Islamismo radical en los Balcanes: el caso de Bosnia Herzegovina

por Mira Milosevich, 11 de abril de 2006

(Ponencia impartida en FAES, 7 de febrero de 2006)
 
 
El objetivo de este seminario es averiguar qué sitio ocupó ByH en la red y en la estrategia del terrorismo islámico durante los años noventa, así como analizar cuál ha sido la respuesta de la comunidad internacional ante la visible radicalización de una parte de la comunidad musulmana bosnia.
 
ByH y la red del terrorismo islámico
 
Para analizar la presencia en ByH de los grupos radicales vinculados al terrorismo islámico, que se infiltraron durante la última guerra en Yugoslavia (1992-1995), es necesario comprender, a modo de introducción, algunas de las causas y consecuencias de la guerra entre Afganistán y la antigua URSS (1979-1988), y esto por dos razones principales: 1) en la frontera de Pakistán con Afganistán comenzó a crearse una red y una estrategia de la jihad que unos años más tarde se trasladaría al territorio bosnio y 2) los musulmanes radicales interpretaron el conflicto de ByH como una guerra semejante a la de Afganistán y la URSS. Los serbios desempeñaron un papel análogo al de los rusos -comunistas y cristianos ortodoxos-, y los musulmanes bosnios comparecían en la imaginación islamista como hijos de Alá a quienes se impedía de practicar su religión.
 
La guerra ruso-afgana
 
En el Afganistán de los años sesenta surgió un conflicto entre el partido  Unión Islámica (fundado en 1958) y el Partido Comunista de Afganistán (fundado en 1965). Los islamistas, cuyo objetivo era construir “un Estado moderno basado en el Islam”, llamaban al jihad contra los kafir, los infieles, identificados con el PCA desde que este apareció en la vida afgana. Los comunistas llegaron a ocupar puestos en el gobierno de Mohamed Daudi, después de que éste conquistara el poder (1973) mediante un golpe de Estado. Los islamistas reaccionaron en 1975, con una nueva llamada a la jihad contra el gobierno, pero la mayoría de sus líderes fueron detenidos. En abril de 1978, los comunistas se apoderaron del gobierno, cambiaron el nombre de Partido Comunista  por el de Partido Democrático Popular y emprendieron una serie de reformas orientadas a la construcción del primer Estado musulmán basado en los principios del marxismo-leninismo. El cambio de nombre del partido formaba parte de una estrategia, la de ganar el apoyo de las elites religiosas, suavizando la imagen que tenían éstas de los comunistas como ateos. Sin embargo, sólo cuatro meses después, varias tribus descontentas por las reformas agrarias que había puesto en marcha el gobierno se rebelaron contra éste. La rebelión, que en principio no estaba articulada, se convirtió  rápidamente, gracias a la intervención de los islamistas, en un conflicto religioso entre los comunistas ateos y los hijos de Alá. La invasión soviética, en diciembre de 1979, se justificó como apoyo al gobierno anineado con Moscú contra la “rebelión tribal”, pero catalizó la unión de los afganos  contra el invasor y el conflicto que enfrentaba a ateos e islamistas afganos se convirtió en una guerra entre invasores cristianos (ortodoxos) y musulmanes invadidos. La intervención soviética  tuvo diferentes causas: sin duda, era lógico que la URSS en los años setenta apoyara el gobierno comunista vecino y aprovechase la coyuntura para ampliar su influencia en la zona, pero también hay que tener en cuenta que Moscú  intervino para impedir la radicalización por contagio de sus propios musulmanes en Asia Central y Caucasia. La guerra ruso-afgana implicó pronto a los países musulmanes vecinos. Desde la revolución islámica (1978), el Irán de Jomeini, denunció a los comunistas afganos como una “organización antiislámica”, y ofreció a los rebeldes su apoyo para convertir Afganistán en una república islámica. Pero fue Pakistán quien más influyó en el desarrollo de la crisis afgana. Desde su territorio, con la ayuda financiera y militar de EE.UU., se organizó la lucha contra los soviéticos.
 
En 1984, un clérigo palestino, Shaykh Yusuf Abdullah Azzam, desilusionado con las sucesivas derrotas sufridas por los palestinos y el mundo árabe en su lucha contra Israel, fundó en Peshawar (Pakistán), con el saudí Osama Bin Laden, la Mekhtab-e-Khidamat al-Mujahideen (MAK), la “Oficina de Servicio a los muhajidines”, con objetivo de articular una hermandad de los muhajidines, en su gran mayoría de origen árabe, pero cuya base común, independientemente de su origen étnico o regional, era la religión. La financiaban principalmente capitales procedentes de Arabia Saudí (la mayoría de los muhajidines profesaba el Islam en su variante más radical, de origen asimismo saudí: la wahabí) Los soviéticos abandonaron Afganistán en 1988 y los  talibanes conquistaron Kabul en 1991. Mientras tanto, en 1987, en Peshawar, Azzam y Bin Laden fundaron Al Qaeda al-Sulbal (“La Base Sólida”), organización cuyo objetivo principal era luchar por la implantación de los principios islamistas más estrictos entre los musulmanes de todo el mundo. Los intereses de ambos eran idénticos, aunque aparecieron diferencias a la hora de definir los medios para alcanzarlos. La victoria completa en Afganistán, la expulsión del invasor y la conquista del poder por los talibanes, según Azzam, “es una prueba de fuego divina, un test que nos obliga a establecer el Islam a cualquier precio”. Por eso concluía:
 
Oh, hermanos, después de Afganistán, nunca más, nada en el mundo es imposible para nosotros. No hay ni un super poder, ni un micro poder, sólo la voluntad de poder que surge de nuestra creencia religiosa.[1]
 
Los planes que tenían los muhajidines se reflejan en un comentario de uno de los lugartenientes de Azzam:
 
Lo mejor es continuar la jihad. Nada más que la jihad. Incluso después de liberación de Afganistán, incluso después de establecer el gobierno islámico, los muhajidines no pararán. Levantarán a los musulmanes de las repúblicas soviéticas, de Irán, de Palestina, de Jerusalén. Si alguno de ellos se detuviera en su camino, ¡Oh Dios mío, despedázalo! Si algún gobernante intenta impedir nuestro avance, nosotros seguiremos adelante por la fuerza.¡Jihad![2]
 
