Helicópteros de ataque: la decisión española
por GEES, 23 de septiembre de 2002
I. Introducción
La adquisición de un helicóptero de ataque constituye la máxima prioridad en el actual proceso de modernización del Ejército español. Este sistema ha demostrado en los últimos conflictos ser un arma esencial para el desarrollo de las operaciones de los ejércitos más avanzados. La flexibilidad, la capacidad de proyección y de combate que permiten la actual generación de helicópteros de ataque los convierten en una prioridad para el desarrollo de las capacidades operativas no sólo nacionales sino europeas.
En el escenario estratégico actual, donde prácticamente puede descartarse un conflicto a gran escala sobre el territorio europeo, la movilidad y la proyección de fuerzas se ha convertido en factores cada vez más relevantes. El helicóptero, en cualquiera de sus versiones, desde el transporte al ataque, aporta precisamente unas posibilidades de movilidad y proyección que difícilmente se pueden lograr con ningún otro sistema de armas. Esas capacidades se hacen imprescindibles tanto en las nuevas misiones militares que quiere desarrollar conjuntamente la Unión Europea, como en posibles misiones de guerra en las que España participe junto a Estados Unidos. Finalmente, hay que destacar el carácter disuasorio que ofrece este sistema frente a las posibles amenazas que puedan existir sobre la integridad de nuestro territorio, amenazas que en determinados casos no son además compartidas en el marco de las alianzas a las que pertenecemos.
Junto a la movilidad inherente al propio sistema y a su capacidad de proyección, tanto en transporte aéreo para su despliegue en zona, como en operaciones desde plataformas navales, el helicóptero de ataque de nueva generación aporta dos cualidades adicionales que resultan esenciales en el actual marco estratégico: una gran capacidad de supervivencia y una gran potencia de fuego.
La sustancial reducción de la vulnerabilidad que han logrado las nuevas generaciones de helicópteros de ataque frente a los helicópteros meramente artillados del pasado resulta fundamental para asegurar el menor número de bajas propias en cualquier operación. Garantizar este grado de protección y seguridad para las tripulaciones se ha convertido en un requisito básico para que un sistema de armas pueda realmente ser desplegado y explotado en operaciones más allá de nuestras fronteras.
La gran potencia de fuego de la que están dotados estos sistemas se adapta además de forma particularmente idónea a los requerimientos doctrinales de las operaciones actuales. Por un lado, el helicóptero permite un apoyo cercano y una cobertura a las fuerzas terrestres que complementa de forma eficaz al que le puedan prestar los aviones de combate. Por otro, el helicóptero combina una gran capacidad de fuego con una muy alta precisión en la selección y destrucción de los blancos, lo que reduce de forma importante los daños colaterales de las acciones. Ambos factores, la protección que el sistema ofrece a las fuerzas propias desplegadas sobre el terreno, como la reducción máxima de bajas entre elementos no combatientes, constituyen prioridades claves en el planeamiento y desarrollo de cualquier misión internacional que quiera afrontarse.
Por todo ello, la carencia de helicópteros de ataque de nueva generación constituye con toda probabilidad la principal deficiencia que tiene el Ejército de Tierra español en relación con su equipamiento. La incorporación de este sistema resulta además urgente si tenemos en consideración el tipo de operaciones en las que previsiblemente se van a ver involucradas nuestras Fuerzas Armadas en los próximos años y el largo período de producción que requiere un sistema tan sofisticado. Se impone pues una decisión rápida en este ámbito que permita disponer de estas nuevas capacidades de movilidad, proyección y combate en un plazo máximo de cinco años.
Esta apremiante necesidad operativa se combina además con un escenario de oportunidades industriales. Así, el programa de adquisición de helicópteros de ataque podría y debería ser utilizado para desarrollar en nuestro tejido industrial de defensa un subsector de fabricación de helicópteros que tradicionalmente ha estado ausente en nuestra industria aeronáutica. Así, las posibilidades de desarrollo y de impulso tecnológico que este programa ofrece para nuestra industria, tanto en el campo de la integración y mantenimiento de sistemas, como en el desarrollo de elementos electrónicos y de componentes estructurales, debería ser un acicate para encontrar la fórmula de financiación que permita la inmediata puesta en marcha del proyecto.
II. ¿Por qué los helicópteros de ataque?
La necesidad de dotar a los ejércitos de helicópteros armados nació en la Guerra de Corea, donde los ruidosos helicópteros de la época eran abatidos con suma facilidad tanto por la aviación enemiga, como sobre todo por las defensas antiaéreas, mucho más difíciles de detectar, a pesar de su carácter rudimentario. Por ello, desde finales de los cincuenta, los estrategas del Pentágono vieron la necesidad de dar cobertura cercana a los helicópteros que desplazaban sus unidades de elite detrás de las líneas enemigas o evacuaban heridos del campo de batalla.
Pero fue en la Guerra de Vietnam donde hicieron aparición los helicópteros armados, como el AH-1 Cobra, que en el fondo no era más que un helicóptero con ametralladoras en su costado. Su capacidad de penetración y rapidez, así como su cercanía al suelo, lo que le permitía identificar blancos de forma visual más eficazmente que los aviones de combate de la época, condujeron a estos helicópteros, que eran considerados como defensivos, a adoptar un carácter ofensivo, interviniendo en misiones de ataque o dando cobertura a grandes movimientos de unidades y tropas. La imagen de estos helicópteros se convirtió así en uno de los elementos característicos del conflicto.
Desde entonces, tanto la infantería como la caballería de los países desarrollados, vieron en el helicóptero un instrumento de un valor esencial para complementar las capacidades de las unidades acorazadas o blindadas en acciones de reconocimiento, ataque o cobertura de las fuerzas en tierra.
Sin embargo, esta concepción tradicional del helicóptero armado como apoyo a unidades terrestres se vio muy pronto superada por la aparición de los sistemas de defensa antiaérea con misiles portátiles o móviles. Estas razones condujeron a mediados de los años setenta a pensar en un helicóptero diseñado para el combate, que tuviera una menor vulnerabilidad y una mayor potencia de fuego, tanto para la guerra terrestre como aérea. Este era el concepto operativo del Apache estadounidense.
A raíz de la Guerra de Afganistán, a comienzos de los ochenta, se observó la alta vulnerabilidad de los helicópteros ante defensas aéreas de muy baja cota, aunque fueran montadas de forma muy rudimentaria. El uso de los Stinger demostró que era necesaria muy poca infraestructura para derribar a los pesados helicópteros armados soviéticos.
Europa, por su parte mantuvo la concepción del helicóptero tradicional armado con los Puma y los Gazzelle. Un ejemplo de ello fue el montaje en España, a comienzos de los años ochenta, de los BO-105 Bolkov, que fueron ensamblados en la factoría de Getafe de Construcciones Aeronáuticas.
