Bill Clinton juega y pierde la baza racial

por Larry Elder, 6 de febrero de 2008

“Negros estúpidos: cómo jugar la baza racial -- y perder', mi nuevo libro, sale a la venta el 5 de febrero, el super martes. Desafortunadamente para el ex presidente Bill Clinton y esposa, nadie les envió un ejemplar anticipado.
 
“Jesse Jackson”, decía Bill Clinton, 'ganó en Carolina del Sur en dos ocasiones, en el 84 y el 88. Hizo una buena campaña, y el Senador Obama hizo aquí una buena campaña'. Clinton daba su respuesta en Carolina del Sur a la pregunta de un reportero acerca del motivo de que se necesitaran 2 Clinton para enfrentarse a Barack Obama. La reacción de Clinton no tenía nada que ver en absoluto con la pregunta.
 
Así que, ¿por qué lo diría Clinton?
 
Al contrario que Jackson, Obama realmente salió elegido para algo -- en este caso, el Senado de los Estados Unidos, por el estado de Illinois. Obama, al contrario que Jackson, ganó los comités Demócratas del estado de Iowa, blanco en su mayor parte, y acabó en una segunda posición clara en el estado, blanco en su mayor parte, de New Hampshire. Obama no tiene nada que ver con Jesse Jackson, y Bill Clinton lo sabe.
           
Al invocar el nombre de Jesse Jackson, Clinton intentaba retratar a Obama como 'el candidato negro'. Clinton sabe que el Jackson obseso con la raza polariza a la gente. Al calificar a Obama de Jackson-esco, Clinton esperaba restar el apoyo de Obama procedente de los electores blancos y de esa manera -- perdone la expresión -- acotar la candidatura de Obama a los negros.
 
Hasta la Senadora Hillary Clinton convino en que su marido había ido demasiado lejos, y el Representante Jim Clyburn, Demócrata por Carolina del Sur y miembro veterano del Congreso, instaba públicamente a Bill llamaba a 'moderarse'. Cómicamente, hasta el Reverendo Al Sharpton se quejaba del comportamiento de Bill Clinton -- aunque Sharpton no se quejó de ningún comentario en concreto. ¿Qué podía decir? Después de todo, Clinton intentaba alienar a los blancos invocando al jugador profesional de la baza racial Jackson, y por la extensión también a Sharpton.
           
Antes de las primarias, una encuesta de la MSNBC situaba a Obama obteniendo solamente el 10% del voto blanco de Carolina del Sur. Pero Obama se hizo con el 24%, con Hillary Clinton y John Edwards logrando respectivamente el 36% y el 33% del voto blanco. ¡Edwards consiguió más 'voto blanco' que Clinton!
           
Los electores negros suponen el 55% del voto Demócrata de Carolina del Sur, y Obama se llevó el 80% de ese voto. ¿Es eso racista?
           
Muchos católicos votaron a Jack Kennedy en los años 60. Muchos greco-americanos en 1988 apoyaron la candidatura del gobernador Michael Dukakis. Y, sí, muchos negros apoyan a Obama porque representa la primera candidatura presidencial seria de un negro. Pero recuerde, Obama es también un progre. Condena los recortes fiscales de Bush, se opone a la guerra de Irak, quiere un control del gobierno federal sobre la atención sanitaria, critica al sistema de justicia supuestamente desigual -- en pocas palabras, el tipo de guerrero de clases anti-Republicano que apoyan los electores negros en bloque. Los negros votaron a Obama, más que contra Clinton o Edwards.
 
Al Gore en el 2000 y John Kerry en 2004 -- dos candidatos blancos -- obtuvieron alrededor del 90% del voto negro. Desde el movimiento de los derechos civiles, el Partido Demócrata se viene vendiendo, junto con unos medios cómplices y los presuntos líderes de los derechos civiles, como 'el partido bueno' -- el partido que apoya a los negros, a la mujer y a otros colectivos oprimidos o infra representados.
           
Los candidatos Republicanos negros no logran atraer el apoyo de los electores negros. El gobernador de Maryland Lt. Michael Steele se presentó al Senado, recibiendo solamente el 25% del voto negro. El Secretario de Estado de Ohio Ken Blackwell se presentó a gobernador de ese estado, recibiendo solamente el 20% del voto negro. Y Lynn Swann se presentó a gobernador de Pennsylvania, reuniendo apenas el 13% del voto negro.
           
No, el verdadero problema del 'voto negro' de Obama no es diferente en ningún sentido al problema básico de la identidad negra a ciegas al Partido Demócrata. Los padres residentes en zonas metropolitanas apoyan los vales de educación. El Partido Demócrata no. Los negros son más contrarios al aborto que los que no son negros. El Partido Demócrata defiende firmemente Roe vs. Wade. Los jóvenes negros muestran gran interés en el concepto de cuentas privadas como seguridad social. El Partido Demócrata sigue estando firmemente en contra. El 'estado del bienestar' -- que el Partido Demócrata quiere expandir -- desestabiliza a las familias, con el 70% de los niños negros nacidos fuera del matrimonio. Elevar los impuestos y expandir el gobierno deprime la prosperidad. Una toma de control gubernamental de la atención sanitaria, como queda demostrado en Canadá e Inglaterra, redunda en largas colas, menor calidad y menos accesibilidad.
           
Los manipuladores como Bill Clinton consideran idiotas a los negros y quieren que se centren casi exclusivamente en el problema del presunto racismo blanco. Él espera canalizar la cólera contra el Partido Republicano para garantizarse el voto negro. En la práctica, muchos objetivos del Partido Republicano -- bajos impuestos, anti-estado del bienestar, pro-vales, cuentas privadas como seguridad social, deducibilidad de las primas de seguro en las devoluciones fiscales personales -- benefician desproporcionadamente a la comunidad negra.
           
Este error de juicio fustigando la cuestión de la raza no funcionará siempre. La comunidad negra sigue prosperando. Y antes o después, el éxito de Obama obligará a los negros a aceptar lo que redescubría Bill Clinton en Carolina del Sur: el racismo blanco ya no es un factor importante en la vida cotidiana americana. Como decía John O'Sullivan, ex editor del National Review, 'El racismo blanco sí existe, pero su poder social es débil y el poder social dispuesto en su contra es abrumador”.

 
 
© 2008, Laurence A. Elder