Hugo Chávez: El "Mini-Yo" de Castro

por Peter Brookes, 19 de abril de 2005

“Una desgracia tras otra”. Así fue como el ex-Secretario de Estado Dean Acheson definió la frase “política exterior”. Pues la última desgracia para Estados Unidos se llama Hugo Chávez, presidente de Venezuela.
 
Por alguna razón no aparente, el hombre fuerte de la izquierda está armando a Venezuela hasta los dientes. Y apoyando a los narcoterroristas locales y a otros revolucionarios latinos.
 
Chávez idolatra a Fidel Castro, es amiguísimo de Muamar Gadafi de Libia y era amiguete de Sadam Hussein. Él ha hecho desagradables declaraciones sobre el Presidente Bush y ha hecho “sugerentes” comentarios públicos sobre la Secretaria de Estado Condoleeza Rice.
 
De acuerdo a Gerver Torres, ex ministro venezolano, la motivación principal de Chávez es “hacer todo lo que sea posible para afectar negativamente a Estados Unidos y a Bush en particular... tratando de unir en un solo frente a todos los enemigos de Estados Unidos”.
 
Es tentador descartar a Chávez simplemente como el último dictadorzuelo de pacotilla en Latinoamérica, pero éso sería un error. El “Fidelito” de Venezuela tiene el potencial para causar verdaderos problemas a Estados Unidos, a sólo unos cuantos pasos de casa.
 
Reconociendo el talón de Aquiles de nuestra economía, Chávez ha amenazado con no exportar petróleo a Estados Unidos. Venezuela es nuestra cuarta fuente más grande de petróleo sirviendo el 15% de las necesidades petrolíferas americanas (1.5 millones de barriles diarios). Esta amenaza no puede ignorarse.
 
Reducir exportaciones podría subir hasta por las nubes los ya altos precios del combustible americano. Conocedor de este hecho, Chávez declaró recientemente: “Hemos invadido Estados Unidos con nuestro petróleo”.
 
Seguro que sería doloroso para Venezuela renunciar al 60% de sus exportaciones petrolíferas vinculadas al mercado americano. Pero Venezuela ya está buscando diversificar su cartera de clientes petrolíferos más allá del Tío Sam.
 
En Diciembre, Caracas cerró un enorme contrato con Pekín por la venta de petróleo y gas y por inversiones en el sector energético de Venezuela.
 
Venezuela también está provocando problemas de seguridad para sembrar el temor entre sus vecinos. A Rusia Chávez le ha comprado 50 modernos cazas  MiG-29, 40 helicópteros de combate armados y 100.000 rifles de asalto AK-47. También ha comprado armas a España y a Brasil.
 
Chávez, destituído ex-coronel del ejército, tiene en sus planes aumentar la cantidad de reservistas del ejército como “una respuesta honorable a la intención del Presidente Bush de convertirse en el amo del mundo”.
 
El General Bantz Craddock, Comandante en jefe del Comando del Sur de Estados Unidos, ve como preocupante la extravagancia armamentística de Venezuela ya que los motivos de Chávez no son claros. “Nos preguntamos cuál es la intención de todo esto” afirmaba el General en un reciente testimonio ante el Senado.
 
Una de las principales preocupaciones de Washington es la posibilidad de una guerra convencional entre Venezuela y su vecina Colombia, que es el principal aliado de Estados Unidos en la región.  Como mínimo, la descontrolada compra provocada por el petróleo venezolano podría desatar una carrera armamentística en la región.
 
También cabe la posibilidad que algunos de los “juguetitos del presidente” especialmente los AK-47 y la munición terminen en las manos de los narcoterroristas colombianos de las FARC.
 
Las FARC están buscando derrocar al gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe. Caracas recibió 3 mil millones de dólares en ayuda americana durante los últimos años para apoyar la lucha contra los narcotraficantes y los grupos izquierdistas rebeldes.
 
Se rumorea que Chávez está apoyando a las FARC, dejándoles usar la frontera colombiano-venezolana para reponerse y reabastecerse.
 
Por otra parte, Chávez está haciendo de mentor del revolucionario boliviano Evo Morales cuyas camaradas trataron hace poco de forzar a la renuncia del presidente Carlos Mesa en un esfuerzo por tomar el control de la Asamblea Nacional.
 
En Perú, se dice que Chávez ha financiado al renegado oficial del ejército que trató de incitar una rebelión contra el presidente Alejandro Toledo. Chávez, por supuesto, niega todo esto.
 
Muchos americanos encuentran difícil tomarse en serio a Chávez pero su capacidad para causar problemas en la región no deben darse por descontados, especialmente mientras el precio del petróleo siga por las nubes.
 
Afortunadamente, la administración Bush lo ha reconocido y está empezando a diseñar una nueva política para tratar con Chávez. La mejor forma de abordarlo será incluyendo a otros líderes de la región para contenerlo y aislarlo al mismo tiempo que no se aviva el apoyo popular al dictador en casa.
 
Chávez anunció recientemente su intención de exportar su “revolución bolivariana” (Léase: Revolución cubana). Si tenemos en cuenta su desastroso historial doméstico de políticas económicas socialistas y de represión, habrá que detenerlo antes que empiece.
 
*Nota de traducción: Mini-yo es el clon del Dr. Maligno en la película Austin Powers Parte 3.

 
 
Peter Brookes ha sido Vicesecretario Adjunto de la Secretaría de Defensa de Estados Unidos y actualmente es Miembro Senior de la Fundación Heritage, columnista del New York Post y Director del Centro de Estudios Asiáticos.
 
©2005 Peter Brookes
 
©2005 Traducido por Miryam Lindberg
 
GEES agradece a la Fundación Heritage y al Señor Brookes el permiso para publicar este artículo.