El requerimiento inicial del Ejército de Estados Unidos, emitido a comienzos de los años setenta, fue el de un helicóptero de ataque con plena aptitud nocturna, todo tiempo y con una elevada capacidad de supervivencia. El primer prototipo realizó su vuelo inicial en 1975 y el primer aparato de serie salió de la fábrica en 1983. El AH-64 Alfa fue el primer helicóptero en lanzar un misil contra-carro de guía láser y en disponer de cierta capacidad dispara y olvida, lo que le permitía realizar fuego tanto con designación directa del objetivo, como indirecta, a cargo de un equipo en tierra o desde otro helicóptero o avión.
El objetivo del US Army coincidía con la necesidad de equilibrar cualitativamente el gap en fuerzas terrestres que existía en el escenario europeo durante la Guerra Fría y en particular para paliar lo que en ese momento se consideraba como la amenaza más probable, una penetración masiva de carros soviéticos hacia el corazón de Europa.
En operaciones reales, el Apache fue utilizado por primera vez en el conflicto de Panamá, pero no fue hasta la Guerra del Golfo cuando mostró todas sus capacidades. Así, una vez conseguido el pleno dominio aéreo, estos helicópteros fueron utilizados como punta de lanza de las unidades terrestres, destruyendo más de quinientos carros de combate iraquíes.
Los conflictos posteriores de Kosovo, Bosnia y más recientemente Afganistán, han abierto un nuevo debate doctrinal sobre las guerras del futuro. Entre las lecciones de estos conflictos deben incluirse la ausencia de frentes definidos, lo que conduce a la fusión en pequeños territorios de objetivos civiles y militares y la necesidad de evitar víctimas civiles y propias que obligan a una gran precisión, a una alta movilidad y a la invulnerabilidad de los sistemas propios. Bajo estas condiciones las necesidades que pretendía satisfacer el Apache en los años setenta han cambiado notablemente.
El desarrollo de sistemas antiaéreos portátiles, relativamente baratos y de gran precisión, han aumentado la vulnerabilidad de los helicópteros de ataque, hasta tal punto que su utilización al modo tradicional ha sido muy escasa, recurriéndose a ellos exclusivamente como elemento de reconocimiento y de limpieza del terreno, una vez conseguido el pleno dominio del espacio aéreo
Por estas razones, las tendencias en los nuevos helicópteros han cambiado notablemente, pasando a un segundo término las capacidades de ataque contra-carro o de lucha aérea. Bajo esta óptica debe ubicarse el nuevo proyecto de helicóptero de ataque y reconocimiento, el RAH-66 Comanche o las últimas versiones en desarrollo para el Tigre.
III. El mercado mundial de helicópteros
Partiendo de la distinción entre helicópteros armados y helicópteros de combate, la gran mayoría de los países disponen en la actualidad de helicópteros armados, básicamente con cañones y ametralladoras, o con capacidad para disparar misiles HOT. La capacidad de combate de estos helicópteros es muy reducida, ya que están pensados para entornos urbanos y con una gran cobertura aérea.
No cabe duda de que el modelo que mayor éxito ha tenido en Europa ha sido el francés Gazzelle que equipa desde finales de los sesenta a los ejércitos de Francia, Reino Unido, Egipto, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, junto a los BO 105 operativos en Alemania, España e Iraq, aunque es dudosa la operatividad de estos últimos.
En cuanto a los helicópteros de combate en sentido estricto, el dominio es norteamericano con más de 100 Apaches vendidos en el exterior y con presencia en Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Israel, Singapur, Grecia, Reino Unido y Holanda. Por su parte, el ruso Mi24 Hind está en inventario en los países de la órbita soviética de los años setenta y comienzos de los ochenta, como Argelia, Polonia, Siria, India, aunque estos últimos en condiciones operativas muy deficientes.
El Apache
El Apache Alfa estuvo en producción en Mesa (Arizona) hasta el año 1997, habiéndose entregado 937 helicópteros AH-64 A, 821 al US Army y el resto a Egipto, Grecia, Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes. El modelo Alfa venía equipado con 16 misiles Hellfire, armas de 70 y 76 mm y un cañón de 30mm con 1.200 disparos.
Con las experiencias del conflicto del Golfo, el Ejército norteamericano decidió dotar al Apache de un sistema de tiro propio denominado Longbow, que básicamente consiste en un radar de control de tiro, de ondas milimétricas, situado sobre el mástil del rotor principal y que permite la adquisición simultánea de hasta 256 objetivos. Al incorporar, además un sistema digital de tratamiento de la información de combate, este sistema puede realizar la transmisión de imágenes en tiempo real, proporcionando automáticamente la localización de objetivos a la propia unidad de helicópteros o a otro puesto de mando.
El helicóptero Longbow viene dotado de un amplio elenco de sensores, destacando el de adquisición de blancos TADS (Target Acquisition Designation Sight) y el de visión nocturna PNVS (Pilot Night Vision sensor) desarrollados por Lockheed Martin en conexión con un sistema FLIR de reconocimiento e identificación de blancos. Asimismo dispone de un sofisticado sistema de contramedidas. Según algunas fuentes de la Compañía fabricante, la versión Delta es veinte veces superior a la Alfa, tanto en capacidad de combate como en invulnerabilidad.
El nuevo helicóptero AH-64D Longbow, comenzó su producción en 1997 incorporándose a las unidades del US Army, que ya dispone de más de 200 unidades del nuevo modelo. Con posterioridad se realizará un estudio más detallado de este modelo que ha sido adquirido por Reino Unido y Holanda, y que compite en España con el Tigre de Eurocopter.
El conflicto de 1991 supuso la puesta de largo del Apache, donde se emplearon a fondo en todo tipo de misiones, tanto de ataque estratégico, por ejemplo la destrucción de dos radares iraquíes el primer día del conflicto, como en misiones tácticas y de escolta. Los 288 Apaches desplegados destruyeron según el US Army 500 carros, 120 transportes acorazados, 120 piezas de artillería, 30 posiciones antiaéreas y 20 helicópteros y aviones en tierra, con la pérdida de 2 aparatos.
Durante la operación Allied Force, en 1999, se envió una unidad a Albania en apoyo de la posible invasión de la provincia yugoslava. A pesar de que dicho ataque no se produjo, Estados Unidos perdió dos aparatos en sendos accidentes que alertaron sobre las condiciones de operatividad de los helicópteros en un entorno como el de Albania.
En Endurance Freedom, los Apaches intervinieron realizando labores de escolta en algunas acciones iniciales de infiltración de fuerzas especiales y en apoyo de operaciones de fuerzas de la Alianza del Norte. El 5 de noviembre dos helicópteros Apaches realizaron labores de ataque sobre Kabul, en una operación quirúrgica empleando misiles AGM-114 Hellfire II. Estos helicópteros realizaron sus operaciones desde la cubierta del Kitty Hawk, habilitado como base de operaciones, portando unidades de elite junto a helicópteros Black Hawk.
