Conferencia en Londres: terrorismo en Afganistán

por Carlos Echeverría Jesús, 28 de enero de 2010

 

Ante la Conferencia Internacional que se inicia en la capital británica el próximo día 28 de enero es obligado preguntarse si la estrategia antiterrorista desarrollada hasta ahora, y sobre todo las transformaciones y reforzamiento de la misma en el último año, están dando resultados en lo que a la lucha global contra el terrorismo yihadista salafista respecta.
 
Tras las Conferencias de Bonn, en diciembre de 2001, y Londres en 2006, los grandes foros internacionales creados ad hoc para tratar del futuro de Afganistán han planteado objetivos de gobierno, de seguridad y de desarrollo para el país centroasiático, que se han cumplido sólo en parte debido tanto a la debilidad de los compromisos adquiridos por los diversos actores como a las dificultades locales y regionales, destacándose entre ellas el empeño de los terroristas yihadistas por hacerlos fracasar. Golpes de efecto de estos como fue el ataque contra una base avanzada de la CIA en Khost el pasado 30 de diciembre lo corroboran.[1] Si bien es verdad que una en principio imponente coalición de 44 países está comprometida en el país, ésta no ha podido hasta ahora cumplir los objetivos generales marcados en conferencias precedentes y ello por varios motivos.
 
El primero es la división de opiniones sobre los objetivos que se quieren conseguir en Afganistán, y uno de ellos, que es el que aparentemente si reúne el consenso de todos, y que es que Afganistán deje de ser base de terroristas, se ha logrado tan sólo en parte. El segundo es la debilidad en general del compromiso: más allá del lógico empeño estadounidense tanto militar como financiero, entre los otros 43 Estados allí comprometidos hay aproximaciones de lo más variadas.[2] El tercero tiene que ver con los tiempos y con el hecho de que se haya venido actuando a remolque de los acontecimientos, de forma reactiva y no proactiva, y tardándose además demasiado en hacerlo. A título de ejemplo reciente, el tan cacareado reforzamiento de las fuerzas de la Coalición Internacional, que respondiendo parcialmente a los análisis y las demandas del general estadounidense Stanley MacChrystal algunos dan ya como producido, no será una realidad hasta el verano cuando está previsto que estén sobre el terreno los 30.000 efectivos de los EEUU y los alrededor de 7.000 aportados por otros aliados.[3] Todo ello se ve agravado por el telón de fondo conformado por la realidad afgana definida por la debilidad gubernamental, la corrupción y la violencia, la existencia del complejo santuario paquistaní y, también, por otras dificultades en términos de vecindad que permiten a los terroristas explotar las múltiples debilidades de sus adversarios para reforzarse ellos.
 
 
1. La compleja situación actual.
 
Antes de analizar la amenaza específica planteada por los terroristas yihadistas salafistas será bueno ofrecer una panorámica general de la situación sobre el terreno.
 
El año 2009 ha ofrecido un balance muy luctuoso para las fuerzas de la Coalición Internacional comprometidas con Afganistán desde fines de 2001: 512 bajas frente a las 295 producidas en 2008. Junto a este frío dato que denota que las dificultades sobre el terreno aumentan en términos militares, y junto al vaticinio de que un mayor compromiso militar sobre el terreno como el ahora emprendido conllevará también el incremento de las bajas propias al menos en los primeros momentos, las dificultades políticas se hacen cada vez más visibles.[4] Estas giran fundamentalmente en torno a dos cuestiones: las bajas civiles provocadas durante los combates, por un lado, y la corrupción por otro. Un reciente informe de la Misión de las Naciones Unidas en Afganistá (UNAMA) cifra en 2.412 las víctimas civiles producidas a lo largo de 2009 en el marco de los múltiples combates, y aunque según el mismo Informe el 61% de las mismas fallecieron a causa de ataques de los grupos Talibán y de Al Qaida la idea de que son las fuerzas de la Coalición las que producen tales resultados cobra cada vez más fuerza. En ocasiones (y esto es lo más grave) son avivadas por el propio Presidente Karzai, bien a través del Consejo Nacional de Seguridad que él mismo preside o bien a través de intervenciones en medios de comunicación.[5] En lo que a la corrupción respecta, otro instrumento de la ONU, la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen Organizado (UNDC, en sus siglas en inglés), hacía público el 19 de enero un detallado Informe en el que mostraba que la corrupción es la principal preocupación para los afganos, por delante incluso de la inseguridad y del desempleo, y demostraba también que esta lacra alimenta el terrorismo y la producción y el tráfico de drogas.[6]
 
