El día de la bestia

por Rafael L. Bardají, 16 de mayo de 2011

(Publicado en La Gaceta, 16 de mayo de 2011)
 
Todo el mundo se alegra de que los palestinos tengan por fin un gobierno de coalición. Pero el acuerdo entre Hamas y Fatah ya ha surtido dos efectos perniciosos. El primero, un nuevo chantaje de los llamados palestinos moderados. Así, Mahamud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina anda susurrando por las capitales europeas su “apoyen mi declaración unilateral de independencia, como hicieron en su día con Kosovo, porque si no, los de Hamas me comen”. Lo de siempre, vamos: o yo o el terror.
 
El segundo, que los ilusos de siempre en Europa, genéticamente en brazos de los palestinos, ya van augurando que los de Hamas se moderarán con el ejercicio del poder y que hay que empezar a dialogar con ellos. Como si no supiéramos lo que Hamas ha hecho en estos años de su violento gobierno en Gaza.
 
Hay que recordar lo que lo políticamente correcto quisiera olvidar: que la bestia, bestia es. O más castizo, por mucho que se vista con la piel de cordero, el lobo sigue siendo un lobo. Y su naturaleza manda y le hace indomesticable. Hamas es Hamas, un grupo terrorista cuyo objetivo declarado es acabar con Israel. Si los palestinos permiten que no sólo controle Gaza sino que entre en el gobierno de Cisjordania, no estarán eligiendo la paz, sino la confrontación. No estarán eligiendo la libertad, como sus camaradas tunecinos y egipcios, sino una nueva tiranía.
 
Con la excepción de la izquierda española, siempre tan desnortada, sólo Hamas se ha sentido apesadumbrada por la desaparición de Bin Laden. Su líder, Ismail Haniyeh, ha condenado la pérdida “de ese gran guerrero árabe” y ha vuelto a llamar a la revolución contra judíos, impíos e infieles.
 
Muchos ansían ver la paz entre israelíes y palestinos y creen que si Israel cede más suelo, se llegará más fácilmente a ella. Pero si hay algo que la Historia nos enseña es que el trueque de paz por tierra nunca ha generado paz, sino más guerras. Lo único que se puede cambiar es paz por paz y justo eso es lo que Hamas no quiere.