Se puede percibir que, desde el final de la guerra ruso-afgana, hay una cierta confusión en el uso de los conceptos “muhajidin” (guerrero santo) y “terrorista”, por el hecho de que muchos de los voluntarios de Afganistán, después de la guerra se convirtieron en terroristas, aunque algunos se consideraban muhajidines que se buscaban  la vida (mejor dicho, la muerte) en otras guerras. Esta confusión corresponde a la “crisis de identidad” de Al-Qaeda que se reflejó en el conflicto que surgió entre Azzam y Bin Laden. Azzam era partidario de llevar a los muhajidines al poder en Afganistán, y luego exportar la revolución. Afganistán sería la base sólida de los muhajidines , que se convertirían en una especie de Ejército Musulmán, cuyo objetivo sería conseguir la liberación de los musulmanes del mundo entero. Sin embargo, Bin Laden tenía otros planes: unir a todos los muhajidines en un cuerpo militar móvil, prepararles y entrenarles para que fueran capaces de usar métodos terroristas en países musulmanes y no musulmanes.
 
El asesinato de Azzam en 1989, y en circunstancias no aclaradas ( aunque todo apunta a que fue organizado por Bin Laden), la conquista de Kabul por los talibanes, el colapso del comunismo en la URSS y la Europa Central y Oriental, la decisión del gobierno de Pakistán de no dar más protección a Al-Qaeda forzaron a los radicales a adoptar una nueva estrategia. La mayoría de los voluntarios de Afganistán no podían volver a sus países  de origen, donde se les perseguía por su islamismo radical.  Podían quedarse en Afganistán o dedicarse a los negocios promovidos por Bin Laden y sus más leales colaboradores (como por ejemplo en Sudán entre 1992 y 1996), que servían para financiar a los mujahidines y sus familias, o ser designados para actos de terrorismo. La tercera opción era buscarse una nueva guerra. Cristalizó así la estrategia islámica para una nueva situación política en el mundo: 1) librar las tierras musulmanas de los infieles, (como había sido el caso de Afganistán: Filipinas y Cachemira quedaban pendientes). 2) ayudar a la resistencia de los musulmanes contra los agresores en Bosnia y Chechenia. 3) luchar contra los gobiernos seculares musulmanes (Egipto y Turquía). Por descontado, había que atacar al enemigo principal del Islam: EE.UU. y a sus aliados; sobre todo, a Israel. En un documento encontrado en Centro Cultural Islámico de Milán esta estrategia se resumía así:
 
Nosotros como musulmanes tenemos que ayudar a realizar la supremacía de la ley de Dios en la tierra, y no permitir que ningún grupo en la tierra gobierne sin la ley de Dios. Nosotros luchamos contra quien rechaza  esto o rechaza obedecer a Dios. La lucha se nos impone como medio para sustituir a los que gobiernan en las tierras del Islam; luchamos contra los que les apoyan a ellos y a sus leyes, con el fin de imponer el califato y para vengar a Palestina, España, los Balcanes, las Repúblicas Islámicas de Rusia y liberar a los musulmanes. Nuestros enemigos son los cristianos, judíos, apostatas y nuestros gobernantes seculares que reemplazaron la ley del Islam.[3]
 
Los muhajidines en ByH
 
Los Balcanes entraban en el plan general de reconquista, pero, ¿qué sabían los muhajidines de ByH? Shaykh Abu Abdel Aziz, Barbaroja, saudí de origen indio, alumno de Azzam, el hombre que primero llegó a ByH con cuatro veteranos de la guerra afgana al comienzo del conflicto (abril de 1992), confesó al periódico Al-Daawah:
 
No fuimos capaces de entender dónde estaba ByH. ¿En América, en el sur de hemisferio o en Asia? No teníamos idea dónde estaba. Cuando nos enteramos de que formaba parte de Yugoslavia, en  Europa de Este, todavía no teníamos idea de cuántos musulmanes había ni tampoco de cómo y cuándo el Islam había llegado acá . Pero, después de ver las imágenes sangrientas de la guerra, concluimos que  había que emprender aquí una legítima guerra santa.[4]
 
El objetivo del viaje de Aziz era averiguar sobre el terreno si BiH era adecuada para desplazar a los muhajidines de la guerra ruso-afgana. Bin Laden, por su parte, a finales de 1992, ordenó al sudanés Jamal Ahmed al-Fadl (miembro de Al-Qaeda)  reunirse en Zagreb con el grupo de Aziz. El encuentro se celebró en la sede de la BIF (“Fundación para la Benevolencia Islámica”), una ONG vinculada a Al-Qaeda. Para Al-Qaeda era importante, estratégicamente, introducirse en Europa porque en ésta vivía una numerosa población musulmana que se había dejado influir por la cultura occidental y que había que “devolver al camino auténtico del Islam.” Por otra parte la cercanía del Oriente Medio y la posibilidad de crear una red de espionaje tenían su atractivo, pero sobre todo Europa era interesante por ser el aliado principal de los EE.UU. Por otra parte, Bin Laden quería información acerca de si era posible invertir económicamente en ByH. La guerra y el caos creado por ella prometía condiciones semejantes a las de Afganistán. El desconocimiento de la situación real y la representación de la guerra  como un conflicto provocado por los serbios para conservar el comunismo, hizo inevitable la identificación con Afganistán. La representación de la guerra de Bosnia como enfrentamiento entre comunistas ortodoxos serbios y musulmanes bosnios contribuyó percibirla como la lógica continuación del jihad que había comenzado en Afganistán.
 
