Intervención de José María Aznar en el encuentro anual de EIN en Varsovia

Estimado Harmut Nassauer,

Estimado Joseph Daul,

Estimado Gary Kasparov,

Damas y caballeros,

 

 

Buenas tardes a todos,

 

Es un placer para mí estar aquí rodeado de mis amigos de toda Europa. Quisiera agradecerle a EIN la oportunidad que tan amablemente nos brinda en un día como hoy para debatir los desafíos a los que hacemos frente en la actualidad todos los europeos. Y me alegra especialmente que sea aquí, en Varsovia.

 

No hace mucho tiempo el régimen comunista mostraba los primeros síntomas de su decadencia. No muy lejos de aquí, mucha gente sufría los graves efectos de un régimen totalitario.

 

Estas gentes decidieron levantarse y luchar por la democracia y la libertad. Fue la fuerza de las ideas y el ejemplo de lucha lo que dio coraje a muchos otros para ponerse en pie y derrotar a la tiranía y la opresión. El deseo de libertad, la fuerza de las ideas y la voluntad de convertirlas en realidad terminó con el comunismo y permitió la reunificación de Europa.

 

El ejemplo de valentía mostrado por el pueblo polaco en su lucha contra el comunismo debería animarnos hoy en la lucha por nuestra libertad y valores, los cuales están  viéndose amenazados por los terroristas

 

Si me lo permiten, quisiera hacer una mención especial a una amiga. Estuvo con nosotros en el último encuentro de EIN en Lisboa. Loyola de Palacio: una mujer trabajadora y ejemplo de coherencia en política. A lo largo de su carrera luchó por que los principios morales se tradujeran en el modo de hacer política. Nunca la olvidaremos.

 

Queridos amigos,

 

Nos hemos reunido aquí hoy para analizar el papel de Europa presente y futuro. No obstante, un mero análisis no es suficiente. Hemos de pasar a la acción.

 

Europa se compone de Estados-Nación. Nuestros valores comunes tales como la libertad, la dignidad humana, la igualdad ante la ley y la democracia son la esencia de estos Estados. Europa tiene raíces históricas, no es un proyecto de ingeniería social. La falta de respeto por los valores representados por el Estado- Nación puede derivar en una escalada del nacionalismo que podría conducir a la destrucción de Europa tal y como la conocemos hoy.

 

Quiero ser realmente franco con Vds. Kosovo me preocupa seriamente. Milosevic no fue apartado del poder para crear un Kosovo independiente. Yo no creo que el futuro de Europa deba basarse en sociedades étnicamente limpias.

 

Establecer nuevas fronteras en Europa reconociendo de facto la autodeterminación de territorios es el camino más rápido hacia el desastre.

 

Europa no puede expandirse ad infinitud. Hay límites que deben ser respetados. Creo que debemos iniciar un debate abierto para establecerlos.

 

Europa ha sido una historia de continuos logros durante los últimos cincuenta años. La cuestión es cómo afianzarlos hasta el 2025 y en adelante.

 

Hemos conseguido muchas cosas. Nuestros esfuerzos y trabajo constantes nos han conducido a la reunificación de Europa.

 

Nuestra capacidad para construir una sociedad basada en los valores comunes, en el respecto por el conocimiento y el debate, ha propiciado el desarrollo de una de las sociedades más fructíferas y prósperas.

 

Pero el mundo no se congela a nuestra voluntad. Vendrán cambios y con ellos nuevas amenazadas y nuevos modelos. No seríamos sinceros con nosotros mismos si negáramos las debilidades y desafíos que acechan a Europa.

 

Quizá haya llegado el momento de que Europa recuerde el lema de Juan Pablo II: “Non avete paura” “No temáis”

 

Si deseamos prolongar nuestros éxitos debemos identificar lo que nos hace fuertes. Debemos fomentar los valores que nos fortalecen. Estos valores son: el trabajo duro, el mérito y la capacidad y responsabilidad individual. La iniciativa y el mérito personal deben ser recompensados.

 

Por el contrario, el colectivismo conduce a los individuos a esperar que el resto de la sociedad les resuelva sus problemas.

 

Debemos transformar los riesgos en desafíos. Seremos capaces de hacerlo si transformamos la política a corto plazo en estrategias a largo plazo. Es llegado este punto donde creo que este encuentro puede servir de gran ayuda.

 

Debemos hacer frente al exceso de prestaciones del Estado y a la falta de competencia. Una sociedad que provee por exceso es una sociedad en la que la lucha por el futuro se relega a un segundo plano.

 

Nos estamos debilitando. Para evitarlo debemos de recuperar la Estrategia de Lisboa. Con este fin, celebro la iniciativa de Barroso de reformar el presupuesto de la Unión Europea. Es el único modo de lograr este objetivo. Debemos construir sobre tres pilares.

 

El primer pilar es el euro. La moneda común nos hace fuertes.

 

El segundo pilar es la independencia del Banco Central Europeo. Creo firmemente que debemos ser extremadamente respetuosos con su independencia. Es la garantía de nuestra prosperidad y estabilidad futuras.