Con la toma de Kabul se inició una segunda fase de la operación destinada a terminar con los focos de Al Qaeda que se atrincheraron y dispersaron en las montañas. Desde enero, la responsabilidad de las operaciones pasó de los Marines al Ejército, con la 101 División de asalto estacionada en Kandahar. Junto a la 10 División de Montaña constituyeron la principal fuerza en la operación Anaconda realizada a principios de marzo contra unos 2.000 talibanes que resistían en las montañas del Este.
La dificultad de las operaciones, a pesar del empleo masivo de bombarderos B52H, que llevó al derribo de un helicóptero norteamericano con ocho bajas, condujo al empleo urgente de 12 helicópteros AH-64 A, transportándose directamente desde Estados Unidos en las bodegas de los aviones de transporte C-17 en 30 vuelos directos desde la base de Scott en Illinois a la de Bagram en Afganistán. Sin embargo, el retraso en la llegada impidió su uso masivo durante la operación Anaconda, aunque su presencia sobre el terreno garantiza una clara superioridad para el tipo de misiones como las que pueden producirse en un futuro.
En cuanto a su presencia en el exterior, Israel fue el primer país después de EEUU en disponer del Apache. En 1990 se realizó un pedido inicial de 19 aparatos que se entregaron en 1991. Posteriormente en 1993, EEUU donó otros 24 Apaches procedentes de Alemania. El actual inventario es de 43 aparatos. Es el único país que dispone de misiles AGM-114K Hellfire II de una gran precisión y empleados durante el reciente conflicto en Palestina. En la actualidad, Israel está pendiente de recibir 9 aparatos de la versión Longbow y mantiene una opción de compra de 12 unidades más, cuya carta de aceptación fue firmada el pasado 19 de febrero de 2001, con un coste de 500 millones de dólares.
En el reciente conflicto de Palestina, el Apache se ha convertido en un elemento clave haciendo su aparición el 13 de octubre de 2000, cuando se atacaron varios edificios de la Autoridad Nacional Palestina, pretendiendo dar una visión de conflicto de baja intensidad al no utilizar aviones de combate, táctica que duró hasta la llegada al poder del Likud con Ariel Sharon.
En este último periodo se han convertido en el principal instrumento para la anulación selectiva de Jefes de los grupos terroristas que operan en la zona con una gran precisión, empleando la iluminación por láser de los vehículos objetivo y dos unidades para cubrir eventuales cambios de dirección. Además estos Apaches fueron utilizados en el asalto del buque Karine.
El 13 de julio de 1995, el Reino Unido anunció la orden para adquirir 67 unidades del Apache en una versión denominada WAH-64D, circunstancia que impulsó también a Holanda a la adquisición de 30 unidades de la versión Longbow, posterior a un contrato de alquiler de 12 unidades de la versión Alfa.
La versión británica fue presentada por un consorcio formado por Mc Donnell Douglas, Lockheed Martin, Northrop Grumman y Shorts y Westland del Reino Unido, equipando al helicóptero con dos motores RTM 332 de Rolls Royce y Turbomeca y con una importante participación británica en su producción, llegando a ser denominado por algunos como Euroapache.
Singapur recibió el pasado 17 de mayo el primer AH-64 D Longbow, de un total de ocho adquiridos. Egipto, por su parte, firmó el pasado 3 de diciembre un acuerdo FMS (Foreign Military Sales) para modernizar 35 helicóteros Apache versión Alfa a la versión Delta. Este contrato está valorado en 400 millones de dólares incluyendo entrenamiento, apoyo logistico y repuestos.
Otros países que disponen de helicópteros Apache son hoy en día Grecia con 20 AH64 Alfa, Arabia Saudita con 12 AH 64 Alfa y Emiratos Árabes Unidos con 20 AH 64 Alfa.
El Tigre
El 28 de septiembre de 1988, Francia y Alemania lanzaron el programa del helicóptero Tigre, contratándose con Eurocopter el desarrollo de 5 prototipos de un helicóptero básico con dos posibles versiones. El francés HAP de reconocimiento armado, capacidad de ataque ligera y aptitud para el combate aéreo y el PAH2/HAC para acciones de combate, principalmente anticarro. El 27 de abril de 1991, vio la luz el primer prototipo.
La caída del Muro de Berlín disminuyó el riesgo de un ataque masivo de blindados desde el Este, por lo que se evidenció la necesidad de ampliar las capacidades de escolta y reconocimiento del PAH2, dando lugar al UHT (Unterschutzung Hubschrauber Tiger). En 1995, Francia y Alemania firmaron un MOU para la preparación de la producción del HAP y el UHT. En 1998, se firmó el MOU de producción y en junio de 1999, se firmó el primer contrato para la adquisición de 160 Tigres, (70 HAP y 10 HAC para Francia) y 80 UHT para Alemania.
En 1998, el programa se adhirió a la OCCAR pasando a convertirse en la división Tigre de la OCCAR con sede en Koblenza. En conformidad con los acuerdos suscritos, el calendario establece el término de la fase de desarrollo al final del 2002, comenzando las entregas de la versión UHT en diciembre de 2002 y en junio de 2003 para la versión francesa HAP, con entregas hasta el año 2011. El pasado 22 de marzo se procedió al roll-out del primer Tigre en su versión UHT, en las instalaciones de Eurocopter en Donauworth, Alemania, por lo que el helicóptero ya es una realidad.
Con el fin de demostrar las capacidades del helicóptero en toda condición se han realizado pruebas satisfactorias en Kiruna (Suecia), Emiratos Árabes Unidos, en verano, y demostraciones en Singapur, Australia y Turquía.
Para la optimización de sus elementos comunes y reducir costes de adquisición y de apoyo logístico, todas las versiones del helicóptero se han desarrollado desde un helicóptero básico común, prototipos 1 a 3. Esta versión básica contiene el desarrollo del vehículo y la aviónica básica. Incluye el sistema de navegación GPS/doppler asociado a un generador de mapa digital y el sistema automático de control de vuelo, así como el equipo de comunicaciones.
Cada versión del Tigre está basada en un paquete de equipamiento de misión que incluye los sistemas de armas y sus interfaces. Si bien en la actualidad el contrato de producción abarca las versiones HAP de reconocimiento para Francia y UHT de combate y reconocimiento para Alemania, Francia adquirirá una nueva versión denominada HAC que estará disponible para finales de esta década.
Como características comunes, el Tigre tiene un peso máximo de unos 6.000 kilogramos, un radio de acción de 800 kilómetros y una velocidad máxima de 280 kilómetros por hora con un poder de despegue de 958 Kw
Tigre HAP
Su principal misión es de escolta y reconocimiento. Dispone de capacidad para el combate aire-aire y un cierto soporte de fuego. De medio peso, con unas seis toneladas, opera con dos motores MTR 390. Tiene actuar en combate nocturno así como en ambientes NBQ. Sus características básicas son baja detectabilidad tanto visual, como por radar o infrarrojo; máxima eficiencia de las armas y de los sistemas de control de fuego asociados y unos costes de mantenimiento muy reducidos. Va equipado con un cañón de 30 mm, cohetes de 68 mm y misiles aire-aire Mistral, disponiendo de tres sensores de fuego: infrarrojo, cámara TV y óptica. El suite de aviónica incluye receptores multipropósito en color así como sistema de alerta de radar y láser.
