Comentarios desde el otro lado: un discurso buenista

por Ana Ortiz, 5 de diciembre de 2008

Hace tiempo que desde las páginas del GEES venimos mostrando diferentes aspectos acerca de la inmigración, sus consecuencias políticas, económicas, sociales y culturales. En este recorrido por cada arista de la cuestión, faltaba el punto de vista de quienes defienden la inmigración como un derecho- que ciertamente lo es- y que se centran en las consecuencias inmediatas que tiene para su país, sobre todo a nivel económico. Sin embargo, para quien esto escribe, el testimonio de Giovanna Tipán Barrera, ecuatoriana, Coordinadora el Área de Sostenibilidad Económica de ALER (1), su discurso buenista eclipsa otros aspectos que hay que tener en cuenta, que iremos desgranando a lo largo de este análisis.
 
Desde estas líneas, agradezco a Giovanna su magnífica disposición para responder a esta entrevista, aún a sabiendas de que su línea de pensamiento difiere bastante de la que se sostiene en el GEES. Como mujer luchadora y valiente que es- además de amabilísima y simpática- ha querido compartir con los lectores del Grupo, su punto de vista sobre el derecho de los inmigrantes a emigrar y la falta de solidaridad de lo que ella denomina los países ricos. Un discurso escorado a la izquierda que es bueno tener presente, si realmente queremos trabajar todos los aspectos que la inmigración conlleva. No se podrán poner soluciones si solo nos retroalimentamos de una parte. Gracias, Giovanna.
 
Antes sí y ahora no
 
Cuando conocí a Giovanna y escuché sus argumentos sobre inmigración, me pareció que era interesante abundar un poco más en la conversación y saber el por qué de su discurso encendido y vivo, en relación a la falta de justicia y solidaridad que ella argumenta para señalar los problemas que genera el complejo tema de la inmigración.
 
Giovanna considera que estamos hablando de un tema que ya viene de antiguo y que lo lógico sería tener presente que la inmigración es un derecho y que está sobredimensionado por cuestiones políticas, económicas e incluso, por los medios de comunicación. “Los flujos migratorios siempre han existido, no es un fenómeno nuevo, tiene siglos ya, simplemente que ahora se sobredimensionan por la implicación económica que significa tanto a los países de origen como a los de acogida. En la sobre dimensión, es innegable que la prensa tiene un rol fundamental, pues ha satanizado el hecho migratorio vinculando, sin análisis previo, a la delincuencia”. “En 1948, la Carta de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 13 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
 
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
 
Entonces, si en 1948 se considera que migrar es un derecho ¿por qué en 2008 debatir sobre este derecho?, sin embargo, para ejercer este derecho se requiere voluntad política tanto de los países de origen como de acogida, mientras no exista esta voluntad el derecho defendido y contemplado desde hace 60 años”.
 
Efectivamente, emigrar es un derecho. También es cierto que a través de los medios de comunicación se puede llegar a ofrecer una imagen sesgada de la realidad. Sin embargo, este discurso precisa de matices apoyados en datos y hechos de la actualidad de hoy.
 
El foco de atención no está en si migrar es un derecho o no. El concepto de sociedad de hoy tiene como base la globalización y por ende, la deslocalización. Primero ha sido el dinero, después la información y ahora son las personas. Una globalización que choca con la concepción política y física de los estados del mundo, tal y como están constituidos. Este desfase juega un papel fundamental en el que hay que trabajar para sintonizar estos dos conceptos: globalización y fronteras físicas y políticas.
 
La facilidad para moverse personal y virtualmente, juega a favor de los flujos migratorios, pero a su vez, perjudican el proceso en algunos aspectos. Gran parte de este proceso de migración viene avalado por el gran negocio de las mafias, que sustentan su negocio en la necesidad ajena. Un negocio que es conocido y a veces apoyado por algunos países, puesto que supone un alivio para dar salida al exceso de personas en edad de trabajar a la que no pueden ofrecer una alternativa en su propio país. La ONU considera las mafias que se mueven en África ingresando ilegalmente inmigrantes africanos a países de la Unión Europea, ganan unos 237 millones de euros al año por este negocio fraudulento.
 
