Choquehuanca en Madrid; ¿por qué no se callará?

por Gregorio Cristóbal Carle, 22 de febrero de 2008

Los bolivianos  comentan  a menudo que en su gobierno conviven dos visiones cuasi- enfrentadas sobre la forma de regir los designios del país. En primer lugar se encuentra el sector representado por el presidente Morales, al que se circunscribe un gran número de  funcionarios orgullosos de un presunto indigenismo histórico (¿son todos originarios?), con una escasa o nula preparación intelectual y portadores la más insoslayable intransigencia política.
 
En el otro lado se posicionan los intelectuales del régimen, más pulidos, sabedores de los entresijos del poder,  y con  una capacidad de análisis  más profunda sobre la realidad actual de la república boliviana. Estos se agrupan bajo la figura del Vicepresidente García de Linera, el mítico ex -guerrillero comunista metido a político oficial, conocido por su verbo fácil y su inmensa capacidad de persuasión.
 
Los primeros reniegan del capitalismo como si del diablo se tratara, y prenden retornar a una supuesta época histórica ancestral, en la que los indígenas de Latinoamérica constituían un solo pueblo (¿?) que convivía en paz hasta la llegada de la desalmada conquista española.
 
El segundo grupo, más realista y preparado, también reniega del capitalismo, pero entiende que en el mundo globalizado del siglo XXI su batalla se encuentra, en un principio, perdida. Asimilan este anacronismo como un mal menor y entienden que el cambio se debe instrumentar mediante la “reeducación revolucionaria de los ciudadanos y la destrucción progresiva de los valores que sustentan las tesis neo-liberales”. En consecuencia saben que hay que esperar para obtener los frutos deseados.
 
El ministro de relaciones exteriores, D. David  Choquehuanca Céspedes, se encuadra en el sector afecto al Presidente Morales, y cumple todos lo requisitos exigidos a la mayoría de funcionarios de alto rango cercanos al mandatario.
 
Ser un indígena descamisado, (tienen verdadera fobia a la corbata porque entienden que simboliza la cruel opresión capitalista), contar con un exiguo nivel de estudios y haber practicado la revolución filocomunista contra el sistema legalmente establecido en el país parecen ser credenciales suficientes para formar parte del selecto grupo de íntimos del Presidente, además de constituir una garantía  para acceder a un cargo de relevancia en la función pública.
 
Según nos cuenta la hoja-curriculum entregada a los asistentes a la conferencia organizada  en Madrid por Casa América y Tribuna Iberoamericana, en la que intervino como único ponente el Sr. .Choquehuanca, el ministro abandonó la carrera de filosofía “para apoyar a organizaciones reivindicativas rurales...y participar en bloqueos de caminos, huelgas de hambre, manifestaciones, talleres de capacitación (¿?) y congresos” (sic)…Un historial revolucionario al más puro estilo bolchevique, con los necesarios retoques del ideario autóctono.
 
Con esos antecedentes  era indudable que  su exposición  versaría sobre la necesidad de reinstaurar el “Pachakuti” (o retorno del “gran día” entendido como la vuelta a las instituciones y valores pre-hispánicos), además de abordar las bondades del sistema etnocentralista, demagógico y racista, impuesto en Bolivia después de la aplastante  victoria democrática de Morales (¿por qué no recordarlo?) en las urnas.
 
Pero su discurso contó con un importante fallo de cálculo. Cuando lanzó sus diatribas de manual  contra el mundo capitalista y desarrollado no se encontraba delante de las turbas campesinas y los movimientos sociales que le otorgan ese incondicional y revolucionario apoyo, sino ante un aforo de intelectuales y analistas europeos que querían conocer de primera mano como se maneja la cosa pública en el país andino.
 
La idílica visión mítico-cósmica de los indígenas latinoamericanos presentada por el máximo representante de la diplomacia boliviana provocó la hilaridad de buena parte de los asistentes, debido, en gran medida, a la nula consistencia de los argumentos expuestos en forma de historia no oficial.
 
