El PSOE felicita al SPD por seguir en el hoyo

por GEES, 25 de septiembre de 2013

 La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valencianofelicitó el lunes al Partido Socialdemócrata Alemán por haber obtenido en las elecciones del domingo una ganancia de tres puntos y seguir "ocupando una situación de centralidad imprescindible en el escenario político alemán". Las palabras de Valenciano la colocan a la altura de su correligionario José Luis Rodríguez Zapatero cuando, en 2005, calificó a Angela Merkel de "fracasada". Aquí vemos la perspicacia de los socialistas españoles: Zapatero es despreciado por su propio partido mientras que Merkel gobernará, presumiblemente, hasta 2017; y Valenciano aplaude al SPD por pasar de un 23% de los votos emitidos a casi un 26%, como la Alianza Popular de Manuel Fraga.

 

La crisis económica que tantas ideas y cosas ha alterado sigue abofeteando a las izquierdas europeas, que esperaban asistir a los funerales del neoliberalismo, el capitalismo, el neoconismo y otros jinetes del Apocalipsis, y se está dando cuenta de que los ataúdes tienen sus medidas. Hasta Obama quiere ir a la guerra como Bush.
 
El SPD, que llegó a reunir a más de 20 millones de electores en 1998, está contento porque ha subido de 9,9 millones en 2009 a 12,8. Éste es el modelo que El País proponía al PSOE hace dos años escasos. Pero al resto de la izquierda no le ha ido mejor. Die Linke, la coalición formada por comunistas de la Alemania Oriental, socialdemócratas expulsados y otros especímenes, se muestra muy contenta porque ha pasado a ser tercera fuerza en el Parlamento. Veamos los números.
 
Con algo más de participación que en las elecciones parlamentarias de 2009, en una Alemania de población menguante, Die Linke ha pasado de 5,1 millones de votos (11,9%) y 76 diputados a 3,7 (8,6%) y 64; Los Verdes, cada día más perdidos e incrustados en el establishment que querían subvertir, han caído de 4,6 millones de votos (10,7%) y 68 escaños a 3,2 (8,4%) y 63; y el SPD sube de 9,9 millones de votos (23%) y 146 diputados a 12,8 (25,7%) y 192. Frente a ellos, la CDU-CSU se ha agigantado: de 14,7 millones (33,8%) y 239 diputados a 19,7 (41,5%) y 311.
 
Algunos pensadores de la izquierda europea sueñan con un Gobierno de toda la izquierda contra la CDU-CSU. Pero incluso en la izquierda hay clases. El SPD alemán se niega a aliarse con Die Linke, dentro de la que hay muchos miembros del partido comunista de la Alemania Oriental que asistieron impertérritos a la dictadura, al Muro y a los asesinatos de quienes trataban de huir del paraíso comunista; por el contrario, el PSOE ha gobernado con Esquerra Republicana de Catalunya, gobierna con Izquierda Unida, admiradores de los Castro y de Chávez, y quién sabe si gobernará con Bildu. Por otro lado, la izquierda supera en el Parlamento a la CDU-CSU sólo porque en éste no han entrado los cuatro millones de votos de los liberales y de la Alternativa para Alemania.
 
Lo cierto es que en la patria de los minijobs y la austeridad, donde 2,5 millones de niños viven en la pobreza y hay al menos 4 millones de analfabetos, el Gobierno de Merkel ha sido reforzado por los alemanes. La izquierda europea que ofrecía un mundo mejor y más justo a las clases bajas, ahora les ofrece revolución sexual, aborto y feminismo, y no es capaz de elaborar un discurso económico y político alternativo al existente.