Honduras, el país más peligroso del mundo

por GEES, 3 de octubre de 2012

 Ni Venezuela, donde se han registrado al menos 155.000 homicidios en los doce años que Chávez lleva en el poder; ni México, donde la narcoguerra comenzada en 2006 ha causado 150.000 muertes; ni Brasil, donde se han producido 1.100.000 muertes violentas en los últimos 30 años. El país más peligroso de América es la pequeña Honduras: entre 2004 y 2011 se han contabilizado 33.933 homicidios en una población de ocho millones de seres humanos.

 
Un reciente informe de la ONU asegura que Honduras tiene la mayor tasa de homicidios del mundo, por delante de El Salvador y Costa de Marfil. Honduras ha pasado de 51 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2001 a 92 en 2011; El Salvador, registra 69 homicidios por cada 100.000 habitantes, y Costa de Marfil, con 57 muertos por la misma tasa de población. En Centroamérica, siguen en esta lamentable clasificación Guatemala, Jamaica y Venezuela. Por el contrario, Argentina, Chile, Perú, Surinam y Uruguay presentan tasas de homicidios mucho más reducidas, por debajo de 10 por 100.000 habitantes, entre 1995 y 2010.
Los motivos de este aumento son el desplazamiento de las rutas de entrada de droga a Estados Unidos de México a Honduras; la suspensión de la ayuda policial y económica decidida por el Gobierno de Obama después de la destitución en 2009 del presidente golpista Manuel Zelaya; y la circulación de miles de armas de fuego sin control. 
 
Toda esta violencia tiene numerosas consecuencias que afectan a Nueva York y Chicago. Muchos centroamericanos están dispuestos a huir de sus países para sobrevivir y el primer destino suele ser Estados Unidos. Los cárteles disponen de bases para trasladar droga. Los Gobiernos locales necesitan fondos para combatir la delincuencia y llegan a recurrir a sus militares… Y por supuesto la pobreza es el principal freno para las inversiones extranjeras. El Banco Mundial ha estimado que una reducción del 10 % de la tasa de homicidios podría impulsar un crecimiento del ingreso anual per cápita del 1 % en El Salvador y del 0,7 % en Guatemala y Honduras.
 
En cambio, la pacífica, democrática y desmilitarizada Costa Rica, situada también en Centroamérica, es un remanso de paz y prosperidad.
 
El caos de Honduras es una advertencia del infierno en que pueden convertirse los países cuando sus sociedades son indulgentes con la delincuencia y, además, no encuentran ayuda internacional.