La red de Al-Qaeda en ByH
 
Después de la reunión de Aziz con el enviado de Bin Laden, se emprendió la construcción de la red de Al-Qaeda en ByH. Llegaron catorce instructores curtidos de Al-Qaeda y se crearon varios campos de entrenamiento de los muhajidines: en Mjehurici (cerca de Zenica), Tuzla y Travnik, aunque grupos más pequeños actuaban por separado en Igman ( una montaña cercana a Sarajevo), Radina y Alipasino Polje (Bosnia Central). El entrenamiento de los voluntarios en ByH no se distinguía de la instrucción habitual que recibían los que se alistaban. Se dividía en dos partes básicas: teórica, que suponía la indoctrinación religiosa e interpretación “correcta” del Corán, y, práctica que se ocupaba de la parte militar (técnicas de lucha cuerpo a cuerpo, manejo de armas, producción de explosivos).[5]
 
Para introducir armas y  muhajidines en ByH era imprescindible crear una red de apoyo fuera de sus fronteras de BiH. Además de Zagreb, que a lo largo del siglo XX ha sido el centro de la resistencia espiritual musulmana, estaba Milán, donde Anwar Shaban fundó un Centro Cultural Islámico. En Viena ya estaba funcionando (desde 1987) la TWRA ( Third World Relief Agency), la ONG musulmana que, como veremos, tuvo el papel más importante  para el Ejército Bosnio. En el triángulo Milán-Zagreb-Viena se gestionaban los asuntos bosnios: introducción de muhajidines y armas, blanqueo de dinero y recaudación de fondos humanitarios. La campaña de recaudar fondos se desarrolló en Europa, EE.UU. y, por supuesto, en los países musulmanes, con bastante eficacia.
 
En principio, los muhajidines se mezclaban con otros soldados del Ejército Bosnio. A partir de abril de 1993, por el orden del entonces presidente del gobierno, Alija Izetbegovic, y a petición de los muhajidines, se creó una brigada - El Muhajidin-, de los voluntarios árabes en la Séptima División del Ejército Bosnio. La introducción de los muhajidines en ByH, ante las narices de los observadores de la Unión Europea, requería dos fases: 1) el reclutamiento, 2) la entrada en el país.
 
En las mezquitas de todo el mundo (aunque también en algunas escuelas o universidades, como ocurrió en los EE.UU.), los clérigos seducían a los jóvenes con discursos incendiarios. Entre ellos destacaban algunos hoy en día muy conocidos: Shaykh Salman al-Awdah (saudí, detenido por su radicalismo en  Arabia Saudí, en los noventa); Shaykh Omar Abdel Arman (líder espiritual de los grupos terroristas egipcios Al-Jihad y Al-Gama`at Al-Islamiyya, cercano a Bin Laden, detenido en los EE.UU. por el primer atentado contra el WTC en 1993); Shaykh Abu Talal al Qasimy (egipcio, uno de los líderes de Al-Gama); Shaykh Abdul Majid al Zidani (yemeni, líder del partido radical Al-Islam). Los discursos que pronunciaban los clérigos para reclutar a los voluntarios no se diferencian mucho entre sí. El de al-Awdah es muy ilustrativo:
 
Los historiadores han dicho que la más distinguida de todas las guerras es la que se basa en la fe, porque el hombre que lucha por su fe y sus creencias, cuando muere, muere como mártir. Lo que ocurre en ByH no es sólo una guerra entre los musulmanes y serbios, sino una guerra entre el Islam y Cristianismo. Es como que hay que entenderla. Es una guerra que Occidente lleva contra el mundo islámico.
 
Sin embargo el de Aziz refleja, más bien, el aspecto estratégico de sus convicciones religiosas:
 
He salido de Bosnia sólo para deciros que estos tiempos nos ofrecen grandes oportunidades. Alá ha abierto el camino del jihad, y nosotros no podemos desaprovecharlo. Ahora es la gran oportunidad para introducir el Islam en Europa. Eso sólo se puede llevar a cabo a través del jihad. Si ahora paramos el jihad, perderemos esta oportunidad.[6]
 
El mayor número de los muhajidines vino a Bosnia a través de las ONGs musulmanas, como voluntarios para la ayuda humanitaria. También existieron varios puntos en la frontera con Croacia por donde pasaban a cambio de una elevada suma de dinero.
 
Las ONGs musulmanas
 
En 1996, un año después de la firma de los Acuerdos de Dayton, la CIA aseguró que un tercio de las ONGs presentes en los Balcanes apoyaban el terrorismo. También que varias de ellas poseían credenciales de las Naciones Unidas. Basándose en varias investigaciones, se puede afirmar que las ONGs en ByH se dedicaban sobre todo a cuatro actividades:
 
1)El reparto de ayuda humanitaria. Aunque entre ellas se distinguen las que se dedicaron ayudar exclusivamente a los “buenos musulmanes”, esto es, los que según sus criterios aceptaban las ideas wahabies. Estas ONGs, después de la guerra se ocuparon de las viudas y los hijos de los shehides (mártires).
 
2)Introducción de los muhajidines en ByH.
 
3)Blanqueo de dinero destinado al terrorismo u otro tipo de negocio de Al- Qaeda.
 
4)Compra de armas y violación del embargo impuesto por la ONU en 1992. (Ninguna ex república yugoslava  pudo adquirir armas legalmente. Serbia y Croacia se quedaron con el armamento del Ejército Yugoslavo que estaba en su territorio. Los musulmanes, como carecían de república propia, carecían asimismo de tal “herencia”. Los croatas compraron ilegalmente armas en Argentina y Chile, además de quedarse con un tercio de beneficios de las compras que hacían los musulmanes en territorio croata.)
 
Entre las ONGs más activas en el territorio de ByH destacan: BIF (Comité de Benevolencia Islámica; cercana a Al-Qaeda: Bin Laden reconoció públicamente que usó BIF para blanquear dinero y ayudar a las familias de los muhajidines); Al_Muwafaq Foundation (coordinada desde el Centro islámico Croata); Al Gama at-al-Islamiyya (en ByH es conocida como IGASA - sus siglas en serbocroata: una de las ramas  de la Muslim World League). Pero, entre todas ellas, la más importante es TWRA. Fue fundada en Viena, en 1987, por el sudanés  Mohamed el Fatih Hassanein, uno de los líderes del partido Frente Nacional Islámico (Sudán), de claro signo integrista. En los años setenta se licenció en medicina, en Belgrado, desde donde mantuvo vínculos de amistad estrecha con Alija Izetbegovic. Es el hombre que los bosnios recuerdan por su celebre frase: “En fin, Bosnia tiene que ser musulmana, porque si esto no ocurre toda la guerra ha sido en vano.”[7] Los banqueros le consideraban el  bagman de Alija Izetbegovic, que declaró que “el señor Hassanein tiene el crédito de representante financiero de la ByH sitiada”. TWRA tiene otras tres sedes más, en Budapest, Moscú  y Estambul. El principal objetivo de esta ONG era ayudar a los musulmanes a restaurar el Islam en los países comunistas de Europa del Este. Sin embargo, ya en noviembre de 1996, la sede de TWRA en Viena había sido registrada por la policía austriaca. La documentación encontrada demuestra que a esta ONG, entre 1992 y 1995, y a través del banco Die Erste Österreich Bank, le  fueron donados  unos 500 millones de dólares (aunque las fuentes bosnias hablan de una cifra de dos mil quinientos millones de dólares)[8], procedentes de Arabia Saudí, Irán, Turquía, Malaisia y Pakistán. Dos tercios de este dinero se gastaron en la compra de armas para el Ejército Bosnio. Otra parte de dinero se invirtió en una granja de pollos, una agencia de noticias (que existe aún), una fábrica textil y aparatos de informática para el gobierno de ByH. [9] 
 
