La excusa menos satisfactoria

por David Horowitz, 17 de enero de 2007

(Publicado en FrontPageMagazine.com, 1 de enero de 2007)

Que los americanos progresistas se alinearan con los terroristas de Gaza no es ninguna sorpresa y a duras penas es interesante. Los americanos progresistas se han alineado con los movimientos totalitarios desde 1917, y en la práctica desde 1789. Es lo que hacen y lo que son. Lo interesante son las patéticas excusas que ofrecen para los Nazis del siglo XXI.
 
En el número de 28 de diciembre de The Nation, Chris Hedges hace la defensa del esfuerzo más reciente de Jimmy Carter para arrojar los judíos a los leones. En el curso de alimentar la locura antisemita de los cruzados islámicos, Hedges explica el conflicto fraticida entre palestinos en Gaza. Para aquellos que no presten atención, una muestra de este desastre fue el asesinato de tres niños palestinos de edades comprendidas entre 3 y 9 años que iban camino del colegio. La obra fue realizada para castigar a su padre por pertenecer al grupo terrorista palestino equivocado. Cerca de 500 palestinos han muerto a manos de otros palestinos en este feudo.
 
La explicación de Hedges para esta pesadilla esta sacada del fértil cerebro de un izquierdista israelí: '[Los palestinos en Gaza] se comportan como sería de esperar al final del prolongado experimento llamado ‘Lo que sucede cuando encarceladas a 1,3 millones de seres humanos en un espacio reducido como gallinas ponedoras’'.
 
Muy inteligente. Durante 40 años - desde que Israel liberase Gaza del control egipcio -- los árabes se han quejado de 'la ocupación' de 'su patria'. Como comienzo, es una de las innumerables mentiras árabes que sostienen su poco creíble causa. El motivo de la presencia de las tropas israelíes es que Gaza es un pasillo hostil a lo largo del cual Israel ha sido invadido en tres ocasiones; que los árabes llevan en estado de guerra declarada contra Israel desde 1948; y que había 7000 judíos residiendo en Gaza que, al contrario que los árabes residentes en Israel, serían masacrados si no hubiera tropas israelíes para protegerlos.
 
Hedges y sus amigos, por supuesto, pasan por alto incesantemente las ambiciones genocidas de los palestinos al discutir el conflicto de Oriente Medio. En el 2005, los israelíes dejaron Gaza y evacuaron a los judíos -- a propósito, los ciudadanos más productivos y respetuosos con la ley.
 
De modo que ahora que está liberada, ¡resulta que Gaza es una cárcel! Ésa es la explicación a los crímenes palestinos cometidos contra sí mismos. Y por supuesto, todo Oriente Medio será una prisión hasta que antisemitas como Hamas y los progresistas de The Nation se salgan con la suya e Israel sea borrado del mapa.
 
Pero esto apenas es el comienzo de la explicación progresista para los asesinatos de niños de 3 años. Parece que en la mentalidad progresista, los palestinos tienen el cerebro de un pollo. Cuando son encajonados, se matan entre sí. En realidad, ni siquiera los pollos son así de idiotas. Tienen que ser algo más que encajonados; tienen que ser encerrados como sardinas.
 
¿Pero por qué solamente los palestinos reaccionan de esta manera? Gaza es mucho mayor que el ghetto de Varsovia, por ejemplo, donde medio millón de judíos fueron encarcelados realmente (al contrario que los árabes de Gaza). Pero ningún judío en aquellas circunstancias fue por ahí matando a niños de entre 3 y 9 años. Anne Frank y su familia fueron realmente apilados como gallinas ponedoras. Ello no los convirtió en asesinos. Por supuesto, ellos no tenían una religión como el Islam, en la que los asesinos -- la propia palabra es islámica -- son calificados de santos.
 
Existe más de un millón de árabes residentes en Israel - a grandes rasgos, la cifra de árabes residentes en Gaza. Según los estándares de The Nation, están encerrados como gallinas. Pero no van por ahí matándose entre sí.
 
El motivo es que en Israel - al contrario que cualquier estado árabe - son libres. Hasta forman parte del gobierno israelí. Y al contrario que los árabes de Gaza, no son seguidores de un culto a la muerte patrocinado por un estado que les enseña a matar por Alá y a matar judíos en especial. Este culto a la muerte es el problema de Oriente Medio, el motivo del conflicto, y el motivo por el que las facciones palestinas se están matando entre sí.
 
El culto a la muerte llama a sus seguidores -- los mismos fanáticos religiosos que los progresistas han apoyado -- a matar y morir por Alá. Por supuesto, esta misión genocida comienza con la alianza Sionista-Cruzada, los americanos y los judíos. Pero no termina allí en absoluto. He aquí la acalorada diatriba del difunto y nada llorado jefe de Hamas, Abdel Azziz al-Rantissi (finiquitado graciosamente por Israel): 'Nos damos cuenta de que Bush es el enemigo de Alá, el enemigo del Islam y de los musulmanes. América declaró una guerra contra Alá y Alá declaró la guerra a América, Bush y Sharon'.
 
Pero con Bush y Sharon empieza solamente. Si usted pertenece al ejército de Alá, entonces aquellos que se oponen a usted, incluso si forman parte de su propio bando, no están con usted. Durante el actual desastre en Gaza, seguidores de Mahmoud Abbás y Fatah disparaban contra una concentración de Hamas en el West Bank. Fue la respuesta, según informaba el 16 de diciembre la ABC, a: 'La guerra que Mahmoud Abbás, estás lanzando, primero contra Alá y después contra Hamas', decía el líder de Hamas, Jalil al-Hayya, ante 100.000 partidarios de Hamas en la ciudad de Gaza que dispara sus armas al aire y cantan 'Alá es grande''.
 
En otras palabras, la enfermedad que ha consumido a los palestinos de Gaza y el West Bank está generada por ellos mismos, una supuración del culto a la muerte que llevan décadas alimentando. Por otra parte, si usted es progresista, culpe a los judíos. Después de todo, es el modo en que lo explican sus genocidas amigos.


 

 
David Horowitz es conocido autor norteamericano y activista de toda la vida de derechos civiles. Desde 1988 es Presidente del Center for the Study of Popular Culture.