Tigre UHT
Dispone de una capacidad de combate superior a la versión anterior. Como se afirmaba anteriormente, Alemania cambió su requerimiento de un helicóptero de combate en su sentido más estricto por uno de naturaleza mixta, al modificarse las condiciones geoestratégicas al final de los ochenta, y en especial al cambiar el papel asignado al helicóptero desde una función primordial de contención de una invasión masiva de carros a acciones de un espectro de combate menor pero de naturaleza más variada.
El UHT dispone de misiles Trigat con capacidad dispara y olvida y de misiles contra-carro HOT-3. Dispone de cohetes de 68 mm, una ametralladora aire-aire de 12,7mm y capacidad para equipar misiles Stinger. El helicóptero dispone de una segunda generación de Infrared Charge Coupled Device infrarroja y un sistema FLIR de detección de blancos por infrarrojo controlado por el piloto, disponiendo de un sofisticado sistema de contramedidas así como de un visor Osiris de SFIM montado sobre el rotor.
Tigre HAC
Será un helicóptero anticarro con el mismo equipamiento que el UHT, incluyendo misiles Mistral, Trigat o HOT. Su adquisición podría retrasarse al año 2010. La orden inicial de 80 helicópteros dada por el ejército francés contiene una serie de 10 unidades HAC, comentada anteriormente, que se entregarían al final de la década. Sin embargo, para disponer de capacidad de armamento contra-carro tendrá que renunciar al uso de un cañón y de cohetes.
Tigre ARH.
En agosto de 2001, Eurocopter, con el Tigre ARH de reconocimiento armado fue seleccionada por el Ejército australiano. La versión adquirida, cuyo número de unidades ha sido de 22, y cuyas entregas comenzarán en el año 2004, es una versión modificada del HAP con unas mejoras en el motor MTR 390, incorporando un designador láser al visor Xtrix y capacidad para lanzar misiles Hellfire. En el programa se incluye una importante participación de la industria local, principalmente de Australian Aerospace en el helicóptero, incluyendo el ensamblaje final.
Armamento del Tigre: misiles HOT y TRIGAT.
En relación con los misiles anticarro que incorporan los helicópteros Tigre se han suscitado diversas cuestiones, algunas erróneas, como su comparación entre distintos sistemas, cuando en realidad son sistemas de armas complementarios. Así, el HOT es un misil con un alcance de 4 kilómetros, mientras el TRIGAT es un misil dispara y olvida pero que bloquea el blanco antes del lanzamiento, reduciendo notablemente los daños colaterales posibles. En los casos de rangos inferiores a 4 kilómetros en objetivos perfectamente discriminables y sin alta protección, el HOT se convierte en un arma letal. Sin embargo, el TRIGAT todavía debe superar algunos problemas técnicos que han llevado a países como Australia y España a pensar en incorporar como alternativa el misil Hellfire, que tiene un alcance de casi doce kilómetros frente a los ocho de la versión Long Range del Trigat.
El Trigat LR ha efectuado recientemente pruebas exitosas desde un prototipo del Tigre, por lo que se espera su pronta incorporación a la línea de producción. Respecto del Hellfire, Lockheed Martin y Eurocopter firmaron el pasado mes de abril un contrato para integrar el Hellfire II y el lanzador M 2999 en el Tigre.
Nuevas versiones
Los cambios estratégicos en curso están conduciendo a una profunda reflexión a las autoridades francesas sobre las capacidades que deben reunir los helicópteros de ataque. De ahí que exista la posibilidad de que las versiones HAP y HAC den lugar a una nueva versión, el Tigre HAD, como una plataforma multipropósito que reuniría las capacidades de reconocimiento del HAP y la capacidad de combate del HAC, lo que le acercaría tanto a los requerimientos operativos españoles como a las características, al menos de forma primaria, del Comanche en desarrollo en Estados Unidos.
El HAD sería el resultado de introducir tres modificaciones básicas sobre el HAP: en primer lugar, darle capacidad para portar todo tipo de armamento, incluyendo misiles contracarro, tanto Trigat como HOT. En segundo término, incorporarle el cañón de 30 mm. Por último, se trata de desarrollar un sistema que pueda detectar, adquirir y clasificar automáticamente objetivos en tierra y en el aire, otorgando a la tripulación un campo de visión de 360º. No cabe duda de que este helicóptero estaría muy cerca de satisfacer todas las necesidades manifestadas por el Ejército español.
El Comanche
El proyecto RAH-66 nació de la creciente importancia de las acciones de reconocimiento y seguridad en el campo de batalla, consecuencia de la mayor dispersión de fuerzas y frentes más discontinuos. Este proyecto, denominado LHX, fue ganado por la alianza formada entre Boeing y Sikorski dando lugar al Comanche. Se trata de un vehículo de reconocimiento y ataque ligero que sustituirá a los Cobra y Kiowa, complementando la capacidad de combate de los Longbow.
Actualmente este programa se encuentra en fase de desarrollo, estando prevista su entrada en servicio en el año 2009. El primer prototipo voló en 1996. El Ejército de Estados Unidos planea adquirir 1.213 Comanches con un coste total de 41 billones de dólares.
El Comanche supone una nueva transformación del concepto de helicóptero como lo hizo el Apache en los años setenta. Así, es el primer helicóptero en incorporar tecnología Stealth, por lo que todo el armamento se instala en una bodega interna, lo que le permite esta furtividad, unido al diseño de una estructura con gran número de ángulos para tener una firma reducida. No obstante, tiene la posibilidad de incorporar dos alas embrionarias desmontables que le permiten incrementar en gran medida su capacidad de portar armamento a costa de incrementar su detectabilidad.
Además cuenta con un complejo sistema de detección de señales de radar enemigos y complejos sistemas de guerra electrónica que operan casi automáticamente cuando el equipo de 24 ordenadores del helicóptero detecta actividad electrónica enemiga, estando además preparado para transmitir automática y digitalmente los datos que recoge en el campo de batalla.
Para mejorar la supervivencia de la tripulación, lo más valioso y difícil de reemplazar, los pilotos se sientan en una cámara blindada con capacidad para resistir impactos directos de hasta 20mm. Asimismo, y con el fin de disminuir su vulnerabilidad, el rotor de cola va protegido por una cámara blindada.
Entre el material que equiparía al helicóptero destacar los misiles Hellfire-II y Stinger. El Comanche es cuatro veces más indetectable que el Longbow y seis veces más silencioso, manteniendo una capacidad de fuego que, si bien es inferior al AH-64 D, continua siendo superior a la del resto de helicópteros de combate, con capacidad de ataque a objetivos aéreos, terrestres e incluso navales.
