Especulaciones sobre Argelia

por GEES, 14 de junio de 2013

El efecto combinado de la ausencia del país desde hace semanas y por motivos de salud del presidente, Abdelaziz Buteflika, y de la falta de información sobre su estado por parte de las autoridades está dando pábulo a todo tipo de elucubraciones sobre el futuro político, con posibles consecuencias para la seguridad de Argelia y la de sus vecinos.
 
Buteflika tiene 76 años y una salud delicada –ya en 2005 hubo también de ser trasladado a un hospital militar parisino, pero se recuperó más deprisa–, y el ictus que sufrió a fines de abril puede comprometer no sólo el resto de su presidencia, que expirará en abril de 2014, sino su postulación a un cuarto mandato. Habiendo sido el argelino durante décadas un régimen de partido único, los vicios que esto ha creado en el juego político se sufren ahora. Como el silencio oficial no hace sino alimentar todo tipo de especulaciones, y como diversos líderes opositores están hablando ya de que se emplee el artículo 88 de la Constitución, que recoge la posibilidad de declarar incapaz al jefe del Estado, la inquietud crece dentro y fuera del país.
 
El primer ministro, Abdelmalek Selal, él mismo uno de los presidenciables, según las especulaciones alimentadas por los medios argelinos, pero también por los de países extranjeros –particularmente de Francia–, insistía el pasado día 10 en que hay que desdramatizar la situación. Según él, el presidente mejora, nada tiene de raro que esté siendo tratado en París y la vida política en Argelia debe seguir su curso con normalidad. Pero el clima político local, definido en tiempos recientes por crisis internas en diversos partidos – incluidos los dos de la denominada alianza presidencial, el expartido único Frente de Liberación Nacional (FLN) y la Agrupación Nacional Democrática (RND)–, la denuncia de importantes casos de corrupción y un contexto regional cada vez más convulso (Libia, Mali, Túnez, etc), está más enrarecido que nunca.
 
Difícil será que los vicios del régimen desaparezcan fácilmente.Uno de ellos, muy denunciado en los últimos tiempos, es la falta de transparencia. Dos ejemplos que tienen que ver con la seguridad nacional y que son recientes lo corroboran: los argelinos siguieron en detalle la gestión oficial de la crisis de los rehenes capturados por terroristas yihadistas en la planta de gas de In Amenas, el pasado enero, más por los medios extranjeros que por los propios; y por medios extranjeros, particularmente franceses, supieron también a partir de dicho mes que los cazas franceses que golpeaban a los terroristas en el norte de Mali atravesaban el espacio aéreo argelino con la autorización del régimen. El que ahora sepan más de la salud de su presidente de nuevo a través de la prensa francesa y no por comunicados oficiales del Gobierno alimenta las críticas y altera la atmósfera política.
 

Mejore o no el presidente, es evidente que se abre una nueva etapa en la cúpula argelina.