Creer en España

por Ignacio Cosidó, 18 de octubre de 2011

España tiene que recuperar el optimismo. El principal problema español en este momento es su falta de confianza. Necesitamos restablecer la confianza perdida en nuestro país en el exterior, pero sobre todo tenemos que regenerar la confianza en nosotros mismos.
 
 
Esta es en mi opinión la tarea más urgente y más importante que tendrá Mariano Rajoy si los ciudadanos le otorgan su confianza para gobernar el país.Es verdad que los casi ocho años de Zapatero y Rubalcaba en el Gobierno han conducido a España a una crisis sin precedentes en nuestra reciente historia democrática.

Pero España es una Nación fuerte que a lo largo de los siglos se ha sobrepropuesto a todas las dificultades. Y lo primero para superar cualquier crisis es la confianza en nuestras posibilidades de hacerlo. Salir del agujero negro al que nos ha llevado el gobierno socialista no va a ser tarea fácil. Va a exigir esfuerzo, sacrificio y trabajo de todos.

Pero que nadie dude que España va a volver a ocupar su sitio entre las naciones fuertes del mundo, que volveremos a ser una de las economías más prosperas de Europa y que no renunciaremos al nivel de bienestar que hemos alcanzado gracias al legado de muchas generaciones. Ese es el reto colectivo que tenemos por delante y por el que merece la pena dejarnos la piel y hacer todos los esfuerzos necesarios.Yo creo en España.

Este país atesora una enorme fuerza creadora a la que a veces encorsetamos con un sistema que ahoga el emprendimiento.
 
- Tenemos los jóvenes mejor formados de nuestra historia, cacpaces de triunfar en los países más desarrollados del mundo.

- Tenemos empresarios capaces de poner en marcha grandes proyectos y generar riqueza.

- Tenemos trabajadores tan capaces como los de la mejor economía. Tenemos excelentes agricultores, profesores, sanitarios, funcionarios.
Y tenemos millones de españoles con ganas de trabajar que esperan una oportunidad.

A España lo que le ha fallado en un Gobierno, pero no ha fallado España. Somos los mismos que hace poco más de una década protagonizamos un milagro económico que fue la envidia de Europa. Y podemos volver a hacerlo. Para ello necesitamos un cambio, sin duda, pero sobre todo necesitamos abandonar el fatalismo y recuperar la ilusión colectiva, el optimismo como Nación, la determinación de salir de esta crisis.

Necesitamos, antes que nada, volver a creer en nosotros mismos