Aparte de los obstáculos de orden interno no debemos de pasar por alto otros de dimensión internacional a la hora de evaluar por qué no se avanza hacia la normalización con más rapidez y eficacia. Aquí el tema recurrente vuelve a ser la perduración del santuario paquistaní para los terroristas que actúan en Afganistán, y ello a pesar de la campaña que desde hace meses llevan adelante militares y policías paquistaníes contra los yihadistas asentados en su suelo. No sólo atentados luctuosos como los provocados por suicidas en Karachi, el 28 de diciembre, o en las cercanías de Lakki Marwat el 1 de enero, y que provocaron 30 y 88 muertos respectivamente, ilustran sobre la envergadura de la amenaza, sino que las limitaciones que tiene el esfuerzo antiterrorista paquistaní están siempre ahí y contribuyen a desestabilizar aún más el escenario afgano.[7] Estas limitaciones son explicadas por el especialista paquistaní Ahmed Rashid en términos de que Pakistán evita el enfrentamiento con los Talibán afganos al temer que se pueda llegar a producir un vacío de poder en Afganistán cuando las tropas de la Coalición inicien su anunciada retirada en 2011 y el régimen de Islamabad se pueda quedar sin interlocutores.[8] Ello explicaría el porqué del rechazo paquistaní a las peticiones del Secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, que de visita en Islamabad el 21 de enero pedía a sus interlocutores que extiendan su ofensiva militar desde el Valle de Swat y Waziristán del Sur hasta Waziristán del Norte y los Talibán afganos.[9]
 
 
2. La persistencia y la ambición de los terroristas
 
Sin ánimo de convertir este análisis en un recorrido por los múltiples atentados que se producen en suelo afgano y que son reivindicados por la red Al Qaida o por los diversos grupos Talibán sí destacaremos algunos de ellos por lo que tienen de esclarecedor en lo que a demostrar la vitalidad del terrorismo yihadista salafista respecta.
 
Junto al ataque suicida que dejaba el 7 de enero nueve muertos en Gardez, la capital de la provincia de Paktya, en el este de Afganistán,[10] el ataque más osado y más esclarecedor en las últimas semanas era el también suicida que el 30 de diciembre segaba la vida de siete agentes de la CIA en el interior mismo de su base avanzada conocida como Base Chapman y situada en la provincia suroriental de Khost y cerca ya de la frontera con Pakistán. La acción terrorista del médico jordano Humam Jalil Abu Mulal Al Balawi, vinculado en el pasado al islamismo radical, cooptado por los servicios de inteligencia de su país y ofrecido a la CIA como instrumento ideal de infiltración en la red de Osama Bin Laden, ha puesto sobre la mesa de nuevo las enormes dificultades que plantea el contar con HUMINT (inteligencia humana, en su acrónimo en inglés) de calidad y sobre todo de confianza, así como la instrumentalización magistral que los terroristas pueden hacer de una acción como esta.
 
