dershowitz es un gran progresista, pero es un progresista cuerdo y, al contrario que la mayor parte de sus colegas, él reconoce la amenaza. De modo que, ¿cuál es su gran idea?
Él piensa que Irán debería ser expulsado de Naciones Unidas.
Sí, justo. Hay más probabilidades de que el Duodécimo Imán se enrolle con Paris Hilton.
El presidente de Irán tuvo gran éxito en la ONU. A falta de llevar algún tipo de animadoras con burka haciendo un par de coros tipo 'Es el inicio de la era de asustarnos', no podría haber sido un éxito mayor. Dije hace un año o dos que a propósito de la ONU, un buen axioma básico es que si usted coge un cuarto de helado y lo mezcla con un cuarto de excrementos de perro, el resultado va a saber más a lo segundo que a lo primero. Y los números de la semana pasada en la Asamblea General fueron una ilustración precisa de ello. Ahmadinejad y Hugo Chávez fueron los finalistas estrella de 'Operación Antiamericano', y justo cuando necesitas al [presentador] Simon Cowell, el único británico a la vista es el escurridizo Mark Malloch Brown, representante en funciones de Kofi Annán, agasajando a cada pirado que se le pone por medio. El resto de los peces gordos reaccionó como Paula Abdul, capaz de discernir buenas ideas incluso entre tipos que se precian de no tener ninguna en absoluto. Esa es la realidad que los Dershowitzas rechazan afrontar: que estructuralmente, la ONU permite que los criminales tengan más peso del que les corresponde.
Como prueba adicional de mi tesis del helado fecal, el presidente iraní siguió su éxito del discurso con un viaje al Council on Foreign Relations, donde dijo que los palestinos son los castigados por un suceso en el que no tuvieron nada que ver: la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, 'si es que, realmente, existió'. Sobre el tema de si existió o no, dijo que 'deben llevarse a cabo más investigaciones no parciales en la materia'. Un superviviente de Dachau, Morris Greenberg, resultó encontrarse casualmente en la sala, y señaló esto. El presidente AhmouTierraTrágame inquirió a continuación si Greenberg era lo bastante anciano para haber estado en Dachau o no.
Chávez fue un éxito aún mayor, en parte porque se saltó el revisionismo del Holocausto, no se ve a sí mismo como telonero del Duodécimo Imán, y ataca de manera más próxima a los puntos del discurso de la extrema izquierda americana: absolutamente todo es culpa de Bushitler. Denunció a Bush como 'un imperialista, un fascista, un asesino, un genocida' y también como 'el demonio', sostuvo un ejemplar de alguno de los ilegibles libros de Noam Chomsky, le dio gran bombo, y posteriormente lamentó no poder reunirse con el difunto profesor Chomsky. Chomsky no está difunto, está vivo y coleando. Vale, es más fácil quedarse con la impresión de que lleva 30 años muerto, teniendo en cuenta que no ha tenido una idea nueva desde principios de los años 70. Hablando de lo cual, el Senador Tom Harkin, Demócrata de Iowa, se mostraba de acuerdo en que el Presidente Chávez estaba un poco acalorado, pero él era ampliamente empático con el discurso general venezolano: 'Déjeme decirlo de esta manera: puedo comprender la frustración, ah, y la ira de ciertos pueblos del mundo a causa de las políticas de George Bush'. Si Bush no 'les frustrase', Chávez y Ahmadinejad serían tan retóricamente blandos como el primer ministro de Holanda.
Puede que sean noticias frescas para los tipos del Council of Foreign Relations o los Demócratas, pero esta semana pasada, la ONU ilustró que es completamente irreformable. En la práctica, sería más probable que cualquier reforma actualizase y mejorase las posiciones de criminales y déspotas, que lo hiciera con los pocos estados dispuestos a soportarlos. La propuesta más sensata de la semana llegaba de Chávez, que exigía que la ONU reubicase a Venezuela. ¡Toma ya! Dershowitz haría mejor en intentar hacer que América fuera expulsada de la ONU, y después animarla a ingresar en algún grupo nuevo de naciones serias en materia de defender la libertad en el mundo: sería un club pequeño. Esta semana, Jacques Chirac se desmarcó de la amenaza de sanciones contra Irán. Hace unos cuantos meses, musitó brevemente algo acerca de bombardear nuclearmente a los persas, pero ahora se doblega como... bueno, como árabes en sus jaimas no: están ocupados tanteándolos por toda Europa, sin que ellos tengan ningún plan de doblegarse en absoluto. Cualquiera que crea que la ONU es la entidad a mediar en la nuclearización de Irán o en cualquier cosa está más engañado que Ahmadinejad. A este paso, el Duodécimo Imán va a ser el próximo Secretario General de la ONU
Mark Steyn es periodista canadiense, columnista y crítico literario natural de Toronto. Trabajó para la BBC presentando un programa desde Nueva York y haciendo diversos documentales. Comienza a escribir en 1992, cuando The Spectator le contrata como crítico de cine, Más tarde pasa a ser columnista de The Independent. Actualmente publica en The Daily Telegraph, The Chicago Sun-Times, The New York Sun, The Washington Times y el Orange County Register, además de The Western Standard, The Jerusalem Post o The Australian, entre otros.