Estas mafias aprovechan los resquicios de las legislaciones de los países receptores de inmigrantes para derivarlos allí donde más posibilidades existen. Ese ha sido uno de los problemas generados en España durante la legislatura pasada, y cuyo efecto llamada está teniendo graves consecuencias en este momento, como era previsible. Una regularización masiva que fue criticada por los socios de la Unión Europea, cuestión que no fue tenida en cuenta hasta que el problema era imparable. Parece ser que la Unión Europea está por la labor de comenzar a trabajar en una política común a todos los socios. La directiva de retorno es un primer paso, aunque no debiera ser el único, puesto que debería ir acompañado de algunas medidas de carácter económico y laboral, sobre todo.
 
Precisamente, por el aspecto económico deriva nuestra conversación. Cuando a Giovanna se le pregunta sobre la política migratoria de España señala con dolor que se ha desarrollado políticas migratorias flexibles cuando ha sido necesario contar con mano de obra inmigrante. Sin embargo, considera que ahora el Gobierno español tiene que proteger a su ciudadanía de la crisis. Por eso, a su juicio se trata de políticas “injustas porque ahora hay una tendencia de expulsar a los/as migrantes que por mucho tiempo, en gran medida, han sostenido la economía española'.
 
Es cierto que los nuevos vecinos que han llegado a España con la intención de trabajar y de encontrar un futuro en nuestro país están contribuyendo con su esfuerzo al desarrollo.  De nuevo, tenemos que volver los ojos a la realidad del día a día. La situación económica de hace unos años no es la de ahora. Quienes están pagando en primera persona la falta de previsión, de medidas estructurales y en definitiva, de una política económica, que no solo no ha desplegado el Gobierno socialista en la anterior legislatura, sino que no parece dispuesto a desarrollar ahora, son los inmigrantes que llegaron a España esperando encontrar su propio Eldorado. Es lógico que así fuera, puesto que el eco que tuvo la regularización masiva de 2005 hizo pensar a mucha gente de bien que en España habría oportunidades para todos todo el tiempo y en cualquier sector.
 
Nadie les avisó de que el superávit con el que se ha subsistido durante toda la legislatura anterior, fruto de una política económica sin precedentes en España, desarrollada desde 1996, se acabaría si no se ponía remedio. Ya lo estamos comprobando. A punto de finalizar 2008, sabemos que la cifra total de desempleados roza ya la barrera de los tres millones, al situarse en 2.989.269 personas, dato que no se alcanzaba desde febrero de 1996, cuando el total de parados superó los 2,99 millones. Este dato ha sido anunciado por el Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho y está al alcance de cualquiera en las Oficinas del INEM. Estamos hablando de un incremento del 6% respecto a octubre, que pasó a la historia como el peor mes en cuanto a desempleo en muchos años. Esta subida es la octava consecutiva y es casi cuatro veces superior a la registrada en noviembre del año pasado, cuando el desempleo se incrementó en 45.896 personas.
En términos interanuales, la construcción es el sector donde más ha subido el paro en términos relativos, con un aumento en su número de parados del 106,7%, equivalente a 268.464 desempleados más. El sector servicios no se queda atrás; ya hay 445.895 parados más que hace un año (+34,7%). La industria 100.609 personas menos en sus filas, (+37%). La agricultura, uno de los refugios de la mano de obra llegada de fuera, cuenta con 31.212 parados más (+45,1%).
 
Los que más están acusando el desempleo son los inmigrantes, puesto que han ocupado mayoritariamente el sector de la construcción, la hostelería y la agricultura. En noviembre, había un 12,5% más de parados extranjeros en los sectores de la construcción y servicios, es decir, 42.147 desempleados más. Esto solo en noviembre, pero si hablamos de todo 2008, podemos decir que los inmigrantes en paro sumaban hasta noviembre 379.640 desempleados, con un repunte de 181.286 parados (+91,4%) en el último año, de los que 63.839 proceden de la construcción y 76.210 trabajaban en los servicios.
 
