China potencia ideológica, militar y espacial

por Ángel Maestro, 5 de noviembre de 2008

El secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China,  y presidente de la República, Hu Jintao, ha mantenido una importante reunión con los jefes de las más destacadas unidades militares chinas. Hu Jintao, que vistió para dicha reunión uniforme militar, aún sin distintivos de grado, en lugar de los bien cortados trajes de paisano de los dirigentes chinos, manifestó que hay que fortalecer el desarrollo del partido comunista chino en las Fuerzas Armadas de manera sustancial.
 
“El Partido comunista de China debe convertir sus ventajas políticas y organizativas en el motor del desarrollo científico y fortalecer la construcción partidista en las Fuerzas Armadas”, dijo Hu de forma que no caben equívocos sobre sus intenciones. Hu que además de presidente de la República y secretario general del PCCh, es presidente de la poderosa Comisión Militar Central, expresó agradecimiento y respeto hacia las Fuerzas Armadas también por su intervención y contribución al éxito de los Juegos Olímpicos.
 
Insistiendo, de forma clara, la importancia de la construcción del partido, señalando que el mismo es la base y clave de todo el trabajo del Ejército Popular de Liberación. A la reunión asistieron los más destacados miembros de la Comisión Militar Central como Guo Boxiong,Xu Caihou, Liang Guangglie, Li Jinai yLiao Xilong. Tanto los más altos cargos del partido (el Comité Permanente del Politburó) como representantes del Ejército no ocultan su satisfacción por el éxito  del envío al espacio de la nave espacial tripulada “Shenzou VII“, ya que la misma no sólo ha permitido el incremento en el número de tripulantes, tres astronautas, sino en mayor grado un importante salto en la tecnología espacial, ya que la “Shenzou VII” representa por primera vez la tarea difícil de actuar fuera de la nave espacial para realizar diversas pruebas y experimentaciones.
 
Por otra parte el espinoso tema de las relaciones con Taiwán ha experimentado un cambio que parece sustancial, alejándose de forma significativa la situación casi prebélica producida con el independentismo del anterior presidente Chen Shui- bian. El nuevo presidente taiwanés, doctor Ma Ying- jeou expuso reiteradamente en su programa presidencial que llevó al triunfo del Kuomintang, el acercamiento con China continental.
 
Ma ha expuesto rotundamente que no aboga por una exportación directa de la democracia al continente y que el incremento de las relaciones entre ambos lados del Estrecho conducirá a cambios positivos en China, recalcando que esa era la forma de fortalecer la seguridad nacional. Ha sido valorado positivamente en Pekín el tono moderado que usó Ma en relación a que los sucesos del Tibet pudieron originar una perturbación de la imagen de China ante los Juegos Olímpicos, y las manifestaciones de felicitación de Ma por el éxito de los mismos.
 
En la política de hoy, principios de noviembre de 2008, y en el aspecto de las relaciones con Pekín, juega un papel primordial tras Ma la figura del presidente del Kuomintang, Wu Poh-siung quien desempeña un puesto clave en dichas relaciones. Wu, en su calidad anterior de presidente del Kuomintang visitó China siendo recibido por los más altos cargos del máximo órgano de poder, el Comité Permanente del Politburó, recibiendo además las felicitaciones del líder Hu Jintao al ser elegido presidente del partido.
 
El Kuomnintang prometía en su programa la creación de un mercado económico común con China, postura defendida por el vicepresidente de Taiwán, Vincent Siew, verdadera eminencia gris de la Fundación para el Mercado Común a través del Estrecho de Taiwán. Su fin abiertamente declarado es: ”establecer la unidad económica primero y la convergencia política después”.
 
Por parte continental el ministro de Exteriores, Yang Jiechi, con más de dos décadas de servicio en los Estados Unidos y cuatro años de embajador en Washington, es una personalidad de concordia. Hasta su nombramiento como jefe de la diplomacia china, Yang estaba a cargo de los asuntos de Hong Kong, Macao y Taiwán.
 
También deben considerarse los actores del mundo político y empresarial que están emergiendo durante el período de liderazgo de Hu Jintao, destacando los hijos de los dirigentes históricos y actuales de la cúpula política y militar, algunos de los cuales han estudiado en el exterior y posteriormente han entrado en los negocios o bien han ingresado directamente en política.
 
El más destacado puede ser Xi Jinping, vicepresidente chino y miembro del Comité Permanente del Politburó y considerado entre los posibles sucesores  de Hu Jintao en 2012. Xi ha ocupado cargos en su carrera política tanto del gobierno como del partido en las provincias de Fujián y Zhejiang, o sea las provincias chinas donde existe mayor inversión taiwanesa.
 
Otra importante figura es la de Jiang Mianheng, hijo del antiguo secretario general del partido comunista y presidente de la República, Jiang Zemin, con destacada actividad en el campo de la economía, y conocido como el “príncipe digital”, asociado en Shanghai con Winston Wang, hijo de uno de los más conocidos empresarios de Taiwán.
 
Las inversiones taiwanesas que están muy concentradas en algunas zonas de China continental se resienten de la creciente falta de terrenos en el delta del Río de las Perlas, área de la provincia de Guandong y Pekín las está alentando a trasladarse al interior del continente. Taiwán ocupa hoy el segundo lugar en competitividad global de la industria de tecnología informática.
 
Doscientos mil empresarios taiwaneses con intereses en China volvieron a la isla para votar mayoritariamente por Ma, y la cifra de trabajadores taiwaneses en el continente posiblemente supere el millón. El gobierno de Ma ha desarrollado una significativa liberalización en la entrada de turistas chinos, creándose nuevas agencias de viaje y construyendo nuevos hoteles.
 
Más no solo las relaciones económicas son crecientes entre China y Taiwán, sino que las culturas se acercan. Concretamente dos: la introducción de la escritura de izquierda a derecha en los documentos oficiales como en Occidente y China continental. La otra la adopción del sistema de transcripción de nombres chinos a nuestro alfabeto, denominado tongyong pinyin, sistema cercano al pinyin utilizado en China continental. Un hecho revelador es que Ma Ying- jeou durante su período de alcalde de Taipei adoptó el sistema pinyin para la denominación de lugares en la capital.
 
Y concluyendo con el tema ideológico y propagandístico de Pekín, la consigna que ha llegado a la opinión mundial y a la china en particular, entusiasmada por el éxito espacial, es la de “Un paso pequeño en el espacio, un paso grande para China”. Tanto el partido como el gobierno exaltan el hecho de que el vuelo espacial de China se inició 40 años más tarde que los Estados Unidos y la entonces Unión Soviética, permitiendo demostrar que en 16 años China ha conseguido dicho éxito en base a concentrar la fuerza en asuntos primordiales mostrando los progresos tecnológicos de China, y augurando nuevos y ambiciosos proyectos en el desarrollo espacial. “¡Anhelamos que la vía espacial de China se extienda cada vez más lejos¡”, proclaman los órganos oficiales del Partido.