En efecto el líder de Al Qaida en Afganistán, Mustafá Abu Yazid, hacía público un comunicado en Internet el 7 de enero elogiando al shahid (mártir) Al Balawi y relacionando su acción con el deber de vengar la muerte el pasado agosto del líder de los Talibán paquistaníes, Baitullah Mehsud, víctima del ataque de un avión no tripulado estadounidense. Cabe destacarse además que en este atentado moría también Alí Bin Zeid, alto mando de los servicios de inteligencia jordanos, responsable de Al Balawi y miembro de la familia real hachemita (primo lejano del monarca según diversos medios) habiendo asistido a su funeral con honores celebrado en Ammán el Rey Abdallah II y su esposa la Reina Rania.[11] El hecho de que habiendo sido detenido en Jordania por vinculación al yihadismo salafista hace algo más de un año, en tan poco tiempo hubiera sido considerado fiable tanto por los servicios secretos jordanos como por los estadounidenses para misión tan sensible como era el intentar infiltrarle en el círculo próximo a Ayman Al Zawahiri para facilitar su captura, es buen botón de muestra de las necesidades imperiosas que tienen dichas herramientas de los Estados en su lucha contra este terrorismo.[12]
 
Para demostrar la vitalidad del terrorismo aquí analizado, si el atentado contra la CIA que acabamos de analizar parecía difícilmente superable en términos de ejemplo ilustrativo de las ambiciones de los yihadistas salafistas, otra osada acción terrorista producida pocos días después en Kabul iba a hacer olvidar, al menos de momento, a la anterior. El 18 de enero al menos siete suicidas atacaban de forma coordinada la zona de máxima seguridad de la capital afgana, y lo hacían además en el mismo momento en el que el Presidente Hamid Karzai presidía el acto de jura de sus cargos de catorce de los nuevos ministros, es decir, cuando se suponía además que la vigilancia era aún más extrema.[13] El balance letal producido en los primeros momentos no fue, con cinco muertos además de los siete suicidas y 71 heridos, todo lo luctuoso que habría podido esperarse de acto terrorista tan ambicioso, pero lo verdaderamente inquietante fue el hecho de que algo así hubiera podido llegar a producirse en una zona supuestamente asegurada así como la fórmula de yihad urbana empleada. Efectivamente a las fuerzas de seguridad afganas les costó cinco horas acorralar y conseguir la eliminación de todos los terroristas rememorándose con ello imágenes anteriores que empiezan a hacerse familiares en diversas latitudes desde que esta fórmula terrorista fuera inaugurada con éxito en Mumbai a fines de 2008. Cabe destacarse además que ya en febrero de 2009 Kabul había sufrido ataques parecidos que se saldaron con una veintena de muertos, y que el atentado contra instalaciones de la ONU en la capital en octubre que mató a seis de sus funcionarios provocó el éxodo de buena parte del personal de la Organización.[14]
 
 
3. Los instrumentos del terrorismo en Afganistán hoy y la lucha futura.
 
La referencia recurrente a Al Qaida y a los Talibán simplifica con frecuencia el complejo mapa de los grupos que en Afganistán recurren al terrorismo. Así se suele olvidar que entre los terroristas están partidos políticos/grupos terroristas como el Hizb-e-Islami de Gulbuddin Hekmatyar, en busca y captura por Washington y por París pero cuyo instrumento legalizado como Partido Islámico ha venido apoyando al Presidente Karzai y ha venido también participando en sus sucesivos gobiernos.[15] El Hizb-e-Islami es muy activo en la montañosa provincia de Kapisa, donde atacó a una patrulla francesa en agosto de 2008 – dos meses después de que las fuerzas estadounidenses pasaran el testigo a las galas en la provincia - y donde el pasado 30 de diciembre en la localidad de Omarkheil eran secuestrados dos periodistas de la cadena France 3.[16]
 