Aunque sobre la guerra en ByH se suele hablar en términos del “antes” y “después” de los Acuerdos de Dayton, lo cierto es que el punto clave de esta guerra es el año 1993, por varias razones. A nivel local, el Partido de Acción Democrática (SDA), de Alija Izetbegovic había conseguido controlar todas las instituciones de los musulmanes, culturales y religiosas. En 1993 estalló la guerra entre musulmanes y croatas, hasta entonces unidos contra los serbios, lo que provocó una mayor inseguridad de los musulmanes y en consecuencia un mayor esfuerzo del mundo musulmán en ayudarles. A nivel internacional, los EE.UU. presionaron  a ambas partes para crear una “Federación croato-musulmana” (se firmó el acuerdo en 1994, en Washington), como única forma posible de vencer a los serbios. Pero, sin duda, lo más significativo del año 1993, fue el hecho de que la administración de Clinton optara por violar unilateralmente y en secreto (toda vez que en público lo apoyaba) el embargo de armas  impuesto por la ONU. La administración de Clinton permitió la venta de armas de Irán ( entonces y ahora uno de los peores enemigos de los EE.UU. y casi mundo entero) a ByH a través de Croacia. Croacia, obviamente, tenía gran interés en mantener buenas relaciones con la Casa Blanca. Por ello consultó a los EE.UU.: ¿Podrían éstos permitir que las armas importadas de Irán entraran en ByH a través de su territorio, por un precio estimable en un tercio del valor de la importación? La respuesta de la diplomacia norteamericana a la croata fue “sin instrucciones concretas”. Un concepto diplomático que permitió decidir al Gobierno croata por sí mismo. Tras el final de la guerra, la oposición republicana pidió explicaciones a los demócratas. Varios senadores y diplomáticos declararon lo mismo: la Casa Blanca había optado por silencio - “sin instrucciones”-, al considerar que no peligraba la seguridad de los EE.UU. ( tal como lo explica, cínicamente, el entonces embajador de los EE.UU. en Croacia, Peter Galbraith: “Nuestro Gobierno apoyaba el embargo de armamento, aunque a partir de enero de 1993, nosotros no pedimos que otros países lo hicieran. Así que no se puede hablar de un cambio en nuestra política.”)[10] Sin embargo, parece que la Casa Blanca consideraba que peligraba la seguridad de Bosnia por el aumento significativo de los instructores iraníes en su territorio (que estimaba entre tres y cuatro mil miembros de la Guardia Revolucionaria iraní.) Se sospechaba que el SDA y Alija Izetbegovic tenían vínculos con el gobierno de Irán más estrechos de los que supone la compra-venta de armas.[11] Para disminuir una posible influencia iraní (entre 1993 y 1995 en varias ciudades bosnias se abrieron consulados, centros culturales y religiosos iraníes) la Casa Blanca financió un proyecto realizado por MPRI (Military Profesional Resources Inc., la empresa privada que ya había preparado a los croatas para la operación “Tormenta” en la Krajina Serbia), y que consistía en instruir a los militares bosnios. Cabe preguntarse ¿por qué los EE.UU. permitieron en secreto la venta de armas de Irán en ByH, sabiendo que esto iba a radicalizar a la comunidad musulmana? ¿No era más sencillo hacerlo públicamente con un proveedor occidental? Posiblemente la tarea de romper el embargo de la ONU oficialmente era demasiado difícil. El analista norteamericano de origen árabe, Stephan Schwartz, en su libro The Two Faces of Islam, afirma que los EE.UU. permitieron la venta de armas a ByH bajo la presión de su aliado Arabia Saudí, a cambio de sus apoyo en el mundo árabe.[12]
 
Comunidad internacional y la lucha antiterrorista en ByH
 
Es difícil de determinar una estrategia internacional antiterrorista en los Balcanes antes del 11S. Excepto la actuación de los EE.UU. en el asunto iraní, ésta apenas existió. Es cierto que se detuvo la guerra, pero no se llegó a prevenir la radicalización de una parte de la comunidad musulmana bosnia. Después de la firma de los Acuerdos de Dayton, una de las exigencias al gobierno de ByH fue la expulsión de los árabes de Bosnia. Se calcula que hubo unos 2000 voluntarios (en una población de 1,5 millón de musulmanes en ByH). De ellos, 741 poseen la nacionalidad bosnia (incluido Bin Laden). Alija Izetbegovic se opuso personalmente a la expulsión, alegando que no se iba a echar a nadie hasta que no “tuviera pruebas” que estaban involucrados “en algo malo”. La presión de los EE.UU. llegó a tal punto que se anuló la ayuda militar y económica acordada para ByH en la firma de paz.  Hay que reconocer que era bastante difícil expulsar a los árabes: algunos se habían casado con chicas locales y de este modo obtuvieron la nacionalidad bosnia (según Rohan Gunaratna, entre los radicales esto forma parte de una estrategia más amplia, de no despertar sospechas en la comunidad elegida, para organizar actos terroristas)[13]. Otros trabajaban en diferentes centros culturales y religiosos que se fundaron con las donaciones de los países árabes. La gran mayoría quería salir de ByH, pero se encontraban con el mismo problema que surgió después de la guerra de Afganistán. Otra vez eran muhajidines en paro. Algunos optaron por desplazarse a Kosovo y a Sandzak (sur de Serbia). Se avecinaba la guerra de Kosovo, y Sandzak, con su 80% de la población musulmana era y sigue siendo uno de los posibles escondites de los radicales.
 