 

El tercer pilar debe ser la existencia de un mercado interno tangible. El nuevo proteccionismo nacional que hemos presenciado recientemente es una tendencia muy peligrosa.

 

Lo que realmente necesitamos son mercados más flexibles, incluyendo el mercado laboral.

 

Necesitamos reducir los impuestos.

Necesitamos reducir el gasto público.

Necesitamos reducir el intervencionismo estatal en el mercado.

Necesitamos menos empresas estatales.

Necesitamos reformas más profundas del Estado de Bienestar.

Necesitamos mayor apertura hacia el mundo y libre comercio.

Europa no puede ser de nuevo la principal responsable del fracaso de la Ronda de Doha.

Debemos promover la competitividad y la productividad.

 

Debemos hacer frente al exceso de prestaciones del Estado y a la falta de competencia. Debemos impulsar la excelencia en la educación y la investigación. Ésta ha de proceder del trabajo, del debate intelectual y de la incertidumbre propia de la búsqueda de nuevas ideas en la lucha contra la vieja ignorancia.

 

La inmigración y la integración son un desafío crucial para Europa. Europa sufre un problema demográfico claramente reflejado en el borrador del documento “Europa 2025” elaborado por European Ideas Network. Recibimos un flujo constante de inmigrantes y no estamos logrando consolidar su integración.

 

La integración real es crucial. Ésta se conseguirá mediante oportunidades de empleo. La ley debe respetarse siempre.

 

Uno de los derechos más importantes de los ciudadanos de países democráticos es la igualdad ante la ley. Se trata de uno de los valores centrales de nuestras democracias: la igualdad ante la ley sin discriminación por motivos de raza, color o sexo. No pueden darse diferentes normas en función del origen del ciudadano.

 

La libertad de expresión es un pilar fundamental de nuestra democracia. Nosotros, como Europeos, no podemos aceptar las amenazas que quieren silenciarnos. Cuando los gobiernos se disculpan por unas caricaturas significa que se ha tomado el primer paso hacia la rendición de la democracia frente al totalitarismo.

 

Queridos amigos,

 

Europa necesita encontrar el lugar que le corresponde ocupar en el mundo, y creo que el único camino para alcanzar este objetivo es mediante una Europa atlántica. Por eso voto por fortalecer nuestros lazos institucionales.

 

Una Europa atlántica exige lazos económicos más estrechos con EE.UU. Necesitamos un Área Atlántica de Prosperidad abierta. La última cumbre con mis amigos Angela Merkel y George Bush marcó un hito muy importante; pero es necesario más coraje y mayor compromiso político.

 

Asimismo, considero que Europa no puede entenderse sin América y por América me refiero a todo el continente. Europa debe prestar más atención a América Latina.

 

No podemos ser indiferentes al futuro de América Latina.  América Latina es una parte sustancial de occidente. Debemos apoyar a aquellos que trabajan por la democracia, la libertad y los mercados abiertos, pues son éstas las mejores vías para alcanzar  prosperidad y desarrollo. Debemos enfrentarnos al peligro tangible del “comunismo del siglo XXI”.

 

La seguridad debería tener máxima prioridad en la agenda Atlántica:

 

La OTAN debería debe ser renovada para enfrentarse y derrotar al terrorismo. Es la única vía para garantizar nuestra libertad, así como la estabilidad y la seguridad en el mundo.

 

La OTAN debería abrirse a nuevas democracias. El desafío a nuestra libertad es global y así ha de ser nuestra respuesta.

 

Europa debería asumir más responsabilidad en el área de seguridad. La libertad no es gratis.

 

Oriente Medio también es nuestra responsabilidad. Creo que la mejor  estrategia posible consiste en promover la libertad y la democracia en la región. Crímenes tan horribles como el perpetrado ayer en El Líbano son simplemente inaceptables.

 

No debemos auto engañarnos. Acabar con el terrorismo en Iraq es tan vital para nuestros intereses como para la estabilidad de la región. Conozco las enormes dificultades a las que se enfrenta la democracia iraquí pero hay que lograr el éxito.

 

Querría decir algo a todos aquellos representantes del “buenismo” que critican a los líderes que luchan contra el terrorismo: no deberíais criticar a aquellos que asumen sus responsabilidades. Haríais mejor criticando a aquellos que no lo hacen; a aquellos que no reconocen que el terrorismo es una amenaza global; a aquellos que no actúan en consecuencia.

 

Responsabilidad es lo que necesitamos para afrontar el futuro. Entre nosotros: un Irán nuclear es sencillamente inaceptable.

 

Queridos amigos,

 

Así es como veo la Europa de hoy. Estas son mis ideas para afrontar los desafíos actuales y para hacer de Europa una historia de éxito en  2025.

 

Afrontaremos muchos retos, pero contamos con un solo espíritu si queremos vencer: la voluntad de victoria y la aceptación de que no hay otra alternativa. Debemos mirar a los desafíos a los ojos y hacerlos frente

 

Le agradezco a James la idea de reunirnos aquí en Varsovia hoy.

 

Muchas gracias por su atención.