Buenismo en la ONU

por Rafael L. Bardají, 24 de noviembre de 2012

 

Nuestro principal aliado, Estados Unidos, va a votar en contra; nuestros principales socios en la UE no lo van apoyar, pero nuestro gobierno está decidido a conceder el status de 'estado miembro observador' de la ONU a la OLP. Grave error. Por muchas razones.
 
Para empezar porque Palestina, guste o no, dista mucho de contar con las características de un Estado. Aunque eso quizá sea lo de menos en las actuales circunstancias. La Autoridad Palestina de Mahamud Abbas ha quedado sepultada por el empuje de los terroristas de Hamas. Fatah no manda en Gaza y su legitimidad está más que cuestionada en Cisjordania. ¿De qué Palestina estamos hablando?
 
En segundo lugar, como el mismo Obama reconoce, ese paso no favorece el proceso de paz que desde su arranque se ha basado en una solución negociada entre las partes. Ir en contra de la voluntad de una de ellas no acerca posiciones. Es más, votar en nuestro caso a favor del unilateralismo para Palestina mientras se combate el de Cataluña raya en la esquizofrenia.
 
Por último, colocarse al lado de los palestinos y en contra de Israel es querer cerrarse la puerta a múltiples oportunidades para mejorar nuestra penosa situación económica. En poco tiempo Israel pasará a ser exportador neto de gas, situación de la que podríamos aprovecharnos si la cultiváramos, por no decir de numerosas empresas que podrían acceder a tecnologías y contratos en uno de los pocos país que, de momento, ha contenido bien la crisis.
 
Cambiar el status de la OLP en la ONU no nos acerca al estado palestino. Pero si favorece que al día siguiente pida la inclusión en el tribunal internacional y en todas aquellas instancias desde las que llevar adelante su especial guerra legal contra Israel. España no está ahora para alimentar más jurisdicción universal.