Antología del disparate ante la Presidencia de la UE

Ya quedan pocas dudas de que la España actual será estudiada por los politólogos de la posteridad como un fenómeno inédito, e irrepetible, en la ciencia política.

 

La actividad política nacional dejaría atónito a cualquier observador que, viniendo de ámbitos foráneos, intentase analizarla aplicando estándares de referencia  vigentes en cualquier estado democrático del “primer mundo”. La verdadera talla del “estao” se muestra cuando esta España nuestra sale al exterior.

 

En el turno establecido por la burocracia de Bruselas, le corresponde a España el ejercicio de la presidencia europea a partir del primero de enero de 2010. Semejante acontecimiento es acogido por el Gobierno como algo trascendente, como la ocasión para plasmar la impronta de la España cantonal en la Unión Europea.

 

Al Gobierno no le falta razón. Los resultados del viaje de su Presidente al corazón del conflicto judeo-palestino, como prólogo a su próxima magistratura, así lo atestiguan. El aplomo del Presidente, consecuencia de un profundo conocimiento antropológico del problema y de su prestigio internacional, dejó impresionados a sus interlocutores, todos ellos descendientes de Abrahan -el patriarca, no confundir con Lincoln-. “Nos vamos a mojar” dijo el Presidente, algo que después de sus enigmáticas palabras en al Mezquita de los Omeyas dejo perplejos a todos. Ante semejante alarde Simón Peres, un novato, y Abu Masen, otro, quedaron perplejos. Cuentan los confidenciales de la región que, una vez que se hizo patente la ausencia física de Zapatero en la zona, ambos dirigentes establecieron conversaciones telefónicas encriptadas para ver cual pudiera ser el significado final del dictum zapateril. A su vez, expertos talmúdicos, coránicos y bíblicos buscaron afanosamente una señal de que un nuevo profeta había tomado forma humana. Incluso se solicitó al Vaticano un repaso del Apocalipsis por si en estos siglos se les hubiese pasado algo por alto.

 

Se dice, aunque no hay constancia de ello, que ambos dirigentes y “Bibi” Netanyahu se reunieron en un lugar secreto en el golfo de Akaba. Al no ser capaces de descifrar el enigma del “mojado” llamaron incluso a Nasralhá, que declinó seguir hablando porque interpretaba que lo que proponía ZP era volver a bautizar en el Jordán a todos los habitantes de la zona y que por ahí no pasaba, ya que él era un fiel seguidor del Profeta.

 

Lo que más impresionó a los dirigentes israelíes, palestinos, sirios y libaneses -se dice que Obama fue despertado para comunicarle la noticia- fue el último acto en tierras de la Biblia. Visitó a sus legiones en el Líbano, les anunció el próximo envío de un procónsul de la Hispania Ulterior que tomaría el mando de las itálicas y galas destacadas en la zona. Todos los dirigentes se acongojaron. La Bliztkrieg de los BMRs zapateriles es lo más temido en Tierra Santa. Hezbolá piensa en la rendición sin condiciones, “Bibi” ha ordenado a los militares israelíes buscar un emplazamiento para la Massada del siglo XXI y los palestinos, incluidos los de la franja de Gaza, piensan emigrar masivamente a Rumania para llenar el vació demográfico que ha producido la peregrinación de los bizantinos al paraíso de cuota hispánico.

 

Pero donde las declaraciones del Presidente han causado más revuelo ha sido en la comunidad científica. Sus afirmaciones sobre el talante israelí, su advocación a lo divino en la Mezquita de los Omeyas y la profecía de la “mojadura” han llevado a pensar en que el conocimiento esotérico del leonés, solo puede provenir de unos papiros encontrados por Repsol en la nueva bolsa de gas en Venezuela, y descifrados por el mismo vidente que aconseja a Hugo, Evo y Diego Armando, que fueron filtrados a Moratinos por un módico precio que será sufragado con cargo a la “deuda histórica” de Vilanoba i la Geltrú. Por cierto, también se asegura que esos documentos dan pruebas irrefutables que quien clavó en la catedral de Wittember, en 1517 las 95 tesis no fue Martín Lutero, sino Martin Luther King.

 

Queda por ver el Plan Secreto de ZP para la Presidencia. Seguro que, entre otras, impone cuotas en los zoos de la Unión, suprimirá los nombres con reminiscencias cristianas de las calles europeas, instaurará  el “día del orgullo del político memo”, propondrá a Bibiana para el Nobel de Fisiología, apadrinará un impuesto aquellos ciudadanos susceptibles de miccionar en la vía pública, patrocinará el pasar de curso sin asistir a clase, propondrá que para ser miembros de la Comisión será imprescindible carecer de titulación universitaria y dominar el catalán. La actuación estrella será introducir el sindicalismo vertical, a nivel europeo, en el Tratado de Lisboa.

 

La Alianza de Civilizaciones será impulsada sin miramientos. Impondrá la adhesión turca a la Unión; eso si, convenciendo previamente a Erdogán para que ceda territorio anatolio a Irán para a fin de que pueda llevar a cabo sus ensayos nucleares con transparencia.

 

Antes de tomar posesión llegará a un acuerdo con el primer partido de la oposición para aplazar durante esos seis meses las sesiones de control al Gobierno y convertirlas en control de la oposición, dando al hidalgo manchego instrucciones de sancionar por turno a todos los diputados del PP como un rasgo de tolerancia democrática.

 

Otro acuerdo con el PP será el envío a Afganistán de mossos y ertzainas para adiestrar a las futuras policías catonales pastunes y, a su vez, identificar al violador del Ensanche de Kandajar y cerrar las herritalibántabernas de Herat. Se implementará otro aspecto que se le ocurrió en la Blair House antes de visitar a Obama, y al que éste le dio su placet: establecer una red de TV autonómicas en suelo afgano y en Waziristán. Todos estos “efectivos” se descontarían de la petición de McChrystal.

 

No seguiré más, que en Moncloa podrían tomárselo en serio. La España de hoy sólo puede ser analizada desde el disparate, porque forma parte de la esquizoide vida cotidiana. El ridículo se pierde por falta de referencias cognitivas y morales. En España hace mucho tiempo que no existen. Pero no se agobien, estamos bien representados en el exterior, el resto de habitantes del planeta ya se han dado cuenta de que para lo que aquí ocurre no hay vacuna, aunque la OMS ha alertado que para evitar el contagio la medida profiláctica consiste en no someterse al sistema educativo español. La esquizofrenia política y la galbana popular es un cóctel que, para tomarlo como referencia vital, los menores de 16 años no tendrán que consultar con sus padres, pues son los causantes de semejante estado de cosas.

 

Señor, que buen vasallo teniendo mal señor...