Otros helicópteros de ataque
En la actualidad existen en el mercado otros helicópteros que obedecen en mayor o menor medida al concepto de helicóptero de combate. Entre ellos deben destacarse al A-129 Mangusta de la empresa italiana Augusta; el CSH-2 Rooivalk, sudafricano, los Kamov 50 y 52 rusos y el AH-1W Supercobra. Cada modelo presenta unas especificaciones propias que obedecen a diversos conceptos doctrinales.
El Mangusta es una versión del A-109 Hirundo, helicóptero de transporte que fue dotado de capacidad armada y que entró en servicio en el Ejército italiano en 1987. Como consecuencia de las deficiencias notadas durante la intervención internacional en Somalia, se implementaron algunas mejoras dando lugar a la denominada versión Mangusta Internacional, cuya introducción en el Ejército italiano está siendo actualmente evaluada.
Este helicóptero cuenta con un nuevo rotor de cinco palas y motores muy similares a los que equiparán al futuro helicóptero de reconocimiento norteamericano RAH-66 Comanche. Incorpora dos motores Allison/Allied Signal LHTEC T 800. Está dotado de equipos electrópticos totalmente renovados. Puede ir provisto de misiles Hellfire o Tow, e incluso Stinger para lucha aérea, con una velocidad de crucero de 269 kilómetros por hora, un techo de 4.150 metros con un peso máximo de 5.100 kilogramos y con un tiempo de misión de 2 horas y treinta minutos.
El Rooivalk, es un proyecto sudafricano que se inició en 1976 con el desarrollo de un helicóptero armado sobre la base del Aloutte III, con el que se trataba de comprobar la capacidad local para desarrollar un verdadero helicóptero de ataque que pudiera hacer frente a las amenazas regionales, tanto en Angola, Namibia como Mozambique. El proyecto definitivo vio la luz en 1984, habiendo sido diseñado para volar a baja altura en lucha contra carro y como escolta y protección de fuerzas terrestres.
En 1992, realizó su primer vuelo la versión ADM (Advanced Demostration Model) con un sistema integrado de aviónica y armamento y dos motores Makila 1K2 de 1376 Kw, un peso máximo de 8.750 kilogramos y una velocidad de crucero de 271 kilómetros por hora. Entre su potencial de armamento destaca un cañón de 20 mm y 700 disparos, misiles Mokopa contracarro y Darter Aire-Aire de producción nacional.
El helicóptero ruso Mi 28 Havoc, fue presentado por primera vez en la Feria de Le Bourget de 1989. Está equipado por dos motores Isotov TV3 de 2.200 CV, que accionan un rotor de cinco palas, 17 metros de diámetro, un peso máximo de 11.500 kilogramos, una velocidad de 324 kilómetros y un radio de acción de 460 kilómetros o dos horas de misión.
Por último señalar que el Supercobra opera hoy en día en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos en otros países como Taiwán. Ha sido seleccionado por Turquía como nuevo helicóptero de combate. Va equipado con dos motores T700 de 1.285 cv que empujan un rotor de cuatro palas y un peso máximo de 2.615 kilogramos, un rango que en la versión Z alcanza las 425 millas y 3 horas treinta minutos de operación.
IV. La decisión española
El Ejército de Tierra dispone en estos momentos de una flota de helicópteros con una antigüedad media muy alta, agravada por el intenso uso que se hace de estos elementos en misiones de entrenamiento y por su colaboración en multitud de misiones tanto civiles como militares.
Las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra disponen de 4 batallones de helicópteros de maniobra, un batallón de helicópteros de transporte, un batallón de transmisiones y uno de ataque con base en Almagro. Los helicópteros más antiguos son los 1UH-1, habiéndose recibido a finales de los años ochenta los primeros Superpuma, que se están completando con los Cougar y los CH 47 modernizados a la versión Delta. Para el futuro, la flota de transporte estará bien asentada en Superpuma, hasta la llegada del NH-90, y los Chinook.
Por su parte, el batallón de helicópteros de ataque del Ejército español, se constituyó en 1980, alcanzando en 1983, la cifra de 45 unidades con 28 unidades armadas con cañón de 20 mm y misiles anticarro HOT. Sin embargo, estos helicópteros han sido infrautilizados, habiéndose optado por su enajenación parcial a la Guardia Civil. Falta por tanto en nuestra flota de helicópteros actual el elemento de combate, dada la inutilidad que en el nuevo escenario táctico presentan los Bolkov (Bo-105) por su alta vulnerabilidad, escasa interoperabilidad y deficiente capacidad de fuego.
Por estas razones, en 1998, el Ejército de Tierra lanzó unos requerimientos que debían satisfacer los helicópteros de combate que finalmente se incorporen. En particular los más importantes tanto por su singularidad derivada de la geografía nacional como por el tipo de misión a realizar son los siguientes:
a) Capacidad de alcanzar en vuelo cualquier territorio nacional peninsular o insular.
b) Capacidad de ser transportado en avión, tanto en el C-130, en el futuro A.400 M, como en nuestros buques de transporte y anfibios.
c) Capacidad para operar desde plataformas navales.
d) Capacidad para operar en todo tipo de terreno, clima y ambiente, lo que teniendo en cuenta las diversas condiciones climáticas que pueden producirse en España, supone una alta exigencia, muy diferente de los escenarios del centro de Europa.
e) Capacidad para portar cuatro sistemas de armas simultáneamente (aire-aire, autoprotección, contra-carro y contra-personal), para cumplir todo tipo de misiones, desde las puras de combate a las de escolta y reconocimiento armado.
f) Contar con sensores para detectar y localizar objetivos aéreos y terrestres.
g) Capacidad para portar depósitos que permitan 4 horas de vuelo con 4 cohetes anticarro y 2 misiles aire-aire.
h) Disponer de un sistema autónomo de adquisición de blancos.
i) Capacidad para transportar un mínimo de 8 misiles contra-carro con más de seis mil metros de alcance y 2 misiles aire-aire.
Las características operacionales del helicóptero requerido muestran el objetivo de disponer de un helicóptero de combate, primando este aspecto sobre otro tipo de misiones. Así, el helicóptero debe ir equipado con un mínimo de ocho misiles contra-carro y dos misiles aire-aire, además de la capacidad de fuego que le otorguen los cohetes. Con este equipamiento deberá tener una autonomía de vuelo superior a las dos horas y media y con capacidad de alargar este periodo hasta las cuatro horas, a través de depósitos suplementarios, aunque ello implique mermar su capacidad de fuego.
Las condiciones ambientales de la Península Ibérica son muy exigentes a la hora de determinar las circunstancias que deberá superar la aeronave. Así se exige un margen térmico de entre unos -35ºC hasta 50ºC, exigiéndose la necesidad de operar bajo cualquier circunstancia climatológica. Asimismo, debe tener capacidad de resistir ataques NBQ y tener protección frente a descargas eléctricas e interferencias electromagnéticas.
En función de todos estos requerimientos, España seleccionó en 1998 al AH-64D Longbow y al Franco Alemán Tigre como los candidatos para su adquisición para el Ejército de Tierra.