Giovanna tiene toda la razón cuando denuncia que los inmigrantes no son algo de quita y pon, para utilizar sus recursos cuando interesa. Precisamente por eso, es imprescindible articular toda una política de inmigración en serio, libre de demagogias y miras electorales, para que no suceda lo que está pasando: ahora no conviene que engrosen las listas del paro, y por tanto, se les invita a marcharse. Algo que no está dando muchos frutos, a juzgar por la escasa demanda y la falta de recursos de la Administración española para favorecer a los que sí están dispuestos a marcharse. (Sobre este particular, se puede consultar un análisis anterior de esta misma casa. Los inmigrantes son personas que desean encontrar un futuro en nuestro país porque en el suyo adolecen de ello.
 
Sin oportunidades
 
Ese es otro de los elementos clave de todo el discurso de Giovanna. Los inmigrantes lo son porque no tienen oportunidades en su país. Considera que el camino tiene dos vías: por un lado, los países de origen deben implicarse, pero en paralelo, los países del primer mundo tiene que cambiar su modelo de actuación. “Los países de origen deben procurar impulsar políticas de desarrollo económico y social que amortigüen la salida masiva de migrantes. Esta situación no es fácil porque mientras nuestros países mantengan deudas externas impagables y mientras el primer mundo mantenga sus políticas económicas y sociales que excluyen al resto del mundo poco se puede hacer, más allá de tener voluntad”. “Las reglas del juego en el mundo tienen que cambiar.
Nuestros países tienen que impulsar políticas económicas y sociales, pero para ello se requieren recursos, la mayoría de países latinoamericanos viven o bien de la explotación de sus recursos naturales, como Ecuador del petróleo, Perú de la minería; o de las remesas como es el caso de El Salvador. Nuestros países requieren de políticas que impulsen y promuevan las microempresas y/o medianas empresas. Pero, mientras el mundo siga teniendo las mismas reglas del juego, imposible”.
 
De nuevo, para quien esto escribe, el discurso buenista conduce a una visión victimista de la realidad económica y social de los países en desarrollo. Al margen de que las reglas del juego económicas, sociales y políticas deberían estar siempre en constante evolución para no anquilosarse y que lleguen a ser inútiles, no es menos cierto que son los propios países de origen de los inmigrantes los que deben comenzar a facilitar que su situación cambie.
 
Un primer paso es la democratización real de estos países, así como la creación y mantenimiento sistemas fiables. Hablamos de reglas del mercado que no cambien al capricho de los gobernantes y de vertebrar una regulación fiable. Todo ello generaría algo clave en toda relación que pretenda durar en el tiempo: confianza.
 
España es uno de los pocos países que siguen apostando muy decididamente por América Latina. Medidas como las adoptadas en Bolivia, Argentina y Venezuela en relación a las empresas españolas, no solo no generan confianza, sino que ahuyentan a los posibles inversores. Es cierto que hay que corregir excesos- permitidos y consentidos por los poderes públicos de sus propios países- pero a partir de ese punto, es preciso que se recorra el largo camino que queda entre los desmanes y la confianza.
 
Los países en desarrollo temen que la crisis mundial repercuta en las ayudas que reciben. Así lo manifestaron a finales de noviembre de 2008 en la Conferencia de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo de Doha, Qatar. Todos coincidieron en que la actual crisis no debe afectar a la cooperación al desarrollo, y que los países del primer mundo no pueden olvidar la promesa hecha en Monterrey (México) en 2002, cuando se estableció que el 0,7 % del producto interior bruto (PIB) debía ser destinado al tercer mundo. Instaron a la creación de un nuevo orden económico mundial, más justo y equitativo, bajo el paraguas de la ONU, en el que los países pobres participen en la toma de decisiones.

Llama la atención que los  ministros de Asuntos Exteriores de Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana, hayan señalado el fracaso del sistema económico liberal critiquen  a EEUU y los organismos financieros internacionales -el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en especial Cuba, que acusó al capitalismo unilateral de EEUU de la actual coyuntura.
 