Por otro lado es preciso referirse a la capacidad que los círculos yihadistas salafistas tienen de enardecer a las masas utilizando para ello las sensibilidades religiosas y xenófobas que siempre han estado a flor de piel en la sociedad afgana: recuérdense a título de ejemplos cómo Afganistán fue uno de los escenarios privilegiados de las violentas manifestaciones que en todo el mundo se produjeron a raíz de haberse publicado en Dinamarca unas viñetas que incluían imágenes del propio Profeta Mahoma, en 2006, o de cómo en diversas ocasiones se han producido disturbios al entenderse que el Corán había sido de diversas maneras profanado por los extranjeros no musulmanes, y dichas evocaciones nos son de gran utilidad para ubicar hoy, en enero de 2010, otro agrio incidente envenenado por los círculos Talibán. En la segunda semana de enero, en el distrito de Garmsir, en la convulsa provincia meridional de Helmand, se han producido violentos disturbios reprimidos por las fuerzas de seguridad afganas que han costado la vida a al menos seis manifestantes: el motivo, los rumores extendidos entre la muy susceptible población el 12 de enero denunciando una supuesta violación o maltrato por parte de fuerzas estadounidenses a un ejemplar del Corán durante el registro de los domicilios de dos presuntos traficantes de droga producido el 10 de enero en la aldea de Darweshan.[17]
 
Por otro lado, la utilización de los medios de comunicación como canal de transmisión de la presión psicológica viene siendo realizada de forma eficaz tanto por los Talibán como por la red Al Qaida: entre los ejemplos más recientes está la utilización de un militar estadounidense secuestrado por los Talibán desde el pasado 30 de junio, y al que se pretende utilizar para intercambiarlo por presos pero al que mientras tanto se utiliza para humillar a través de su persona a todas las fuerzas extranjeras desplegadas en Afganistán.[18] Presión psicológica se está ejerciendo también en estos momentos sobre Francia con el secuestro desde el pasado diciembre de dos periodistas de la cadena France 3.[19]
 
En cuanto a la financiación del terrorismo esta se sigue garantizando en parte gracias a una producción de opio y su transformación en heroína que no cesa: el 7 de enero era detenido por fuerzas de la ISAF en la convulsa provincia de Kandahar un camión que transportaba armas, municiones, 2.400 kilogramos de opio, 450 kilogramos de pasta de opio y 23 kilogramos de heroína, siendo este un ejemplo tan sólo que ilustra sobre una actividad criminal muy fluida y muy rentable que oxigena a los grupos y redes terroristas y dificulta enormemente la normalización del país.[20]
 
Finalmente y ante la Conferencia que se inicia en Londres el jueves 28 de enero será interesante comprobar no sólo la posición de los principales miembros de la Coalición Internacional en términos de compromiso sino también la argumentación del Presidente Karzai y la actitud de los países vecinos con Pakistán a la cabeza.
 
En lo que a la actitud del Presidente Karzai respecta cabe destacarse que este ha abogado en los últimos tiempos y en la línea de su apoyo a las fórmulas de reconciliación que desde hace años propugna, contando con el apoyo para ello de un aliado permanente como es Arabia Saudí, por abrir fórmulas de diálogo con los Talibán afganos que acepten acogerse a tal posilidad y retirar a sus líderes de la lista de la ONU que los demoniza e impide cualquier contacto con ellos. Habrá que ver si a la luz de los últimos ataques Karzai ha modificado algo su postura endureciéndola o si por el contrario mantiene esa flexibilidad que en los últimos tiempos había sido bien percibida por la Administración Obama.[21] Los esfuerzos estadounidenses para profundizar en la reconciliación han tenido visibilidad a través de la figura de Richard Holbrooke, Representante Especial de los EEUU para Afganistán y Pakistán, quien ahondando en dicha tesis dialoguista llegaba incluso a afirmar a principios de enero en el Instituto Brookings que hasta un 70% de los Talibán no tendrían vinculación alguna con Al Qaida y lucharían por estímulos nacionalistas lo cual, según su posibilista análisis, coadyuvaría a encontrar arreglos a través de la negociación.[22]
 
Pakistán es como veíamos antes escenario de recurrentes ataques terroristas, es santuario de los grupos Talibán más importantes de Afganistán, con el Mullah Omar a la cabeza, pero es a la vez un país que define su estrategia afgana más en función del atávico enfrentamiento indopaquistaní que en función de sus intereses específicos más allá de su frontera noroccidental.
 