Criterios operativos
Las misiones del helicóptero de ataque consisten en una acción de ataque o defensiva contra numerosos objetivos, el reconocimiento y saneamiento de una zona enemiga o tomada parcialmente, el apoyo a las misiones ofensivas de vehículos blindados o al empleo de tropas especiales infiltradas en territorio hostil dando cobertura a los helicópteros de transporte.
Una de las acusaciones que se han vertido en contra del Apache desde Europa es su adecuación a un teatro de operaciones cada vez más irreal, mientras que las operaciones de imposición y mantenimiento de paz en zonas sin frentes definidos y con escasez de medios ofensivos enemigos, a menudo por la labor realizada previamente por la aviación, cobran mayor verosimilitud. De ahí que la ventaja del Apache de llevar equipados 16 misiles Hellfire contra 8 Trigat en el del Tigre, viene dada por la eventualidad de una misión de unas dos horas de detectar y utilizar los 16 misiles, circunstancia poco imaginable en los frentes actuales. No cabe duda que el sistema de adquisición de blancos múltiples frente al individualizado del Tigre le confiere la posibilidad de cumplir con una misión de destrucción de 16 objetivos potenciales en tan corto espacio de tiempo. La cuestión es cuál es la necesidad real de esa capacidad de fuego.
Para España, que decidió renovar su flota de carros con el Leopardo 2 A6, y la adquisición de vehículos Centauros equipados con cañón de 105 mm, el helicóptero se convertiría en el tercer instrumento en una especie de tríada de combate. Sin embargo, dadas las carencias logísticas y las amenazas existentes para nuestro país, la eventualidad de emplear simultáneamente compañías de carros, de blindados y de helicópteros de ataque, quedaría reservada a un teatro de operaciones en territorio nacional.
Sin duda, las mejoras en los sistemas defensa antiaérea y la vulnerabilidad de los helicópteros de ataque en misiones de gran profundidad, conducen a que la furtividad sea un elemento básico de las operaciones. Se ha demostrado en los últimos conflictos que si bien la aviación puede llegar a tener un dominio total del espacio aéreo, resulta casi imposible la destrucción de sistemas portátiles de baterías de misiles. De ahí que, como ha ocurrido en el elemento central del nuevo Comanche, la tecnología Stealth se haya convertido en un instrumento esencial.
Por otra parte, el sistema de adquisición de blancos del Tigre, de carácter activo e individualizado, permite evitar unos daños colaterales que en el caso del Apache se producen habitualmente, como ha ocurrido durante su empleo en la Cisjordania, en las últimas semanas.
Atendiendo a los posibles escenarios en los que el Ejército español puede intervenir, en las misiones de mantenimiento o de imposición de la paz, el Apache ofrecería una capacidad de combate superior y su eficacia se potenciaría por la utilización de otros tipos de plataformas como elementos de reconocimiento, ya sean estratégicos (satélites) o tácticos (aviones no tripulados), de tal forma que la cobertura del reconocimiento estaría sobradamente cubierta, dejando a la plataforma la asignación de blancos y su destrucción. En el caso del Tigre, su misión fundamental sería el reconocimiento avanzado, la escolta y la destrucción de blancos identificados.
Esta dependencia de otros sistemas plantea a su vez el problema de la compatibilidad de nuestros sistemas de mando, control y comunicaciones, que deberían ser plenamente interoperables con los de nuestros aliados, en especial con los norteamericanos, por lo que en caso de no alcanzar unos estándares en este campo difícilmente serían operativos, al no disponer de las conexiones necesarias para realizar su misión de forma satisfactoria. Por otro lado, los gastos de desplazamiento y mantenimiento en el teatro de operaciones de los helicópteros Apache, solo sería asumible en casos de intervenciones conjuntas, ya que el mantenimiento propio de una flota de 6 helicópteros en zonas como Kosovo exigiría de un esfuerzo logístico de más de 200 personas.
En el caso de las amenazas directas a nuestro país, cualquiera de las dos plataformas otorgaría una ventaja sustancial sobre las capacidades que tienen cualquiera de nuestros rivales potenciales, que apenas disponen de viejos gazelle armados y con unas capacidades de blindados muy reducidas frente a las españolas, especialmente cuando se complete la adquisición de los 217 carros de combate Leopardo.
En relación con el reconocimiento, esta misión, cada vez en mayor medida, será asignada a aviones no tripulados como el Predator y el Global Hawk, que disponen de gran capacidad de infiltración, con un coste muy inferior, y con capacidad, como hemos podido ver en Endurance Freedom, para lanzar misiles Hellfire.
En cuanto a las misiones de escolta, sin duda constituyen no solo su origen sino la principal misión que aún hoy se les puede asignar a este tipo de helicópteros, dado que tanto su velocidad como cercanía al suelo les permiten prestar un apoyo a misiones defensivas y de ataque sumamente eficaces.
En este sentido la no-vulnerabilidad se convierte en un elemento clave, y en ello el Tigre lleva una ligera ventaja sobre el Apache, ya que su sistema de control de fuego demuestra menor detectabilidad, aunque la disponibilidad de misiles aire-tierra Hellfire II con un alcance de 12 kms constituye por si mismo un excelente sistema de defensa.
En la destrucción de blancos, ambos helicópteros se han revelado muy eficaces en el entorno urbano para terminar con focos de resistencia, además de por su capacidad de sembrar el pánico en el enemigo. Para este tipo de acciones, el sistema de adquisición de blancos del Tigre demuestra, a pesar de su menor capacidad de combate, una mayor seguridad ya que en este entorno la precisión se convierte en un elemento vital para determinar el éxito o fracaso de una misión.
En este sentido, la posible versión Tigre HAD, producto de la búsqueda de satisfacer las exigencias españolas, puede dar lugar a un helicóptero multipropósito con mayor capacidad de combate, manteniendo sus virtudes como vehículo de reconocimiento. Sin duda la integración de misiles Trigat y Hot, o en su defecto Hellfire, y la instalación de un sistema automático de adquisición pasiva de objetivos, conocido en España por sus siglas en ingles PATAS (Pasive Automatic Target Acquisition System), darían lugar a un nuevo helicóptero que podría acercarse de forma notable a las necesidades operativas españolas, añadiendo la posible utilización conjunta con el radar XTRIX de SAGEM de un sistema pasivo como el propuesto por la parte española.
En cuanto a las mejoras del motor, tras las pruebas realizadas por el Tigre en Emiratos Árabes, resulta difícil creer que una optimización de las capacidades de los motores no permitirá su empleo en cualquier territorio o escenario probable de uso por España.
Las ventajas para el Apache son básicamente dos: su capacidad operativa en cualquier circunstancia, especialmente en el desierto, y su aptitud de combate. En contra opera la dificultad de encontrar un escenario adecuado para su empleo, ya que un enemigo con 256 blancos potenciales es demasiado poderoso para el empleo de sólo helicópteros, al menos para España.