Representantes de países que no solo no han contribuido al desarrollo económico de sus países, sino que favorecen el empobrecimiento progresivo de los mismos con políticas intervencionistas.
 
No olvidemos que lo que ha fallado es la regulación y la supervisión del juego del mercado, no el mercado mismo.

Es bueno poner algún ejemplo que sirva para tener una idea de las políticas de ayuda al desarrollo y la cooperación que se destina a estos países. Veamos el caso de la Unión Europea.
 
El presupuesto del ICD, (Política de Cooperación para el Desarrollo de la Unión Europea y humanitaria) para el periodo 2007-2013, es de 16.897 millones de euros, distribuidos de la siguiente manera:
 
Para las actividades geográficas, 11.301 millones de euros:
 
-América Latina, 2.690 Millones de euros (el 15,91% del total)
-Asia, 5.187 Millones de euros (30,69%)
-Asia Central, 719 Millones de euros (4,25%)
-Oriente Próximo, 481 Millones de euros (2’84 %)
-República Sudafricana, 980 Millones de euros (5,79%)
-Protocolo del Azúcar, 1.244 Millones de euros (7,36%)
 
Para los programas temáticos, 5.596 millones de euros:
 
-Recursos Humanos, 1.060 Millones de euros (el 6,27% del total)
-Medio Ambiente y Gestión Sostenible de los Recursos Naturales, 804 Millones de euros (4,75 %)
-Seguridad Alimentaria, 1.709 Millones de euros (10’11 %).
-Agentes no estatales y autoridades locales, 1.639 Millones de euros (9,69%)
-Migración y Desarrollo, 384 Millones de euros (2,27 %)
 
La política de ayuda de la UE para América Latina durante 2007-2013 está compuesta básicamente por los siguientes instrumentos: un marco regional para todo el continente, marcos de cooperación subregionales acordados con la Comunidad Andina (CAN), el MERCOSUR y el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) -llamados Regional Strategic Papers - y marcos de cooperación bilaterales acordados con cada país de forma bilateral (Notas De Concepto País, Documentos de Estrategia País -DEP- y finalmente planes plurianuales).
 
Otro de los muchos programas que son interesantes es el Erasmus Mundus: un programa de cooperación y movilidad en el ámbito de la educación superior. Su objetivo es mejorar la calidad de la educación superior europea y favorecer la comprensión intercultural gracias a la cooperación con terceros países. Ya no se trata de una ayuda para gobiernos o empresas, sino para la ciudadanía directamente. Este programa, dotado con un presupuesto de 230 millones de euros para el período 2004-2008 se aplica mediante cuatro acciones concretas. Un programa en el que participan Colombia, México y Brasil.
 
Se espera la publicación de la 'Ventana de Cooperación Erasmus Mundus para América Latina', que se aplicará de forma complementaria y sinérgica con el actual programa. Esta nueva iniciativa financiará la movilidad de los estudiantes y el personal académico entre los centros de educación superior europeos y los de América Latina. Se prevé integrar este programa de movilidad en el nuevo Programa Erasmus Mundus, que empezará a aplicarse en 2009.
 
En relación a África, la Comisión Europea ha aprobado lo que pretende ser un verdadero 'Plan Marshall' para promover el desarrollo de los países de África. Servirá para coordinar la ayuda al desarrollo enviada por los Estados de la UE y para optimizar la entrega del 0,56% del Producto Interior Bruto (PIB) previsto para 2010, y que llegará al 0,7% en 2015. Según cálculos de la Comisión, la UE dispondrá de 20.000 millones de euros más a partir de 2010 para la AOD y la mitad de ello, según acordó el Consejo Europeo, deberá ir destinado a África. Un total de 26 políticas que pueden utilizarse para el desarrollo, entre ellas, medioambiente, consumo, creación de pymes, pero actualmente se utilizan de forma solapada entre países e instituciones, lo que impide sacarles todo el partido posible.
 