En este sentido Choquehuanca se olvidó, (entiendo que voluntariamente), de que en Europa existen muchos estudiosos de la realidad latinoamericana que sí leen libros, acuden a las fuentes archivísticas, y no tienen dificultades para rebatir argumentos tan falaces. Lo de leer libros es un matiz relevante, ya que D. David ha llegado a hacer pública su animadversión a la cultura escrita alegando que la verdadera sabiduría solamente puede encontrarse en las arrugas de los ancianos aymaras.
 
Por supuesto que no constituye ésta la única polémica generada por las desafortunadas y censurables declaraciones del canciller. Entre las más controvertidas  cabe destacar la surgida en febrero de 2006, cuando osó proponer al Congreso, con gran altura de miras y mayor consistencia ética y moral, que se sustituyera la leche del desayuno escolar por hoja de coca…
 
Las afirmaciones vertidas por el ministro en la introducción de la conferencia no presagiaban nada positivo, como efectivamente así se demostró posteriormente Tras su ignominiosa presentación, cargada de falsedades y prejuicios históricos, tuvo a bien explicar y detallar como se había aprobado la democrática y respetuosa Nueva Constitución del Estado, para ensalzar, después, la legalidad de un texto aprobado con nocturnidad en un cuartel militar, con la ausencia de la oposición y sin que mediara ningún tipo de consenso.
 
De esos polvos vienen estos lodos… el gobierno socialista de Evo Morales está acorralado por los conflictos sociales en diversas partes de Bolivia, situación que se traducen en continuos enfrentamientos y  rumores de  guerra civil.
 
Continuando con su línea argumental, cargada de populismo y reivindicaciones anacrónicas se atrevió a contraponer los principios  capitalistas del esfuerzo humano y la ética del trabajo como vías para alcanzar el bienestar de un país, a la tesis indigenista del conformismo “al que le basta con vivir bien” con su entorno.
 
Estas nociones propias de otras épocas y otros anhelos difíciles de encajar en el mundo del siglo XXI, constituyeron un nuevo punto de partida para lanzar su personal ataque contra el neoliberalismo en general y el imperialismo americano en particular…sin duda, si Alexis de Tocqueville levantara la cabeza le recomendaría leer (seguramente sin resultado alguno) “La Democracia en América”.
 
Siempre los mismos culpables e invariablemente, los mismos oponentes... en su diatriba el Sr. Ministro terminó señalando con el dedo a sus adversarios políticos como los verdaderos enemigos de la patria, capaces de armar un complot para acabar con un gobierno que ante todo, respeta las libertades de sus ciudadanos y ha llevado a Bolivia a una situación idílica, impensable antes del nombramiento presidencial de Evo Morales
 
Lógicamente se estaba refiriendo a los departamento de la media luna ampliada (las provincias de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando, Cochabamba, Chuquisaca y ahora La Paz… nada más y nada menos que el 77% del territorio total de Bolivia) cuya ciudadanía, haciendo uso de las prerrogativas democráticas, se ha atrevido a alzar su voz contra los continuos dislates del movimiento al socialismo gubernamental
 
En suma, una desafortunada intervención, carente de la mínima templanza y cuidado en las formas, válido para el público fiel y ciego seguidor de las tesis revolucionarias que adornan la agenda del Presidente Morales, pero también inaceptable para el aforo al que fue dirigido en Madrid.
 
A Choquehuanca se le podría aplicar la célebre y atinada pregunta que dirigió el monarca español, D. Juan Carlos de Borbón, al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, pero esta vez corregida y ampliada; Señor ministro, ¿por qué no se calla? ¿Cree de verdad que va a convencer a alguien con la imagen que ha intentado vender sobre la realidad de su país?

 
 
Gregorio Cristóbal Carle, es Consultor Internacionalización de Empresas. Profesor de Escuela Europea de Negocios (Bolivia). Árbitro Internacional ACAM.