Castro pasa el testigo a su relevo: Hugo Chávez
por Peter Brookes, 9 de agosto de 2006
Las buenas noticias son que el dictador en el poder más longevo de Iberoamérica, Fidel Castro, podría enfrentarse pronto a su desaparición tanto política como física. Las malas noticias es que podría ser reemplazado por un hombre fuerte latinoamericano más joven, más ambicioso y más peligroso.
No, no hablamos de Raúl, el hermano de Fidel, aunque haya tomado las riendas del poder cubano por el momento. Es el presidente venezolano Hugo Chávez por el que deberíamos estar preocupados.
Chávez, que ha sido el aprendiz político de Castro durante años, se ve a sí mismo listo y bien posicionado para seguir con el legado revolucionario de Fidel, liderando a América Latina y a otros en una cruzada antiyanqui.
Por supuesto que Chávez no cuenta con la carismática buena fe socialista revolucionaria de Castro pero tiene algo igualmente importante que lo ayude para exportar su revolución a toda Latinoamérica: Riqueza petrolera.
Con ferviente ideología revolucionaria respaldada por el oro negro, este rico caudillo venezolano podría causar más problemas en la zona que el indigente Castro alguna vez pudo.
Chávez ya ha tenido algunos éxitos, financiando a candidatos izquierdistas en Latinoamérica. Respaldó al recientemente elegido presidente boliviano Evo Morales y está apoyando al recauchutado candidato presidencial sandinista de Nicaragua, Daniel Ortega.
Haciendo notar que Estados Unidos compra el 15% de su petróleo a Venezuela, Chavez ha amenazado con acabar con esas exportaciones. Hace mucho tiempo ya que también se sospecha que apoya a las guerrillas narcoterroristas de las FARC en la vecina Colombia.
Fomentando la idea ridícula de que Estados Unidos va a invadir Venezuela, Caracas ha estado armando a sus fuerzas militares - prometiendo atacar a Estados Unidos si fuera necesario - y perturbando el delicado balance de poder en la región.
Pero quizá igualmente problemático es el alcance internacional energético de Chávez donde ya ha estado codeándose con otros de la mano de su agenda antiamericana.
Por ejemplo, Chávez recientemente pasó a visitar al presidente ruso Vladimir Putin y juntos anunciaron el acuerdo para la compra de armas por 1.000 millones de dólares. Y sólo el año pasado, Venezuela compró 100.000 rifles de asalto rusos AK-47. Chávez tiene la intención de producir el rifle para respaldar su plan de armar a 2 millones de reservistas.
Chávez también visitó Teherán en julio y recibió la medalla de honor más importante de Irán. Y dijo a los iraníes: La lucha de Irán es nuestra propia lucha.
El hombre fuerte de Venezuela ha expresado su apoyo al programa nuclear iraní y ha sido muy abierto al expresar el deseo de Venezuela de tener uno también. No puedo evitar preocuparme por si a Teherán le diera por compartir sus conocimientos nucleares con Caracas.
Chávez también va recorriendo el mundo en busca de apoyos para obtener uno de los 10 asientos no permanentes en el Consejo de Seguridad de la ONU durante la rotación de 2007. No es de extrañar que Estados Unidos se oponga intensamente a la idea.
Una de sus escalas incluyó una visita con el matón de Bielorrusia, el presidente Viktor Lukashenko, ampliamente considerado como el último dictador de Europa. Chávez se jactó de que los dos países han creado una alianza estratégica.
Aunque Castro ha mantenido, por desgracia, su puño de hierro sobre Cuba desde el final de la Guerra Fría a pesar de la pérdida de su patrocinador soviético, no ha sido capaz de reunir los recursos o tener la energía para exportar su revolución.
Pero, aun si pudiésemos echar pronto a Fidel en el basurero de la historia, en el futuro muy cercano parece ser que Hugo Chávez, el Castro con petróleo de Venezuela, recogerá el testigo como fuente de irritación constante para nosotros.
Peter Brookes ha sido Vicesecretario Adjunto de la Secretaría de Defensa de Estados Unidos y actualmente es investigador decano de la Fundación Heritage, columnista del New York Post y Director del Centro de Estudios Asiáticos. El nuevo libro de Peter Brookes se titula: A Devil's Triangle: Terrorism, WMD and Rogue States.
©2006 Peter Brookes
©2006 Traducido por Miryam Lindberg