Descansen en Paz, y que la Paz acompañe también a los responsables últimos

por Hernando Cortés Monroy, 22 de enero de 2009

La incompetencia es la tónica habitual en los órganos de dirección de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Defensa. Tres oficiales del Ejército del Aire han caído en el sacrosanto cumplimiento de su deber. Sin duda eran unos excelentes profesionales pero desde estas líneas no podemos hacer otra cosa que plantear la realidad penosa de carencias de material que sufren las Fuerzas Armadas, razón última por la que los tres oficiales han perdido sus vidas. Un sacrificio estéril como pocos, y totalmente innecesario.
 
Con toda seguridad los hombres y mujeres del Ejército del Aire estarán de acuerdo, ya que aunque las misiones arriesgadas que desempeñan son innumerables, no es menos cierto que era innecesario llegar a la situación que se ha producido. Las órdenes no se discuten y éstas han sido dadas, pero no podemos dejar de preguntarnos: ¿Por qué sigue en servicio el C-14? ¿Es realmente necesario que sigan volando, cuando se dispone del C-15/F-18, que es un avión polivalente, más moderno y mucho más capaz? Y además cuando ya han entrado en servicio los nuevos Eurofighter.
 
Efectivamente el Mirage F1/C-14 es considerado ya como un avión obsoleto y, aunque todavía sigue en servicio en varios países, resulta inadecuado para las necesidades actuales de la defensa aérea. Superado ya por muchos otros aviones de combate más avanzados, la realidad es que ha proporcionado excelentes resultados, aun cuando ha permanecido en servicio ya casi 30 años. Llamado ya a desaparecer -comenzó a ser sustituido por el Eurofighter en 2005-, ha continuado volando, tras haber sufrido diversas modificaciones y mejoras.
 
Los primeros 15 aviones que llegaron a la Base de los Llanos, en Albacete en 1975, eran de la versión F1C, y supusieron una serie de contrapartidas industriales para la empresa CASA, hoy integrada en la EADS. Los nuevos cazas, denominados C-14, fueron asignados al 141 Escuadrón, primero de la recién creada Ala 14. En clara alusión a la Mancha, los Mirage adoptaron un Quijote como emblema.
 
En la segunda mitad de 1976 fueron encargados 9 aviones más y dos años después hubo un tercer pedido de 48 nuevas unidades, de las que seis serían del biplaza F1B y 24 corresponderían al más avanzado monoplaza F1E con aviónica mejorada y lanza para el reabastecimiento en vuelo. Con esta nueva remesa, se pudo crear el 142 Escuadrón, mientras los avanzados F1E pasaban al Mando Aéreo de Canarias. En 1993 se procedió a una compra adicional de otros 18 aviones, procedentes de Qatar y de Francia, para completar pérdidas y bajas por accidentes, a partir de los cuales se unificó y modernizó la flota existente.
 
El F1 era considerado como un caza puente entre la primera generación de aviones Mach 2 como el F-104 Starfighter y la actual representada por el F-18 Hornet. Se trataba, en su tiempo, de un excelente caza de superioridad aérea con capacidad secundaria de ataque al suelo gracias a su equipo electrónico y su sistema de navegación inercial.
 
En España el Mirage F1 se ha mantenido en servicio, tras haber sufrido un amplio y profundo programa de modernización, habiendo comenzado a ser retirado definitivamente del servicio activo, tras las primeras entregas del nuevo Eurofighter Typhoon. En total, en la actualidad el Ejército del Aire contaba con 51 cazas monoplazas F1 y 4 biplazas, todos ellos asignados a la defensa aérea e integrados en el Ala 14, dependiente del Mando Aéreo de Combate, en la Base Aérea de Los Llanos, en Albacete.
 
¿Qué ha podido ocurrir para que haya sucedido tamaño accidente, ya hoy uno de los más graves de la aviación militar española? Sin duda el Estado Mayor del Aire estará llevando a acabo una profunda investigación y trabajando para asegurar que no vuelva a repetirse un caso similar. Y muy probablemente los Mirage F1 dejen ya de volar, por motivos de seguridad de vuelo. Algo que se debía haber garantizado antes. Un avión de combate con más de 30 años de servicio solo debería estar en el Museo del Aire.
 
No se puede entender que se sigan utilizando cazas C-14 para la defensa aérea, precisamente cuando estos aviones están en fase de retirada del servicio, cuando no están a la altura de lo que en defensa aérea se exige hoy día y si, se es especialmente inquisitivo, cuando ya ha habido otros accidentes con Mirage F1, y uno de los más recientes -que también le costó la vida a un capitán-, se han producido precisamente quizás debido a su vetustez. Las órdenes son ejecutivas, pero el Ministerio de Defensa debería dejar al Ejército del Aire que tome medidas urgentes -por drásticas que puedan ser- cuando sea necesario y apropiado, a fin de no arriesgar innecesariamente la vida de sus hombres y mujeres.
 
Nuestro mayor respeto a los caídos en acto de servicio.