D+i como elemento fundamental del crecimiento

por José María Rotellar, 29 de enero de 2008

Las sociedades y economías modernas deben encaminar sus esfuerzos de crecimiento hacia las actividades de alto valor añadido. El desarrollo de dichas sociedades sólo será sostenible en el tiempo si consiguen una especialización destacada en estas actividades, que les permita abrir nuevas sendas para el crecimiento de sus economías.
 
Las economías desarrolladas, como la española, no pueden competir directamente en costes laborales con las economías emergentes, sino que deben hacerlo en productividad y en competitividad.
 
España, en este aspecto, presenta una radiografía frágil frente al entorno del que forma parte y con el que se tiene que comparar: la Unión Europea y Estados Unidos.
 
Cuadro 1. Posición competitiva española frente a Estados Unidos, UE-15 y eurozona
 
Fuente: Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid a partir de datos de la OCDE
 
Cuadro 2. PIB por hora trabajada de España, Estados Unidos, eurozona y UE-15
 
Fuente: Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid a partir de datos de la OCDE

Si la competitividad, en cuanto a los precios, se puede mejorar implantando las reformas necesarias para que los mercados funcionen de la manera más eficiente posible y no generen distorsiones que impidan, en el corto plazo, la transmisión adecuada de la política monetaria de la eurozona, la productividad debe mejorarse, en gran medida, por la apuesta en la dedicación a sectores punteros, que generen alto valor añadido.
 
La mejora en la contención de precios sólo puede llevarse a cabo con la aplicación de medidas liberalizadoras y de externalización de servicios, que doten a la economía de la flexibilidad necesaria y del marco jurídico adecuado para que el mercado pueda actuar eficientemente. Un ejemplo de los avances conseguidos en este campo son los obtenidos por la Comunidad de Madrid, pese a no tener muchas de las prerrogativas en materia económica para poder mejorarlas. Sin embargo, la liberalización de aquéllas en las que sí puede actuar muestra una contención de los precios superior al conjunto nacional.

Gráfico 1. Variación interanual del IPC 2000-2007 para España, Madrid y Cataluña
 
 
Fuente: INE
 
 
Al impacto beneficioso para la economía de la contención de precios se unen las mejoras en productividad que se obtengan al invertir en sectores de generación de alto valor añadido. Una economía desarrollada que se vuelque en la innovación y la investigación, con una apuesta decidida por la inversión en estos sectores, será una economía que crezca más que las de su entorno y con una composición más adecuada de dicho crecimiento.
 
Ahora bien, esta apuesta debe ser decidida y no un mero guiño político.

Cuadro 3. Objetivos del programa nacional de reformas en I+D+i para el año 2010 establecidos en la III Conferencia de Presidentes en otoño de 2006
 
 
 
Fuente: Oficina Económica del Presidente del Gobierno
 
Comparemos los resultados de los que se partía en 2004 y a los que se ha llegado en 2006 y analicemos quiénes realmente aplican estas políticas en la realidad o quiénes se refieren a ellas sólo de manera lejana y no pragmática. Veamos el ejemplo del conjunto nacional y de una comunidad como Madrid:

Cuadro 4. Gastos internos totales en I+D por comunidad autónoma. Año 2004
 
 
Fuente: INE. Estadística de actividades de I+D+i 2004
 
 
En el conjunto nacional, la inversión en I+D sobre el PIB representaba en 2004 un 1,06%, frente al 1,76% de la Comunidad de Madrid. Del mismo modo, el sector empresarial representa el sector con un mayor porcentaje de ejecución de esta inversión tanto en el conjunto nacional (54,4%) como en Madrid (56,5%).

Cuadro 5. Gastos internos totales en I+D en España. Año 2004
 
 
Fuente: INE. Estadística de actividades de I+D+i 2004
 
 
Cuadro 6. Gastos internos totales en I+D por comunidad autónoma. Año 2006
 
 
Fuente: INE. Estadística de actividades de I+D+i 2006
 
Al observar los resultados de 2006, vemos cómo, mientras España incrementaba la inversión en I+D sobre el PIB en sólo 8 centésimas, Madrid multiplicaba esa cifra casi por 2,5, hasta incrementar dicha en versión en prácticamente 2 décimas. Es decir, Madrid está a punto de cumplir el objetivo marcado en el Plan Nacional de Reformas en I+D para 2010, mientras que el conjunto de España se encuentra a la mitad de camino.
 