Después del 11S los EE.UU. (La Casa Blanca, La Comisión Nacional y los abogados de las víctimas del atentado) investigaron más el paso de los muhajidines por ByH. Se demostró que había tres canales para la manipulación de fondos humanitarios: 1) Entre la TWRA y el Gobierno del SDA; 2) Entre los gobiernos del Golfo Pérsico y el Gobierno del SDA; 3) Otras ONGs musulmanas. Se acusó formalmente a varios miembros del SDA[14], se produjeron registros y cierres de varias ONGs y centros culturales.  Es cierto que los fondos de los dos primeros canales se usaron para la compra de armas, y el “enriquecimiento particular” de algunos miembros del Gobierno bosnio. Por ahora no se les acusa del apoyo al terrorismo. A las ONGs les corresponde el papel del blanqueo del dinero para el terrorismo. Sin embargo es significativo que el Gobierno de ByH no emprendiera ninguna investigación vinculada con estos asuntos hasta diciembre del año 2001, cuando entregó un  informe al Comité Antiterrorista de la ONU.
 
Es ilustrativo ver cómo, en un artículo publicado en New York Times (10.12.2001; “Terror Money Hard to Block” de Kurt Eichenwald), definían las fuentes oficiales de la Casa Blanca la situación en  ByH por estas fechas:
 
Los años del conflicto sangriento en los Balcanes han dado una oportunidad a Al_Qaeda para construir sus puentes en la Europa Central. Durante 1995, mientras los EE.UU llevaron tres pueblos en conflicto hacia paz en Dayton, la escena para actuar de Al Qaeda y otros grupos vinculados a ellos, ya estaba preparada allí. Los muhajidines se han aprovechado de los beneficios de los Acuerdos de Dayton  para abrir una fábrica en los Balcanes. Encontraron unos anfitriones muy amables, cuando una parte de Bosnia pasó al control de los  musulmanes . La máquina financiera de Bin Laden floreció. Las ONGs musulmanas supuestamente recaudaban ayuda humanitaria para ByH, pero, una parte de este dinero  se usó para el terrorismo y el crimen organizado. Es posible que se creara una ruta de tráfico de heroína desde Afganistán, vía Kosovo y ByH, con destino a Europa.
 
¿Qué han conseguido los islamistas radicales?
 
Se puede afirmar que los islamistas no han conseguido su objetivo principal: construir el Estado islámico en los Balcanes. Esto se debe, en primer lugar, que los musulmanes de ByH, ya secularizados durante el siglo XX, en su mayoría no aceptaron las ideas wahabies. Por otra parte, el mismo Bin Laden reconoció, ya en 1993,  que “la situación en Bosnia no ofrecía las mismas oportunidades que la de Afganistán. En comparación con Afganistán, pocos mujahidines llegaron a Bosnia, porque los croatas no querían árabes en su territorio, cuando el hecho es que Pakistán los admitió”[15] Sin embargo, aunque no se ha creado un Estado islámico, lo cierto es que hoy en día existen en ByH organizaciones y “centros culturales” que jamás habían estado presentes allí. Los wahabies ya tienen raíces en los Balcanes. Esto representa  un peligro para la seguridad de ByH, los Balcanes y Europa, no solo porque un posible reclutamiento de terroristas, sino porque existe una fuerte inversión financiera árabe en la construcción de mezquitas, escuelas, hospitales, infraestructuras, que supone ya  un control religioso y educativo de Bosnia. Podemos afirmar que el mayor peligro en ByH, a corto plazo, está  en la radicalización religiosa de su comunidad musulmana, que a la larga puede producir terroristas. No es un secreto que los grupos terroristas operan a través de las mezquitas, madrasas, centros culturales y ONGs. En un país devastado por la guerra todas estas instituciones se ven con “naturalidad” y hasta agradecimiento.
 
Si la mayor amenaza al mundo Occidental es el terrorismo islámico, tal como lo afirma la Comisión del 11S, - y propone una estrategia en tres partes ( que coincide con la que propuso Rohan Gunaratna en solitario en su libro publicado un año antes): 1) atacar a los terroristas y a sus organizaciones; 2) prevenir el crecimiento del terrorismo islámico; 3) prepararse para la eventualidad de más ataques- los Balcanes, que suelen ser olvidados por la comunidad internacional si no hay conflictos locales,  deberían ocupar un lugar en ella. La ratificación de los Acuerdos de Dayton, que coincidió con el décimo aniversario de su firma (noviembre de 2005), es el primer paso para consolidar la influencia del Occidente y, sobre todo, devolver a los bosnios la confianza en las instituciones  europeas.
 
Distinguiendo los muhajidines de los terroristas, podemos afirmar que los primeros tienen un éxito particular. Ganaron un cierto respeto entre la población local durante la guerra, aunque hoy en día la mayoría de los bosnios quiere olvidarse de ello. Al principio de la guerra, los musulmanes locales rechazaban a los árabes, pero con el tiempo, estos se demostraron muy valientes en el combate,  y además parecía que estaban ahí por defender su religión, y no por dinero (lo que no era cierto: los voluntarios árabes cobraban un sueldo de Al-Qaeda, que además pagaba 75 € mensuales a cada musulmán local que se alistaba a la brigada “Muhajidin” -una fortuna en ByH de los noventa). Sin embargo, los muhajidines afirmaban que no les importaba la impresión que dejaban en ByH, porque ahí estaban por otras razones,  para proyectar una imagen en el mundo musulmán entero: llamar la atención sobre el sufrimiento de los hermanos musulmanes y dar ejemplo de cómo había que enfrentarse a este problema (ser mártires de la fe luchando contra los enemigos occidentales). Teniendo en cuenta que la mayoría de los detenidos por los atentados de 11S y 11M explicaban su participación en estos actos terroríficos como la consecuencia de su despertar de conciencia al ver las imágenes de la guerra en ByH, parece que consiguieron su objetivo.
 
Los muhajidines en Kosovo y Sandzak
 
La reputación que ganaron los muhajidines en ByH debería ayudar a exportar el jihad en todo el mundo. Esta exportación comenzó por Kosovo y Sandzak, aunque en Sarajevo se organizaron varias manifestaciones a favor de los musulmanes de Chechenia, donde se reclutaban voluntarios.
 