Junto a lo que es previsible de la actitud paquistaní, y que puede deducirse de lo dicho con anterioridad y de lo que más adelante desarrollamos, importante será la participación y las contribuciones de los Estados centroasiáticos que acudan a la Conferencia de Londres. Si situamos a Uzbekistán a la cabeza de los mismos cabe destacarse que las elecciones parlamentarias celebradas el pasado 27 de diciembre han consolidado la práctica del régimen del Presidente Islam Karimov de excluir a los islamistas de la arena política, máxime ante la experiencia desestabilizadora no sólo vivida por Afganistán o Pakistán sino ante todo por la violenta irrupción del Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU) desde la segunda mitad de los años noventa. Karimov no sólo abogaba el pasado 13 de enero en una intervención transmitida por la televisión uzbeka por reforzar el aparato militar para hacer frente a terroristas y a traficantes de droga y proteger las fronteras del país, sino que su régimen ha insistido ante las autoridades estadounidenses sobre el probable fracaso de la política puesta en marcha en los últimos meses por Washington de intentar comprar fidelidades de elementos radicales con dinero, incluyendo aparentemente entre los objetivos de dicho esfuerzo a elementos del MIU.[23] Por otro lado, Uzbekistán es también un país muy importante en el marco de la denominada Northern Distribution Network o Red de Distribución Septentrional que sirve para diversificar a los aliados su hasta ahora única vía de abastecimiento a través de Pakistán.[24]
 
La Federación Rusa, que estará también presente en la Conferencia de Londres, debería de ser un actor más implicado en el esfuerzo antiterrorista en la región con especial atención a Afganistán, y ello por un doble motivo: en primer lugar porque incrementa cada vez más su presencia en suelo afgano, una presencia que puede ser percibida en términos de regreso aunque en unas circunstancias y con unas fórmulas distintas a las empleadas en la década de los años setenta del siglo XX; y en segundo lugar porque el terrorismo yihadista salafista sigue golpeando en suelo ruso haciendo de esta potencia un instrumento potencial para el esfuerzo global que se hace necesario contra ese terrorismo en el escenario aquí tratado. En cuanto a la aproximación rusa a Afganistán esta se canaliza hoy a través del comercio, de la ayuda humanitaria, de la asistencia militar y de la colaboración con la OTAN en lo que al apoyo logístico selectivo respecta. Moscú no sólo se ve afectado por actos terroristas en su suelo o por la expansión de mensajes radicales dentro y fuera del país, a través de redes como las tendidas por el Hizb-ut-Tahrir (Partido de Liberación Islámica) por el espacio ex soviético, sino que ve cada vez con más preocupación que la droga producida en Afganistán alcance en buena medida los mercados occidentales a través de Rusia y vía Tayikistán.[25] El atentado suicida producido el 6 de enero contra una comisaría de policía en Majachkala, capital de la república rusa de Daguestán, en el Transcáucaso, dejaba tras de sí a seis policías muertos y a dieciseis heridos y recordaba al Kremlin la vigencia de la amenaza yihadista salafista.[26] La manifestación más inmediata de pragmatismo ruso se refleja también en su flexibilidad ante la actitud de un Estado centroasiático como es Kirguizistán que sigue facilitando el tránsito de aeronaves de países de la OTAN por su base de Manas tras haber amagado con interrumpirlas a principios de 2009.[27]
 
 
4. Conclusiones ante la Conferencia.
 
 
De todo lo dicho anteriormente podemos concluir que ocho años después de haberse iniciado un importante esfuerzo antiterrorista en suelo afgano el país adolece aún de importantes lacras políticas, de seguridad, económicas y sociales; el terrorismo yihadista salafista aún perdura cuando se ha hecho más ubicuo y efecta muy mucho al escenario paquistaní, de difícil gestión dada la preferencia que el régimen de Islamabad da a su tensión permanente con India; la Coalición Internacional sigue teniendo fisuras muy importantes en su seno, tanto en términos de estrategias nacionales como de contribuciones; la producción y el tráfico de drogas no ha dejado de constituir una verdadera amenaza en buena medida global; y existen dudas sobre la posibilidad de poder contar con un horizonte nacional y subregional de estabilidad en el medio plazo. Por otro lado, el hecho de que en Londres se vaya a aprovechar para celebrar una conferencia paralela ad hoc sobre el emergente desafío representado por Yemen pone de manifiesto hasta qué punto el terrorismo yihadista salafista es poderoso.[28] Efectivamente no es capaz de derrocar regímenes pero sí lo es tanto para agudizar sus problemas internos como para impedir la constitución de alianzas sólidas para combatirlo.
 
