Clinton: insultando a los negros

por Walter Williams, 26 de septiembre de 2007

“No me siento cansada en ningún sentido. Vengo desde muy lejos de donde empecé. Nadie me dijo que el camino sería fácil. Creo que Él me llevó tan lejos', decía con voz cansada la candidata presidencial Hillary Clinton, simulando acento negro ante una audiencia negra en la Primera Iglesia Baptista de Selma, Alabama. Me pregunto si Clinton se los ganaría al visitar una reserva india diciendo, '¡Jao! Mi no cansada. Mi haber recorrido largo camino. Camino muy difícil. Espíritu del Cielo traerme tan lejos”. O, cortejando el voto asiático, ella podría decir, “Mi no cansala. Mi habel venido de muy lejos. Caletela muy complicala. Ley Dlagón llevalme lejos”.
 
El motivo del discurso de Clinton era el 42 aniversario del Bloody Sunday, el 7 de marzo de 1965, cuando 600 activistas de los derechos civiles eran atacados por la policía con porras, fustas de ganado y gas lacrimógeno, uno de los puntos álgidos de la lucha por los derechos civiles. Conmemorar un momento clave de la historia americana es una cosa, pero que una persona blanca simule el dialecto negro es degradante e insultante. Y si ello le granjea votos de aquellos presentes, no se puede decir gran cosa sobre ellos.
 
Clinton explicaba más tarde su voz, entre audiencias negras, ante una reunión de la Asociación Nacional de Periodistas Negros, 'Yo vivía todos esos años en Arkansas y, como sabréis, estoy metida en esto del matrimonio interracial'. El golpe de efecto del matrimonio interracial tiene que ver con la alusión frecuente al ex presidente Clinton por parte del Caucus Negro del Congreso entre otros como 'el primer presidente negro'.
 
Clinton no es la única en degradar el diálogo con negros; se encuentra bien acompañada por Jesse Jackson y Al Sharpton, que habla de 'pasar del retrete a la Casa Blanca' y 'de la desgracia a la suerte sorprendente' y otras tonterías así. Ni Clinton ni los Reverendos Sharpton y Jackson se dirige a las audiencias blancas de esa manera. Ante una audiencia predominantemente negra durante su apuesta presidencial de 2004, el Senador John Kerry decía, en alusión a tantos negros en prisión, 'Eso es inaceptable, pero no es su culpa'. Dudo que Kerry hubiera contado a una audiencia de blancos que los blancos encarcelados estaban limpios de culpa. Probablemente Kerry responsabilice a los blancos de su comportamiento criminal.
 
En el 2004, el presidente de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP) decía del Presidente George Bush, “tenemos un presidente que está dispuesto a devolvernos a los días de segregación y dominación de Jim Crow”. Durante la campaña presidencial de 2000, el Reverendo Jesse Jackson advertía a la audiencia negra de que un triunfo de Bush haría retroceder el tiempo a los días de Jim Crow. ¿Por qué iba alguien a preguntar a Jesse y Kweisi acerca de la exactitud de sus predicciones ahora que la presidencia de dos mandatos de Bush está casi agotada?
 
Suponga que algún demagogo en el 2000 dijera a los judíos americanos que una presidencia Bush significaría campos de concentración, o que dijera a los americano-japoneses que su presidencia significaría internamiento. ¿Cree usted que tales declaraciones habían sido celebradas y aplaudidas? Estoy seguro de que en caso de que alguien hiciera una predicción tan estúpida a los judíos o americano-japoneses, ellos le habrían ridiculizado y se habrían mofado.
 
¿Qué dice de los negros [el hecho de que] puedan ser convencidos mediante histerismos y tonterías alarmistas por parte tanto de negros como de blancos como medio de obtener sus votos? Como negro, no encuentro la respuesta más obvia muy halagüeña.

 
 
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