En definitiva, el Ejército requiere una plataforma multipropósito que pueda combinar operaciones de reconocimiento, escolta y combate y con unos costes de mantenimiento y soporte reducidos, lo que excluye la posibilidad de acudir a dos tipos de flotas de origen distinto, dada la insuficiencia de medios para mantener operativas dos líneas logísticas diferentes.
Desde el punto de vista operativo, España ya anunció que la insuficiencia de prestaciones del Tigre en sus versiones HAP y UHT obligaba a unas mejoras en la versión HAP con el fin de acercar el helicóptero a las necesidades españolas. El AH-64D, al tratarse de un helicóptero con una gran capacidad de combate y una operatividad probada en numerosos conflictos en diversas condiciones de entorno desde el Golfo a Panamá y Bosnia, ha sido hasta ahora el candidato preferido por el Ejército español.
Entre las especificidades requeridas al Tigre destaca el aumento de potencia, con el fin de garantizar su operatividad en entornos de 50ºC, que pueden darse en verano en ciertas zonas de España, la capacidad de despegar a gran altura así como la incorporación de un sistema pasivo de adquisición de blancos. Sin duda, un helicóptero de estas capacidades interesa también a las autoridades francesas, que tenderían a un helicóptero más parecido al HAC que recibirá a finales de la década. Sin embargo, queda por determinar la financiación de dichas mejoras y la posibilidad de realizarlas. En el caso del motor, por ejemplo, se exige un incremento de potencia sin cambiar su estructura ni desestabilizar a una plataforma que es muy frágil, a pesar de las apariencias.
El siguiente cuadro ofrece una resumen comparativo de los modelos seleccionados, incluyendo aquellas características que podrían ser incorporadas en la versión española.
Concepto |
Tigre HAP |
Tigre (esp.) |
AH-64 D |
Armas |
Cañón 30mm |
Cañón 30 mm |
Cañón 30mm |
Cohetes |
68mm |
Cohetes 70 mm |
|
Misiles |
Mistral 4 |
Mistral/Stand off 2/8 |
Hellfire/stinger 16/4 |
Peso |
5.925 Kgs |
Idem |
7.840 Kgs |
Potencia |
2 x 958 Kw |
Sup. 1.100 Kw |
1.409/2300 Kw |
Rango |
800 Kms |
Idem |
500 Kms |
Dirección tiro |
3 sensores: opt/infr/tv |
Idem |
Longbow |
Longitud |
15 mts |
Idem |
15,5 mts |
Ancho |
4,52 Mts |
Idem |
5 mts |
Radar |
Xtrix activo |
PATAS+XTRIX |
Longbow |
En definitiva, desde el punto de vista técnico operativo, la balanza se inclinaría inicialmente a favor del Apache por su mayor potencia, capacidad de combate, designación de blancos y sistemas de autodefensa. Sin embargo, las diferencias no parecen ser decisivas, dadas las características de las versiones contra-carro del Tigre y la posibilidad de marchar hacia una configuración española que incorpore mejoras de potencia y un sistema pasivo de asignación de blancos.
Finalmente, es importante valorar la autonomía que las empresas norteamericanas dan sobre sus sistemas, lo que limita su operatividad de forma notable al estar condicionada la cesión de una serie equipos, especialmente del software del helicóptero. Estas dificultades, que los británicos están sufriendo con intensidad, no se producirían teóricamente en el caso del modelo franco-alemán.
La cuestión industrial
El programa de helicópteros de ataque para el Ejército de Tierra español constituye, desde un punto de vista industrial, el de mayor interés entre las posibles adquisiciones del Ministerio de Defensa, tanto por la expectación suscitada entre todos los sectores afectados como por el calado operativo, industrial, económico y tecnológico que lleva aparejado.
Una vez que los denominados tres grandes programas (el avión de combate EF-2000, la fragata F-100 y el carro de combate Leopardo) fueron puestos en marcha, el último en 1998, existe una lógica inquietud en la industria por las decisiones que en materia de adquisiciones se tomen a corto plazo. En estos momentos de racionalización e integración industrial en Europa, la posibilidad de participar en grandes programas nacionales o internacionales es el factor que puede ayudar más a lograr un adecuado posicionamiento de la industria española en el proceso de reestructuración europea, por delante de otros países con industrias de mayor peso como Suecia, pero que está siendo seriamente afectada por los recortes presupuestarios para la modernización de sus Fuerzas Armadas en los últimos años.
A pesar de la envergadura económica e industrial del A-400M, más de 4.000 millones de euros para España, el hecho de que esté perfectamente definida desde hace tiempo su configuración industrial y los sucesivos retrasos en su desarrollo han limitado su impacto industrial, a pesar de seguir siendo el principal programa aeronáutico militar de EADS, gracias al cual se produjo la integración de Construcciones Aeronáuticas en EADS salvaguardando sus principales nichos de excelencia.
Por otro lado, aunque la situación presupuestaria no invita a pensar en la posibilidad de abordar nuevos programas, existe el convencimiento de que podría mejorar gracias a renovadas fórmulas de financiación, a la obtención de ingresos extraordinarios e incluso con posibles incrementos presupuestarios en el marco de potenciación de la Política Europea de Seguridad y Defensa.
Para un futuro inmediato, los dos programas estrellas pendientes de decisión son el submarino S-80 y el helicóptero de ataque, sin olvidar otros programas menores pero de gran interés industrial y político, como los misiles que equipen al Eurofigther. Sin embargo, el submarino no presenta las características que hacen que el programa de helicópteros de ataque tenga un atractivo especial.
Por una parte, se plantea como un nuevo enfrentamiento entre Estados Unidos y Europa, tras de la salida de fábrica del primer Tigre y cuatro años después de la decisión británica y holandesa de acudir al modelo norteamericano. En este caso, si España rechazara la opción europea podría afectar a la viabilidad de un programa europeo de helicópteros de combate, a pesar de que existan otros proyectos en el campo de los helicópteros de gran interés, como el NH-90 y el multipropósito italo-británico, EH-101.
Por otra parte, la complejidad de la plataforma, con sistemas de guerra electrónica, mando y control, comunicaciones, misiles o munición, permite pensar en un programa industrial de gran dimensión, en el que podrían tener entrada multitud de empresas españolas, desde el sector de armamento, al aeronáutico y electrónico.
A pesar de que los requerimientos del programa se emitieron en 1989, no ha sido posible hasta la fecha avanzar mucho más allá por razones económicas, pero sin duda influyen otros factores que se deben tomar en consideración.
En primer lugar, el cambio cualitativo que han supuesto para España las misiones de paz, el desarrollo de la Política Europea de Defensa y el proceso de Revisión Estratégica, que está previsto finalice antes de final de año, deberían afectar notablemente a las decisiones que se adopten sobre futuros programas. Por estas razones, la decisión de adquirir un helicóptero de combate y el tener que elegir entre una opción norteamericana u otra europea, introduce en esta decisión multitud de elementos que trascienden la propia compra.