 
 
 
 
NOTAS


[1] Siete miembros de la CIA y uno de la inteligencia jordana eran asesinados por un terrorista suicida jordano que hasta entonces había actuado como colaborador para infiltrarse en Al Qaida y lograr entre otros objetivos la captura de su número dos, Ayman Al Zawahiri. Véase “Golpe histórico de los talibán contra la CIA...” El Mundo 2 enero 2010, p. 26.
[2] Ante la inmediatez de la Conferencia de Londres es interesante observar compromisos como el alemán y el francés para entender estas dificultades. Francia tiene hoy sobre el terreno 3.750 efectivos y Washington le pide un esfuerzo suplementario de 1.500. El Gobierno alemán, cuyo esfuerzo ya es mayor sobre el terreno con sus más de 4.000 efectivos, se ve coartado ente las demandas para que los incremente por una opinión pública aún muy afectada por la muerte en Kunduz de más de 140 civiles en una acción militar alemana el pasado septiembre. El que París y Berlín se vigilen mutuamente sobre la decisión de reforzamiento a anunciar en Londres ilustra aún mejor las incógnitas que el esfuerzo aliado sobre el terreno plantea. Véase NOUGAYRÈDE, Natalie: “Afghanistan: la stratégie hésitante des Occidentaux” Le Monde 10-11 enero 2010, p. 5.
[3] Véase el análisis del General McChrystal Commander’s Initial Assessment fechado el 30 de agosto de 2009.
[4] El Almirante Michael Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, realizaba tan sombría predicción durante su visita a Kabul del pasado 14 de diciembre. Véase “Situation catastrophique en Afghanistan” El Watan (Argelia) 2 enero 2010, p. 12.
[5] Véase “Hamid Karzai hausse le ton” Midi Libre (Argelia) 8 y 9 enero 2010, p. 10.
[6] “La corrupción se traga el 25% del PIB de Afganistán” El País 20 enero 2010, p. 12.
[7] Sobre los dos atentados citados, que no son sino un botón de muestra, véanse FOLLOROU, Jacques: “Les violences entre chiites et sunnites déstabilisent le Pakistan” Le Monde 30 diciembre 2009, p, 7, y “Más de 88 muertos por un atentado en Pakistán en un partido de voleibol” Diario de Navarra 2 enero 2010, p. 6.
[8] Hacia el verano caliente de los talibán” El Mundo 6 enero 2010, p. 24.
[9] Pakistán ha concentrado hasta su ofensiva en los Talibán paquistaníes que minan la estabilidad del país más que en aquellos que actúan en suelo afgano. Véase ESPINOSA, Ángeles: “Pakistán descarta nuevas ofensivas contra los talibanes” El País 22 enero 2010, p. 10.
[10] “Afghanistan. Attentat suicide à Gardez, neuf mortes” Le Financier (Argelia) 9 enero 2010, p. 7.
[11] “L’auteur de l’attentat contre la CIA en Afghanistan était un agent jordanien” Le Quotidien d’Oran (Argelia) 6 enero 2010, p. 24.
[12] “L’attentat anti-US en Afghanistan. La piste du 8e homme” El Watan (Argelia) 6 enero 2010, p. 13.
[13] Véase AYESTARÁN, Mikel: “Los talibanes atacan el centro de Kabul durante la jura del Gobierno de Karzai” ABC 19 enero 2010, p. 33. 
[14] Véase MacKENZIE, Jean: “Kabul Attacks Largest Yet” Institute for War&Peace Reporting ARR nº 350, 18 enero 2010, en www.iwpr.net.
[15] En su última propuesta de nuevo Gobierno Karzai ha ofrecido la cartera de Economía al líder de dicho partido, Abdul Hadi Arghandiwal. Véase “Gouvernement afgani. Karzaï présente une liste remaniée aux députés” L’Expression (Argelia) 10 enero 2010, p. 9.
