Ceuta y Melilla. ¿Ofensiva migratoria en ciernes?

por GEES, 22 de marzo de 2013

 Lo que está sucediendo en las últimas semanas parece augurar una nueva ofensiva de inmigrantes irregulares procedentes de las costas marroquíes o del territorio marroquí en lo que a las fronteras terrestres de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla respecta.

En lo que va de año han llegado casi 150 irregulares a las costas andaluzas, en 12 embarcaciones, generalmente pateras. Quienes presentan estas cifras comparándolas con las inventariadas en los años más dramáticos de la ofensiva inmigratoria irregular – particularmente a mediados de la pasada década–, para demostrar con ello que la situación ha mejorado, lo que están haciendo es engañar, o al menos intentarlo, a la opinión pública. Las cifras de ahora son tan inaceptables como aquellas, y todo apunta a que en los próximos días y semanas van a incrementarse, sobre todo si mejora el tiempo y siMarruecos no se esfuerza lo suficiente en cumplir con su obligación de controlar sus fronteras.
 
El 16 de abril era interceptada una patera en aguas del Estrecho con ocho irregulares y al día siguiente era remolcada otra con 32 hasta el puerto de Tarifa. Estas, destacadas por ser las más recientes, no deben de eclipsar el frente terrestre de la ofensiva irregular que se ubica en las vallas de Ceuta y Melilla, particularmente de esta última. Dichas fronteras terrestres, que son las más meridionales que tiene España y, por ello, también la Unión Europea (UE), con un Estado no miembro y que resulta ser uno tan significativo como es Marruecos, son en principio fáciles de guardar, sobre todo si desde el otro lado se juega limpio. El problema es que estas fronteras están contestadas a su manera por Marruecos, son las fronteras más dramáticas en términos económicos del mundo (ahí es nada) y, además, no se toman en cuenta por nuestros socios y aliados occidentales como debieran.
 
Es por todo lo dicho que el último intento de asalto de la valla de Melilla –esta es de las dos ciudades autónomas la más vulnerable, y ello por varios motivos–, el del pasado día 11, debe recibir la importancia que merece. Ese día, alrededor de 50 de los 150 irregulares que iniciaron el asalto consiguieron entrar en la ciudad, además por la zona del aeropuerto, y eso pese a las dificultades que entraña y que son evidentes para cualquiera que visite frontera tan atípica. De nuevo aquí habrá quien compare este asalto con otros realizados en la década pasada y que incluían a centenares de irregulares que se empleaban además con violencia cuando entraban en el cuerpo a cuerpo con los agentes de la Guardia Civil. Se intenta con ello, de nuevo, engañar a la opinión pública. Tan grave es que logren pasar 50 como varios cientos o como un coche a toda velocidad rompiendo la valla como ocurriera, impunemente, hace varias semanas. El mismo día 11 lo intentaban tres en Ceuta, pocos pero tanteando también aquí a España.