En relación a la deuda externa que sufren los países en desarrollo y que podrían dificultar la generación de empleo y riqueza, hay que señalar que los países denominados ricos han aliviado esta deuda en más de una ocasión. En 2005, ministros de Finanzas de 184 países refrendaron el plan de alivio de la deuda del G8. El Comité para el Desarrollo, así como el Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI, refrendaron la propuesta del G8 de condonar el 100% de las deudas de algunos de los países más pobres del mundo.
 
Si hablamos de España, la deuda que terceros países han contraído con España se ha venido incrementando en los últimos 20 años. España es acreedora de 10.169 millones de euros, deuda contraída con 80 países de todo el mundo, especialmente de Latinoamérica y África, según datos del Observatorio de la Deuda.
 
El origen de la deuda oficial de los países del Sur (especialmente americanos) con España, está en los créditos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo y a través de créditos a la exportación asegurados por la CESCE (seguros de crédito) para facilitar la venta de productos españoles.
 
España, al seguir las directrices del Club de París, del Banco Mundial y del FMI participa en la iniciativa PPAE (Países Pobres Altamente Endeudados). En el 2005, el Consejo de Ministros aprobó la condonación de la deuda FAD de los países PPAE.
 
El 8 de Diciembre de 2006 entró en vigor la nueva Ley de Regulación de la Deuda Externa que establece una vinculación entre la política de deuda y la cooperación al desarrollo, con el fin de cumplir el  objetivo octavo de la Cumbre del Milenio. Con esta regulación el Gobierno debe proceder a la cancelación total de la deuda bilateral anterior al 2004. Según el último acuerdo del Club de París, España debía condonar una deuda de 2.216 millones de euros de los cuales ha condonado 1.438.
 
Es esfuerzo de los inmigrantes
 
Un último aspecto interesante que señala Giovanna es el de la repercusión económica que tiene la inmigración en los países de origen de estas personas. Su respuesta es muy representativa. “En Ecuador, las remesas enviadas por los/as migrantes le sugiere el segundo ingreso después del petróleo, es decir, económicamente la repercusión es alta, pues se estima que cada familia ecuatoriana tiene un/a familiar migrante. La crisis económica mundial está afectando al Ecuador, lo que implica que las repercusiones económicas son graves, pues según el Banco Central del Ecuador, el flujo de envíos en el tercer trimestre de 2007 fue de 814 millones de dólares, mientras que este año, 2008, bajó a 706 millones de dólares. Entre enero y junio de 2008 el Ecuador dejó de recibir 48 millones de dólares provenientes de las remeses que envían los emigrantes, principalmente desde Estados Unidos, España e Italia.”
 
Dos aspectos muy relevantes: cada ecuatoriano tiene un familiar fuera de su país. Sabemos que en España es una de las comunidades más grandes. Ello da una somera idea de la falta de oportunidades que nuestros amigos ecuatorianos encuentran en Ecuador.  En agosto de 2008, el diario ecuatoriano Hoy, publicó una noticia firmada por Mauricio Pozo Crespo, en la que explica con bastante claridad, cuáles son los problemas del empleo en Ecuador: “No es el sector público el encargado de absorber puestos de trabajo, es el sector privado el gran captador de empleo. La esfera pública, si se dedica a emplear como uno de sus objetivos, termina abusando del ya obeso aparato estatal y los servicios públicos, lejos de mejorar, empeoran. Más burocracia desmejora la histórica mala calidad del gasto público. Peor aún, si el engrosamiento del tamaño del Estado es por razones políticas o electorales.” Defiende la inversión privada y la progresiva minimización del Estado como empleador público.
 
Algo en lo que el actual presidente del país, Rafael Correa, parece ir en sintonía con el señor Rodríguez Zapatero, que apuesta por aumentar las partidas presupuestarias para generar trabajo público, en vez de ayudar al pequeño y mediano empresario, que genera empleo inmediato, ya demás, lo necesita urgentemente. (Noticia completa: ¿Cómo generar empleo?  en “Hoy”).
 