[16] “Disparition de deux journalistes français en Afghanistan. La France observe une grande discrétion” Le Soir d’Algérie 5 enero 2010, p. 17.
[17] Según las propias autoridades regionales afganas la hábil manipulación sería obra del Mullah Naim, un antiguo representante Talibán en Helmand ahora reconvertido en líder guerrero y que habría puesto en marcha una nefasta campaña propagandística para dañar aún más la imagen de los extranjeros en el país. Véase “Garmsir Protest Shows Taleban Reach” Institute for War&Peace Reporting ARR nº 350, 14 enero 2010, en www.iwpr.net.
[18] El soldado Bowe Bergdahl fue secuestrado en su zona de despliegue, en la provincia de Paktia, y los Talibán ya han emitido dos videos. Véase “Nouvelle vidéo du soldat américain détenu par les talibans” Le Monde 26-27 diciembre 2009, p. 4.
[19] “Le ministre de la Défense français sait où se trouvent les journalistes enlevés en Afghanistan” Le Temps d’Algérie 7 enero 2010, p. 11. Conforme avanzan los días las exigencias y las amenazas crecen planteándose entre las primeras la liberación de un líder Talibán detenido por fuerzas estadounidenses y el pago de un rescate. Véase “Afghanistan. Des exigences pour les reporters français enlevés” Le Financier (Argelia) 9 enero 2010, p. 6.
[20] “Afghanistan. Destruction de 3 tonnes d’opium” Le Courrier d’Algérie 8-9 enero 2010, 14.
[21] Es útil destacar, sobre todo para los ingenuos, que días antes del ataque suicida coordinado contra objetivos del centro de Kabul realizado el 18 de enero los Talibán afganos habían rechazado de forma expresa las ofertas negociadoras del Presidente Karzai.
[22] Véanse este y otros argumentos que cuadros de la Administración Obama esgrimen para autoconvencerse de la existencia de interesantes asideros para salvar el precipicio afgano en KUCERA, Joshua: “Afghanistan: US Will Try To Convert Holbrooke” Eurasia Insight 7 enero 2010, en www.eurasianet.org.
[23] Sobre el discurso televisado véase “Uzbekistan: President Karimov Calls For Military Build-Up” Eurasia News Briefs 15 enero 2010, en www.eurasianet.org, y sobre los esfuerzos de compra de fidelidades, véase, TYNAN, Deirdre: “Afghanistan: If You Can’t Beat The Taliban, Try To Buy Militants Off” Eurasia Insight 15 enero 2010, en www.eurasianet.org.
[24] KUCERA, J.: “Afghanistan: Experts Want Washington To Leverage Benefits Of Northern Distribution Network” Eurasia Insight 8 enero 2010, en www.eurasianet.org.
[25] MOJUMDAR, Aunohita: “Afghanistan: Russia Expresses Desire To Raise Its Profile In Kabul” Eurasia Insight 16 diciembre 2009, en www.eurasianet.org.
[26] “Attentat-suicide contre un poste de police au Daghestan” Le Financier (Argelia) 7 enero 2010, p. 7.
[27] COOLEY, Alexander: “The Afghanization of Central Asia” Eurasia Insight 11 diciembre 2009, en www.eurasianet.org.
[28] La Conferencia ad hoc sobre Yemen se celebrará por iniciativa del Gobierno anfitrión de Gordon Brown y se ha visto provocada por el atentado frustrado del día de Navidad contra el vuelo Ámsterdam-Detroit y por la centralidad probada de redes terroristas instaladas en el país árabe en este y en otros atentados yihadistas salafistas.