Cuadro 7. Gastos internos totales en I+D en España. Año 2006
 
 
Fuente: INE. Estadística de actividades de I+D+i 2006
 
 
Además, por sectores de ejecución, el sector de empresas sigue ejecutando en España aproximadamente la misma cifra que en 2004 (55,6%, con un crecimiento de apenas 1,6 puntos). Sin embargo, en Madrid las empresas llegan a ejecutar un 60,7%, es decir, 4 puntos más que en 2006.
 
Esto se corresponde con una idea clara de quién tiene que hacer evolucionar a la sociedad: las empresas y los trabajadores. Las instituciones deben apostar decididamente por la inversión en I+D, pero paulatinamente deben ir dejando que el sector empresarial canalice y fomente dicha inversión, guardándose las instituciones el papel de generadores del entorno atractivo para el surgimiento de dicha inversión. El sector empresarial utilizará las inversiones de manera más eficiente, lo que hará progresar más a la economía.
 
Por otra parte, al invertir más en dichos sectores, provocará un efecto atracción que generará una retroalimentación positiva en la creación de alto valor añadido. De esta forma, Madrid se ha colocado como la tercera región europea con mayor tasa de empleo en sectores de alto valor añadido del conjunto de la UE.
 
Todo esto tiene un reflejo real y directo en la economía, de manera que aquellas economías con unos mercados flexibles gracias a las políticas reformistas aplicadas, y una mejora de su productividad y de su contribución al crecimiento por una inversión decidida en I+D, son las que más prosperan y aumenta el bienestar para sus ciudadanos. Así, comparando España, Cataluña y Madrid podemos constatar esta realidad.

Gráfico 2. Variación del PIB per cápita en España, Madrid y Cataluña: 2000-2006
 

 
Fuente: INE, FUNCAS e Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid
 
 
La apuesta por las tecnologías, por la inversión en I+D+i, por el crecimiento de los sectores de alto valor añadido, es la apuesta por el crecimiento económico y de bienestar de la sociedad. La importancia de esto tiene que encontrar su representación al más alto nivel de gestión. No sólo hablamos de mejoras en la productividad o en la competitividad, sino la consecución de un crecimiento sostenible y compatible con nuestro entorno, que se logrará con una intensificación de la inversión en I+D+i en los sectores energéticos, de manera que podamos obtener unas energías limpias, óptimas y eficientes, que contribuirán a dicho crecimiento sostenible.
 
De esta forma, el compromiso para alcanzar los objetivos de Lisboa debe ser firme. No basta con los buenos deseos que el Gobierno expresa en el informe económico y financiero de los PGE, deseos que ya de por sí son poco ambiciosos para un tema tan trascendental como es éste.
 
Debe contar con la actuación decidida de una gestión que camine hacia dicha realidad. En resumen, la apuesta en esta materia debe ser la siguiente:
 
·         Fomento de la inversión en I+D+i en el sector empresarial privado. Refuerzo la deducción por este concepto en el impuesto sobre sociedades.
 
·         Creación del marco legal necesario para el fomento de dicha inversión.
 
·         Creación del clusters que potencien los sectores de alto valor añadido de la economía, mediante el establecimiento de un entorno que permita la creación de sinergias. España debe apostar por convertirse en el Silicon Valley del sur de Europa.
 
·         Especialización, gracias a la atracción de inversión en I+D+i, en la formación y el fomento del empleo en sectores de alto valor añadido.
 
·         Especial fomento de las inversiones en I+D+i destinadas al sector energético.
 
Sólo de esta manera, España podrá mejorar su productividad y su competitividad. Si España le da la espalda a la inversión en I+D+i, le estará dando la espalda al progreso y bienestar de sus ciudadanos