EEUU 86 días para la elecciones

por Manuel Coma, 12 de agosto de 2012

 (Publicado en La Razón, 12 de agosto de 2012)

A domingo 12 de agosto estamos a 86 días del primer martes después del primer lunes de Noviembre (el 6, este año) que es cuando, desde comienzos del XIX, se celebran cada dos años las elecciones en los Estados Unidos. La presidenciales cada cuatro, pero en esos días el votante se enfrenta con varias votaciones que suelen resolverse con una única papeleta de lectura electrónica: renovación bianual de la Cámara baja o de Representantes, un tercio del senado, una parte de los gobernadores, legislaturas de los estados, y hasta alcaldes, concejales y referenda. Pero fuera del país la elección presidencial eclipsa a todas.

Los candidatos no serán designados oficialmente por las respectivas convenciones de los partidos hasta la última semana de agosto, los republicanos,  y la primera de septiembre, los demócratas. Obama no ha sido nunca discutido, pero tiene que pasar por todo el proceso de las primarias, aunque no sea noticia más que para el estado concernido. A Romney le costó imponerse sobre una decena de competidores, pero ya tiene compromisarios de sobra, con lo que también sus primarias han desaparecido del radar y el llamado “cara a cara” con el presidente-candidato, que se convertirá en un duelo político a muerte después de las convenciones, ya se ha puesto en marcha desde hace un par de meses.
 
La única predicción que se da por segura es que quien gane lo hará por los pelos. En el 2007 Obama le sacó 7 puntos de ventaja a McCain y fue considerado una victoria arrolladora. Nada de eso esta vez. Podría incluso darse, como con Bush hijo frente Gore en el 2000, (su primer mandato), que el ganador obtengo menos votos populares, puesto que las elecciones no son directas, lo que se designa en primera instancia es a los miembros de un colegio electoral que nadie conoce y cuya mayoría elige. Los expertos están pendientes de cuantos corresponden a cada estado y de en qué medida es decisivo en esos términos ganar en un estado donde las intenciones de voto están muy igualadas. Son los estados toss-up (a cara o cruz), swing (que un pequeño número de votantes los inclina hacia un lado u otro)  o battleground, porque es donde hay que dar la batalla. En ellos se concentra la campaña.
 
Obama lleva una pequeña pero persistente ventaja que muy lentamente ha ido erosionándose. En la última semana el diferencial en el promedio de las encuestas recientes se disaparó a favor del presidente hasta un imbatible 4’6%. No ha sido noticia porque se ha debido a alguna encuesta totalmente anómala. Por el contrario, algunas de las más fiables, como Gallup o Rasmussen, situaban la pequeña ventaja del lado republicano.