Basta leer unas declaraciones del presidente de Ecuador y comparar con otras informaciones para contrastar. En enero del año que finaliza aseguró en su Informe a la Nación mencionó que el principal deber de “la política económica no es contentar a burocracias internacionales, no es el riesgo país, no es el aplauso de los grupos de poder de siempre, es sencillamente potenciar, maximizar la producción y el empleo nacional y eso es lo que está haciendo la política económica ecuatoriana”. Un artículo publicado en el diario Ecuador Ciencia, afirma que el gobierno de Correa manipula las cifras del paro, utilizando metodologías diferentes para maquillar los datos reales, que por otro lado, no se publican oficialmente.” El interesado cambio y las cifras manipuladas groseramente mezclando peras con manzanas confrontando mediciones con el antiguo método y el nuevo, lograron mostrar un cuadro de aumento del empleo (…). Pero por alguna razón no aparecen las cifras de desempleo en noviembre y diciembre del 2007 y tampoco la de enero, febrero y marzo del 2008, tampoco el INEC tiene la cifra, organismo que supuestamente recopilará estas estadísticas junto con el BCE. (…) No aparecen tres meses de información sobre el empleo y mucho me temo que cuando aparezcan los datos - si es que aparecen- ya no serán confiables y elevarán dudas sobre su manipulación. Urge por tanto una recopilación estadística imparcial, local o internacional, de las principales cifras económicas del país pues en la práctica en Ecuador no existe un Estado de Derecho ni instituciones de fiscalización, control o regulación autónomas. En la práctica Ecuador está regido por una dictadura de partido único que ha liquidado todo sistema de pesos y contrapesos así como toda posibilidad de fiscalización del gobierno y sus actuaciones. El Banco Central del Ecuador, organismo de naturaleza autónoma, ha sido intervenido por el gobierno imponiendo funcionarios arbitrariamente, también la Superintendencia de Bancos y Seguros ha sido asaltada por el gobierno e ilegalmente cambiada su conformación a través de la Asamblea Constituyente evidentemente gobiernista, poniendo una mayoría de funcionarios obedientes al régimen”. (Artículo completo: Cafeína de ideas.)
 
Sobran los comentarios.
 
Algo más que buenismo
 
Escuchar a personas preparadas, con ideas y personalidad, que además desarrollan una excelente labor en sus organizaciones, es siempre motivo de respecto, puesto que su bagaje profesional y vital permiten pensar que saben de lo que hablan.
 
Sin embargo, es fácil caer en la tentación de echar balones fuera y construir un argumento que si bien tiene pinceladas de realidad, no cierra el círculo puesto que no está completo, al dejar fuera datos que hacen tambalearse los castillos construidos sobre arena.
 
Resulta relativamente fácil sostener que la culpa de la situación económica de un país es culpa de otros, que otros se aprovechan y que por tanto, son los que deberían resolver los problemas.
 
Creo que no. La realidad es que la gente se marcha de sus países porque no encuentra horizontes en sus lugares de origen, muchas veces, porque están regidos bajo parámetros que olvidan generar mecanismos que proporcionen confianza para atraer inversiones.
 
Los países denominados ricos deben contribuir a que su ayuda al desarrollo genere confianza, instituciones solventes y democráticas que engrasen el engranaje de la economía y de los recursos humanos. Unos recursos que se ven abocados a marcharse y a subsistir en otro país cuando las cosas van bien. Pero, ¿alguien se ha puesto en la piel de estas personas que sufren en primera persona el desarraigo, la pobreza y la falta de horizontes?
 
Alguien debería hacerlo.

 
 
Ana Ortiz es Analista Adjunta en el área de Medios de Comunicación.
 
 
Nota
 
1.- ALER es una Asociación Civil, constituida por Instituciones de América Latina y El Caribe, que hace comunicación radiofónica educativa. Trabaja, junto a otros actores sociales, por la democratización de las comunicaciones, por el desarrollo humano sostenible, y por la construcción de sociedades con mayor justicia, mayor equidad y mayor democracia.