La guerra de Kosovo (1999), aunque parecía una buena oportunidad para los muhajidines, no dio los frutos esperados. Los árabes fueron expulsados rápidamente. La mayoría de los kosovares es chiíta, y por tanto no aceptaban las ideas radicales de los musulmanes sunníes. Por otra parte, el sentimiento nacionalista entre los albaneses superaba con creces el de la pertenencia a la comunidad religiosa musulmana. Pero, sin duda, la razón más poderosa para la expulsión de los árabes fue que los kosovares gozaban del apoyo abierto de los EE.UU., que a su vez, ya en 1995, había pedido al gobierno bosnio la expulsión de aquellos.
 
Sin embargo, respecto a Sandzak no se puede decir lo mismo. Sandzak se puede convertir en el futuro centro de los fundamentalistas en los Balcanes. Con más de 80% de la población musulmana y en la frontera entre Serbia, ByH y Montenegro, Sandzak hoy en día siente nostalgia por el fallido intento (1993) de Alija Izetbegovic y el SDA de unirlo al “futuro Estado musulmán” Parece que incluso Schwartz,  que en principio no veía ningún peligro en la “amistad de los bosnios con los muhajidines”, está preocupado. Se le escapó apuntar este posible peligro en su libro The Two Faces of Islam (2003): creo que por ceñirse a una perspectiva que se impuso a sí mismo para demostrar que existen buenos y malos musulmanes. Esto es, Dos Caras del Islam. Los buenos son los musulmanes  de los Balcanes y los del Cáucaso, porque su radicalización se debe en exclusiva a la población cristiana ortodoxa -rusa, búlgara y serbia[16]- y su práctica del terror político y militar). Los malos son los que financian el terrorismo abiertamente, como los de Arabia Saudí. Sin embargo, dos años después en uno de sus últimos artículos publicados en las páginas de GEES (05.07.2005, “El fracaso de Europa en Bosnia y la continua infiltración de fundamentalistas islámicos”) critica a Europa y a la comunidad internacional por no prevenir el peligro y sobre todo por permitir que los muhajidines se quedasen en la zona:
 
A lo largo de la frontera norte de Montenegro, en un oscuro distrito llamado Sandzak, los musulmanes de tradición bosnia forman la mayoría. Pero son pobres y son descuidados por todo el mundo a excepción de los wahabíes. Por ese motivo, el wahabismo ha logrado una posición firme en los pueblos y pequeñas ciudades de Sandzak.
 
 
Antecedentes históricos de las ideas panislamistas en ByH
 
Es conocido, por varios libros de memorias de políticos occidentales ( de Richard Hooldbrooke o Madeleine Albright, entre otros), que Franjo Tudjman y Slobodan Milosevic, en las conversaciones que mantenían con ellos, siempre advertían del “peligro de la media luna”, presentando a sus respectivos pueblos como la última muralla para salvar a Europa del Islam. Lo hasta hora expuesto nos da una idea de cómo un grupo de clérigos y muhajidines , desde fuera, pero con la ayuda en ciertos asuntos del gobierno del SDA, intentó crear un Estado islámico en BiH. También está claro que no han conseguido este objetivo. Pero cabe preguntarse si, a parte de su visión particular del jihad internacional que les empujaba a venir a ByH, tuvieron algún apoyo en la misma Bosnia. La mayoría de los musulmanes no aprobaba la presencia de los árabes, porque estos intentaban imponer su interpretación del Islam, y sobre todo sus costumbres - rezar regularmente, no beber alcohol, vestir de modo adecuado-, hábitos que los bosnios habían perdido a lo largo del siglo XX . Los musulmanes  que aceptaron a los muhajidines, ¿lo hicieron por la desesperación provocada por la guerra (tesis de Schwartz) o por sus convicciones ideológicas? La periodista Vildana Selimbegovic, de DANI, en un artículo titulado Halitosis del terrorismo  llama  la atención sobre un hecho: ¿ cómo es posible que la comunidad musulmana bosnia haya cambiado su imagen en diez años,  de ser las mayores víctimas de la guerra a ser vistos como los protectores de los terroristas?[17] El Gobierno de ByH, encabezado por Alija Izetbegovic, pedía y recibía la ayuda de los países árabes, y no rechazaba la de los más radicales. Para entender este hecho es necesario conocer la historia de la creación del SDA y sus antecedentes históricos. Es significativo que en la campaña para las Elecciones generales (2001), Hasan Cengic, el ex viceministro de Defensa (sustituido a petición del Gobierno de los EE.UU. en 1995.) animaba así a los militantes del SDA:
 
Si no conquistamos el poder, todo lo que hasta hora hemos conseguido será destruido. Nos van a convertir de  víctimas de la agresión y defensores de la justicia en terroristas, criminales, ladrones, traidores, en fin, tipos peligrosos.[18]
 
Creación del SDA: dos generaciones de panislamistas
 
En 1939, en Sarajevo se fundó la organización “Mladi Muslimani” (Musulmanes Jóvenes), de claro signo panislamista. Era la primera vez que las ideas radicales aparecían públicamente entre los musulmanes bosnios, aunque tal aparición podía esperarse antes. La desaparición del Imperio otomano (1878) abrió el camino para la influencia del resto del mundo musulmán en las comunidades que quedaron como minorías en los Estados balcánicos de mayoría cristiana. Esta influencia se puede percibir en el hecho de que  los musulmanes bosnios participaron en el Congreso Panislamista celebrado en Jerusalén en 1931, y en Ginebra (1935), pero sobre todo, en el de que  la  educación superior de sus elites religiosas  se realizara en la Universidad egipcia al-Azahar, cuna del grupo Jama`at al-Shubban Muslimin  (Asociación de Musulmanes Jóvenes), muy cercano al movimiento radical egipcio más conocido Hermanos Musulmanes. Los Musulmanes Jóvenes bosnios surgieron de la  unión de dos  asociaciones religiosas, ambas creadas por los que se educaron en Egipto:  Trezvenost (“Sobriedad”) e Ihvan (“Hermanos”).  Mientras el nombre de la primera hace honor a una de las reglas básicas del Islam - no consumir el alcohol-, la segunda alude a los Ikhwan, grupos paramilitares creados por los beduinos leales a los wahabíes en 1912, como una especie de ejército irregular que influyó decisivamente en la creación de Arabia Saudí en 1932.[19] La aparición en el mundo árabe de las organizaciones de signo panislamista, (que Antonio Elorza define como “un híbrido entre los órdenes sufies tradicionales y los modernos partidos totalitarios.”[20]), fue consecuencia, principalmente,  de dos hechos: la eliminación del califato en 1924 por Kemal Atatürk  (que vino a representar la supresión del poder religioso-político y su sustitución por un poder laico y “satánico”), y la creciente frustración por el resultado de la comparación entre el mundo musulmán y el Occidente.  Esta época se define como el “primer periodo liberal árabe” porque surgen iniciativas para modernizar y reformar el Islam. Entre los reformistas de esta época  destaca  Hasan al-Bana, ( y sus seguidores Abdelkadar Audah y Abul Ala Maududi), el ideólogo principal de los Hermanos Musulmanes. Aunque el concepto de “reformismo” sugiere una modernización, realmente se trata de propuestas que rechazan  cualquier innovación  en nombre de la religión tradicional. La propuesta de modernización hecha por al-Bana  consistió en introducir unos cambios en la organización política y en la acción para solucionar los problemas que padecían los musulmanes, sin descartar violencia, lo que derivaría hacía el terrorismo.  
 