En segundo lugar, la cuantía de su presupuesto, unos 1.300 millones de Euros, constituye un acicate para que se desarrolle un conjunto de presiones comerciales. En este sentido, no pueden obviarse dos acciones de gran calado estratégico protagonizadas por las dos empresas en liza recientemente.
Por una parte, Boeing ha abierto recientemente en España el primer centro de Investigación y Desarrollo fuera de Estados Unidos, con una amplia difusión publicitaria y el anuncio de que España será la base para sus operaciones en Europa.
Por su parte, EADS-CASA y Eurocopter firmaron el 28 de septiembre de 2000 el acuerdo por el que se crea Eurocopter España, junto a las filiales que existen en Francia y Alemania y que supone, teóricamente, un paso muy importante en la presentación de propuestas industriales de cara a futuros programas de helicópteros en España y para dar servicios posventa a los helicópteros que operan en nuestro país.
Desde el punto de vista estrictamente industrial, la propuesta franco alemana, constituye una oferta más atractiva ya que la participación de la industria española de helicópteros sería muy superior, abarcando gran cantidad de equipos y garantizando un contratista principal español para el helicóptero y una mayor autonomía en la gestión de la plataforma.
Por parte americana, existen dos dificultades, Por una parte, la consolidación industrial del helicóptero implica que cada participación española en el programa suponga un encarecimiento sobre los precios iniciales, y en algunos casos deberá demostrarse que dicha participación no reduce las capacidades del helicóptero considerado de forma tanto individual como conjunta.
Por otra parte, al tratarse de un vehículo muy exportado, difícilmente podrían darse ventajas industriales a España siquiera cercanas a la británica, que incluso podría reclamar ciertos derechos a participar en el suministro del Apache para nuestro país. De ahí, que Boeing se haya centrado más en la cualificación de empresas españolas como suministradoras genéricas, circunstancia que sólo puede obedecer a su mayor competitividad, siendo la elección pro-norteamericana en el Apache un incentivo más.
Por otra parte, debe reconocerse la complejidad de los equipos del Apache, que engloba a decenas de empresas, de tal forma que la posible participación de empresas españolas en el producto se hace mucho más difícil dada la necesidad de una interlocución a demasiadas bandas.
Tampoco puede olvidarse que la tendencia norteamericana es hacia un nuevo concepto de helicóptero de reconocimiento, que aunque convivirá con el Apache durante mucho tiempo, tendría una capacidad de combate similar.
España lidera el grupo de trabajo de helicópteros de ataque en la Conferencia de Capacidades de la Unión Europea, lo que induce a pensar que existen razones estratégicas que aconsejan una pronta decisión sobre el helicóptero. En todo caso, teniendo en cuenta las demoras de las líneas de producción, si se desea disponer de un batallón operativo de helicópteros de ataque para el año 2010, debería tomarse una decisión en este año. Un retraso de dos o tres años, nos podría introducir quizás en un entorno geoestratégico muy diferente, con la finalización de la fase de desarrollo del Comanche, y con la versión HAC francesa o HAD, sea la que finalmente ser decida, muy avanzada, y con unas versiones de UAVs de reconocimiento y ataque que permitan hacer pensar en un cambio de requerimientos de cara a la próxima década.
En definitiva, la comparación entre un helicóptero que lleva más de 30 años en el mercado y que en su versión Longbow está en plena fase de producción, y uno que debe terminar su fase de desarrollo en breve, resulta clara a favor del modelo europeo, aunque en estas cuestiones debe disponerse del plan industrial definitivo de cada opción para poder evaluar las ventajas e inconvenientes de las mismas.
En el caso del Tigre, la constitución de Eurocopter España como filial de la empresa franco-británica que pertenece a la órbita de EADS, en la que España ha sido socio fundador, favorecerá la consideración de Eurocopter España como contratista principal del helicóptero. Asimismo, este hecho facilita la presentación de una propuesta industrial atractiva, especialmente en relación con el modelo ofertado y con las mejoras españolas que pretenden incluirse en el helicóptero y que involucrarían a empresas como ITP en el desarrollo del motor o a Tecnobit en el sistema pasivo de designación de blancos, entre otras.
En el caso de un modelo tan probado como el Apache, las opciones industriales pasan por un predominio de los retornos indirectos. En este sentido, Boeing ha hecho una oferta a GAMESA aeronáutica, ahora New Co tras su fusión con ITP, para convertir a la compañía española en suministradora única de las palas de los rotores de todos los Apaches, lo que supondría un negocio estimado para GAMESA cercano a los 600 millones de dólares, según las primeras estimaciones.
A esto debe añadirse la participación directa de empresas españolas en el modelo a adquirir y que podría implicar a otras empresas en aspectos como guerra electrónica, armamento etc.
El coste del programa
En este momento resulta extremadamente difícil cuantificar el coste económico de cada opción, máxime cuando el alcance del suministro es de imposible homologación. Sin embargo, sobre la base de las ofertas presentadas por las compañías citadas en otros países, con un paquete básico que incluiría repuestos y un cierto apoyo posventa y excluyendo el armamento, la adquisición de entre 20/28 unidades costaría:
AH64 D Longbow 48/52 millones de Euros unidad
Tigre HAP 35/39 millones de Euros unidad
Tigre ARH (versión australiana) 36 millones de Euros unidad
Tigre versión española 44/48 millones de Euros unidad
Tigre UHT 38/43 millones de Euros unidad
No cabe duda de que desde un punto de vista estrictamente financiero la versión australiana es la que presenta unos costes más razonables para el caso español. Habría que señalar además que la variedad climática en ese continente es aún más acusada que en España; que su opción incluye un paquete industrial muy atractivo con presencia de las compañías locales y, por último que la opción australiana incluye misiles Hellfire, lo que le otorga una capacidad de combate similar a la versión contra-carro del Tigre, así como capacidad de combate aire-aire.
V. Conclusión
La necesidad de dotar a nuestro Ejército de Tierra de helicópteros de ataque de nueva generación no sólo resulta incuestionable sino urgente. El problema no es por tanto plantearse la necesidad de este sistema de armas, sino cómo encajarlo en la ajustada planificación presupuestaria actual. Una segunda cuestión es decidir entre la opción europea y la opción estadounidense que platea este programa.
Encajar un nuevo programa de más de 1.300 millones de euros en un presupuesto de defensa que presenta crecientes problemas para financiar los programas ya en curso no parece tarea fácil. Las opciones sólo pueden ser dos: o se busca una financiación externa al presupuesto de defensa, vía créditos del Ministerio de Ciencia y Tecnología, o se logra un incremento de las inversiones en defensa que permita afrontar el nuevo programa. En cualquier caso, sería necesario encontrar la formula de financiación adecuada en este mismo año, si se quiere contar con las importantes capacidades que ofrece este sistema de armas en un plazo razonable de tiempo.
La decisión de optar entre el modelo norteamericano Apache o el europeo Tigre no resulta sencilla. En las páginas anteriores hemos analizado con cierto detalle las consideraciones operativas, industriales y económicas que inciden sobre una decisión de