Bosnia tuvo su representante del reformismo, un autor que publicaba en la revista El-Hidaje y que firmaba a sus artículos  como T.Muftic (puede que se trate de un seudónimo ), cuyas ideas no van muy detrás de las de al-Bana o Maududi.[21]  Ambos coinciden en que el Islam es al mismo tiempo religión y política, y que, por lo tanto, hay que recuperar, a través  de la gran yihad (esfuerzo individual de perfeccionamiento) y la pequeña  yihad  (la guerra santa), un orden social regido por la fe.[22]  Muftic, en nombre de los Musulmanes Jóvenes,  ofrece, en varios panfletos de contenido semejante, soluciones para la situación en la que se encontraban los musulmanes en el Reino de los Eslavos del sur (1918-1941). He aquí un breve extracto:
 
Los musulmanes bosnios se encuentran en un estado de desesperación, mientras nuestra inteligencia, secular y espiritual, está dividida; su completo alejamiento de las clases populares les hace incapaces de ofrecer a la juventud musulmana  el ideal que necesitan. [...] Pero nosotros hemos encontrado este ideal: ¡Es el Islam! Sí, hermanos, es el Islam del Corán y los hadices. Por eso hermanos, gente joven,  vamos a volver al alma del Islam, porque sólo a través del Islam realizaremos nuestro renacimiento. [...] Los musulmanes tienen contacto con el Occidente cristiano, que degrada y reduce el Islam al concepto limitado de creencia religiosa. [...] Por ello la reforma y el renacimiento son realmente necesarios. Hay que reformar el Islam, pero también a los musulmanes. El Islam original continua siendo la  ideología universal más perfecta, ideología revolucionaria encarnada en el movimiento panislamista, cuyo objetivo es el despertar del Islam de su largo sueño y la creación de un Estado islámico grande, que contaría más de 400 millones de habitantes, que pertenecen a  razas diversas, pero que son hermanos  por su religión.[23]
 
Antes de la Segunda Guerra Mundial los Musulmanes Jóvenes tenían una red en más de treinta ciudades de ByH, y un buen número de seguidores en los  pueblos.
 
Durante la Segunda Guerra Mundial, miembros de los Musulmanes Jóvenes, inspirados y apoyados por el mufti de Jerusalén Amin El Huseini, crearon la división de la SS -Handzar-, y lucharon al lado de los nazis. Después de la guerra, el Estado comunista no conservó las instituciones religiosas tradicionales: ya en 1947, en el caso de los musulmanes, se les prohibieron los vakufs, las madrasas, los juzgados basados en la sharia  (que estaban vigentes desde la época otomana), los tekkis  ( casas de los derviches bektachi), así como varias asociaciones culturales ( Preporod, Narodna Uzdanica, Gajret). A las mujeres se les prohibió llevar el velo. Sin embargo se conservó la institución de la Umma bosnia que debía compensar a los musulmanes por no tener el estatuto de nación (al contrario de todos los demás eslavos del sur, que tenían sus correspondientes repúblicas). En 1946 y 1949,  hubo una purga de los miembros de la organización  Musulmanes Jóvenes, acusados de ser “agentes de una organización terrorista”. Sin organización y sin asociaciones culturales, los miembros de los Musulmanes Jóvenes tuvieron que replantearse la estrategia. E. Granovof, autor de un panfleto titulado “¿Cómo vamos a luchar?”[24] Propone un programa islamista de cinco puntos: 1) edificación religiosa e ideológica del individuo; 2) constitución de la sociedad islámica; 3) establecimiento del orden islámico; 4) liberación de los musulmanes; 5) unificación política y espiritual del mundo islámico en un gran Estado o alianza de Estados. Granovof afirmaba que para los “Musulmanes Jóvenes el mayor placer  es aprendizaje y la enseñanza a otros, y la lucha con pluma y espada”. Sin embargo, su mayor preocupación era cómo conseguir la autonomía de ByH en el Estado comunista yugoslavo. En 1968, los musulmanes de Bosnia consiguieron el estatuto de nación (se debió al acercamiento de Tito a los líderes árabes de los países no alineados).
 
Con la liberalización de los años sesenta en Yugoslavia, los Musulmanes Jóvenes renovaron sus actividades de modo informal. El imam Hasan Cengic (futuro viceministro de Defensa, 1992-95) y algunos activistas, entre ellos el futuro presidente de la ByH independiente, Alija Izetbegovic (que fue arrestado en las purgas de 1946 ), organizaron en las madrasas de Sarajevo encuentros entre las elites religiosas e intelectuales, donde se debatían cuestiones políticas y educativas. El renacimiento de la organización bosnia coincide con la radicalización del mundo musulmán en general:  en 1968 surge el terrorismo islamista en el Oriente Medio;  en 1979, en Irán, el chiísmo radical llega al poder a través de la revolución islámica  del Ayatollah Jomeini. A finales del  mismo año, la URSS invadió Afganistán. La Yugoslavia comunista intentó ajustar cuentas con sus musulmanes en 1983, después de la publicación de la Declaración Islámica  (que se considera el manifiesto de los Musulmanes Jóvenes), cuyo autor, Alija Izetbegovic, y doce personas más fueron acusadas de propagar el panislamismo y el “nacionalismo musulmán”. Los acusados se presentaron como víctimas de un régimen totalitario, castigadas en un proceso amañado, lo que no era de todo inexacto. Pero también es cierto que la Declaración Islámica  contiene una dura crítica al laicismo en Turquía y un elogio entusiasta de la creación de Pakistán, cuya experiencia y ejemplo querían seguir.
 
El SDA fue fundado en 1990 por cuarenta musulmanes, de los que ocho  eran miembros “históricos” de la organización Musulmanes Jóvenes procesados en 1983. Otro grupo era muy cercano a la mezquita de Zagreb. El más celebre de todos los fundadores, Alija Izetbegovic, como había servido de mediador, durante los años setenta, entre los antiguos panislamistas, las elites religiosas encabezadas por el joven imam Hasan Cengic, y los intelectuales, en su mayoría comunistas y irreligiosos, era el más popular. Consiguió unir a los comunistas de extracción musulmana con los antiguos panislamistas y los estudiantes de las madrasas que controlaba el imam Cengic. De este modo se unieron dos generaciones de panislamistas. Izetbegovic y su grupo crearon varias organizaciones culturales de signo musulmán que facilitaron la comunicación entre gente de procedencia tan diferente. Los panislamistas tenían una influencia decisiva en la política del SDA, pero este hecho no hace del SDA un partido islámico, ni tampoco se puede afirmar que quisieran convertir ByH en un Estado islámico.  Hay distintas razones que explicarían dicha contención, pero merecen ser tenidas en cuenta las que menciona Dzemaludin Latic, hablando de Alija Izetbegovic:
 
Su meta no era hacer de ByH un Estado islámico, no sólo porque ese Estado limitaría las libertades básicas de musulmanes y no musulmanes, sino porque el entorno europeo hostil podría destruirlo ¡incluso con la bomba atómica! Todos los que conocen un poco el Islam saben que ni el mismísimo Dios (alabado sea su nombre) no pediría de nosotros un orden islámico en Europa.[25]
 
No hay razones para no creer en las palabras de Latic. Parece que era conciente de las limitaciones geográficas. Pero esto no debe hacer olvidar el hecho de que el SDA había creado su red paralela de instituciones gubernamentales, culturales y religiosas, a través cuales ejercía su poder y su control de signo islamista sobre la comunidad musulmana de ByH.

 
 
Mira Milosevich es profesora e investigadora del Instituto Universitario Ortega y Gasset.
 
Notas


[1] Evan F. Kohlemann, Al-Qaida`s Jihad in Europe. The Afgan-Bosnian Network.. BERG, Oxford,2004,Pág. 8.
[2] Ibídem., Pág. 13.
[3] Ibídem., Pág. 15.
[4] Ibídem, Pág. 16.
[5] Rohan Gunaratna, Viaje al interior al terrorismo islamista,Srvidoc, Barcelona, 2003. Págs. 115-151.
[6] Evan F. Kohlemann, libro citado, pág. 30.
[7]  Semanal DANI, nº 184.
[8] El periodista del semanal  DANI Esad Hecimovic, en una serie de artículos reconstruye las conexiones entre los bancos locales y extranjeros y afirma que se trata de dos mil quinientos millones de dólares. DANI, nº 184, 185, 186, 187.
[9] La actividad de la TWRA la  ha investigado detalladamente Nijaz Dzafic, el sociólogo bosnio a quien debemos agradecer toda la información relativa a esta ONG.
[10] El semanal  DANI publica la transcripción entera de estas conversaciones.  Números: 122, 123, 124, 125. (Año 1999.)
[11] Además CIA  afirma que posee material que supuestamente fue grabado por los terroristas iraníes de la Embajada de los EE.UU. en Zagreb.
[12] Stephen Schwartz, The Two faces of Islam, saudi Fundamentalism and its Role in Terrorism, Anchor Books, New York, 2003.
[13] Rohan Gunaratna, Al Qaeda, Viaje al interior del terrorismo islamista, SERVIDOC, Barcelona, 2003. Págs. 115-151.
[14] Irfan Ljevakovic (fundador del SDA, facilitaba la llegada de los muhajidines); Hasan Cengic (imam, ex viceministro de defensa. Responsable directo de la compra de armas a través de TWRA); Dzemal Merdan (discípulo de Ajatolah Homeini. Reclutaba a los muhajidines); Husein Zivalj (ex embajador de ByH en Austria. Acusado por sus vínculos con TWRA); Faris Nanic (asesor de Alija Izetbegovic, vinculado a TWRA); Alija Izetbegovic (presidente del primer gobierno de ByH, acusado de formar parte de la red vinculada a TWRA y de contactos con las organizaciones islámicas radicales).
[15] Evan F. Kohlemann, Libro citado, pág. 77.
[16] Stephen Schwartz, The Two faces of Islam. Saudi Fundamentalism and its Role in Terrorism. Anchor Books. New York, 2003. Págs. 180-188.
[17] Semanal DANI, nº 137.
[18] Semanal DANI, nº 184.
[19] Stephen Schwartz, Libro citado, pág. 102.
[20] Antonio Elorza, Umma, El untegrismo en el Islam, Alianza Editorial, Madrid, 2002, pág. 178.
[21] Escritos originales  de Abul A`la Maududi (Teoria política del Islam), en el citado libro de A. Elorza, Págs. 199-210.
[22] Las ideas de al-Bana en el libro citado  de Antonio Elorza. Los de T.Muftic en el  artículo  de X. Bougarel: “From Young Muslims to Party of Democratic Actino: The Emergence of a Panislamist trend in Bosnia-Herzegovina”, Islamic Studies, 1997, nº 3, Págs. 533-549.
[23] T. Muftic, “Problem nase omladine”, El-Hidaje, vol.VI, no. 1-2, 11.09.1942. páginas: 17-22.
[24] Citado en: Xavier Bougarel, artículo citado.
[25] Semanal DANI, 137., Xavier Bougarel, “Bosnjaci pod kontrolom panislamista”